jueves, 13 de mayo de 2010

UNA RAZÓN IMPORTANTE POR LA QUE CREO QUE LOS EXTRATERRESTRES SON DEMONIOS



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

El Gran Amor de Dios por los terrícolas

Los que hemos recibido con fe la Palabra del Dios vivo y verdadero, hemos creído y aprendido que el Padre celestial es el Creador Todopoderoso de los cielos (galaxias, soles, extraterrestres que yo considero que son ángeles, etc) y la tierra (Génesis 1:1), y que Él tiene un amor enorme y una curiosa predilección por Sus criaturas humanas y por este planeta exiguo llamado Tierra. Jesús lo dijo bien claro, con estas solemnes palabras: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Este amor sorprendente de Dios por sus criaturas terrícolas hizo que Él se desprendiera de Su único Hijo, para que a través de su sacrificio vicario en la cruz del Calvario pudiese salvar a la humanidad de su condenación eterna por el pecado. Este sacrificio extraordinario de Jesucristo nunca más se repetiría en la historia, y así lo escribió Pablo en Hebreos 10:10: “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo HECHA UNA VEZ para SIEMPRE”. Además, el Creador Universal decidió, por Su Soberana voluntad, hacer de la futura nueva tierra Su habitación permanente y final por toda la eternidad (Apo. 21:3-4). Esto resultaría curioso o extraño si diésemos por sentado de que existen otros mundos más “evolucionados” o más perfectos que el nuestro. ¿Pero por qué tanta predilección de Dios por nosotros, los terrícolas? ¿Qué tenemos de especial nosotros, los humanos, como para que Dios nos salve de la condenación eterna y nos adopte como hijos Suyos dentro de Su familia? ¿Y qué de especial tenemos nosotros como para que Dios decida en el futuro habitar entre nosotros? Una respuesta podría ser que Dios nos hizo a nosotros, los terrícolas, a Su imagen y conforme a Su semejanza, y por tanto, para Él nosotros valemos más de lo que nos imaginamos (Gén. 1:26,27).

La Muerte como paga del pecado

Las Escrituras nos dicen con toda claridad que la paga o salario del pecado (transgresión de las leyes inmutables de Dios) es la MUERTE. Así que si Sus criaturas humanas mueren, es porque el pecado entró en el mundo, y los hombres sucumbieron a él. Vean los siguientes versículos:

Romanos 5:12: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la MUERTE, así la MUERTE pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos 5:21: para que así como el pecado reinó para MUERTE, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos 6:23: Porque la paga del pecado es MUERTE, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:2: Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la MUERTE.
1 Corintios 15:56: ya que el aguijón de la MUERTE es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
2 Timoteo 1:10: pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la MUERTE y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,
Santiago 1:15: Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la MUERTE.
Así que la muerte viene por el pecado o por la desobediencia de las leyes de Dios, y es Dios mismo quien entrega a la muerte a quienes les desobedecen. Dice
Salmos 118:18: “Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la MUERTE”. David era consciente de que Dios podía entregarlo a la muerte, pero no lo hizo, sino que lo perdonó. Definitivamente el que mal obra lo hace para su muerte, según lo leemos en Proverbios 11:19: “Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su MUERTE”. En cambio, el que obra o sigue la justicia obtendrá la vida. Así lo dice Proverbios 12:28: “En el camino de la justicia está la vida; Y en sus caminos no hay MUERTE”.

La Muerte de los Gigantes de la antigüedad

Las Escrituras nos hablan de seres híbridos que nacieron en la tierra, producto de relaciones sexuales entre los hijos de Dios y los hijos de los hombres, los llamados Nephilim o gigantes de la antigüedad. Estos seres fueron después castigados y destruidos por Dios por medio de un diluvio universal debido a su corrupción o maldad. En realidad es casi aceptado por todos los Estudiantes de la Biblia que un número indeterminado de demonios o ángeles caídos tomaron forma humana para así relacionarse con la mujeres de los hombres y procrear los gigantes que nos habla el libro del Génesis. Estos ángeles caídos pecaron, y es de suponer que el resultado de su mal proceder fue su condenación y la MORTALIDAD, pues la paga del pecado es precisamente la muerte. Así que no sólo los humanos que pecaron fueron condenados a muerte, sino también a los ángeles caídos. La Biblia nos dice que los humanos impenitentes y los ángeles rebeldes (demonios) tendrán el mismo destino, que es el lago de fuego o la MUERTE SEGUNDA (Ver Apo. 20:10, 14, 15).

