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sábado, 26 de junio de 2010

LO CELESTIAL EN LO TERRENAL


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)


Una cosa que llama poderosamente la atención es que la Biblia no nos dice prácticamente nada de nuestra supuesta “vida en el cielo” por la eternidad. Sí, es increíble descubrir que nada se dice de la vida de los salvos en el cielo, a pesar de que este “lugar” es considerado por muchos cristianos como su paradero final después de morir. ¿Pero no extraño de que la Biblia no nos diga nada de lo que harán los justos allá, si en verdad ese es el lugar o el destino final y eterno para ellos? La Biblia dice que Dios trabaja, e igualmente su Hijo, por tanto los cristianos estarán también trabajando en la eternidad, y no tan solo tocando un arpa o una lira dorada. ¿Pero en qué podrían estar trabajando los salvos en el cielo? La Biblia no lo dice. Lo que sí nos dicen las Escrituras es lo que harán los salvos EN LA NUEVA TIERRA.

Los salvos en el reino de Dios

La Biblia, en cambio, sí nos dice lo suficiente sobre lo qué estarán haciendo los que ganen la vida eterna en el reino de Dios. La palabra de Dios nos da muchísima información de la labor de los salvos en la nueva tierra de justicia. Esto se explica fácilmente porque la tierra, y no el cielo, u otro lugar supra mundano, es la promesa de Dios para los salvos.

Veamos los pasajes más importantes que nos indican cuál será la tarea de los salvos en el reino de Dios:

En Lucas 19:11-19 Jesús nos da la siguiente pista:

“Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. 12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. 13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. 14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. 16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. 19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades”. 20

Si leemos con cuidado estos versos, podremos ver que los salvos recibirán del Señor el pago correspondiente por haber cumplido con la tarea que él les encomendó, y ese pago no es un eterno descanso en un paraíso celestial, tocando el arpa, y rodeado de bellas doncellas, sino, más bien, el ejercicio de la autoridad sobre las naciones. ¿Qué significa esto?

El Reino de Cristo es un gobierno

Siendo que el reino de Cristo es un gobierno con un monarca supremo (el Mesías escogido), es lógico concluir que éste tenga un territorio, leyes, y súbditos. Para que el gobierno funcione, el Mesías Jesús deberá contar con asistentes de confianza en su régimen mundial, hombres probos y santos que administrarán en su reino con equidad y justicia. ¿Y quiénes mejores que los miembros de su iglesia que han mostrado probidad en esta vida? Es por eso que la iglesia ha sido llamada para recibir el reino (Lucas 12:32) para que ejerza autoridad sobre las naciones (Apo. 2:27, “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”). De modo que acá tenemos la función que desempeñará la iglesia en el reino milenario de Cristo.

Los santos juzgarán el mundo

En 1 Corintios 6:1-3 Pablo dice algo sumamente interesante: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

Aquí Pablo amonestaba a los creyentes por su incapacidad para juzgar cosas pequeñas de esta vida, y máxime, considerando que ellos tenían por delante una tarea aún más difícil e importante que desempeñar y que consistía en el futuro juicio y gobernación del mundo entero.

Daniel vislumbró el dominio de Cristo y los santos en el Reino de Dios

En Daniel 7 leemos:

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido…y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”.

Así que el pueblo de los santos del Altísimo recibe el reino, el dominio, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo. Entonces es fácil ver que los salvos, los santos, tendrán una gran responsabilidad en el reino venidero de Jesucristo. Serán los asistentes y los cogobernantes del reino de Cristo por espacio de mil años.

En el milenio descansaremos de nuestras obras para hacer las obras de Dios en el reino de Cristo. Estaremos edificando una nueva sociedad donde realmente exista la justicia y la rectitud. Será una sociedad donde el diablo y sus demonios estarán ausentes, sin que causen las desgracias y maldades que ahora están ocasionando en la tierra y en los hombres.

Desgraciadamente son pocos los cristianos que anuncian estas buenas noticias de un mundo de paz y justicia gobernado por Cristo y su iglesia. Los más de ellos predican evangelios trucados o adulterados que nada tienen que ver con el reino de Cristo y el destino final y glorioso de su iglesia en dicho gobierno divino. Los textos que arriba hemos citado son poco o nada citados por los evangélicos y católicos por igual. Simplemente no los creen literales y para la iglesia.

