¿Es María la Madre de la Iglesia?
Ciertamente, uno de los títulos más importantes atribuidos a María por el catolicismo es la Madre de la Iglesia. La institución católica romana obtiene está enseñanza de la exaltación de María primordialmente de las palabras de Jesús, mientras colgaba de la cruz:
Cuando Jesús vio a su madre allí, y al discípulo que él amó parado cerca, él dijo a su madre, “Querida mujer, aquí está tu hijo,” y para el discípulo, “aquí está tu madre”. Desde entonces, este discípulo la hizo pasar a su casa (Juan 19:26,27).
María Fue una Viuda en la Cruz
Pero hay otro pasaje forma para interpretar el pasaje de arriba, el cual es bastante más consistente con otras Escrituras que describen a María y cómo la miraron los cristianos originales. Antes de que miremos estos otros pasajes pertinentes, examinemos el contexto de Juan 19:26,27. En aquel momento, José estaba muerto, habiendo dejado a María viuda. Esto es derivado a partir de última vez que alguna vez escuchamos acerca de José, que fue en Lucas 2 cuando Jesús estaba en el templo a la edad de 12. Dieciocho años más tarde cuando Jesús empezó Su ministerio, José nunca es mencionado otra vez con María, esto es fácilmente entendible si él había muerto, como muchos creen. En lugar de que José esté con María (que es lo qué esperaríamos) durante el ministerio terrenal de la enseñanza de Jesús, en la cruz y en el aposento alto, María es frecuentemente citada sola con sus otros hijos; Mar. 3:31-34; Luc. 8:19-21; Juan 2:12; Hechos 1:14) o a solas (Jn 19:26,27).
Los Otros hijos de María fueron incrédulos cuando Jesús murió
Además, los otros hijos de María, nacidos después de Jesús, fueron todos incrédulos durante su ministerio terrenal. Dice la Escritura:
Después de esto, Jesús circuló en Galilea, a propósito manteniéndose fuera de Judea porque los judíos allí estaban esperando quitarse la vida. Pero cuando la Fiesta Judía de Tabernáculos estaba junta, los hermanos de Jesús le dijeron a él, ” Usted debe salir aquí y debe ir a Judea, a fin de que sus discípulos pueden ver los milagros que usted ve. Nadie que quiere convertirse en una figura pública actúa en secreto. Desde que usted está haciendo estas cosas, la función misma para el mundo”. Pues aun sus hermanos no creyeron en él. (Juan 7:1-5).
Así es que cuando Jesús se estaba muriendo en la cruz, María fue una viuda y sus otros hijos no fueron creyentes en ese momento. (Pronto después eso cambió). Jesús, por consiguiente, comisionó a Juan para que llevara a María a su casa y cuide de ella, como él haría por su madre natural, que haría a Juan como un hijo para María. El más sabio y fuerte cuida del más débil y más desprotegido, así es que Juan se encargó de María. El usar mal Juan 19:26,27 leyendo en él que María fue hecha la Madre de la iglesia ha conducido a muchos a un enfoque no bíblico sobre María para las necesidades espirituales de uno, en lugar de mirar hacia Jesús como la Biblia declara.
Los Cristianos Cuidan de las Viudas
También, recuerde que cuidar de las viudas es fundamental para el Cristianismo:
Pero si una viuda tiene a los hijos o los nietos, estos deberían aprender ante todo a poner en práctica su religión cuidando de su familia y así también recompensando a sus padres y sus abuelos, pues esto le gusta a Dios. (1 Tim 5:4)
La religión que Dios que nuestro Padre acepta como puro y sin falta alguna es ésta: Cuidar de los huérfanos y las viudas en su desasosiego y abstenerse de estar contaminado por el mundo. (Santiago 1:27)
Jerusalén es nuestra Madre
Jerusalén es nuestra Madre
Déjenos ahora considerar otra evidencia Bíblica referente a este tema de María como la Madre de la Iglesia. Primero, ¿Es alguna vez este título dado a ella o a alguien? De manera chocante, es encontrado en Gálatas 4:26, pero no adscrito a María:
“Pero la Jerusalén que está arriba es libre, y ella es nuestra madre”.
Claramente, el apóstol de Señor enseñó que la Jerusalén de arriba es la madre de la iglesia y no María. También debería ser mencionado que la última vez que María es mencionada en las epístolas está en este mismo capítulo, pero ella no es nombrada, aun en la forma más leve, como que tiene algún papel exaltado, como se esperaría, si ella fuese entonces la madre de la iglesia.
Esto es cómo fue referida María:
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley” (Gálatas. 4:4).
María es mostrada en Gálatas 4 como que es simplemente una mujer y nada más. Si Pablo hubiera creído que María fue la Madre de la Iglesia él tuvo una excelente oportunidad en Gálatas 4 de mencionarlo, pero no lo hizo!
“Quién Ha Sido Una Madre para Mí”
Además, en su epístola a los romanos, Pablo mencionó quién “había sido una madre para él,” pero no fue María, la madre de Jesús:
Saluda a Rufo, escogido en el Señor, y también a su madre, quien ha sido una madre para mí (Rom 16:13).
La madre de Rufo fue como una madre para Pablo y la única figura materna que él menciona. Si María fue la madre de la iglesia, como algunos leen en Juan 19:26,27, ¿Pudo Pablo declarar esto sin una mención de María? ¡Nunca!
