Mostrando entradas con la etiqueta DIOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DIOS. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de diciembre de 2010

ES NECESARIO “NACER DE NUEVO” PARA VER Y ENTRAR EN EL REINO DE DIOS



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
.
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:1-7).
.
En este pasaje de la Escritura leemos que Jesús recibe de noche a un principal entre los Judíos, llamado Nicodemo. Este distinguido Judío le confiesa a Jesús que él cree que él (Jesús) es el enviado y maestro de Dios por las señales que hacía, y que le demostraba que Dios estaba con él (¡no que él fuera Dios mismo!). Enseguida Jesús le responde “De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Luego Jesús le dice también: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Es decir, cualquiera que quiera ver y entrar en el reino de Dios le es necesario antes nacer de nuevo, o renacer de agua y del Espíritu.
.
El asunto de “renacer de agua” tiene que ver con recibir la Palabra de Dios (el evangelio del reino) y ser bautizado en agua (inmersión) para vivir una nueva existencia en Cristo (Rom. 6:4, 1 Pedro 1:23). Por ejemplo, cuando Felipe predicaba en Samaria el evangelio del reino (la Palabra), y el nombre de Jesús, muchos hombres y mujeres procedían a bautizarse para “nacer de nuevo” (Hechos 8:12). También el eunuco Etíope renació por el bautismo, una vez que escuchó la Palabra de Dios (el evangelio de Jesús) por boca del mismo Felipe (Hechos 8:35-38).
.
El otro punto es el “renacimiento del Espíritu”, el cual también debemos recibir para VER y ENTRAR en el Reino. Si alguno dice que no ha nacido del Espíritu, entonces no podrá participar del reino de Dios, pues es imposible que hombres sin el Espíritu de Dios puedan ser parte activa en la administración del reino de Dios. Y es que no se puede renacer del Espíritu si no se recibe el sellamiento del Espíritu de Dios. Pablo dice: En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).
.
Ahora, por Cristo, los unos (Judíos) y los otros (gentiles) tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Efe. 2:18,19)
.
Los renacidos de agua y del Espíritu podrán ver y entrar en el reino de Dios, porque todos éstos son conciudadanos y miembros de la familia de Dios. Ahora estas personas podrán llamar a Dios, con plena confianza: “Abba Padre” (papito, Romanos 8:15), porque ya son hijos legítimos Suyos dentro de Su familia (1 Juan 3:1). Y como dice Pablo: “Pues todos sois Hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gál. 3:26).
.
Extrañamente, los Testigos de Jehová enseñan que el reino de Dios estará conformado por dos clases de individuos: los ungidos (“la manada pequeña” de 144,000 personas) que coheredarán con Cristo el reino celestial, y que son los únicos “renacidos de agua y del Espíritu”, y los únicos que son Hijos de Dios; y por otro lado, una “grande multitud” de Testigos de Jehová que no son renacidos de agua y Espíritu, y por tanto no son ungidos, ni tampoco hijos de Dios, y que vivirán como meros súbditos del reino en la tierra. ¿Pero se puede sustentar esta creencia con la Biblia? ¡De ningún modo! Y es que si todos los Testigos de Jehová han creído en Cristo por la fe, y le siguen, entonces todos deberían ser hijos de Dios (Juan 1:12, Gál. 3:26). Y si son hijos de Dios, éstos son hermanos de Cristo, y coherederos de la misma promesa de heredar el reino de Dios como reyes y sacerdotes en la tierra ( Efesios 3:6; Romanos 8:17; Apocalipsis 5:10).

jueves, 25 de noviembre de 2010

PAUL WASHER DICE QUE LA DEIDAD DE CRISTO ES INEXPLICABLE Y QUE EL REINO NO ES EL EVANGELIO


Este es un video donde Paul Washer se dirige a los Testigos de Jehová, y aunque yo no soy un partidario de esta secta tiránica de la cual me salí hace muchos años, lo que más me llama la atención es que Washer diga que él cree en todo lo que la Biblia dice, incluso la Deidad de Cristo, así no lo pueda explicar (por no decir “entender”). ¿Pero puede realmente alguien creer en una doctrina o enseñanza que no la puede entender cabalmente, o que le presenta una serie de problemas para explicarlo convenientemente? Pero Jesús se sí se preocupó de abrirles el entendimiento a sus discípulos para que comprendiesen las Escrituras (Lc. 24:45).

Es cierto que como cristianos creemos en algunos conceptos que resultan imposibles de entender y que los aceptamos dogmáticamente, como es el caso de la misma existencia de Dios, su eternidad, o ciertas decisiones que Él toma que son de su Soberana voluntad, y que nos parecen incomprensibles y hasta aberrantes, como es la orden de matar a los impíos y a sus hijos en ciertos eventos del Antiguo Testamento, y la futura tortura eterna en el infierno de los desobedientes. Sin embargo, en general, todos los creyentes deben estar preparados para dar razón de la esperanza que hay en ellos. Es decir, el creyente debe estar capacitado para sustentar una doctrina o enseñanza para que el interlocutor la pueda entender y aceptar. El apóstol Pedro dice: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande RAZÓN de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). También se nos manda a convencer a los que dudan, con estas palabras: “A algunos que dudan, convencedlos” (Judas 1:22). Ahora bien, ¿puede alguien convencer al que duda sobre la doctrina de la Trinidad con sólo decirle que es un misterio insondable que nadie lo puede entender? ¿Deberíamos aceptar esta doctrina con ese argumento facilista? Por otro lado, Pablo le dice a Timoteo que el pastor debe ser “Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y CONVENCER a los que contradicen” (Tito 1:9). ¿Pero puede un pastor Trinitario convencer a los que contradicen la doctrina de la Trinidad con el argumento de que es un misterio insondable, imposible de entender?