Es hora de retomar el anuncio verdadero (el evangelio del reino) de Cristo para dejar de estar esperanzados en una creencia errónea de escapar algún día de este mundo caótico y perverso como almas inmortales en dirección al cielo.

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martes, 20 de octubre de 2009

SORPRÉNDASE: ¡YAHSHÚA NO ESTÁ SENTADO EN EL TRONO DE DAVID EN EL CIELO!




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

INTRODUCCIÓN

Los Amilenialistas y los Preteristas extremos sostienen que nuestro Maestro Yahshúa el Mesías está sentado en el trono de David en el cielo. Ellos alegan que el Mesías regresó al cielo para gobernar a su pueblo desde su trono personal (“el trono de David”), cumpliendo así la profecía de Lucas 1:32,33. Sin embargo, lo que estos amilenialistas ignoran es que Yahshúa el Mesías no se fue al cielo para sentarse en su propio trono sino ¡en el trono de su Padre!. Estos desconocen que El Mesías tendrá su trono Y SU GOBIERNO en la tierra (2 Sam.23:1, VV.1960, Jer. 3:17), y que su Padre tiene el Suyo propio en el cielo. Por tanto, es momento de aclarar este asunto que ha sido pasado por alto por la mayoría de estudiantes de la Biblia. Vamos, pues, a desenmascarar el error de la enseñanza de que el Mesías está reinando en su trono (“el de David”) en el cielo, ya sea desde el año 31 o desde el 1914.

EL TESTIMONIO DE JUAN Y EL APOCALIPSIS

Examinemos lo que dice Juan sobre los tronos existentes en el cielo, y para eso vamos a examinar todos los versos en el libro de Apocalipsis donde aparecen las palabras “trono” y tronos”. De este modo podremos descubrir si existe un trono personal para el Padre y otro personal para el Hijo—¡y para el Espíritu Santo!. Los textos donde aparecen las palabras “trono” y “tronos” en el libro de Apocalipsis son los siguientes: Ap. 4:2,4,5,6,9,10; 5:1,6,7,11,13; 6:16, 7:8,10,11, 15,17; 8:3;11:16; 12:5; 14:3,5; 16:10,17; 19:4,5; 20:4,11; 21:5; 22:3.

APOCALIPSIS 4:2,3,4,5,6,9,10:Apocalipsis 42 Y luego yo fui en Espíritu: y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado.3 Y el que estaba sentado, era al parecer semejante á una piedra de jaspe y de sardio: y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto á la esmeralda.4 Y alrededor del trono había veinticuatro sillas: y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro.5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces: y siete lámparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete Espíritus de Elohim.6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás.9 Y cuando aquellos animales daban gloria y honra y alabanza al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,10 Los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás, y echaban sus coronas delante del trono, diciendo:

COMENTARIO


En estos versículos se habla de una sola Persona Divina la cual está sentada en un trono y rodeada por 24 tronos que son para los 24 ancianos. Nótese que No se dice que los 24 tronos están alrededor de dos tronos, y mucho menos, de tres.

APOCALIPSIS 5:1,6,7,11,13:Apocalipsis 51 Y VI en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos.6 Y miré; y he aquí en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Elohim enviados en toda la tierra.7 Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.11 Y miré, y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones de millones,13 Y oí á toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás.

COMENTARIO

Si examinamos con cuidado estos versos del capítulo 5 de Apocalipsis donde aparece la palabra “trono”, no hallaremos evidencia de que el Mesías esté sentado en su propio trono individual o personal. Esto está claro.

APOCALIPSIS 6:16Apocalipsis 616 Y decían á los montes y á las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero…”

COMENTARIO

En el capítulo 6 de Apocalipsis tampoco encontramos evidencia de que Yahshúa el Mesías esté sentado en su propio trono en los cielos.

APOCALIPSIS 7: 9,10,11, 15,17Apocalipsis 79 Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos;10 Y clamaban en alta voz, diciendo: Salvación á nuestro Elohim que está sentado sobre el trono, y al Cordero.11 Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro animales; y postráronse sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Elohim,15 Por esto están delante del trono de Elohim , y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el trono tenderá su pabellón sobre ellos.17 Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará á fuentes vivas de aguas: y Elohim limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.

