Mostrando entradas con la etiqueta EVANGELIO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EVANGELIO. Mostrar todas las entradas

miércoles, 5 de enero de 2011

LA TENDENCIA A OLVIDARSE DEL EVANGELIO VERDADERO SE REMONTA AL PRIMER SIGLO



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
“Estoy maravillado de QUE TAN PRONTO os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un EVANGELIO DIFERENTE” (Gal. 1:6).
.
En el pasaje de arriba (Gálatas 1:6) el apóstol Pablo hace un fuerte reclamo a sus correligionarios porque sin tardanza se habían apartado del Señor para seguir un evangelio diferente. Sí, mis amigos, seguir un evangelio diferente es APARTARSE del Señor, y apartarse del Señor lógicamente es apartarse de la salvación. De allí la importancia crucial de cuidar y conservar el evangelio prístino que anunciaron Jesús y sus apóstoles, tanto para los judíos como para los gentiles.
.
Pero muchas personas hoy no toman el debido interés por investigar cuál fue el evangelio que predicó Cristo, junto con sus más cercanos colaboradores. Estos individuos suponen que el evangelio es simple eso, el evangelio o las buenas nuevas acerca de Cristo. Otros concluyen incluso que el evangelio es la Palabra escrita de Dios, o la Santa Biblia, y piensan que creer en el evangelio es creer en lo que dice la Biblia y punto. Sin embargo, la Biblia es también un libro de historia, de guerras, de conflictos, de infidelidades, de rebeliones, de traiciones, de intrigas, y muchas otras cosas que no tienen que ver en absoluto con el anuncio del evangelio de Cristo.
.
Pero nuevamente el apóstol Pablo veía con asombro y preocupación cómo sus hermanos en la fe se olvidaban del evangelio verdadero para seguir cualquier otro anuncio o “buenas nuevas” que no vienen del Señor, sino de falsos maestros y profetas. Ahora bien, si eso venía ocurriendo en el primer siglo dentro de la iglesia fundada por Cristo y sus apóstoles, ¿Qué podemos pensar de la iglesia de hoy, 20 siglos después?¿Acaso pensamos que ha realmente ha conservado el evangelio original sin apartarse ni un ápice de él? No lo creo, y les diré porqué!
.
En los siguientes versículos, Pablo se ve forzado a poner el punto sobre la ies y declarar que sólo hay un evangelio verdadero y salvador y que apartarse de él trae maldición, rechazo, y separación de Cristo. Estas son sus declaraciones (versos 7-12):
“No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
.
¿Cuál es el evangelio revelado por Jesucristo?
.
Sin duda alguna Jesús fue el portador del evangelio salvador de parte de Su Padre, El dijo lo siguiente: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque PARA ESTO HE SIDO ENVIADO”.
.
Noten ustedes que Jesús dice que fue expresamente enviado por Su Padre para anunciar el reino de Dios, y pocos parecen saberlo. Pero Jesús cumplió su misión con total fidelidad, a tal punto que comenzó su ministerio hablando del reino de Dios (Mr 1:1,14,15) y lo finalizó hablando precisamente de ese mismo tema del Reino de Dios, y encargándoles a los suyos a que lo hicieran público por todas partes de la tierra (Mr. 16:15,16; Mateo 24:14).
.
Esta tarea encargada por Cristo a su iglesia original ha sido totalmente dejada de lado por quienes se dicen ser los sucesores apostólicos, es decir, el clero de la iglesia católica romana. Sí, y aunque parezca mentira, el evangelio que escucharon los primeros cristianos judíos no se parece en nada al evangelio del reino predicado por los católicos romanos a partir del cuarto siglo de la Era cristiana, y que se prolonga hasta el día de hoy.
.
Agustín de Hipona y el Reino
.
Fue con Agustín de Hipona, Padre y Teólogo destacado del romanismo, que el reino original de Cristo tomó otro matiz muy distinto del original. Tanto es así que si lo pudieran escuchar los apóstoles del Señor, simplemente se desplomarían privados al piso por el desvío radical de su sentido original.
.
En un comienzo, Agustín creía que el reino sería un reino literal restaurado al pueblo hebreo, y en Jerusalén. Sin embargo, con el pasar del tiempo, Agustín alegorizó el mensaje del reino y escribió en su obra “La Ciudad de Dios” que el reino era en realidad un sinónimo de la iglesia de Cristo, su cuerpo místico, y que nada tenía que ver con un reino terrenal, teocrático, y judío. Seguramente una mala exégesis de las Escrituras lo llevó al teólogo de Hipona a creer que los Judíos eran unos renegados, un pueblo rechazado por el Señor por su renuencia a aceptar a Su Mesías en la persona de Cristo. De este modo ingenioso y prejuicioso Agustín le hizo un gran favor a la iglesia Católica, al arrebatarles a los judíos las promesas divinas que recibieron como herederos legítimos de Abraham y de David por una tierra y un reino restaurados en un futuro, y los adjudicó a la iglesia oficial, la iglesia Universal. Ahora la iglesia católica es el reino, y Cristo es su rey que reina sobre sus fieles y el mundo entero.
.
Antisemitismo generalizado
.
Hoy, algunas iglesias protestantes han aceptado las ideas de Agustín, y propagan este mismo error, arrebatando los derechos de los judíos fieles de todos los tiempos para heredar un reino davídico restaurado en la tierra prometida en la parusía del Señor Jesucristo.
.
También ese antisemitismo ayudó a las iglesias protestantes a seguir con esa línea de pensamiento. Allí tenemos a Lutero con sus diatribas contra los judíos, las cuales ayudaron de alguna manera a Hitler a justificar su persecución contra los judíos y provocar su infausto holocausto que ahora sus enemigos pretenden desconocer.
.
También están por allí los llamados “anglo israelitas”, sajones cristianos que creen ser los verdaderos descendientes de las tribus perdidas y los verdaderos herederos del reino de David, ayudando al mismo diablo en su tarea de desvirtuar el verdadero sentido del reino bíblico. A éstos se adhieren los racistas del Ku Kux Klan (KKK), por cierto.
.
Y finalmente tenemos a los preteristas que dicen que el reino ya vino en el primer siglo a través de la iglesia naciente, y a los dominionistas, el ala ultra derechista del evangelicalismo norteamericano que promueve un “reino ahora” a través de los esfuerzos de la iglesia, sin la intervención sobrenatural del rey Jesucristo que prometió volver e inaugurar el reino davídico en Jerusalén. Todas estas corrientes no son sino inventos del diablo para que la gente no crea en el reino verdadero y prístino de Cristo y se inclinen a nuevas propuestas que parecen “sonoras” pero que son verdaderas estratagemas perversas del diablo.
.
La obra maestra de Satanás y sus tontos útiles
.
Sin duda que estos desvíos doctrinales son en su conjunto la obra maestra de Satanás, quien busca que el evangelio de la gloria de Cristo no sea creído y aceptado por los potenciales creyentes y así se pierdan para siempre. Recuerden, el diablo viene a destruir y a matar.
.
Esto dice Pablo sobre la animadversión diabólica hacia el evangelio original del reino: ”En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). En otros estudios ya he demostrado que la gloria es un sinónimo del reino.
.
Es necesario entonces que comprendamos que el foco del ataque del diablo es en el mensaje del reino, el evangelio de Cristo que debe ser creído para la salvación (Rom. 1:16). Obviamente el diablo sabe que obscureciendo el mensaje del reino con otros anuncios que parecen maravillosos logrará su objetivo final que es la obstrucción del reino de Cristo, el cual lo depondrá de su pedestal y de su trono de autoridad en las regiones celestiales de nuestra atmósfera terrestre.
.
Es por eso que se hace necesario abrir bien los ojos y los oídos para examinar qué es lo que uno está escuchando en las tarimas evangélicas donde se presentan los predicadores que se hacen llamar “ungidos” y “apóstoles”, pero que son obreros fraudulentos que lo único que hacen es confundir a los desapercibidos e incautos que buscan alguna esperanza para sus vidas miserables.
.
Esto dice Pablo de estos predicadores fraudulentos:
.
“Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;…Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:4,13-15).
.
Otros evangelios que son populares
.
Sin duda alguna predicar a “otro Jesús” es predicar “otro evangelio” distinto de aquel que Jesús predicó insistentemente. Y muchos hoy ciertamente están predicando a otro Jesús y otro evangelio cuando nos dicen que su evangelio no tiene nada que ver con un reino restaurado para Israel, o cuando nos dicen que la iglesia reemplazo a Israel por completo en lo que han venido a llamarse “La Teología del Reemplazo”.
.
En esto tiempos el romanismo a través de sus curas de izquierda han presentado su famosa “Teología de la liberación” y el llamado “evangelio social”, postulados que son muy diferentes al verdadero “evangelio del reino” propuesto por Cristo y sus apóstoles a sus paisanos, y luego al mundo gentil a través del apóstol Pablo. Todo esto no hace sino servir a los propósitos del diablo, el cual sigue manteniendo a millones de incrédulos (incluso dentro del cristianismo) en la más completa ceguera espiritual.
Este mensaje que vengo predicando hasta el cansancio en mi blog, y que la Biblia llama ”el evangelio del reino de Dios”, el evangelio original de Cristo, debe estar produciéndole un prurito desesperante al adversario, pues es de los pocos que hablan la verdad sobre el evangelio de Cristo que salva y que sacará del escenario mundial a este adversario de Dios y del hombre junto con sus huestes maléficas angélicas y humanas. Este mensaje es odiado por Satanás, pues sabe que cuánto más gente oiga de él, su fin vendrá más pronto. En Mateo 24:14 Jesús dice que antes de que venga el fin de esta era maligna es necesario que se dé testimonio al mundo entero del evangelio del reino. Por tanto es evidente que el más interesado de que este anuncio sea boicoteado por todos los medios posibles es Satanás y sus agentes angélicos y humanos. Allí tenemos a las sectas ufólogicas, a los seguidores de la Nueva Era, a los gurúes, a los satanistas, y tantos otros que engañan a millones con sus supuestas “buenas noticias” para nuestro mundo que excluyen totalmente al Mesías, Su Majestad, El Señor Jesús, el verdadero “extraterrestre” que vendrá a darnos la vida eterna en su reino de justicia en la tierra renovada.
.
Es hora de que haya un verdadero “avivamiento”, pero no sólo del espíritu, sino también del mensaje salvador, ¿pues cómo puede haber avivamiento espiritual con un evangelio fraudulento que en lugar de hacernos renacer a una nueva vida nos separa de Dios? Esta es otra tragedia que pocos parecen percibir y darle la debida importancia.
.
Desafortunadamente los más de los cristianos nominales aún suponen que sólo basta con oír al pastor o al obispo citar las Escrituras, y participar de los cultos cantando, diezmando, y tomando la comunión para agradar a Dios y ser salvo. No, mis amigos, para ser salvo se necesita creer en el evangelio salvador, el cual no es otro que el evangelio del reino, aunado, claro está, con la fe genuina en la obra vicaria de Cristo a favor nuestro. Muchos ciertamente creen en la obra vicaria de Cristo, pero se resisten a creer que el destino final del creyente es en el reino de Dios en la tierra renovada. Esto es peligroso, puesto que se está tomando la mitad de la dosis que se requiere para ser sanado y salvado… ¡Y sabemos la mitad de la dosis no cura!
.
Amados hermanos, que este mensaje que les estoy dando les sirva para salir del letargo en que están y puedan por fin retomar el evangelio salvador. Se los digo para su bien, y lo haré mientras el Señor me dé vida. Es lo menos que puedo hacer por él, quien murió por mis pecados y por los vuestros.
.
Apologista
.
Mi blog exclusivo sobre el Reino de Dios en:
.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL EVANGELIO DE LA GRACIA ES OBTENER LA SALVACIÓN Y LA VIDA ETERNA EN EL REINO VENIDERO DE JUSTICIA