El Sr. Paul Washer reconoce que la Deidad del Hijo de Dios es una de esas doctrinas que son difíciles de explicar pero que él la acepta de buena gana, por fe. Pero como repito, no es suficiente para convencer al unitario o al modalista, o al arriano, o al binitariano de su validez. De igual manera podría decir cualquiera de éstos que su cristología es la correcta aunque no la puedan explicar con facilidad y claridad absolutas. Todo depende de quien quiera creerla y quién no.

Habría que recordarle al Sr, Washer que el tema de la eternidad del Hijo ha sido, es, y seguirá siendo un tema de discusión en los círculos cristianos de las generaciones venideras. Y los debates no pararán hasta que venga el Señor y nos aclare todo.

Finalmente, en lo personal, para mi es muchísimo más fácil creer que Dios existe y que es eterno, que creer que Dios es Trino. Y de hecho, todos los cristianos, seamos Trinitarios, unitarios, binitarios, arrianos o modalistas, creemos en un Dios que es eterno, todopoderoso, omnisciente, y omnipresente. Pero es cuando tratamos de entender a Dios mismo en su naturaleza, ahondando en la investigación de si Él es realmente único, o si hay más de uno, que entramos en conflicto y divisiones.

Recordemos que la vida eterna está en CONOCER a Dios y Su Hijo, y este conocimiento no es el conocimiento que algunos nos quieren hacer creer, es decir, saber lo más que se pueda de Dios, incluso de Su propia naturaleza. Conocer a Dios es, más bien, mantener una relación muy íntima con el Padre y Su Hijo, una compenetración tal que uno llega ser amigo de Dios. Esto es lo más importante, y no tanto debatir si conocemos teóricamente al Dios Trino y lo más recóndito e insondable de Él. Es por eso que no creo que sea fundamental creer en la Trinidad para salvarse, o que Dios es así o asá. Jesús le dijo al Escriba que había respondido sabiamente que Dios es UNO que estaba cerca del reino de Dios (Ver Marcos 12:32-34). ¿Qué entendemos por UNO en este caso? Bueno, aquí comienza el problema. ¿Es un UNO simple o compuesto? Este punto seguirá en el debate en las generaciones sucesivas de cristianos, mientras dure el presente siglo malo. Lo importante es que creer que Dios es UNO te acerca más al reino…¡pero no te mete en él! Lo que te mete en el reino es un “nuevo nacimiento” por la conversión. Esto es lo cierto. No es posible que los cristianos sigamos discutiendo sobre este tema y continuemos dividiéndonos más sobre quién es Dios en verdad.

Para mí Dios es UNO, y lo tomó tan simple como se dice: “UNO”, pero si algunos creen que UNO no es UNO sino UNA UNIDAD compuesta de dos o tres…allá ellos. Para mí sólo hay un Dios, el Padre…y punto (1 Cor. 8:4-6). Y Dios desea que esta verdad sea comprendida hasta por un niño de 2 o 3 años, sin las intrincadas formulaciones de los concilios.

En cuanto a la explicación que hace Paul Washer sobre el Reino en este video, es increíble, asombroso, e inaudito que él diga que el evangelio del reino no es el verdadero evangelio, sino lo que Pablo dice en 1 Corintios 15:1-7. Pero lo que Washer no les dice a sus oyentes es que Pablo dijo en 1 Cor 15:3 que la muerte, sepultura, y resurrección es LO PRIMERO (“primeramente”) de su evangelio, ¡no el todo! Además, por qué él no lee hasta los versos 45-50 donde Pablo menciona la entrada al reino, que es el evangelio original de Cristo? (Lc. 4:43). Además ¿Pero por qué Washer omite mencionar Marcos 1:1,14,15 donde Jesús habla sobre el evangelio, y lo llama “el reino de Dios”? ¿Por qué no dice que Pablo predicaba el evangelio del reino en Hechos 28:23,30,31, o en Hechos 20:24,25? Realmente este predicador es indocto, un irresponsable que mutila el evangelio de Cristo por un llamado “evangelio de Pablo”, cuando en realidad Pablo predicaba el evangelio de Cristo (Rom. 15:19; 1 Cor. 9:18), que era el reino de Dios. Y con esto no le damos la razón a los Testigos de Jehová, pues su evangelio del reino es uno de hechura Russelista, no bíblica, y que omite la cruz de Cristo como parte del evangelio . Así como los TJ omiten hablar mencionar la muerte, sepultura y resurrección de Cristo como parte importante del evangelio salvador, del mismo modo Washer habla de una parte del evangelio salvador (la cruz, sepultura, y resurrección de Cristo) pero omite hablar del Reino de Dios como la otra parte del mensaje original del evangelio de Cristo. ¿Me explico?

martes, 28 de septiembre de 2010

EL FALSO REINO DE DIOS CATÓLICO


En este video católico romano, verán ustedes lo que NO es el reino de Dios en su máxima expresión. Ustedes deben saber que Roma sostiene que el reino de Dios es la iglesia Católica misma, compuesta por el Papa, los llamados santos difuntos que supuestamente son intercesores, los cardenales, los Arzobispos, Obispos y sacerdotes. Es decir, el llamado ”clero” católico.

En cuanto a la feligresía laica católica, parece que ésta está excluida de lo que los católicos suelen llaman ”la Iglesia”.