COMENTARIO

En este capítulo 7 de Apocalipsis hemos examinado todos los versículos donde aparece el vocablo “trono” y observamos que no se dice nada de que el Hijo esté sentado sobre dicho trono. En el verso 10, por ejemplo, descubrimos que quien está sentado en el trono es el Padre y no el Hijo.

APOCALIPSIS 8:3Apocalipsis 8:3 Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese á las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

COMENTARIO
Tampoco en el capítulo ocho de Apocalipsis encontramos que El Mesías esté sentado en su trono personal o individual.

APOCALIPSIS 11:16Apocalipsis 1116 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Elohim en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron á Elohim .
COMENTARIO
Tampoco encontramos en el capítulo once de Apocalipsis que Yahshúa el Mesías esté sentado en su trono personal o individual. Es verdad que se habla de tronos pero estos son para los 24 ancianos.
APOCALIPSIS 12:5
Apocalipsis 12
5 Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fue arrebatado hasta Elohim y hasta su trono.
COMENTARIO
En el capítulo doce de Apocalipsis aparece una vez el vocablo ‘trono’ en el verso 5. No obstante, este trono no es el trono del Hijo sino de Yahwéh , el Padre.
APOCALIPSIS 14:3,5
Apocalipsis 14
3 Y cantaban como un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos: y ninguno podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron comprados de entre los de la tierra.5 Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Elohim .
COMENTARIO
Es claro que tampoco en el capítulo 14 de Apocalipsis se habla de un trono personal del Hijo de Elohim . El verso 5 dice claramente que el trono es de Elohim , Elohim el Padre.
APOCALIPSIS 16:17
Apocalipsis 16
17 Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una grande voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho es.
COMENTARIO
Tampoco en el capítulo 17 se habla de un trono para el Hijo de Elohim . Simplemente se habla de un trono que está en el templo del cielo.
APOCALIPSIS 19:4,5Apocalipsis 194 Y los veinticuatro ancianos y los cuatro animales se postraron en tierra, y adoraron a Elohim que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya.5 Y salió una voz del trono, que decía: Load á nuestro Elohim todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.
COMENTARIO
En el capítulo 19 de Apocalipsis tampoco se habla de un trono que le pertenezca al Hijo de Elohim , sino solo a Elohim . Esto es muy importante porque algunas personas no distinguen este detalle singular.
APOCALIPSIS 20:4,11
Apocalipsis 20
4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Yahshúa, y por la palabra de Elohim , y que no habían adorado la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con el Mesías mil años.
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos.
COMENTARIO
Esta es una visión de la era venidera cuando Yahshúa el Mesías inaugure su reino milenario en la tierra. Los tronos que son vistos son los tronos de los mártires que reinarán con El Mesías en la tierra. En Salmos 122:3-5 se nos revela que los tronos del juicio estarán en Jerusalén y no en el cielo.
APOCALIPSIS 21:5
Apocalipsis 21
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
COMENTARIO
Tampoco este versículo (ni su contexto) nos dice que este trono es del Hijo de Elohim , sino más bien del Padre.
APOCALIPSIS 22:1, 3
Apocalipsis 22
1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Elohim y del Cordero.
3 Y no habrá más maldición; sino que el trono de Elohim y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.
COMENTARIO
El capítulo 22 se refiere básicamente a la era del reino en la nueva tierra, y el único verso que nos habla de un trono del Padre es el 3. Pero nada en el contexto nos indica que esta visión es una del cielo, sino de la nueva tierra, cuando Elohim y su Hijo estén con los hombres (21:1-3).
YAHSHÚA EL MESÍAS ESTÁ SENTADO EN EL TRONO DE YAHWÉH