Por Ing° Mario A Olcese (Apologista)
.
Textos cruciales:
.
“Pues si por transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia REINARÁN EN VIDA por medio de un solo hombre, Jesucristo” (Rom. 5:17–NVI).
.
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo EN LA GRACIA QUE SE OS TRAERÁ CUANDO JESUCRISTO SEA MANIFESTADO” (1 Pedro 1:13)
.
Gracia y Reinado
.
En LOS DOS TEXTOS de arriba, los apóstoles Pablo y Pedro escriben de una gracia que es presente y también futura, que se concretará en un REINADO en vida de los justificados. Nótese que Pablo no sólo dice que los justificados tendrán la vida, sino que reinarán en vida, ¡y esta vida será vida eterna! (“…y la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo, nuestro Señor”—Rom. 5:21. También Tito 3:7). Desgraciadamente millones de cristianos no entienden que la gracia de Dios tiene una faceta FUTURA, que nos conducirá a un reinado con Cristo y con vida eterna. Y si hablamos de un reinado, estamos implicando un reino necesariamente. De allí que el evangelio de la gracia para Pablo se equipara con la predicación del Reino de Dios. Estas son sus palabras: “…que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro” (Hechos 20:24,25).
.
Es imperioso entender que la gracia de Dios nos justifica para poder reinar en vida eterna. Pero este reinado no se produce inmediatamente después de nuestra conversión, ni mientras seamos mortales y corruptibles. Es imposible pensar en un actual reinado de mil años de los santos en nuestra condición de hombres mortales y corruptibles, y cuando sólo podemos vivir hasta los 70, 80 o 90 años de edad. Algunos cristianos del primer siglo parece que olvidaron esta verdad, y creyeron estar ya en una posición de reyes en ejercicio. En 1 Corintios 4:8 Pablo les dice irónicamente a los creyentes corintios que se creían reyes, lo siguiente: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis, ¡Y ojalá reinaseis para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!” (1 Corintios 4:8). Sin duda alguna, muchos de los creyentes primitivos habían entendido mal la doctrina de la justificación por la gracia que Pablo había estado predicando. Creyeron que su acceso a la gracia los convertía inmediatamente en hombres ricos y con poder cuando en realidad no tenían ningún poder de gobernar el mundo de entonces. Ellos no entendieron que su reinado se produciría en la transformación, cuando recibieran el cuerpo incorruptible e inmortal en la parusía de Jesús.
.
Gracia y Salvación
.
Hasta ahora hemos visto que la gracia va estrechamente ligada al reinado futuro de los santos con cuerpos inmortales. Ahora veremos que el apóstol Pablo vincula la gracia con la salvación. Esto lo descubrimos cuando Pablo le escribió a Tito, lo siguiente: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11). Recapitulando, la gracia de Dios se traduce en nuestro reinado, y este reinado es el resultado de nuestra salvación que viene por la gracia de Dios. Esta verdad se deja ver en el diálogo del joven rico con Jesús y sus apóstoles en Mateo 19:11-25, y en donde justamente las tres frases: ‘vida eterna’, ‘el reino’ y ‘la salvación’ se hacen notorias. ¡Ustedes necesitan examinar cuidadosamente cada palabra de esos versículos de Mateo 19! Estamos viendo que la salvación por gracia y el reino de Cristo van de la mano, y ambos están estrechamente ligados como gemelos idénticos en una sola placenta. Los que sostienen que la gracia de Dios no tiene nada que ver con el reino de Dios están engañados. El evangelio del reino de Cristo es el mismo evangelio de la gracia de Pablo. Y Pablo enseñó que su evangelio era el evangelio de Cristo, el mismo inalterable evangelio del reino que él lo llamó “la gracia” (Romanos 15:19; Gál. 1:6-9, Hechos 20:24,25).
.
La gracia y la Gloria
.
El apóstol Pedro escribió lo siguiente: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada… Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria… Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca… Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis” (1 Pedro 5:1,4).
.
Estas palabras de Pedro han sido pasadas por alto, o bien, incomprendidas por millones de cristianos. Y es que Pedro mismo dice que la verdadera gracia de Dios es aquella que tiene que ver con la participación de la gloria que será revelada. Esto debe grabárselo bien en su mente, pues si no lo entiende, tampoco comprenderá el mensaje y el propósito de la venida de Cristo al mundo.
.
Aquí está la verdadera gracia que no es predicada por los más populares evangelistas de hoy. La mayoría de ellos predican una gracia totalmente distinta y paganizada, como es la de “recibir a Cristo por la fe para obtener el perdón de los pecados y después partir a la morada final y eterna en el cielo como almas inmortales”. Aunque es verdad que unos pocos predicadores admiten que el reino será efectivamente establecido y otorgado a los santos, éstos yerran al decir que sólo será para los santos Judíos.
.
Nuevamente regresemos a Pedro. El dice en 1 Pedro 5:12 que “ésta es la verdadera gracia”—¿cuál?— Según el contexto (versos 1,5,10) la gracia verdadera es la esperanza de ser parte de la gloria que será revelada en la parusía. Definitivamente también la gracia y la gloria van de la mano. ¡Esto está más claro que el agua cristalina! Y Pablo también coincide con Pedro al escribir a los Tesalonicenses: “a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio (de la gracia o del reino), para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo”. (2 Tes. 2:14).
.
Debe quedar en bien claro que la verdadera gracia es la participación de la gloria que será revelada en la parusía. Dice 1 Pedro 1:13, así: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la GRACIA que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”. Aquí se habla de que la gracia hay que esperarla por completo, hasta que nos la traiga el Señor Jesús en su parusía. Y sabemos por Mateo 25:31,34 que lo que heredaremos en la parusía será el reino y la salvación (Heb. 9:28;1 Pedro 1:5) que equivale a la gloria (Rom. 8:17; 1 Pedro 5:4). ¿Me dejo entender?
.
Siempre recuerde que el reino está envuelto en todos estos vocablos clave (salvación, vida eterna, gloria, gracia, etc). Por ejemplo, a los Tesalonicenses Pablo les escribe lo siguiente: “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria” (1 Tes. 2:12). En los evangelios sinópticos vemos que un evangelista usa para narrar un mismo acontecimiento el vocablo ‘reino’, mientras que otro usa la palabra ‘gloria’. Por Ejemplo: Mateo 20:21: “El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”. Marcos 10:36: “El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”. Así que el reino de Dios va siempre asociado a los términos gloria, salvación, gracia, evangelio, vida eterna.
.
Conclusión
.
Estamos, por la gracia de Dios, llamados a participar de la gloria venidera del reino de Dios con vida eterna. Este es el evangelio o buenas nuevas de la gracia de Dios. Es la Buena Nueva de salvación para la participación (por su gracia) en el reino venidero de Cristo con vida eterna. Esta es la salvación final o escatológica que nos traerá Cristo en su parusía (Heb. 9: 28).
.
Este es el verdadero evangelio de la gracia que la mayoría de las iglesias han desligado del mensaje del reino de Dios. Definitivamente no hay gracia sin reino, ni reino sin gracia. Separar el reino de la gracia, o la gracia del reino… ¡¡¡es una verdadera herejía contemporánea!!!

jueves, 23 de diciembre de 2010

¿ES CRISTO MISMO EL EVANGELIO QUE DEBEMOS PROCLAMAR?