El punto es que acá ni siquiera se hace una ligera insinuación del reino davídico que se establecerá en la tierra en la segunda venida de Cristo (Hechos 1:3,6,7; Mato. 25:31,34). Y es que la jerarquía católica siempre ha sostenido que la nueva Israel es la iglesia católica, y la heredera de todas las promesas y pactos que recibieron los judíos, y que por su supuesta “infidelidad” Dios se las arrebató para entregárselos a ella. Sin embargo, como ya lo he venido sosteniendo una y otra vez en mis estudios del reino, ni Jesús (Rom. 15:8), ni Pablo (Romanos 11:1,2), hubieran apoyado tal postura católica, y más bien la hubieran considerado una blasfemia o herejía.

Hay un reino escatólogico que se cumplirá en la parusía de Cristo, cuando él les diga a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25:34). Este es un reino que no es la iglesia, pues la iglesia está aún compuesta por personas mortales. En cambio, para entrar en el reino bíblico, es necesario una transformación física o transfiguración, y esto sólo será posible en la parusía futura del Señor (1 Cor. 15: 45-50).




lunes, 27 de septiembre de 2010

J.F.RUTHERFORD EXPLICA A LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PALABRA CONOCIMIENTO EN JUAN 17:3


El juez J.F.Rutherford hace una explicación del texto de Juan 17:3 diciendo que se debe conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo para obtener la vida eterna. Eso significa una fidelidad y lealtad a ambos, y confiarles nuestro camino para que él nos guíe, y no de adquirir “conocimiento constante” como dice la WT… conocimento que hoy es la verdad y dentro de algunos años una crasa mentira, tal como sucedió con la doctrina de la generación de 1914, la cual, según la WT, no pasaría sin ver antes el Armagedón. Esta doctrina fue creida como una verdad irrefutable por todos los TDJ por décadas y que fue finalmente descartada, fiel y discretamente, en 1995.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

UN COMPENDIO SOBRE EL PLAN DE SALVACIÓN DE DIOS PARA LA HUMANIDAD


¡Un interesante estudio de nuestra hermana y correligionaria, Erika Justiniano Zárraga!


He decidido escribir este corto artículo, con el objeto de reflexionar a los lectores a que verifiquen si lo que están creyendo, como doctrina enseñada por sus iglesias, es lo que verdaderamente Jesús, los Apóstoles, entre otros santos israelitas que conocemos por medio de las Escrituras, creyeron sobre la muerte; y lo conectaré directamente con la esperanza que todo cristiano tiene por cuanto ha creído en el verdadero Evangelio del Reino predicado por Jesús: ganar la inmortalidad.

Empiezo por el principio. Remontémonos al momento de la Creación cuando Dios creó al primer hombre Adán: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre en alma viviente”. (Gen. 2:7).
De este corto pasaje de las Escrituras se puede observar que el concepto de “alma” difiere en mucho con el concepto que actualmente muchos cristianos –y no cristianos- tienen sobre ella.
Para comprender el significado que Jesús, y de hecho todo israelita desde la Antigüedad creía, debemos recurrir al significado hebreo de la palabra “alma”.
La palabra nefesh hayyah, (hebreo) , significa la “criatura viviente”. Es decir, que alma también es el equivalente de “persona”.
Este es el significado básico que todo cristiano debe conocer, al momento de leer las Escrituras, para que la lectura de la misma, no esté viciada de conceptos erróneos que las religiones actuales -principalmente las que se dicen cristianas- han heredado de la cultura griega; principalmente de pensadores como Platón y Aristóteles.

Ahora, para Jesús, así como para todos los apóstoles, la muerte significaba lo que las Escrituras señalan como caer en un “sueño inconsciente”. Por ende, existen a lo largo del Antiguo como Nuevo Testamento pasajes que claramente enseñan sobre el estado del hombre cuando muere:
“…porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás”. (Gen. 3:19)

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”. (Ecle. 9:5-6)

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”. (Ecle. 9:9-10)

“Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te alabará?” (Sal. 6:5)

Aquí Seol, o Sheol, es el equivalente a la palabra griega Hades; este no es un lugar de castigo y recompensas, asignados en la muerte, sino un lugar de inacción completa.

“Y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo?” (Sal. 30:9)

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. (1Tes. 4:13-15).

De estos pasajes, así como de muchos otros que aparecen en todo el contenido de las Escrituras, se deduce que la inmortalidad no es algo que poseamos. Debe ser adquirida; y puede ser ganada únicamente a través de la aceptación del Mensaje de Salvación, que Jesús enseñó durante su ministerio en la tierra.

Pero por qué empecé explicando el concepto del alma en hebreo, por la sencilla razón de que el Mensaje Salvador de Nuestro Señor Jesucristo, sería malentendido sin este concepto fundamental bien comprendido; la pérdida o desconocimiento del punto de vista hebreo de la muerte es el mayor desastre doctrinal que pudo acontecer a la Iglesia de Dios. Satanás, ha trabajado perfectamente para que este mensaje salvador del Reino de Dios en manos del Mesías sea totalmente tergiversado. He aquí un extracto de un libro de Sir Anthony Buzzard: “El proceso fue uno sutil, y el diseño detrás de él fue la promoción de la mismísima mentira que Satanás había impuesto sobre la incauta Eva. La Serpiente rotundamente había contradicho la advertencia divina de que la desobediencia resultaría en la muerte (Gen. 3:4). Ahora él aparece como un predicador del "Cristianismo" para anunciar que el hombre es por naturaleza inmortal, ¡y que él no puede morir! En la muerte, según esta teoría ingeniosa, un hombre debe sobrevivir en el cielo o en el infierno como un alma incorpórea. No será difícil ver que esta idea debilita el Mensaje divino de que el hombre ha caído bajo la pena de muerte, y de que no hay absolutamente ninguna perspectiva de que gane la inmortalidad fuera de la incorporación dentro del plan divino a través de Cristo”.