Hemos demostrado que el Maestro Yahshúa el Mesías NO está sentado en SU trono de autoridad en los cielos. Es crucial mencionar que el mismo Maestro Yahshúa el Mesías dice lo siguiente: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en SU TRONO”. Tomemos nota que el Mesías está sentado en el trono de su Padre—¡No en el suyo! Esta verdad es pasada por alto por los estudiantes de la Biblia. La mayoría cree que nuestro Maestro está ahora sentado en su propio trono (el de David, su Padre) en el cielo, pero esto no tiene base escrituraria. Es imposible que el Mesías esté sentado simultáneamente en su trono y en el trono de Su Padre. Pero habrá un trono para el Padre y otro para el Hijo cuando la Nueva Jerusalén descienda a la tierra y Elohim esté con El Mesías entre los hombres. Por tanto, Yahshúa aún no se ha sentado en su trono real, pues no ha llegado su hora para hacerlo, ni la hora de los santos. Pero llegará la hora cuando el Mesías y sus santos se sienten en sus tronos en la tierra (Daniel 7.13,14,18,22,27).
Pero sigamos examinando más versículos bíblicos que nos enseñan que el Mesías aún no está sentado en su trono real:
Colosenses 3:1: “Si, pues, habéis resucitado con El Mesías, buscad las cosas de arriba, donde está sentado (no entronizado) a la diestra de Elohim ”.
Hebreos 8:1: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó (no dice ‘entronizó’) a la diestra del trono de la Majestad en los cielos”.
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Yahshúa, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó (no dice ‘entronizó) a la diestra del trono de Elohim ”.
Tomemos nota que Yahshúa NO aparece sentado en un trono personal a la diestra del trono del Padre. Es decir, no hay dos tronos de poder y autoridad en los cielos, y menos, tres. Yahshúa aparece sentado a la diestra del trono. Esto puede interpretarse de dos modos: que él está sentado en un lugar que no es un trono de gloria y de poder propiamente dicho, sino una silla o algo así; o también puede interpretarse como que él está sentado en el propio trono de Elohim , pero al lado derecho del Padre. Esta posibilidad parece más coherente. Lo importante es destacar que nunca se habla en el NT que el Mesías esté sentado en un trono personal de poder y autoridad como el que tiene el Padre. Si estoy errado, por favor demuéstrenmelo con la Biblia. Muéstrenme sólo un texto donde se diga que el Mesías está sentado en un trono personal de autoridad en el cielo al lado derecho del trono del Padre.
¿CÚANDO ENTONCES SE SENTARÁ EL MESÍAS EN SU TRONO PERSONAL DE GLORIA?
Si como hemos demostrado Yahshúa no está sentado ahora en su trono personal de gloria, nos preguntamos: ¿cuándo lo hará? La respuesta la dio el mismo Maestro Yahshúa el Mesías en Mateo 25:31,34: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él , entonces se sentará en su trono de gloria… entonces dirá a los de su derecha: Venid , benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Por tanto, es muy claro que Yahshúa no se sentó en su trono de gloria ni el 33 DC, ni en el 70 DC, ni en el 1914, … ¡y menos, sus seguidores!. Pero cuando él regrese en gloria con sus santos ángeles, entonces, y sólo entonces, se sentará en el trono de David su Padre en Jerusalén junto con todos los salvos de todas las épocas (Salmos 122:3-5). Nótese que los tronos de los santos estarán—¿dónde?—¡EN JERUSALÉN!
En la interesante ‘Parábola de la Diez Minas’ Yahshúa tuvo que corregir la idea errada de sus seguidores de que su reino era inminente (Lucas 19:11). Les dijo en esa parábola que un ‘hombre noble’ (él mismo) se fue a un ‘país lejano’ (cielo) para recibir un reino y volver (v.12). Mientras tanto, sus siervos tendrían que ocuparse de su casa y de sus negocios hasta que él regresara nuevamente a la tierra para tomarles cuenta de los frutos de su trabajo. Aquellos que multiplicaron más sus minas tendrían más autoridad gubernamental sobre las naciones (vs 13-19).
DILEMA AMILENIALISTA