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
Hay gente que dice que yo he cambiado el evangelio de Cristo, al estar enseñando el reino de Dios y no a Cristo. Es decir, lo que pretenden decirnos nuestros detractores es que el verdadero evangelio es Cristo mismo y no su mensaje del reino.
.
Predicando a Cristo
.
Los evangélicos presentan unos textos para señalar que el evangelio predicado por los primeros cristianos era “Cristo” mismo, lo cual nos resulta extraño, ya que Cristo mismo dijo que él fue enviado a predicar el evangelio del Reino de Dios y no su persona como tal (Lc. 4:43, Mr. 1:1,14,15). He aquí los pasajes en que usan nuestros detractores para “demostrarnos” que Cristo mismo era el evangelio:
.
1. Hechos 8:5: Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les PREDICABA A CRISTO.
2.
Hechos 9:20: En seguida PREDICABA A CRISTO en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.
.
Pero observemos que aquí se dice que se predicaba a Cristo, pero ojo que no se dice que Cristo mismo era el evangelio.
.
Predicando el evangelio de Cristo
.
En otros momentos veremos que Pablo predicaba el “evangelio de Cristo” como un sinónimo de “predicar a Cristo”, lo cual ha hecho suponer a muchos que Cristo es el evangelio, lo que es totalmente falso. He aquí los pasajes:
.
1. Romanos 15:19: con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del EVANGELIO DE CRISTO.
2.
Romanos 15:29: Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del EVANGELIO DE CRISTO.
3.
1 Corintios 9:12: Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al EVANGELIO DE CRISTO.
4.
1 Corintios 9:18: ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el EVANGELIO DE CRISTO, para no abusar de mi derecho en el evangelio.
5.
2 Corintios 2:12: Cuando llegué a Troas para predicar el EVANGELIO DE CRISTO, aunque se me abrió puerta en el Señor,
6.
2 Corintios 9:13: pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al EVANGELIO DE CRISTO, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;
7.
2 Corintios 10:14: Porque no nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el EVANGELIO DE CRISTO.
8.
Gálatas 1:7: No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el EVANGELIO DE CRISTO.
9.
Filipenses 1:27: Solamente que os comportéis como es digno del EVANGELIO DE CRISTO, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,
10.
1 Tesalonicenses 3:2: y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el EVANGELIO DE CRISTO, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
.
¿Qué se entiende por el evangelio de Cristo? ¿Acaso que Cristo es el evangelio? Pues no, ya que si el evangelio de Cristo es Cristo mismo, entonces el evangelio de Pablo es Pablo mismo. Recuerde que Pablo usó en varías ocasiones la frase “mi evangelio” (Rom. 2:16; 16:25; 2 Tim. 2:8), lo que significa que el evangelio es ”el evangelio de Pablo”. ¿Pero creerá alguno que Pablo mismo era el evangelio? ¡No lo creo! El evangelio de Cristo como el evangelio de Pablo proclamaba el mismo mensaje del Reino, sin variación alguna. He aquí la prueba:
.
Marcos 1:14: Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio dEL REINO DE DIOS
Hechos 19:8: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del REINO DE DIOS.
.
Es cierto de debemos predicar a Cristo, así como debemos predicar la resurrección, la condenación de los impíos, el arrepentimiento de los pecados, etc; pero eso no quiere decir que el evangelio sea expresamente Cristo, la resurrección de los muertos, la condenación de los impíos, o el arrepentimiento. El único y singular evangelio, les guste o no a nuestros detractores, es el evangelio del reino de Dios, las buenas noticias de un gobierno justo en la tierra en la persona del Mesías.
.
Sin embargo, sería bueno que se revise Lucas 4:43, en donde Jesús es claro al decir que fue enviado para anunciar el evangelio del reino de Dios. Esto significa que el mensajero no era el mensaje, sino el portador del mensaje de Dios para los hombres concerniente a algo que él llamó ”el reino de Dios”.
.
Sí, mis amigos, Jesús vino al mundo para predicar el reino de Dios, y fue lo primero que hizo cuando comenzó su ministerio (Marcos 1:1,14,15). Ustedes notarán que en ningún momento Jesús comenzó a hablar de su persona y diciendo que él era el evangelio salvador que debía ser creído para ser salvos. El dijo “Creed en el evangelio”, más no dijo que creyéramos que él era el evangelio, sino el reino que introdujo. El evangelio que Jesús quería que creyéramos era definitivamente el reino de Dios (Mr. 1:1,14,15).
.
Mientras tanto, y a pesar de la resistencia al evangelio del reino, los siervos fieles están esforzándose a dar a conocer este mensaje de esperanza de un gobierno justo a todas las naciones a través de este magnífico medio, sin contar con otros que son igualmente eficientes o eficaces.
.
Estoy convencido de que lo que la gente llama “tardanza de su venida” no es otra cosa que nuestra tardanza de predicar el evangelio verdadero al mundo habitado, es decir, la Buena Nueva del reino de Dios. Y mientras los cristianos no entiendan la importancia de dar a conocer este mensaje al mundo, Jesús no volverá con la presteza que quisiéramos todos (Mat. 24:14).

jueves, 9 de diciembre de 2010

UN EVANGELIO QUE PARECE VERDADERO PERO QUE NO LO ES



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Estimados amigos, no hace mucho encontré un artículo en internet que lleva por título “¿Qué evangelio se debe predicar?”, y en donde el autor se apoya en Lucas 24:47 para “probar” que el evangelio es sencillamente el arrepentimiento de los pecados. Este pasaje dice así: “Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Y luego el autor reclamaba: “Nunca escuchamos (a los predicadores de la prosperidad) hablar del arrepentimiento”. ¿Pero es verdad que el evangelio es el arrepentimiento? ¿Dice acaso Lucas 24:47 que el arrepentimiento es el evangelio salvador?

En primer término, el llamado al arrepentimiento no es nuevo en la Biblia, pues Dios siempre llamó a su pueblo a la conversión de todos sus pecados. Entonces me pregunto, lo siguiente: Si en el pasado Dios estuvo llamando a su pueblo al arrepentimiento y a la conversión, ¿debemos concluir entonces que lo que Él hacía era predicarles el evangelio constantemente? (Jer. 3:14; 15:19, Eze. 14:6; 18:30,32; Joel 2:12,13).

Pero algunos aún insistirán en que predicar el evangelio es predicar el arrepentimiento de los pecados, dado que se nos manda a predicar el evangelio (Mr. 13:10) por un lado, y por otro, a predicar el arrepentimiento y perdón de pecados (Luc 24:47). Estos hermanos razonan que si nosotros debemos predicar el evangelio y también el arrepentimiento y perdón de pecados, entonces concluyen el evangelio es el arrepentimiento y perdón de pecados. ¡Pero cuidado con este razonamiento! Y es que Juan, aunque nos sorprendamos, predicaba EL BAUTISMO de arrepentimiento (Mr. 1:4)! Entonces me pregunto con toda razón: ¿cuál es el evangelio verdadero: el arrepentimiento de los pecados o el bautismo de arrepentimiento? La respuesta es que ni al bautismo de arrepentimiento, ni al arrepentimiento de los pecados, la Biblia llama “el evangelio”. Y aunque es verdad que el arrepentimiento y el bautismo están envueltos en nuestra predicación del evangelio, ¡ninguno de los dos, por sí solos, es el evangelio salvador!

El Evangelio tiene nombre propio

En la Biblia hay algo que frecuentemente es llamado “el evangelio”, y ése algo es EL REINO DE DIOS. He aquí los textos más importantes:

1. Mateo 4:23: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el EVANGELIO DEL REINO, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

2. Mateo 9:35: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el EVANGELIO DEL REINO, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

3. Mateo 24:14: Y será predicado este EVANGELIO DEL REINO en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

4. Marcos 1:14: Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el EVANGELIO DEL REINO de Dios,

5. Lucas 4:43: Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el EVANGELIO DEL REINO de Dios; porque para esto he sido enviado.

6. Lucas 8:1: Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el EVANGELIO DEL REINO de Dios, y los doce con él,

7. Hechos 8:12: Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el EVANGELIO DEL REINO de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

Desafortunadamente el autor del escrito que les mencioné al comienzo de este artículo también incurre en un error similar, cuando omite mencionar a sus lectores el Reino de Dios como el evangelio salvador que debe ser predicado.

El Diablo sigue oscureciendo el entendimiento de los que no creen

Sí, mis amigos, aún hay quienes escuchan el evangelio del reino pero que se resisten en creerlo literalmente. Se llaman creyentes, pero no lo son. Simplemente están ciegos, y son guías ciegos. Un guía es un líder, alguien que lleva la posta, una persona que conduce a otros por un derrotero supuestamente seguro. Sin embargo, estos guías espirituales están ciegos, y no pueden entender el mensaje del reino y lo tuercen, o simplemente lo omiten o descartan de sus prédicas regulares.

Jesús dijo en su famosa parábola del sembrador que su palabra del reino caía en diferentes suelos, entre los cuales estaba los de “junto del camino”. Este, como es de suponer, era una tierra de mala calidad, pues al ser pisoteada por los hombres y animales que circulaban por allí, tendría pocas posibilidades que la semilla plantada brotará con fuerza y sin peligroso de ser aplastada. Jesús dijo de este suelo, así: Mateo 13:19: “Cuando alguno oye LA PALABRA DEL REINO y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino”.

Sí, mis amigos, hay quiénes que por más les prediquemos la palabra del Reino, simplemente no lo entienden, y entonces el diablo se encarga de hacer el resto, es decir, quitarles el mensaje de les fue dado, y dejarlos a su suerte.

En 2 Corintios 4:4 Pablo divierte a los creyentes de Corintio sobre el accionar del diablo en los incrédulos: “En los cuales el dios de este SIGLO cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. Aquí, como ya lo dijimos antes, el evangelio de la gloria de Cristo es el evangelio del reino de Cristo, ya que los vocablos gloria y reino son usados indistintamente en la Biblia.