Tomando un extracto más de este excelente libro –que cito al final del artículo- destaco lo siguiente: “La Biblia es la más práctica en su análisis del problema humano. Reconoce que la muerte es el enemigo universal de la cual somos completamente impotentes de rescatarnos a nosotros mismos. En la misericordia de Dios se ha proporcionado un plan divino para ocuparse del problema de la muerte inevitable. El plan de salvación no le hace exigencias irrazonables al hombre. Lo invita primero a creer en un Dios como Creador de todas las cosas, y en segundo lugar, en Su agente, el Mesías Jesús, porque es El quien ha sido escogido para forjar la manera de escapar de la muerte (Heb. 2:10). Habiendo él mismo ganado la inmortalidad (Col. 1:18), es su tarea ahora asistir a otros que luchan para la misma meta (Heb. 2:17, 18).”

Sí estimados lectores, el mensaje de que el alma sobrevive a un cuerpo muerto, y que va a otra dimensión: llámense cielo, purgatorio o infierno; o que el alma se reencarna tantas veces como sea necesario en varios cuerpos para “purgar” sus pecados, es pura filosofía griega o pagana, infiltrada en el mensaje de la Iglesia Cristiana.

Una vez comprendido este nuevo significado de alma, y revelada la mentira satánica de un alma inmortal, tomamos de la Biblia el texto siguiente, donde pueden surgir algunas confusiones de interpretación de lo que el apóstol Pablo trató de decir: «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ts. 5:23). Al parecer se enseñara que el hombre tiene tres dimensiones, una separada de la otra, cuando el realidad lo que está señalando es que el ser humano tiene espíritu: por cuanto razona y tiene conciencia de sí mismo; alma, entendida como la totalidad del ser con su personalidad: sentimientos, emociones, memoria; y cuerpo: que es la materia orgánica, que al momento de la muerte se descompone. Es un ser único e indivisible, y una vez muerto, muere completamente: su cuerpo, sus pensamientos, sus emociones, TODO.
Espero hasta aquí haber clarificado un poco el asunto del alma y lo que significa a la luz de las Escrituras, lo más difícil que tendrán que asimilar ahora es lo que voy a trasmitirles. A la vez que será el mensaje más aterrador que tendrán, será aquel que posiblemente los lleve a buscar a Dios, para su salvación:

«Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (Mt. 10:28).

“Porque los malignos serán talados, Mas los que esperan en YHWH, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no será el malo: Y contemplarás sobre su lugar, y no aparecerá. Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz”. (Salmos 37:9-11)

Del primer pasaje, lo que resalta a la vista y comprensión es el hecho de que alguien tiene potestad de destruir el cuerpo y alma; ese alguien en palabras de Jesús, es su Padre Yhwh; pues somos creación suya, y dependemos totalmente de El, queramos aceptarlo o no. En el segundo, se habla de que los malos serán talados –cortados, eliminados-, no aparecerán en el lugar donde estaban antes; es decir, en la tierra, sino más bien dice que los mansos heredarán la tierra… Sí, así tal cual se lee: los malos serán eliminados, no se irán al purgatorio o al infierno; y, los mansos o buenos heredarán la tierra, no partirán al cielo, como siempre se nos ha enseñado en las iglesias.

Pero entonces, se preguntan cómo se conecta esto con el evangelio de Jesús, o con su misión en la tierra… déjenme clarificarles el asunto con un pasaje del evangelio de Juan:

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6:40).

Esta es la parte en que se une el asunto del alma que no es inmortal, con el Evangelio del Reino de Dios y el sacrificio de Jesucristo: comprender que la voluntad de Dios no es que todos perezcamos, sino que El envió a su Hijo para que creamos en él y de esta forma ganar la vida eterna.
Aquí cito unos pasajes más que confirman el mensaje salvador de Jesús:


«Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua» (Dan. 12:2).

El libro de Daniel, que es un libro por excelencia profético que habla justamente del futuro Reino glorioso de Dios de mano del Señor Jesucristo, señala que unos serán despertados –resucitados- para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

De la misma forma el Señor Jesucristo señala:

«No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación» (Jn. 5:28-29).

En Apocalipsis también tenemos pasajes que nos explican sobre la conclusión de este plan divino montado por Dios para salvarnos:

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de
Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Ésta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. (Apo. 20: 4-6)

Y luego continúa así: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. (Apo. 20: 11-15)

Aunque muchos pueden considerar este libro de Apocalipsis como alegórico o que nunca va a suceder lo que los pasajes antes mencionados describen, debo decirles que son las mismas Escrituras inspiradas por Dios, que nos adelantan qué es lo que sucederá en un futuro no muy lejano.

Si todavía no han captado el mensaje de estos textos, les doy una pequeña ayuda: habrá dos resurrecciones. De la primera gozarán aquellos santos –creyentes y seguidores de Jesús y su Evangelio- que esperaron el cumplimiento de las promesas de inmortalidad hechas por Dios a través de Jesucristo. Disfrutarán de una tierra renovada donde el gobernante de toda la tierra será el Rey Jesús; y la capital de su gobierno será Jerusalén. Y, en la segunda resurrección, luego de pasados los mil años del reinado de Jesucristo, despertarán todos los demás muertos, grandes y pequeños para ser juzgados según sus obras mientras estuvieron vivos, y si sus nombres no estaban inscritos en el libro de la vida, serían lanzados al lago de fuego, donde también la muerte y el Hades –o Sheol que vimos anteriormente- serían lanzados para ser exterminados para siempre. Y esta es la muerte segunda.

Todo esto quiere decir entonces que el ser humano puede morir dos veces.

En la primera muerte, que es el sueño inconsciente del que he estado hablando, se aguarda ser resucitado para vivir reinando con Jesucristo mil años; y la segunda, que sería luego de estos mil años, donde todo ser humano sin importar raza, sexo, nación, religión, etc. comparecerá ante el trono de Dios y será juzgado por El, y si no merece recibir la inmortalidad será echado al lago de fuego donde se extinguirá para siempre, y nunca más habrá memoria de él.