El problema de los preteristas es que ellos dicen que el reino ya vino en el año 70 DC, o en el 33DC, en el caso de los amilenialistas. Esto significaría que en aquellos tiempos primitivos el Mesías se sentó en su trono de gloria para regir el mundo sólo con una parte minúscula de sus escogidos, y dejando fuera del camino a todos los santos que vendrían en las futuras generaciones y en los siglos venideros. Pero sucede que en el libro de Apocalipsis no aparece el Mesías sentado en su trono de gloria como ya demostramos antes, sino en el trono de Su Padre. Si damos por cierto que el reino se inauguró en el 33 DC, resulta extraño que en el libro de Apocalipsis, el cual fue revelado décadas después de Pentecostés del 33 DC, no presente al Hijo sentado en su propio trono en el cielo junto con todos los santos desde el principio del libro apocalíptico, sino sólo al final (Caps. 20-22), cuando trata del milenio en la tierra.
Pero aquellos que dicen que el Mesías ya está reinando desde el primer siglo de la Era Común nos deben explicar en qué consiste ese gobierno del Mesías y de su supuesta “iglesia.” Y es que por todos lados vemos problemas y maldades que no tienen parangón. El mundo está pervertido, en caos, en confusión, en peligro de auto-destruirse. Entonces nos preguntamos, ¿puede Yahshúa estar sentado en el cielo gobernando sobre las naciones?¿Qué cosas buenas ha hecho entonces Yahshúa por el mundo desde que él supuestamente se sentó a gobernar a las naciones en el siglo I?¿No dice la Biblia que él gobernaría el mundo con vara de hierro? (Apo. 12:5). Por otro lado, ¿no dice Isaías mismo que el gobierno mesiánico será uno que traerá paz y justicia a todos los pueblos de la tierra? (Isaías 9:6,7).Los amilenialistas deben recordar que Pablo fue irónico con aquellos creyentes que se creían reyes en función. En su carta a los corintios les escribe lo siguiente: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros” (1 Corintios 4:8). Como vemos, el apóstol Pablo usó la ironía para mofarse de aquellos creyentes que creían que vivían en el mejor de los mundos y que pensaban que estaban reinando como reyes.
¿CREYERON LOS DISCÍPULOS QUE EL REINO VENDRÍA PRONTO?
No podemos olvidar que los mismos apóstoles querían saber cuándo sería restaurado el reino a Israel. Fue por esta inquietud que los apóstoles le preguntaron a Yahshúa si dicho anhelado reino milenario le sería restaurado a Israel en su época. Sin embargo, es más sorprendente aún lo que el Maestro les respondió al decirles que Su Padre es el único que sabe el tiempo exacto para que se cumpla esa promesa (Hechos 1:3,6,7). Si el reino estaba a las puertas, él pudo habérselos dicho, pero no lo dijo. El fue categórico al afirmar que sólo Elohim sabe cuando se cumplirá ese anhelo milenario. Obviamente él mismo lo ignoraba por completo y no tenía idea alguna del tiempo preciso.
También debemos recordar que el reino del Mesías significa la vida eterna para todos los creyentes. En el diálogo que tuvo el Mesías con el joven rico en Mateo 19:16-25 el estudiante de la Biblia podrá descubrir que la vida eterna está ligada estrechamente con el reino de Elohim . Tanto la ‘vida eterna’ y el ‘reino eterno’ tienen que ver con el Olám Habá, el Mundo Venidero, mundo del reinado milenario del Mesías. De modo que si alguien quiere decirnos que ya estamos en el reino, debemos inferir que ya tenemos la inmortalidad, y que no moriremos jamás. Lamentablemente todavía la muerte es un enemigo de todos los hombres. Es verdad que tenemos la vida eterna, pero esa vida eterna es una promesa que poseemos por la fe únicamente (1 Juan 2:25). Todavía tenemos que esperar que Yahshúa el Mesías regrese en gloria para que seamos transformados a la semejanza de él. Entonces los creyentes serán cambiados e inmortalizados para entrar en su reino por todo un milenio. Nuestros cuerpos no envejecerán ni morirán como ocurre hoy.EL REINO DEL MESÍAS Y LA REGENERACIÓN DE TODAS LAS COSAS