Jesús Nunca Exaltó A María sobre Sus Otros Discípulos
También debería ser acentuado que el Señor Jesús nunca exaltó a María por encima de sus otros discípulos. Considere cuidadosamente las palabras eternas de Jesús:
Señalando a sus discípulos, él dijo, ” Aquí está mi madre y mis hermanos. Porque quienquiera que haga la voluntad de mi Padre en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre”. (Mateo 12:49,50)
¿”quiénes son mi madre y mis hermanos”? Él preguntó. ¡Entonces él miró a aquellos sentados alrededor de él y dijo, “He Aquí mi madre y mis hermanos! Quienquiera que haga la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre”. (Marcos 3:33-35)
Ahora la madre de Jesús y los hermanos le visitaron, pero no pudieron ponerse cerca de él por el populacho. Alguien le dijo, “tu madre y tus hermanos están de pie afuera, queriendo Verte. Él contestó, “mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica. (Lucas 8:19-21).
Interprete la Escritura con la Escritura
Según Jesús, todos sus discípulos son iguales a María. Ella no es honrada por encima de la iglesia como su madre, según el Señor. ¿Por qué entonces alguien debería interpretar Juan 19:26,27 en una forma que es contradictoria para estas otras Escrituras relacionadas? Necesitamos dejar a la Escritura interpretar a la Escritura.
¡Uno también debe preguntarse por qué Juan nunca exaltó a María, o aun la mencionó, en cualquiera de sus epístolas! Lo mismo puede ser dicho acerca de Pedro, de quién los católicos se les enseñó a creer que fue el primer Papa. Ciertamente, él debería haber exaltado a María, como tantos otros Papas han hecho a todo lo largo de los siglos, pero él aparentemente no pensó que ella tuviese algún papel especial en los temas diversos de los que él se ocupó en sus epístolas, que incluyó la salvación y la oración.
Jesús la Refutó Públicamente
Regresando a Jesús, considere cuidadosamente su enseñanza eterna, cuando públicamente él refutó una mujer que intentó exaltar a María sobre la base de que ella le dio nacimiento:
Mientras Jesús decía estas cosas, una de las mujeres en el populacho alzó su voz y le dijo a él, “bendito es el vientre que te cargó y los pechos que te amamantaron”. Pero él dijo, “al contrario, bendito son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la observan. (Lucas 11:27,28).
Sería como si un católico del presente día estuviese en presencia del Señor tratando de sobre exaltar a María siendo refutado abiertamente en público por el Señor por su error.
María en el Aposento Alto
Un pasaje Bíblico final necesita ser citado, que ocurrió después de la muerte de Jesús en la cruz y cuando los discípulos que sumaban 120, incluyendo María, estaban todos reunidos juntos:
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre. Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles (Hechos 1:14-26).
¡Pedro y Juan estaban presentes, pero nuevamente allí hay una total ausencia de cualquier clase de honor especial que fuera dado a María, algo que resulta extraño si fuese verdad que ella había sido declarada la Madre varias semanas antes!
Los Discípulos No Confiaron en la Intercesión de María
¡Además, los discípulos tuvieron una petición importante de oración, pero no tuvieron a María para que la presentara al Señor! Aparentemente, también no consideraron su intercesión como que era más poderosa que la de ellos ni pensaron que ella fuese la abogada de todas las gracias. En lugar de eso, le oraron directamente a Dios y sin ir a través de un santo, como Abraham, Ezequiel, Daniel, etc.
Considere Cuidadosamente Esto
Finalmente, considere cuidadosamente esto acerca de la maternidad Maríana de la iglesia. Prov 1:8,9 lee:
Escucha, mi hijo, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. Serán una guirnalda para honrar tu cabeza y una cadena para adornar tu cuello.
¿Si María es la Madre de la Iglesia, por qué no tenemos algunas palabras de sabiduría de ella para guiarnos? Ella no escribió ningún libro del Nuevo Testamento. También, ¿por qué no se nos muestra a María cuidando amablemente de los nuevos conversos para el Cristianismo, como pensaríamos que le correspondería a ella por su cargo excelso?
Pero fuimos corteses entre ustedes, como una madre cuidando de sus hijos pequeños. (1 Tes 2:7)
Pero el punto central para todo esto es que María nunca es mostrada por título o inferencia, en toda la Escritura, como que es la Madre de la Iglesia, como los católicos piensan. De hecho, hay más prueba Bíblica para negar esta enseñanza católica a que afirmarla.
Pero el punto central para todo esto es que María nunca es mostrada por título o inferencia, en toda la Escritura, como que es la Madre de la Iglesia, como los católicos piensan. De hecho, hay más prueba Bíblica para negar esta enseñanza católica a que afirmarla.
Enfocarse exclusivamente en Juan. 19:26,27 para obtener esta enseñanza es inducir el error a las almas preciosas, y conducirlas fuera de la verdad y en algo diferente de lo que la Biblia declara acerca de este asunto, que ha conducido a la destrucción espiritual de las personas que intentan establecer contacto con Dios, pero haciéndolo en una manera no bíblica. La salvación es sólo encontrada en Jesús. Llegamos a él acudiendo sinceramente y respetuosamente, pero nunca a través de María.