Todo esto que les explico hace parte de la fe de los primeros cristianos, que recibieron el mensaje de mano de los Apóstoles, los cuales al tener contacto con el Señor Jesucristo resucitado, no hicieron más que afianzar sus creencias en lo que señalaba ya el Antiguo Testamento, y trasmitirnos a través del Nuevo Testamento todas estas enseñanzas o sanas doctrinas, para que las guardemos y las creamos porque fue el mensaje que el Señor Jesucristo les enseñó, y que El recibió de Aquel que lo envió, Yhwh su Padre.

Estimados lectores, no pierdan más tiempo en su vida, creyendo filosofías paganas que no tienen nada que ver con el verdadero Evangelio que predicó Jesús; tomen sus Biblias y comprueben por Uds. mismos que el mensaje que les trasmito está basado en las Escrituras inspiradas por Dios, y extendidas a todos aquellos que quieren llegar a la verdad y obtener la salvación.

Busque conocer el verdadero Mensaje Salvador de Dios. Yhwh les bendiga y les alcance su Misericordia para que lleguen al conocimiento de la verdad, y la verdad los hará libres. (Jn. 8:32)

viernes, 20 de agosto de 2010

MI BLOG EXCLUSIVO SOBRE EL REINO DE DIOS


“Oye, Richard, ¿has visto el nuevo blog del Reino de Dios de “Apologista”?…Sí, claro…¡está chévere!”

Estimados amigos:

Un regular número de personas que visitan de manera consuetudinaria mis blogs, me han confesado, así como también demostrado, un interés inusitado por el evangelio del reino de Dios que vengo predicando insistentemente desde hace tiempo, y especialmente, en estos tres últimos años. Estos hermanos me han manifestado que ahora, por vez primera, se sienten muy dichosos de entender este precioso mensaje del reino de Cristo para todos los pueblos de la tierra. Además, estos hermanos se decidieron también a pedir y buscar el reino de Dios todos los días de sus vidas, y a ponerlo en primer lugar sobre sus otras todas cosas e intereses temporales, tal como lo ordena el Señor Jesús en Mateo 6:10,33. Por otro parte, estos mismos hermanos están ya evangelizando con entusiasmo a otros, y salvándolos de la condenación (Judas 23), y “adelantando” el regreso de Cristo, por decirlo de una manera un poco presuntuosa. Recordemos que antes de que vuelva Su Majestad, el Cristo, para establecer su reino en la tierra, sus partidarios tendrán que haber cumplido su tarea de dar testimonio a todos los pueblos acerca de las buenas nuevas del reino (Mateo 24:14). Cualquier otro mensaje o evangelio retrasaría su venida. De allí la importancia de difundir el único y singular evangelio del reino y no otro distinto (Gál. 1:6-9). Desgraciadamente, o afortunadamente, según sea el caso, Cristo no ha regresado aún para juicio y para inaugurar su reino, el cual pondrá fin a este mundo malo, y a los malvados; individuos éstos, que habiendo tenido la oportunidad de arrepentirse y salvarse, no se decidieron a tiempo.

Finalmente, les comunico que cuento con un blog especializado en el evangelio del reino, es decir, un sitio dedicado exclusivamente a lo que la Biblia enseña con relación a este tema central de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Este sitio ha sido pensado para todos aquellos que quieren sinceramente enfrascarse en este tema del reino, y prepararse bien para darlo a conocer a otros de manera eficaz y clara (1 Pedro 3:15).

El sitio es:

www.eladaliddelaverdad.over-blog.es

lunes, 9 de agosto de 2010

¡LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DE DIOS, ÉSTOS SON HIJOS DE DIOS!


Una nueva reflexión para todos, especialmente para los ”TJ”

Ingº Mario A Olcese



En una anterior entrega vimos que su Majestad, el Señor Jesucristo, enseñó a sus discípulos a orar a través de la llamada “oración modelo” del “Padre Nuestro”. Dijimos que esta oración sólo puede ser rezada por quienes son verdaderos hijos de Dios, individuos que creen en Cristo y viven según sus mandamientos. Sí, estas son personas realmente consagradas que pueden llamar con plena confianza “PADRE MIO” a Dios, o “PADRE NUESTRO”, si están en grupo.

Estimados amigos, no se requiere ser muy inteligente para deducir, a partir de las Escrituras, que los que hacen la voluntad de Dios son hijos de Dios. Esto queda plenamente demostrado por las palabras de Jesús, que leen: “Porque todo aquel que hace la VOLUNTAD de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre” (Mateo 12:50).

Nosotros, los creyentes, estaremos de acuerdo en afirmar que Jesús es el Hijo de Dios, y que cada uno de nosotros somos sus hermanos, si hacemos la voluntad del Padre. Esto significa, además, que si somos sus hermanos, necesariamente nos convertimos en hijos del mismo Dios y Padre de Jesús. En buena cuenta, ¡Dios no hace acepción de personas!

Antes debemos primero establecer lo siguiente:

I).- Que Dios sólo escucha a quienes hacen Su voluntad y le temen. Si usted no hace la voluntad de Dios, y no le teme, él no le escuchará.

Texto probatorio:

Dice Jesús: “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su VOLUNTAD, a ése oye” Juan 9:31.

II).- Los que dicen hacer la voluntad de Dios tendrán finalmente vida inmortal.

Texto probatorio:

“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la VOLUNTAD de Dios permanece para siempre” 1 Juan 2:17

¿Y cuál es la voluntad de Dios?