En el reino del Mesías, que es la era de la regeneración, cuando Yahshúa se siente en su trono de gloria, los apóstoles se sentarán también en doce tronos para juzgar (gobernar) a las doce tribus de Israel (Mateo 19:28). Sin duda esto no ocurrió en el año 70 DC, ya que los apóstoles murieron y no tomaron sus tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Notemos que Yahshúa habló de la época de la regeneración como la época de su entronización, en Mateo 19:28: “De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” La palabra “regeneración” viene del Griego (polingenesia), y no se encuentra en otra parte del NT salvo en Tito 3:5, y que denota un nuevo nacimiento espiritual. Plutarco la usa para referirse a las almas en nuevos cuerpos (la doctrina Pitagórica de la trasmigración). Cicerón habla de la “restauración de autoridades y honores”. Filón lo conceptuaba con el “nuevo nacimiento del mundo a través del fuego”. Esto quiere decir que cuando se restaure el reino milenario de Elohim habrá un nuevo nacimiento de todas las cosas, llamado también “la restauración de todas las cosas” (Hechos 3:19-21), y “nuevos cielos y nueva tierra donde mora la justicia” (2 Pedro 3:13,14, Apocalipsis 21:1,5). Es también la liberación de toda la creación de la corrupción con la manifestación de todos los hijos de Elohim en cuerpos nuevos. Todos estas promesas y esperanzas de ningún modo se vieron cristalizadas en el primer siglo de la Era Común, ni en ningún otro siglo de nuestra Era.
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sábado, 12 de septiembre de 2009

LAS POBRES “PRUEBAS” QUE PRESENTAN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ PARA JUSTIFICAR UNA CLASE CELESTIAL DE 144,000 PERSONAS




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)


Esto dicen los Testigos de Jehová con relación a su clase celestial o “manada pequeña” de 144,000 personas:

Juan 14:2, 3: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.” (Jesús muestra aquí que sus apóstoles fieles, a quienes estaba hablando, con el tiempo estarían en la “casa” de su Padre, en el cielo, con Jesús. Pero aquí él no dice cuántos más irían también al cielo.)

Refutación:

Fíjense ustedes lo que dicen los Testigos sobre los versos 2 y 3 de Juan 14: “Jesús muestra aquí que sus apóstoles fieles, a quienes estaba hablando, con el tiempo estarían en la “casa” de su Padre, en el cielo, con Jesús”. Esta frase “en el cielo” que añaden los T.J, no aparece por ningún lado en Juan 14:2,3, y de hecho el mismo vocablo cielo tampoco aparece en estos dos versos por más que queramos encontrarlo.

Lo que Jesús está diciendo a sus apóstoles es que en la casa de su Padre hay muchas moradas, y que él irá al cielo para prepararlas para sus apóstoles (quienes supuestamente representan a todos los fieles “ungidos” de la WT). Sin embargo, él dice que regresará, “y los tomará (no dice “en casa” como sostienen los Testigos. Ver el pasaje en el Griego) a sí mismo para que donde él está (YO ESTOY), estén ellos también”. Ahora bien, noten que al final del verso 3 Jesús dice: “Para que donde YO ESTOY (no dice: “donde yo voy a estar” o “donde yo estaré”) ustedes estén”. Esta frase es fundamental y es por desgracia ignorada por los TJ. La pregunta que me viene inmediatamente a la mente es ésta: ¿dónde estaba Jesús cuando dijo “…para que donde YO ESTOY” también estén ustedes”? ¿Acaso en el cielo?, ¿Acaso en Marte?, ¿Acaso en otra dimensión? No! ¡El estaba en la tierra! Así que es más lógico concluir que Jesús volverá, no para llevarse a los suyos al cielo para que entren en la casa del Padre, sino para quedarse con ellos en la tierra y habitar en la Nueva Jerusalén que habrá descendido en la nueva tierra y en los nuevos cielos (Apo. 21:3,4).

En ningún momento de la lectura de esos dos versículos uno puede hallar alguna insinuación de una clase de cristianos que vivirá en el cielo. Eso se lo han inventado los falsos Testigos de Jehová.

PRUEBA NÚMERO DOS:

Juan 1:12, 13: “A cuantos sí lo recibieron [a Jesús], a ellos les dio autoridad de venir a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre; y ellos nacieron, no de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Nótese que el contexto, en el versículo 11, se refiere a “los suyos”, a los del pueblo de Jesús, los judíos. Todos los que sí lo recibieron cuando él vino a ellos en el primer siglo llegaron a ser hijos de Dios, con la perspectiva de vida celestial. Los verbos en el texto se hallan en pretérito o tiempo pasado, de modo que este pasaje no se refiere a todos los que han llegado a ser cristianos desde entonces.)