Definitivamente muchos podemos llamarnos “creyentes” y miembros del cuerpo de Cristo, pero si en verdad no creemos en el evangelio del reino, y no lo tomamos tal y como lo creyeron Jesús y sus discípulos, entonces estamos en la lista de los incrédulos. Simplemente estamos en la larga fila de aquellos “evangelistas” que han sido cegados por el diablo con mensajes trucados.

Recuerde bien esto: Sólo hay un evangelio en las Escrituras, y no dos o más. Los que creen que el evangelio es cualquier otra cosa que el que predicó Cristo en Marcos !:1,14,15. Están ciegos. Y con esto no queremos decir que la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo de la tumba es de segunda importancia. ¡De ningún modo!…Pues la Biblia muestra que al mensaje o evangelio original de Cristo que es el Reino de Dios (Mr. 1:1,14,15), Pablo le añade la obra vicaria del Rey, y su gloriosa resurrección, y lo convierte en la otra parte importante del evangelio salvador (1 Cor. 15:1-9). Y es que finalmente, la buena nueva de la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo NOS GARANTIZA que las buenas nuevas originales de Cristo, se harán realidad en nosotros y para nosotros, ya que si Jesús no hubiera resucitado, vana hubiera sido nuestra esperanza de su venida en majestad y de su reino de los cielos.

Más sobre el reino en:

www.eladaliddelaverdad.over-blog.es


viernes, 12 de noviembre de 2010

¿QUE ES EL EVANGELIO? O ¿CUAL ES EL EVANGELIO? PT. I

Es hora de que usted, estimado amigo, conozco el mensaje de Cristo que le traerá esperanza y salvación. No se pierda este video (Parte 1 y 2)

¿QUE ES EL EVANGELIO? O ¿CUAL ES EL EVANGELIO? PT. II

Es hora de que usted, eColor del textostimado amigo, conozco el mensaje de Cristo que le traerá esperanza y salvación. No se pierda este video (Parte 1 y 2)

sábado, 25 de septiembre de 2010

El Evangelio De Cristo (1a. Parte) Apostol Adryel Levis

Este predicador evangélico habla generalidades sobre el evangelio bíblico, pero nada dice sobre el reino de Dios (el evangelio original de Jesús, Mr. 1:1,14,15) que él establecerá en la tierra en su segunda venida, el cual heredaremos con cuerpos inmortales para cogobernar el mundo con él por mil años, y para traer la paz y la justicia verdaderas al planeta.

El Evangelio Completo - Gabriel Salguero

¿Puede realmente alguno creer que este evangelio completo presentado por este predicador es el auténtico evangelio del reino predicado por Cristo y sus apóstoles (Mr. 1:1,14,115; Lc. 9:1,2)?¿Dónde está el reino que Cristo prometió entregar a su iglesia en su segunda venida? (Mt. 25:31,34)¿Dónde está el reino que se establecerá en la tierra y en Jerusalén y que traerá la paz y la justicia duraderas (Sal. 122:3-5; Jer. 3:17?) ¿dónde está ese reino que sólo podremos entrar con cuerpos transformados y glorificados? (1 Cor. 15:50)

viernes, 3 de septiembre de 2010

AMIGO TESTIGO DE JEHOVÁ: ¿HA CREÍDO USTED EN EL EVANGELIO?


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una de las cosas extrañas que encuentro en la teología de los Testigos de Jehová es que su “Cuerpo Gobernante” enseña que sólo los “ungidos”, o 144,000 Testigos de Jehová, llamados también como ”la manada pequeña”, o “los hijos de Dios y los hermanos de Cristo”, son los únicos que son sellados con el Espíritu Santo. Sin embargo, y para sopresa mía, me topé con un versículo escrito por el apóstol Pablo a los creyentes de Efeso, y que lee así: Efesios 1:13: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el EVANGELIO de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Pues bien, ¿cómo fue que aquellos cristianos primitivos (supuestamente “Testigos de Jehová”) del primer siglo llegaron a ser sellados con el Espíritu Santo? Pues según el texto, HABIENDO OÍDO la palabra de verdad, que es el evangelio salvador, y habiendo CREÍDO EN ÉL (es decir, en el evangelio).

La pregunta es ésta: ¿Ha creído usted, amigo “Testigo de Jehová”, en la palabra de la verdad, el evangelio salvador? Si su respuesta es que sí, entonces usted está incluido en esta declaración de Pablo, y por tanto debe haber sido sellado con el espíritu santo de la promesa, de lo contrario, ¡usted sigue siendo un incrédulo de la palabra de la verdad!

Después de haber leído este comentario, le vuelvo a preguntar: ¿Seguirá usted creyendo al cuerpo gobernante de la Watchtower o al apóstol Pablo? Si usted persiste en creer a la WT, entonces usted no ha creído en el evangelio salvador, y ha permitido que la misma WT lo condene a la perdición.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL EVANGELIO PREDICADO A ABRAHAM DE ANTEMANO: “EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES” (Gálatas 3:8)



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Una increíble Ignorancia generalizada

Es sorprendente, pero millones de cristianos aún desconocen el contenido exacto del verdadero evangelio (o ‘buenas noticias’) de Jesucristo. Estos “creyentes” suponen que el evangelio es Cristo mismo, o bien el perdón de Dios, o el llamado al arrepentimiento, o el llamado a la salvación de nuestras almas, e incluso la torá, la Palabra de Dios, la prosperidad, etc. Y aunque cada uno de estos conceptos tiene que ver con el evangelio de Cristo, no son, individualmente, el evangelio de Cristo.

El evangelio anunciado de antemano a Abraham

Jesús es el primero que viene a anunciar el evangelio a los hombres, aunque ya antes Dios lo había anunciado al patriarca Abraham, según Gálatas 3:8. Este texto paulino nos dice lo siguiente: “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, DIO DE ANTEMANO LA BUENA NUEVA A ABRAHAM, DICIENDO: EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES”. Nótese que el mismísimo Abraham conoció el evangelio de Dios, ¡y muchos cristianos aún no saben esto!

Creo que nosotros podemos decir que evangelio de Dios puede ser resumido como el anuncio o buena noticia de que a través de Abraham, “serán benditas todas las naciones de la tierra.” –¿Pero cómo?

Esta promesa Abrahámica se remonta desde el mismo llamado de Dios a Abraham para que salga de su tierra, Ur de Caldea, a una tierra que Él le mostraría y que le daría como herencia perpetua a él y a su descendencia después de él. Recordemos que en Génesis 12:1, Gén 13:15 y Gén 15:18, Dios le dice a Abraham que lo bendeciría y que haría de él una gran nación. Le dice que le daría una tierra para él y su descendencia para siempre. Dicha tierra sería desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates. Esta tierra, obviamente, no se localiza en otro planeta, o en el cielo, sino en el actual Oriente Medio de nuestro planeta, donde está ubicado Israel, y por supuesto, sus vecinos musulmanes. Más adelante Pablo explicará que Cristo, y todos los que por la fe son de Cristo, son también la simiente de Abraham, y por tanto, los beneficiarios del pacto Abrahamico. Estas son sus palabras: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a SU SIMIENTE. No dice: Y a tus simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es CRISTO. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y HEREDEROS SEGÚN LA PROMESA” (Gál. 3:16.29).

Hasta aquí podemos resumir que el evangelio o buena noticia anunciado a Abraham es la promesa divina de que a través de él (Abraham) serían benditas todas las naciones de la tierra. Esta promesa vendría a ser conocida como el Pacto Abrahámico.

El pacto que Dios hizo con el rey David

Más adelante, cuando el pueblo de Israel se convirtió en una monarquía a pedido del pueblo mismo, el Eterno hizo otro pacto importante, pero esta vez con el rey David. En este pacto, resumido en 2 Samuel 7:11-17, Dios le promete a David que “tu casa y tu reino será afirmada para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente” a través de un descendiente suyo. No obstante, y para sorpresa de muchos, la monarquía del rey David dejó de existir en Israel con la caída del rey impío Sedequías, quien en 586 AC fue depuesto de su trono por Nabucondonosor, y siendo el pueblo fue llevado cautivo a Babilonia para servir al rey invasor como esclavos. Entonces nos preguntamos, ¿incumplirá Dios su promesa porque Él interrumpió la monarquía davídica en 586 AC por la impiedad del rey Sedequías y su pueblo? La respuesta está en Ezequiel 21:25-27, que dice: ”Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad, así ha dicho Jehová, el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, HASTA QUE VENGA AQUEL CUYO ES EL DERECHO, Y YO SE LO ENTREGARÉ”. Pues bien, la decisión de Dios de terminar con la monarquía de David no sería para siempre o definitiva, sino sólo hasta que viniera aquel cuyo es el derecho de heredarlo, y a él Dios mismo se lo entregará.

De modo que habría una persona de la descendencia de David que recibirá la tiara, la corona y el trono para restaurar el reino y la casa de David, que por ahora están caídos. Esta persona sería justa, recta, perfecta, y devota a Dios; impecable en todo aspecto de su carácter.

Un hombre singular e ideal que es descendiente de Abraham y David

El evangelista Mateo nos introduce a su evangelio diciéndonos de Jesucristo, lo siguiente: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mateo 1:1). Con esta sugerente introducción a su evangelio sinóptico, Mateo nos presenta a un interesante candidato para ser el heredero de Abraham y de David, tanto para heredar la tierra prometida, como para heredar el reino de David, sentándose en su trono, que por el momento está vacante.