1.- NUESTRA SANTIFICACIÓN

Texto probatorio:

“Pues la VOLUNTAD de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación” (1 Tesalonicenses 4:3).

“Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la VOLUNTAD de Dios” 1 Pedro 4:2

“Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios” (1 Pedro 4:2).

2.- PADECER HACIENDO EL BIEN PARA CALLAR A LOS INSENSATOS

Texto probatorio

“Porque esta es la VOLUNTAD de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” 1 Pedro 2:15

“Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la VOLUNTAD de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.1 Pedro 3:17

“De modo que los que padecen según la VOLUNTAD de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien”. 1 Pedro 4:19

3.- SER AGRADECIDOS A DIOS EN TODO

Texto probatorio:

“Dad gracias en todo, porque esta es la VOLUNTAD de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 2 Tesalonicenses 5:18.

4.- QUE CREAMOS EN SU HIJO PARA TENER VIDA ETERNA EN LA RESURRECCIÓN

“Y está es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero” (Juan 6:40).

5.- GUARDAR SUS MANDAMIENTOS

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está dentro de mi corazón” (Salmo 40:2).

Reflexión:

El Dios único está llamando a hombres y mujeres para que sean parte de Su santa familia, es decir, para completen Su casa como hijos adoptivos Suyos, y así cohereden con Su primogénito, Jesucristo, todos Sus bienes. Y para que esto pueda llevarse a cabo, es necesario que el elegido esté dispuesto hacer la voluntad de Dios.

Lo que Dios/ Padre espera de su potencial hijo en esta vida es básicamente que crea en Jesucristo y que viva en santidad (y con esta palabra “santidad” queremos decir una vida de pureza, alejada de los deseos insanos de la carne provenientes de las concupiscencias). El desea que Su nuevo hijo crea en Jesucristo, y guarde Sus mandamientos, y que viva obrando el bien. Esto, que decimos, lo concluimos por las citas bíblicas dadas arriba.

Pero aquí los llamados “Testigos de Jehová” tienen un problema enorme, y es que ellos dicen que sólo 144,000 TJ son hijos de Dios, mientras que el resto de sus miembros, no. Pero curiosamente, los líderes de la Watchtower esperan que la TOTALIDAD de miembros de su organización hagan la voluntad de Dios, es decir, que crean en Jesucristo, y en su mensaje o evangelio del reino, y que vivan apartados del mundo (o sea, en santidad) y que no cedan a la concupiscencia de la carne. Que obren siempre el bien para callar a los impíos, y que observen los mandamientos de Dios para una buena vida.

Concluimos, entonces, que Si la TOTALIDAD de TJ debe cumplir esos requisitos expuestos arriba, y que que resumen la voluntad de Dios, entonces TODOS los TJ son hijos de Dios, y no tan sólo 144,000 individuos de la organización.

Pero si los TJ siguen tercamente afirmando que sólo 144,000 TJ son los verdaderos hijos de Dios, entonces automáticamente ellos están afirmando que sólo 144,000 TJ están viviendo en santidad, y que sólo éstos son los que creen en Jesús para vida eterna. ¿Se dan cuenta ustedes de lo serio que es este error de los Testigos de Jehová cuando limitan el número de los hijos de Dios a tan solo 144,000 TJ? ¡Ellos mismos se están poniendo la soga al cuello!

miércoles, 28 de julio de 2010

TESTIGOS DE JEHOVÁ: ¿ES LA ORACIÓN DEL” PADRE NUESTRO” SÓLO PARA LOS LLAMADOS “UNGIDOS” DE LA ORGANIZACIÓN?




Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una breve meditación:

El Señor Jesús enseñó a orar a sus discípulos, diciendo: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”. Pues bien, si nos fijamos con atención en esta “oración modelo” de Jesús, el Señor empieza diciendo que debemos dirigirnos a Dios como “Padre nuestro”. Pero sucede que los Testigos de Jehová dicen que Jehová Dios es sólo el Padre de 144,000 hijos (los “ungidos”), fuera de Cristo. Los demás Testigos de Jehová (la llamada “grande muchedumbre”) simplemente no pueden considerarse hijos de Dios, y como resultado, mal harían ellos en dirigirse a Dios con la frase: “Padre nuestro”.

Siguiendo los lineamientos de la WT, definitivamente esta “oración modelo” no sería aplicable para la clase de la “grande muchedumbre”, pues si lo fuera, esta clase debería empezar llamando a Jehová: “Padre nuestro”, y para que lo puedan hacer de corazón, y con confianza absolutas, ellos tendrían que considerarse hijos de Dios, ¡pero no lo confesarán, porque la WT les ha dicho que ellos no lo son!

Por otro lado, estos millones de TJ “parias” de la Watchtower, que representan el 97% de Testigos de Jehová, quienes son llamados “las otras ovejas”, o “la grande muchedumbre”, no podrían de ningún modo pedirle al Padre celestial por la pronta venida del reino, ni por el pan de cada día, ni por el perdón de los pecados cometidos (deudas), ni por la protección contra las tentaciones, ni por la liberación del mal, ya que se les ha enseñado que ellos no son hijos de Dios, y por tanto, dicha “oración modelo” no encajaría con ellos, sino sólo con aquellos que sí pueden llamar a Dios con los términos: Padre, Padre mío, Padre celestial, amado Padre, etc.

Pero resulta que los TJ no son, tampoco, consecuentes con sus enseñanzas, puesto que los líderes de la organización, el llamado “Cuerpo Gobernante”, anima a TODOS los TJ, sin excepción alguna, a que pidan a Dios por la venida del reino, por el pan diario, por el perdón de los pecados, por la protección contra las asechanzas del diablo y del mal, etc. En consecuencia, si TODOS los TJ deben pedir a Dios todo lo que Jesús mandó en esa “oración modelo”, entonces también sin excepción alguna TODOS deberían llamar a Jehová con el título de “Padre”. Pero si lo han de hacer, los líderes tendrán que admitir que TODOS los TJ son hijos de Dios, y eso pondría en serios apremios su doctrina de las dos clases de Testigos.