Refutación:

Los Testigos de Jehová hacen malabarismos para probar una doctrina torcida, maltratando y torciendo pasajes de la escritura. Ellos interpretan estos versos diciendo que estas palabras se refieren a los que le recibieron (a Jesús) en el primer siglo, cuando él vino a ellos, los cuales fueron hechos hijos de Dios con la perspectiva de vida celestial. ¿Pero dónde dice en esos versos “con perspectiva de vida celestial”?¿Por qué añaden palabras o ideas que no están en los versículos que tratan o interpretan? Y además,los TJ agregan la siguiente tontería: “Los verbos en el texto se hallan en pretérito o tiempo pasado, de modo que este pasaje no se refiere a todos los que han llegado a ser cristianos desde entonces. ¿Pero qué tiene que ver el tiempo pretérito acá? ¿Acaso no se habla también en pretérito en Hechos 2:41,42 de los cristianos que fueron bautizados en el primer siglo? ¿Significa esto que ahora no tenemos que bautizarnos o que sólo una clase de Testigos de Jehová está llamada a bautizarse porque simplemente se habla en pretérito? Realmente nos sorprenden los TJ con sus elucubraciones fantásticas y forzadas.

Y finalmente, ¿acaso no todos estamos llamados a ser hijos de Dios, recibiendo al Hijo por fe? (Juan 1:11,12). Si alguno recibe a Cristo, y cree en su nombre, se convierte en un Hijo de Dios, sin distinción alguna (Véase el estudio sobre Quiénes son los Hijos de Dios que aparece en este blog).

PRUEBA NÚMERO TRES:

Rom. 8:14, 16, 17: “Todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente.” (Cuando se escribió esto, era cierto que todos los que eran conducidos por el espíritu de Dios eran hijos de Dios que tenían la esperanza de ser glorificados con Cristo. Pero no siempre ha sido así. Lucas 1:15 dice que a Juan el Bautizante se le llenaría de espíritu santo, pero Mateo 11:11 aclara que él no participará de la gloria del Reino celestial. Del mismo modo, también, después del recogimiento de los herederos del Reino celestial habría otras personas que servirían a Dios como seguidores de su Hijo y sin embargo no participarían de la gloria celestial.)

Refutación:

Mateo 11:11, 12 es muy difícil de comprender. La versión English Standard dice: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos ha sufrido violencia, y los violentos lo toman por la fuerza.” ¿Tiene esto algo que ver con las dudas que tuvo Juan de Jesucristo, sobre si él era, efectivamente, el Mesías esperado? Recordemos que Juan comenzó a dudar porque él esperaba que el Mesías usara la fuerza para restaurar la nación judía y vencer a los romanos. Jesús dice que el reino previamente tenía que ver con la fuerza y la violencia (conquista) de parte de hombres, pero ya no más. Si uno entiende que ser parte del Reino de Dios tiene que ver primero con aceptar a Jesús dando la vida para vencer al pecado y la muerte, y resucitar después de la tumba, uno es más grande en la comprensión que aquellos (como Juan) que pensaban que el Reino de Dios tiene que ver con una violenta conquista terrenal por los hombres mortales. En todo caso, acá no se dice que Juan no estará en el reino de los cielos, aunque tal vez no le pise los talones al último de sus herederos por la razón antes expuesta.

Es importante recalcar, sin embargo, que acá no se está hablando de gente que vivirá en el reino establecido en los cielos (“la gloria celestial” como lo llaman los TJ). Simplemente se dice que Juan, aunque no excluido del reino, es el menos de los menores en el reino de Dios. Tampoco aquí dice que Juan será un mero súbdito del reino, un miembro de una clase inferior o terrenal que se beneficiará del reino celestial regido por una supuesta clase ungida celestial. Todo esto es un invento de los Testigos de Jehová para hacernos creer que hay dos clases de herederos del reino, a pesar de que Pablo afirma que sólo hay una esperanza de nuestra vocación (Efe. 4:4).

LA VERDAD DE LA PANDEMIA