Interesantemente, el evangelista Mateo empieza la biografía de Jesucristo destacando algo trascendental e importante para todos aquellos que ya conocen los pactos de Dios con los padres. El nos quiere convencer de que Jesucristo es aquel VARÓN designado por Dios para heredar las promesas hechas a los padres. Y nosotros sabemos que Jesucristo es el candidato ideal para heredar la tierra prometida y el trono de David porque él es un hombre recto, perfecto y temeroso de Dios. El es realmente un Hijo de Dios ejemplar, el ungido ideal y perfecto para hacerse cargo del dominio mundial y traer las bendiciones prometidas por el Padre celestial a todas naciones de la tierra. Aquí no hay ninguna promesa de heredar el cielo y vivir para siempre con Jesús como angelitos alados, tocando un arpa o una lira dorada frente al trono celestial. Aquí hay un promesa de bendición que se focaliza en esta misma tierra, pero renovada y purificada. Este es el verdadero mensaje que Cristo vino a predicar, y que llamó: “El Evangelio del Reino”.

El Evangelio del Reino

Jesús fue del todo claro cuando dijo que fue enviado por Su Padre para predicar el evangelio del reino de Dios. Estas son sus palabras: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, PORQUE PARA ESTO FUI ENVIADO” (Lc. 4:43). El apóstol Pablo luego dirá: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para CONFIRMAR las promesas hechas a los padres” (Romanos 15:8). Sí, mis amigos, Jesús fue enviado exclusivamente para anunciar el evangelio del reino de Dios, y a confirmar las promesas hechas a los padres. El llamó a la gente al arrepentimiento, para que por la fe en él, y en su mensaje del reino, viniesen a ser verdaderos hijos de Abraham, y hermanos suyos. Esto no sólo los convertiría en coherederos con él de la tierra prometida a Abraham, sino también en coherederos del reino eterno prometido a David para un descendiente suyo (“aquel varón”), ejerciendo como príncipes co-gobernantes. Si entendemos bien estos dos pactos importantes, podremos comprender cuál es la razón por la cual nacimos en este mundo, si somos verdaderamente los predestinados por Dios.

La ignorancia no acaba…¡más bien empeora!

Pero esta ignorancia del verdadero evangelio de Cristo que ya dura 17 siglos, se vio “coronada” cuando los teólogos Alejandrinos lo sustituyeron por un “reino espiritual” o como la iglesia militante. Uno de esos grandes teólogos responsables del cambio fue Agustín de Hipona, quien interpretó el reino como la iglesia. Es decir, el reino ha sido reinterpretado como un asunto que tiene que ver con un reinado presente de la iglesia en la supuesta presente era milenial. También los llamados “evangélicos” han apostatado de la esperanza original cuando comenzaron a enseñar que los cristianos están llamados para el “reino ahora”, que es un llamado a conquistar el mundo entero para Cristo antes de su regreso. Estos suponen que una vez que se haya convertido el mundo entero al cristianismo, el reino de Cristo habrá llegado, y con él, las bendiciones prometidas. Todo esto resulta inverosímil para quienes conocen a fondo los pactos y promesas de Dios, y además, las precisas enseñanzas de Jesús con respecto a su reino y reinado venideros. Realmente es sorprendente ver cómo muchos evangélicos han apostatado de la fe original tratando de construir el reino ahora en la tierra sin la misma presencia personal del rey del reino. Estos creen que están ayudando a Jesús a establecer su reino, cuando lo que en realidad están haciendo es engañar a la gente y conducirlas a su perdición, al hacerles creer en otro Jesús y otro evangelio que no se parece al original. Sin duda alguna, Satanás está haciendo un trabajo muy sutil para confundir a los potenciales creyentes, y también a los que dudan, o no creen, para que no se salven. Es por eso que Dios me llamó para corregir este error de las iglesias, tanto de la católica, de la evangélica, de la protestante, de los llamados cultos, especialmente los Testigos de Jehová, los Adventistas del Séptimo Día, y los Mormones, a través de mis blogs que muchos de ustedes ya conocen bien. Y esto lo digo con humildad, porque sé que mi mensaje no es humano, sino que emerge de las mismas Escrituras. Todo lo que he venido predicando del reino en los más de 200 artículos que he escrito no son de mi inspiración, sino que son fruto de años de estudio y escudriñamiento de las Santas Escrituras, la Biblia. Yo no soy ningún profeta, ni iluminado; soy simplemente un bereano que habla donde la Biblia habla, y calla donde la Biblia calla. Es decir, no voy más allá de lo que está escrito. Esta es la “fórmula” para no desviarse de lo que Dios quiere revelarnos. Pero muchos han olvidado estos principios para impregnar en la Biblia sus prejuicios, doctrinas y conceptos heredados del paganismo, a través de Roma y Grecia (Platonismo).

La Biblia es un libro escrito por Hebreos, y debe ser entendida bajo la mentalidad y el contexto Hebreos, no Griegos. Este es otro secreto del éxito de una exégesis sana.

Dios los bendiga!

lunes, 9 de agosto de 2010

EL GRAN PREDICADOR JOHN MACARTHUR NO TIENE IDEA DE LO QUE ES EL EVANGELIO


El gran maestro y teólogo Estadounidense, John Macarthur, no tiene ni la más mínima idea de lo que es el evangelio verdadero. Note usted que para nada menciona el evangelio del reino en la entrevista, y más bien dice que el evangelio es simplemente ‘que Jesús vino a sacarnos del infierno’ (¿?). ¡Pero si Jesús no empezó hablando del infierno, o que vino para sacarnos de ese lugar, sino más bien de algo que el llamó ”el reino”… ¡Ah, y a este reino él lo llamó “el evangelio”! Sin duda MacArthur dice algunas verdades, pero el error generalmente viene empaquetado con grandes verdades.

Creo, sin embargo, que Dios mandó a Jesús para trasladarnos de las tinieblas al reino de su amado Hijo (Col.1:13), si es que realmente creemos en ese reino como el evangelio salvador (Marcos 1:14,15).

Note, finalmente, que en el video MacArthur menciona Lucas 9 , donde se habla de aquel hombre que quería seguir a Cristo, pero antes le pide a Jesús ir a su casa para despedirse de su familia, y traer dinero…pero Jesús, dice Mac Arthur, no le aprueba esa actitud. Sin embargo, lo que MacArthur no dice es que a ese mismo hombre el Señor Jesús le dijo esto, textualmente: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, Y ANUNCIA EL REINO DE DIOS (Lc. 9:60). ¿Por qué omite esto el Sr. MacArthur?¿Por qué tanta animadversión para con el reino de Dios, el verdadero evangelio salvador? Realmente el diablo sigue engañando a los predicadores, incluso a los más destacados, piadosos y educados.

Quiero dejar bien en claro que yo jamás me opondré a que se predique a Cristo, y a éste, crucificado, pues es crucial predicarlo insistentemente por buenas razones (1 Cor.15). Y es que este asunto de la muerte y resurrección de nuestro Señor son ”Buenas Noticias”, y como tal, una parte importante del evangelio salvador JUNTO CON EL ANUNCIO ORIGINAL DEL EVANGELIO o BUENAS NOTICIAS DEL REINO (Lucas 4:43). Y decimos que hay buenas razones para predicar la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, porque sin estos eventos extraordinarios sería imposible que el evangelio del reino se cristalice algún día. Recordemos que si Cristo no hubiera muerto y resucitado glorioso, VANA SERÍA NUESTRA ESPERANZA DE PODER RESUCITAR Y SER PARTE DE SU REINO VENIDERO DE JUSTICIA, el cual requiere que dejemos de ser de “carne y sangre” para entrar en él (Lea todo 1 Cor. 15). Esto no lo entienden la mayoría de predicadores de hoy…¡a pesar de que la Biblia es muy clara al respecto!


miércoles, 4 de agosto de 2010

PAUL WASHER NO CONOCE EL EVANGELIO COMPLETO

Dime Pablito, ¿es que no sabes qué predicó tu tocayo San Pablo y Jesús mismo en cuanto al evangelio del reino? ¿Dónde está el reino en tu predicación? ¿Acaso Jesús no dijo que el evangelio era el reino de Dios? ¿No has leído Marcos 1:1,14,15? ¡Realmente otro ciego en la tarima del evangelismo contemporáneo! (Mateo 24:14).

domingo, 30 de mayo de 2010

EL REINO DE DIOS: ¿UN EVANGELIO SÓLO PARA LOS JUDÍOS?




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
En el presente hay quienes aún creen que el reino de Dios es un mensaje que Jesús predicó sólo a su pueblo natural, los judíos. Suponen que Cristo vino a confirmarles a ellos las promesas hechas a los padres Abraham, Isaac, Jacob, y a nadie más, ya que Jesús -dice la Biblia- sólo vino a los suyos (los judíos) y a nadie más (Rom. 15:8, Juan 1:11).
.
Sin embargo, creemos que esta hipótesis es falsa, pues la Biblia nos cuenta que existió un personaje que era un Judío, miembro noble del Concilio, llamado José de Arimatea, que no sólo se hizo famoso porque se llevó el cuerpo de Jesús para sepultarlo, sino porque también era un DISCÍPULO de Jesús como lo es usted, yo, y millones de personas alrededor del mundo que no son necesariamente judías. Dice así el evangelio de Juan 19:38: “Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús”.
.
Sí, mis amigos, el judío José de Arimatea era un discípulo de Jesús como lo son millones de personas alrededor del mundo que no son necesariamente Judías. Pero Jesús no tiene dos clases de esperanzas, o dos evangelios distintos, uno para los Judíos y otro para los gentiles. El apóstol Pablo habló muy claramente de que sólo hay UN solo evangelio que debe ser predicado al mundo entero, y ése es precisamente el reino de Dios (Gál. 1:6-9). Así, pues, todo auténtico discípulo de Jesús debe aprender y luego buscar el Reino de Dios todos los días de su vida como algo de primera importancia (Mateo 6:33).
.
Finalmente, en Marcos 16:15,16 Jesús manda a sus discípulos Judíos a que enseñen lo mismo que aprendieron de él a los gentiles alrededor del mundo, para hacerlos sus discípulos o seguidores. En Mateo 24:14 Jesús predijo que se predicaría el evangelio del reino como testimonio a todas las naciones, y que luego vendría el fin.
.
¿Está usted haciendo discípulos en su país, y enseñándoles a que guarden las mismas cosas que aprendieron los discípulos de Jesús? Recuerde que Jesús estuvo con sus discípulos 40 días después de su resurrección, instruyéndoles en el importante mensaje o evangelio del reino de Dios (Hechos 1:3,6,7). Sí, Jesús se aseguró de que sus primeros discípulos aprendieran bien todo lo relacionado con su reino para que así pudieran darlo a conocer correctamente a sus oyentes en todo el mundo. No por gusto los grandes teólogos ven en el mensaje del reino de Dios el tema central de toda la Biblia, pues es lo primero que introduce Jesús en su ministerio (Mr. 1:1, 14,15), es el tema de sus parábolas, y es también lo último que predicó antes de irse al cielo (Hechos 1:3).
.
Lo animo a que sea un auténtico discípulo de Jesús por medio de guardar todas las cosas que Jesús enseñó, y en particular, el importante mensaje o evangelio del reino. ¿Responderá usted positivamente?

jueves, 6 de mayo de 2010

¿TIENE USTED UN SENTIMIENTO DE URGENCIA QUE LO IMPULSA A PREDICAR EL REINO DE DIOS?