Pero acá no termina el asunto. Y es que en la práctica TODOS los TJ llaman a Jehová con la frase: “Padre celestial”. Usted lo puede verificar personalmente asistiendo a alguna de sus reuniones semanales, y comprobará que los Testigos de Jehová de la clase de las “otras ovejas” se dirigen a Dios en sus oraciones públicas de apertura y de cierre de culto, con la frase: “Padre celestial”. ¿En qué quedamos entonces? ¿Son o no son hijos de Dios “la grande muchedumbre”? Todo parece indicar que las “otras ovejas” no pueden eludir el hecho de que TODOS ellos son en verdad hijos de Dios, con los mismos derechos y obligaciones que la “manada pequeña” de 144,000 personas.


Finalmente, hay otra crasa contradicción con respecto a estas dos clases de TJ que no quisiera dejar de mencionar. Y es que los Testigos de Jehová enseñan que sólo los 144,000 "ungidos" son los HERMANOS DE CRISTO. Pero si esto es verdad, ¿por qué los miembros de las "otras ovejas" llaman HERMANO a cualquier miembro "ungido", como una cosa natural y corriente?

Me acuerdo que cuando yo era TJ (no un "ungido" por supuesto, ya que ese honor estaba (...y aún está) reservado mayormente para TJ anglosajones o caucásicos) yo me dirigía siempre a cualquier "ungido" como HERMANO, pues en la organización era natural o normal que se le llamaran así, aunque no dejaba de preguntarme por qué los llamábamos así, si nosotros, los no ungidos, no eramos Hermanos de Cristo o parte de la familia de Dios. En todo caso, los únicos que podrían llamar HERMANO a un "ungido" sería otro "ungido", pero jamás uno que no es ungido. Pero en fin, eso sucede dentro de la organización de los TJ. Una aberración que hasta hoy no lo logro entender y que pocos TJ se han detenido a pensar.

viernes, 23 de julio de 2010

NO SE ENGAÑE ESPERANDO QUE DIOS LE VA A PROSPERAR EN ESTA VIDA COMO “SEÑAL DE SU BENDICIÓN”


Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Dice la Palabra del Señor:

1.- “En el mundo tendréis aflicción”, les dijo Jesús a sus seguidores. ¿Suena esto a una vida de plena dicha y prosperidad para TODO creyente fiel? (Juan16:33).

2.- “Siempre tendréis a los pobres CON vosotros”, les dijo Jesús a sus discípulos (Juan 12:8). Si Jesús tenía pensado que todos sus discípulos sean ricos o prósperos en esta vida, como señal de bendición, ¿cómo se explica esta declaración suya?

3.- Pablo dice en Romanos 15:26 que se reúna una ofrenda para los pobres de la iglesia de Jerusalén. ¿Cómo se explica que existiesen pobres en la iglesia de Jerusalén, si la pobreza es, supuestamente, una “maldición”?

4.- Si las riquezas son una señal de bendición de parte de Dios para el creyente fiel, pregunto: ¿por qué Salomón le pidió a Dios: “No me des ni pobreza, ni riqueza, mantenme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios” (Prov. 30:8,9). ¿No podrían ser, acaso, un infortunio cualquiera de los dos polos: POBREZA Y RIQUEZA EXTREMAS?

5.- Jesús dice: “tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mi…de cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos MIS HERMANOS más pequeños, a mi me lo hicisteis” (Mateo 25:35,36,40). Pues bien, ¿Acaso no podemos concluir, en función de estas palabras de Jesús, que los fieles pobres, o los que son considerados los más insignificantes por los ricos, que ellos siguen siendo HERMANOS de Jesús aunque permanezcan pobres? Además, si la pobreza es una maldición como dicen muchos predicadores, ¿debemos concluir que Jesús tenía hermanos malditos? Finalmente, Cristo quiere que le mostremos nuestro amor incondicional a él, y la forma que él ha escogido para ello es que en su iglesia haya pobres a los cuales debamos atender y velar. Si Jesús convirtiera a todos sus seguidores en ricos, prósperos, y muy saludables, ¿cómo mostraríamos nuestro amor fraternal unos con otros? (Ver Santiago 2:14-18).

6.- Si el Señor desea que todos sus fieles sean ricos y prósperos en su iglesia, ¿por qué Pablo les dice a los creyentes corintios que estén contentos si ya tienen lo necesario para poder comer y cubrirse (1 Timoteo 6:8)?

7.- Si Dios espera que le pidamos riquezas para recibirlas, ¿por qué Pablo dice que algunos convertidos que la obtuvieron fueron traspasados de muchos dolores? (1 Timoteo 6:10). ¿Acaso fue el Señor quien les dio a aquellos fieles gran riqueza para que fuesen luego traspasados de muchos dolores? ¿Le daría el Señor a un hijo, espiritualmente débil, una bomba de tiempo?

8.- Si el Señor espera que sus hijos sean ricos y muy prósperos HOY como señal de su bendición, ¿por qué Pablo dice que “los que quieren enriquecerse caen en tentación y en lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”? (1 Timoteo 6:9). ¿Realmente creería alguno que el Señor desea enriquecer a Sus hijos hoy, como señal de Su bendición, sabiendo que esto les podría traer finalmente tentaciones, lazos, codicias necias y dañosas, que los hundirían en destrucción y perdición?