Reportes de alienígenas muertos

No es novedad para nadie de que existen muchas historias de personas que han visto naves extraterrestres siniestradas y seres alienígenas muertos que fueron recuperados por las fuerzas armadas de varios países, y ocultados del público en general. Un reporte obtenido de (
http://cosmos.mforos.com/1365072/6449159-presuntos-datos-globales-sobre-naves-accidentadas-desde-1947/) dice esto:

“Eventualmente, la lista de accidentes de ovnis podría crecer tanto como a 200 incidentes en 36 países (más del 50% en territorio estadunidense, y cinco de ellos en ex-repúblicas soviéticas), excluyendo unos 35 que se alega sucedieron antes de 1947. Es probable que la siguiente cifra sea exagerada, pero otra fuente nos dice que solamente Gran Bretaña cuenta en la actualidad con los cuerpos de trescientos extraterrestres, de los cuales veinticinco se encuentran en estado de “animación suspendida. Por sólo citar una fuente, se dice que entre enero de 1947 y diciembre de 1952 (un periodo de seis años) cayeron a tierra o fueron derribados por lo menos dieciséis platillos voladores, de cuyo interior se recuperaron sesenta y cinco extraterrestres muertos y uno vivo, el célebre EBE. Otra nave explotó y nada fue recuperado. De estos incidentes, trece ocurrieron dentro de los límites de Estados Unidos, sin incluir la nave que se desintegró en el aire; de estos trece, uno fue en Arizona, once naves cayeron en Nuevo México y una más en Nevada”.

Durante el siguiente año de 1953 por lo menos otros diez discos voladores accidentados fueron recuperados, de cuyo interior sacaron veintiséis extraterrestres muertos y otros cuatro más vivos. De estos incidentes, cuatro fueron en Arizona, dos en Texas, uno en Nuevo México, uno en Luisiana, uno en Montana y uno en Sudáfrica.

La pregunta pertinente que usted debe hacerse enseguida

Pues bien, ¿se ha detenido usted a pensar por qué seres alienígenas, supuestamente más “evolucionados” y adelantados que nosotros, y venidos de otros mundos o dimensiones, murieron después de colisionar sus naves o por causa de enfermedades raras, según lo han informado algunos testigos oculares confiables? ¿Pecaron también contra Dios esas razas alienígenas en sus respectivas moradas o mundos para merecer la muerte? Y si pecaron, ¿fueron redimidos igualmente por el mismo Dios y Creador a través de un sacrificio vicario consumado por Su único Hijo nacido de una virgen alienígena? La respuesta, si nos basamos en las Escrituras, sería que no, puesto que Cristo fue ofrecido UNA sola vez y para siempre, cuando murió en el Gólgota hace ya casi dos mil años atrás. Ver los siguientes versículos:

Hebreos 10:12: pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para SIEMPRE un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
Hebreos 10:10: En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para SIEMPRE.
Hebreos 9:26: De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para SIEMPRE por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Hebreos 9:12: y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para SIEMPRE en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Hebreos 7:27: que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para SIEMPRE, ofreciéndose a sí mismo.

El peligro de los seres invisibles en las regiones celestiales

Pablo dice en
Efesios 6:12: “Porque no tenemos LUCHA contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad EN LAS REGIONES CELESTES”. Aquí Pablo nos advierte de seres no carnales, que él llama huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Y en Efesios 2:2, él dice también: en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la POTESTAD DEL AIRE, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. Así que el diablo y sus huestes operan desde las regiones celestes en donde existe AIRE, y ellos son nuestros principales enemigos, puesto que están llenos de maldad.

Curiosamente los ovnis son generalmente vistos en nuestra atmósfera, apareciendo y desvaneciéndose como por arte de magia. La mayoría de avistamientos, como todos sabemos bien, son fotografiados o filmados dentro nuestro espacio aéreo. Esto podría confirmar lo dicho por Pablo a los efesios en el sentido de que existen huestes espirituales en las regiones celestiales, o en el aire, y que todos sabemos que son demonios o ángeles caídos. Recordemos lo que dice
Apocalipsis 12:9: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y SATANÁS, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Es decir, el diablo y sus demonios están operando en nuestro mundo, engañando a todo el mundo de múltiples formas, entre ellas, haciendo maravillas y portentos con sus supuestas naves extraterrestres.

Resumen

La Biblia nos habla que dos razas que pecaron: un tercio de los ángeles y todos los humanos. Y de estas dos razas nacieron los híbridos llamados Gigantes o Nephilim (mitad humanos y mitad demonios). En
2 Pedro 2:4: se nos dice claramente, lo siguiente: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que PECARON, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”. Y ya sabemos qué les espera a los demonios (ángeles caídos) y a los humanos impenitentes por haber pecado: La segunda muerte en el gehena, o el lago de fuego (Apo. 20:10-15). Es por eso que creo que los seres extraterrestres que murieron por accidentes aéreos, o por enfermedades raras, son demonios o híbridos, porque sólo los ángeles y los humanos pecaron, y están sujetos a morir en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Estoy convencido de que si nuestro Creador se tomó la molestia de revelarnos el mundo espiritual (el Tercer cielo), que es el lugar donde él habita con otros seres que él creó llamados ángeles o elohim, también pudo habernos hablado o revelado de la existencia de otros seres que él creó en otros planetas o mundos sin ningún inconveniente, ¡pero no lo hizo! Simplemente no hay ni siquiera la más mínima insinuación de alienígenas fuera del Tercer cielo, o de la tierra; salvo en nuestra atmósfera.

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