.
Por Ing° Mario A Olcese (Apologista)
.
El Señor Jesucristo se había topado con un hombre que buscaba su beneplácito para seguirle a todas partes (Lucas 9:57), pero antes quería ir y atender el sepelio de su padre. Pero Jesús le contesta: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.” Aquí Jesús pone una disyuntiva entre atender los asuntos temporales y predicar el reino de Dios, y lo que Jesús parece resaltar es la importancia de predicar el reino de Dios por sobre todas las cosas que parecen importantes. Y también parece cierto que la frase “seguir a Jesús” significa o equivale a propagar el mensaje del reino de Dios, ya que Jesús le dice al hombre que vaya y anuncie el evangelio del reino por su cuenta. De esta forma el joven estaría siguiendo a Jesús en su misión evangelizadora.
.
Pero acá no acaba la historia. En los versos siguientes, leemos: Entonces también dijo otro: “Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:61,62). En esta ocasión Jesús enseña que aquel que pospone la tarea de predicar el reino de Dios por otros asuntos sin mucha importancia, no es apto para el reino de Dios. Y eso es lo que desafortunadamente está ocurriendo hoy entre los cristianos y los no cristianos. La mayoría opta por posponer la prédica del mensaje por tareas que deberían ocupar un segundo lugar. Para Jesús, el mirar hacia adelante, hacia el supremo llamamiento, equivale a mirar hacia el reino. Antes él había enseñado a sus discípulos a pedir y buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás sería concedido por añadidura (Mateo 6:33). Algunos individuos posponen su conversión y su militancia en la iglesia para acumular fortuna, y después se deciden a ser cristianos. Estos no entienden la urgencia de predicar la Palabra o el mensaje del reino venidero de Cristo (Mt. 24:14). El reino para estas personas es el reino del poder y las riquezas, ahora, hoy. Sí, mis amigos, el reino escatológico para éstos es sólo para los jubilados, para aquellos que ya están para partir, pero no para aquellos que están llenos de vida y de ambiciones materiales para hoy.
.
El Reino es sinónimo de las frases ‘El Evangelio’, ‘la Palabra’, ‘La Gracia’, ‘El consejo’
Jesús quiere predicadores que lo anuncien a él y su reino, pues éste es el único y verdadero mensaje de esperanza para el mundo sufriente y desesperado por una edad de justicia y de paz duraderas.
.
Cuando la iglesia de Jerusalén fue perseguida, los creyentes fueron esparcidos por Judea y Samaria: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan” (Hechos 8:4,5, 12,14). En Hechos 20:24,25 leemos: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro”. Y en el verso 27 se dice además: “Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”.
.
Así pues, si nos guiamos por lo que está subrayado en los versos de arriba, tenemos que: a) Predicar el evangelio es predicar a Cristo, y b). Predicar a Cristo, es predicar el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, y 3) Predicar el Reino de Dios y el nombre de Jesucristo es predicar la palabra. Predicar la palabra es predicar la gracia de Dios, y predicar la gracia es predicar el reino de Dios, y predicar el reino de Dios es predicar el consejo de Dios”
.
Conclusión:
.
Estamos llamados a predicar el reino de Dios y todo lo relacionado con el nombre o persona de Jesucristo (Su muerte, sepultura y resurrección al tercer día). Esto es lo que la Biblia llama “el evangelio” o “el mensaje”, “la gracia”, y el consejo” de Dios. Esto es lo que la iglesia debiera estar predicando y no evangelios espurios y de hechura humana o diabólica. El reino de Dios es el centro de toda la predicación de Jesús, y fue el tema con el que inició y terminó su ministerio (Marcos 1:1,1,4,15; Hechos 1:3,6,7).
.
Más sobre el verdadero reino de Dios en:
.

sábado, 10 de abril de 2010

¡MUCHO CUIDADO CON ESPIRITUALIZAR EL EVANGELIO DEL REINO PREDICADO POR SU MAJESTAD, EL REY JESUCRISTO!


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
El asunto del Reino de Dios
.
El tema del reino de Dios parece seguir suscitando discrepancias y acalorados debates entre los cristianos contemporáneos por las distintas interpretaciones que se hacen de algunas de las más cruciales declaraciones de Jesús sobre el tema. Hay quienes creen que el reino ya vino hace dos mil años y que está presente como la iglesia de Cristo, o simplemente como el “reinado de Cristo en el corazón de los creyentes”. Otros creen que el reino es presente y futuro a la vez, es decir, que éste ya vino en alguna medida con Cristo y en su ministerio, pero que será consumado en el futuro con el reinado personal y visible de Cristo desde Jerusalén sobre todas las naciones.
.
Hay hermanos que creen que el reino de Dios ya está en la tierra, y que los cristianos ya han entrado en el reino de Dios o la iglesia por el bautismo (Juan 3:3.5). Es decir, estos cristianos no creen que el reino de Dios tenga otro aspecto que es futuro o escatológico, a pesar de que el Señor Jesús habló claramente del carácter escatológico de su reino en pasajes como Mateo 25:31,34; Hechos 1:6,7; Mateo 26:29; Marcos 14:25; Lucas 13:29; Lucas 19:11,12,15; Lucas 22:16; Lucas 22:18.
.
También es necesario señalar que hay un buen número de cristianos que cree que el reino de Dios, o también llamado: “el reino de los cielos”, es el cielo mismo donde Dios y Su Hijo moran con los ángeles de su poder. Pero si esto es verdad, entonces reemplacemos la palabra reino por cielo en la frase “Reino de los cielos” y obtendremos: “el cielo de los cielos”, lo cual no tiene mucho sentido que digamos. Pero si tomamos la locución “Reino de los cielos” como que es “de Dios”, la cosa cambia. De allí la otra válida locución usada por Jesús: “El Reino de Dios”.
.
El reino de los Dominionistas
.
Un grupo de cristianos llamados “dominionistas” creen que Cristo no volverá a la tierra hasta que su reino o iglesia haya conquistado todo el mundo y haya traído la paz y la justicia a todos los pueblos. Estos creen que es la responsabilidad y tarea de la iglesia el llevar a cabo la restauración de todas las cosas antes de la venida de Cristo. En ese sentido consideran que los cristianos deben involucrarse en el poder temporal para lograr esos cometidos, imponiendo en práctica las leyes del Antiguo Testamento con mano dura, castigando sin misericordia el pecado. Este reinado se cree que durará mil años, o mucho más, y que luego Cristo volverá a la tierra.
.
El dominionista James Kennedy, dijo: “Como vice regentes de Dios, nos toca imponer Su verdad y Su voluntad en toda esfera de nuestra sociedad y mundo, y ejercer Su dominio e influencia en nuestros barrios, escuelas, en nuestro gobierno… en el cine y la televisión, en la prensa, en nuestras actividades científicas, en fin, en todo aspecto e institución de la sociedad humana” (Christan Science Monitor, 16 de marzo de 2005).
Esta interpretación del reino de Cristo llevó a Mr. George Bush, el ex presidente de los E.U, a arremeter duramente contra aquellas naciones supuestamente terroristas y enemigas del cristianismo. Los creyentes cristianos, muchos de ellos de corte pentecostal, son dominionistas aun sin saberlo.
.
Pues bien, como en repetidas ocasiones he venido sosteniendo, el reino de Dios sólo será establecido por Cristo en su segunda venida, pues así lo manifestó el Señor mismo en Mateo 25:31,34, y en otros pasajes de las Sagradas Escrituras. Así que sostener que el reino de Dios debe ser realizado o consumado por los esfuerzos denodados de la iglesia, no tiene sustento alguno en las Escrituras, ya que Jesús previó que sus seguidores serían más bien odiados, perseguidos y hasta asesinados por causa de su nombre y de su mensaje del reino (Mateo 10:22; 24:9; Apo. 20:4; Apo. 6:9). De modo que la corriente pre-milenialista es la que se ajusta más acertadamente a las enseñanzas de Jesús y no la postmilenialista (dominionista), y menos aún, la corriente amilenialista.
.
El Reino de Dios como la meta de la iglesia
.
El Reino de Dios es todavía la META de la iglesia, la cual está aún delante de nosotros, alentándonos a ser perseverantes y firmes para alcanzarla si corremos duro y parejo como buenos atletas de Cristo que están en un excelente estado espiritual y moral.
.
El apóstol Pedro mismo presentó el reino de Dios como la meta por la cual los creyentes debían perseverar y crecer en la fe. Estas son sus palabras:
.
“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 Pedro 1:1-11).
.
Nótese que el apóstol Pedro dice que ‘de esta manera’ (es decir, añadiendo a la fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor) os será otorgada AMPLIA Y GENEROSA ENTRADA—EN DÓNDE? ¡EN EL REINO ETERNO DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESCUCRISTO! (2 Pedro 1:1-11). ¿Entiende ahora cuál es la meta cristiana? ¿Comprende ahora cómo puede lograr alcanzar la meta o el premio?
.
Por su lado, el apóstol Pablo dice: “Prosigo a la META, al PREMIO del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Fil. 3:14). ¿Y cuál llamamiento es ése QUE SERÍA PREMIO? El mismo Pablo lo dice, así: “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os LLAMÓ a su REINO y GLORIA” (1 Tesalonicenses 2:12). Así que aunque muchos se sorprendan, la meta de la carrera cristiana no es el cielo, sino el reino de los cielos, o también llamado “El reino de Dios”.
.
Los Apóstoles mismos esperaban alcanzar la meta en que aquella misma generación en que vivían, por eso ellos le preguntaron a Jesús si sería restaurado el reino de Dios en sus días (Hechos 1:3,6,7). Era, de hecho su anhelo ardiente, pues aquello significaría el cumplimiento de todas las promesas que Dios hizo a los padres (el pacto Abrahamico y Davídico, en particular) y la obtención de la salvación y la vida eterna definitivas.
.
Satanás es el enemigo público número uno del Reino de Dios
.
Sin duda alguna, Satanás es el “dios de este mundo”, y desde que Jesús fue anunciado y profetizado como el poderoso Salvador de los pecadores, y como el futuro rey del reino de Dios en el siglo venidero que depondrá finalmente a Satanás de su dominio mundial, éste ha procurado boicotear el ministerio de Cristo y de sus verdaderos seguidores que anuncian este glorioso y poderoso reino de Dios al mundo habitado. Desde el comienzo buscó eliminar a la simiente prometida a través de Herodes, y luego a través de una serie de tentaciones que le puso a Jesús durante su vida en la tierra. Recordemos que cuando Jesús estaba ayunando por 40 días en el desierto, el diablo se le presentó para ofrecer todos los reinos de este mundo. El pensó seguramente esto: ‘Si no puedo destruir a mi contendiente, entonces lo invitaré a unirse a mi reino y ser socio conmigo de mi gobernación mundial.’ De este modo él evitaría ser depuesto por el mismo Hijo de Dios, y se libraría de la vergüenza de ser derrocado y echado al abismo. Pero Jesús, conocedor de las tretas satánicas, simplemente rechazó la oferta satánica y prefirió seguir el curso por el cual llegaría a ser el victorioso Dios de la era venidera, la era del reino.
.
La estrategia Maestra de Satanás
.
Pero Satanás no ha cesado de boicotear el propósito de Dios de implantar en la tierra un gobierno divino, celestial, justo y perfecto. El se ha valido de hombres impíos que han tratado de destruir el mensaje y a los mensajeros de Jesús, encomendados a difundir las Buenas Noticias del Reino. El diablo metió la apostasía en la iglesia, y la fe del reino fue opacada por un reino distinto o por evangelios torcidos (el evangelio la prosperidad, el evangelio social, el evangelio de la resurrección y otros nombres raros que existen por allí) que no tienen nada de bíblicos. El mundo ha sido engañado con falsos maestros y falsos evangelios que no preconizan la venida de un nuevo reino o gobierno que será establecido por Cristo, quien será el Soberano de los reyes de la tierra, el Señor de señores, el Deseado de todos los pueblos. Sin duda el catolicismo es el gran responsable de que el evangelio de Cristo, el del reino, haya sido cambiado por la iglesia. Es decir, a través de Agustín de Hipona, el distinguido Padre de la Iglesia Apóstata, el reino que Cristo y sus apóstoles predicaban y esperaban ha sido alegorizado y consumado, y por tanto ya no es una meta para alcanzar a través de la fe y la santidad. Ahora la iglesia de Roma es el Reino de Dios, y sus obispos son los príncipes que gobiernan el mundo desde que la iglesia oficial fue inaugurada. Todo un engaño sutil ideado por la mente maquiavélica de Satanás para confundir y engañar al mundo, y a muchos que se llaman cristianos. Hoy, el reino tal como Jesús y sus apóstoles lo presentaron, ya no es más creído y aceptado por los nuevos conversos, pues se les ha hecho creer que es un mensaje judío, mundano, y poco espiritual. Realmente el diablo ha logrado entenebrecer el entendimiento de los incrédulos para que no crean en el evangelio de la gloria (Reino) de Cristo (Ver 2 Corintios 4:4). Así que si usted no cree en el mensaje verdadero y prístino del reino que predicó Jesús, y luego sus seguidores, entonces usted cayó presa del engaño satánico. Usted necesita liberarse y abrir sus ojos al verdadero y singular evangelio de Cristo…¡pues no hay otro! (Gálatas 1:6-9).
.
Usted debe buscar el Reino de Dios y predicarlo
.
Jesús profetizó con suma claridad que el reino de Dios sería predicado en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y ENTONCES vendrá el fin” (Mt. 24:14). ¿Será acaso que Jesús tarda su venida, porque sus supuestos discípulos no están cumpliendo su orden de predicar puntualmente el reino de Dios? ¿No será posible acaso “acelerar” la venida de Su Majestad y Su reino haciendo nosotros nuestra parte como precursores de su reino? ¡Piense en esto! ¡Pongámonos todos de acuerdo en retomar el anuncio original del reino, y veremos cómo los dolores de parto que anuncian la señal de su venida se harán más agudos y terribles. Hoy, el mundo está yendo a su destrucción a pasos agigantados, pero eso va de acorde con los esfuerzos de los verdaderos evangelistas que por internet, radio y TV están predicando el único y singular evangelio de Cristo que es su venidero gobierno mundial que reemplazará al gobierno impío, injusto e inmoral del diablo. El diablo sabe que sus días se acortan, y que el cumplimiento del anuncio del reino de Dios lo está poniendo contra la pared, y lo está “consumiendo”. Ahora él quiere llevarse consigo al mayor número de incrédulos posible, y para ello sigue ideando las llamadas “doctrinas de demonios” (Ver 1 Timoteo 4:1; Hebreos 13:9; 1 Pedro 5:8), y muchos incautos ya han caído y les espera su castigo y rechazo final. Será usted uno más de tantos que se perderán? Medite en esto.
.
Un día, siendo joven, el Señor me hizo ver que el evangelio del reino había sido mutilado, y hasta desarraigado del mensaje de Cristo a través de falsos evangelios de predicadores ciegos. También me hizo entender que muchos que se consideran cristianos, ni siquiera se han dado cuenta del engaño y desdichadamente han caído hipnotizados por mensajes más “celestiales” o “espirituales” que les prometen salir o escapar de este mundo perverso que los tiene atemorizados por las cosas que vendrán. Estos no entienden que Jesús vendrá a restaurar todas las cosas, y no a sacarnos de este mundo y llevarnos a otro lugar a través de naves extraterrestres u ovnis. En fin, el engaño ya está institucionalizado en el cristianismo nominal, y el diablo está logrando llevarse consigo a la gran mayoría de la humanidad con sus evangelios engañosos y trucados, muy bien pensados y elaborados por una mente falaz y taimada. Tenemos que estar prevenidos “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11).
.
Más sobre el Reino en:

viernes, 9 de abril de 2010

¿QUÉ EVANGELIO DEBE USTED CREER PARA SER SALVO? (ROMANOS 1:16)


Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
Un evangelio poco conocido hoy
.
¿Sabía usted que el reino de Dios fue el mensaje central de nuestro Señor, y la razón que lo trajo a este mundo hace dos milenios? En Lucas 4:43 Jesús fue claro cuando dijo: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque para esto he sido enviado”. Aquí Jesús fue enfático cuando dijo que fue enviado para predicar EL REINO DE DIOS. Este REINO DE DIOS fue llamado por el mismo Señor como “el evangelio”, el único y singular evangelio salvador y que desafortunadamente se encuentra ausente en muchas de las iglesias supuestamente cristianas de hoy.
.
Es importantísimo saber que la frase “Reino de Dios” aparece en el evangelio de Marcos 14 veces; en Lucas 32 veces; en Mateo 4 veces, y 32 veces “el reino de los cielos”. Por cierto que también “el reino de Dios” aparece en el evangelio de Juan (6:33).
.
El teólogo George Eldon Ladd nos dice en su prólogo de su libro “El Reino de Dios”, lo siguiente: “Nuestro Señor Jesús dedicó gran parte de su ministerio público a la enseñanza del reino de los cielos. Este tema es aún hoy día un mensaje importante para el hombre dondequiera que éste se encuentre”.
.
También G.E. Ladd nos dice en la página 13 del mismo libro, lo siguiente: “El tema de la venida del Reino de Dios fue lo central de la misión de Jesús.”
.
Entonces es menester preguntarnos: ¿Hemos realmente recibido el evangelio primitivo de Jesús cuando nos convertimos? ¿No será que éste aún permanece perdido o ausente de nuestro montón de conocimientos recibidos de la Iglesia?
.
Un Reino que ha sido complicado y trucado con elucubraciones innecesarias
.
Siendo que el reino es un mensaje simple y claro, es sorprendente ver cómo en los sitios web cristianos dónde se trata del tema, se lo presenta de manera confusa y enrevesada que hace imposible que los simples puedan entenderlo, aquellos que son como niños de corazón y de mente.
.
Unos creen que el Reino es una realidad presente, pero otros lo creen futuro; unos creen que el reino es la iglesia, mientras que otros lo creen que será una monarquía restaurada judía en Jerusalén. Unos dicen que el reino está en el corazón del creyente, en tanto que otros creen que es el cielo mismo a donde supuestamente irán los salvos a morar eternamente.
.
Pero me pregunto, ¿sería posible que el mensaje central y salvador de Jesucristo fuera tan complicado y sujeto a miles de interpretaciones que lo único que haría sería confundir más bien que orientar a los potenciales creyentes?¿Cómo puede uno aceptar el prístino y salvador evangelio del reino si éste es presentado de manera contradictoria y embrollada por las diferentes denominaciones que lo predican?¿Podría ser que el diablo, el gran enemigo del evangelio de la gloria de Cristo, esté detrás de toda esta confusión reinante? Creo que es hora que entendamos el reino de Dios de manera como es presentada en las Escrituras, no a partir del Nuevo Testamento, sino desde el mismo Antiguo Testamento. La llamada Iglesia de Cristo presenta un reino eclesiástico que no se ajusta al Antiguo Testamento, pues recordemos que el reino de Dios no comenzó con Cristo, sino con su ancestro, David. Este insigne rey tuvo un reino literal en la tierra y súbditos a sus órdenes, sabemos que era muy reverenciado y mentado en las memorias o crónicas de Israel. Así que para entender el reino predicado por Jesús debemos estudiar sus antecedentes en el Antiguo Testamento.
.
La Expectativa de los Judíos del Primer siglo
.
Es muy interesante lo que se puede extraer de este suceso que relata la entrada de Jesús en Jerusalén, pues nos revela lo que los paisanos de Jesús esperaban con desesperación. Dice así el relato de Marcos: “Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡BENDITO EL REINO DEL PADRE DAVID QUE VIENE! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce”.
.
Después de leer este acontecimiento de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el pueblo se emocionó mucho, pues veían a su rey entrar en la ciudad capital del reino davídico, y ellos pensaron que el reino se manifestaría inmediatamente en Jerusalén. Por eso su exclamación fervorosa: “Bendito el reino del padre David que viene”. Pero, ¿estaban errados los judíos por semejante esperanza? Veamos. En Lucas 19 Jesús precisamente da una parábola (de las Diez Minas) por la misma razón: “…por cuanto estaba CERCA DE JERUSALÉN, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente” (Lucas 19:11). Pero nótese que Jesús no se detiene para reprender o corregir a aquellos hombres por su “supuesta ilusa esperanza” de un reino Davídico restaurado en Jerusalén”, y tampoco les dice algo así como: “Oigan, hijos de Abraham, sepan que yo no voy a reinar en Jerusalén sino desde el cielo y con mi iglesia”. Tampoco les dice que su reino es “en el corazón de mis discípulos” o cosa semejante. El simplemente avala su expectativa mesiánica dando una parábola para que entiendan que el reino davídico será efectivamente restaurado en Jerusalén, pero que AÚN TARDARÍA HASTA SU REGRESO O PARUSÍA EN GLORIA. Este hecho destruye o fulmina todas las otras tesis del reino que aparecen por internet, y que trastocan el verdadero mensaje o esperanza del reino davídico por restaurarse.
.
Cristo vino a confirmar las promesas hechas a los padres del pueblo Hebreo
.
Cuando comenzamos a aceptar que el reino está estrechamente ligado a los Judíos, y que Dios hizo pactos muy claros y específicos con Abraham y David, tanto a corto como a largo plazos relativos a una tierra y a un reino, entonces no nos iremos por la tangente con respecto a lo que significa bíblicamente el reino de Yahweh. El problema de las iglesias es que muchas de ellas interpretan alegóricamente el reino obviando su naturaleza terrenal y nacional, tal vez por prejuicios infundados como que los judíos fueron rechazados por Dios porque “mataron a Jesús”. Estos se olvidan de lo que escribió Pablo a los romanos: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció…” (11:1,2). En otra ocasión, Pablo les dice a los mismos romanos que Cristo vino a confirmar lo que Dios les prometió a los padres. Dice el apóstol, así: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres” (15:8). Así, pues, si Cristo vino a confirmar las promesas hechas a los padres, esto significa que están vigentes, al día, ¡y por cumplirse! Es necesario entender esto para no irnos por las ramas con relación al reino verdadero que vino a ser confirmado y predicado por Jesucristo, y que luego fue anunciado por sus apóstoles y discípulos verdaderos (Lucas 8:1,2; 9:1,2).
.
Pablo y el evangelio primitivo
.
A continuación veremos qué evangelio original predicaba el apóstol de los gentiles:
.
“Y entrando él dentro de la sinagoga, hablaba libremente por espacio de tres meses, disputando y persuadiendo del reino de Dios” (Hechos 19:8).
.
“Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, por quien he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro” (Hechos 20:25).
.
“Y habiéndole señalado un día, vinieron á él muchos á la posada, á los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios, persuadiéndoles lo concerniente á Jesús, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde” (Hechos 28:23).
.
“Predicando el reino de Dios y enseñando lo que es del Señor Jesucristo con toda libertad, sin impedimento” (Hechos 28:31).
.
“¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones. Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios” (1 Cor.6:9,10).
.
“Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción” (1 Cor. 15:50).
.
“Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gál. 5:21).
.
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, ó inmundo, ó avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios” (Efe. 5:5).
.
“Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó á su reino y gloria” (1 Tes. 2:12).
.
“Una demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis” ( 2 Tes.1:5)
.
“REQUIERO yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar á los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino” (2 Tim. 4:1).
Otros que creyeron en el evangelio primitivo:
.
José de Arimatea:
.
“José de Arimatea, senador noble, que también esperaba el reino de Dios, vino, y osadamente entró á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús”.
.
Los Apóstoles:
.
“EN aquel tiempo se llegaron los discípulos á Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” (Mateo 18:1).
.
“Entonces los que se habían juntado le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restituirás el reino á Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6,7)
.
La Madre de los hijos de Zebedeo:
.
“Entonces se llegó á él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorándo le, y pidiéndole algo. Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno á tu mano derecha, y el otro á tu izquierda, en tu reino” (Mateo 20:19,20).
.
El pueblo Judío:
.
“Bendito el reino de nuestro padre David que viene: ¡Hosanna en las alturas!” (Marcos 11:10).
.
Los fariseos:
.
“Y preguntado por los Fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia” (Lucas 17:20).
.
El “buen ladrón” de la Cruz:
.
“Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino” (Lucas 23:42).
Jesús llamó a los hombres a predicar el reino
.
“Jesús le dijo: ‘Dejen que los muertos entierren a sus propios muertos, y tu ve y predicar el reino de Dios” (Lucas 9:60).
.
Jesús previó la continuación de la Predicación de este evangelio del reino hasta Su Segunda Venida
.
Marcos 16:15,16: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio (del reino, Mar. 1:14,15) a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
.
Lucas 9:60: “Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios”.
.
Lucas 9:1,2: “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.
.
Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
.
Mateo 10:7: “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de Dios se ha acercado.”
.
Mateo 24:14: “Y este evangelio del reino será predicado como testimonio en todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.
.
El ministerio de Felipe: el bautismo y el reino
.
Es interesante leer sobre el ministerio de Felipe en Hechos 8:12, 13 y que dice: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón (el mago) mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito”. Noten ustedes, hermanos, que aquellos discípulos de Felipe fueron bautizados por él cuando creyeron, ¿en qué? ¡en el anuncio del evangelio del reino de Dios y en el nombre de Jesús! Así que sí los discípulos de Felipe se bautizaron creyendo en Jesús y en su evangelio del reino. Entonces, ¿por qué millones de cristianos se bautizan hoy “creyendo” sólo en Cristo sin creer al mismo tiempo en su reino?¿Por qué se les ha ocultado el reino de Dios? No será que Satanás está detrás de este error?¿No dice Pablo de Satanás que “…el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo (la gloria y reino son sinónimos—comparar Mateo 20:21 y Marcos 10:37) el cual es la imagen de Dios”. Sí, el enemigo obscurece la mente de los incrédulos (ojo: ¡Hay muchos cristianos gentiles incrédulos que suponen que el reino de Dios no es para ellos sino sólo para los Judíos!) para que no entiendan el evangelio del reino de Cristo, y así no se salven.
.
La Muerte, Sepultura, y Resurrección de Cristo Dentro el Evangelio Salvador
.
Es justo y crucial señalar que Pablo menciona igualmente la muerte, sepultura y resurrección de Cristo como parte integrante del evangelio salvador, según lo leemos en 1 Corintios 15:1-9. Y es que es imposible heredar el reino de Dios si Cristo no hubiera muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos en victoria. Esto lo explica el apóstol Pablo mismo cuando dice que si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe y esperanza de gloria. Así que el evangelio de Cristo, el del reino, se ve fortalecido y garantizado por la buena nueva de que Su Majestad, el rey, resucitó, está glorificado, y presto a volver para darnos nuestra corona de gloria también. Esto debemos creerlo también de todo corazón para ser salvos.
.
Pregunta Crucial
.
¿Está su pastor predicando este mismo mensaje bíblico (apostólico) en su iglesia? Usted tiene que definir bien este asunto, porque creer en un evangelio falso no lo salvará, pues sólo hay un evangelio salvador, y no dos o más (Gál. 1:6-9). Ese evangelio primitivo, recuerde, es el reino de Dios y la muerte, sepultura y resurrección de Cristo al tercer día. Este fue el mensaje completo que el Señor espera que prediquemos a los hombres para su salvación (Lucas 4:43, Lucas 9:60; Rom. 1:16; 1 Cor. 15:1-9).

LA VERDAD DE LA PANDEMIA