9.- Si Dios desea que todos sus hijos sean ricos y prósperos HOY, como señal de Su bendición, ¿por qué Santiago dice que “Dios escogió a los pobres de este mundo para que sean RICOS EN FE (¡no en dinero!) y herederos de su reino que tiene preparado para los que le aman”? (Santiago 2:5).

10.- Si el Padre celestial desea que TODOS Sus hijos seamos ricos y prósperos hoy, como señal de Su bendición, ¿entonces por qué Jesús dijo “… y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra, y se hace infructuosa?” (Mateo 13:22). ¿Realmente creería alguno que el Señor quiere vehementemente darnos muchas riquezas como señal de Su bendición, sabiendo que son engañosas, y que ahogan la Palabra, y la hacen infructuosa?

11.- Si Jesús dijo que “difícilmente el rico entrará en el reino” (Lucas 18:24), entonces me pregunto: ¿cómo entonces vamos a creer que el Señor desea hacernos a TODOS ricos HOY, como señal de su bendición, si sabe que finalmente pocos ricos lograrán salvarse?

12.- Si los apóstoles, fieles imitadores de Jesús, dejaron todas sus POSESIONES para seguirlo, y así ganar el reino venidero (Lucas 18:28), pregunto: ¿Por qué muchos creyentes hoy, que dicen seguir a Cristo para ganar el reino de los cielos, se quejan de sus escasas o nulas posesiones?

13.- Si es verdad que la riqueza espiritual del creyente va de la mano con la riqueza material, siendo una señal de bendición de Dios, pregunto: ¿por qué el apóstol Juan le dice a Gayo: “Amado, yo (no necesariamente Dios) deseo que tú seas prosperado EN TODAS LAS COSAS, y que tengas salud, así como prospera tu alma?” (2 Juan 2). Pues bien, ¿acaso no percibimos aquí que Gayo ya era próspero en su alma, más no así en las otras cosas, incluyendo la salud? Nótese que si bien Gayo era un modelo de virtudes cristianas, aún carecía de prosperidad en todas las otras cosas, y tal vez también de salud, y por eso Juan, como un deseo muy personal, le desea que sea prosperado en todas las cosas y que tenga salud. Este deseo de Juan para Gayo, sin embargo, no le garantizaba que sería de todos modos PROSPERADO EN TODAS LAS OTRAS COSAS, E INCLUSO SANADO. Eso, finalmente, dependería de la voluntad de Dios.

14.- Un prerrequisito para heredar el reino es el padecimiento, el sufrimiento, y las pruebas constantes de la vida (1 Pedro 5:10; 2 Tes.1:5). Si uno no es probado, no puede ser merecedor del reino. Esta es una vida de pruebas Y de preparación CONSTANTE para la vida del reino. Si todo fuera color de rosas en la vida del Cristiano, ¿entonces cómo seríamos acrisolados para el reino? Por lo tanto, los que piensan que ser cristiano significa ser un hijo de Dios próspero y boyante en esta vida, sin pruebas ni padecimientos que afrontar, simplemente están engañados por el diablo. En Hebreos 14:22 el apóstol Pablo nos dice esto: “Es NECESARIO que a través de muchas tribulaciones entraremos al reino de Dios”…¡y los padecimientos por hambre o por desnudez deben estar incluidos en el “paquete de pruebas” que afrontará el verdadero creyente. Pablo estaba muy consciente de ello y por eso escribió a sus hermanos en la fe en Roma, lo siguiente: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada…antes en todas las cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:35,37). ¡Pero muchos cristianos aún tienden a quejarse de su Señor porque no entienden aún su situación de pobreza material siendo, según ellos, unos cristianos devotos!

15.- Dice la Escritura: “Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Aquí Pedro confiesa no tener dinero alguno que darle al cojo en la puerta del templo, pero aún así él le obró un milagro curativo, haciendo posible que el inválido caminase. ¡Toda una bendición para aquel pobre hombre que había sido cojo desde su nacimiento! Así que aquí vemos que Pedro, un siervo del Señor, hizo maravillas, a pesar de no tener riqueza alguna. ¡¡¡Y nadie se atrevería a decir que Pedro no era un bendito de Dios!!!..¿o sí?

16.- Presten atención a las palabras del apóstol Pablo dirigidas a los cristianos de Corinto: “Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la ESCORIA del mundo, el desecho de todos” (1 Corintios 4:13). Pues bien, Pablo dice que los cristianos somos la escoria de este mundo regido por los grandes, ricos, y poderosos hombres que viven como príncipes. Para ellos nosotros no significamos nada. Simplemente somos unos locos y fanáticos, una escoria resentida y marginada de la sociedad. Esto difícilmente diría Pablo de los creyentes si en verdad ellos fueron llamados a ser muy ricos y prósperos en medio de este mundo malo.

17.- Si el Señor nos ha llamado a ser prósperos y muy ricos en medio de este mundo malo, entonces no tendría sentido alguno lo que dice el Señor de su siervo/ángel en Laodicea: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y DESNUDO” (Apocalipsis 3:17).

18.- Uno puede ser pobre, materialmente hablando, pero muy rico en lo espiritual. Así lo expresa Pablo con estas solemnes palabras: “como entristecidos, mas siempre gozosos; como POBRES, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:10). Sí, mis amigos, uno puede no tener dinero o fortuna, pero puede tener mucho de las cosas que valen y trascienden, y que enriquecen a otros. Y hay quienes pueden tener muchas cosas materiales, pero carecen de valores espirituales que son importantes para el enriquecimiento de la vida de los demás.

19.- Lo importante es lo que el Señor piensa de un siervo suyo. Por ejemplo, a su siervo/ángel de la iglesia de Esmirna, le dice: “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu POBREZA (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás” (Apocalipsis 2:9). Es decir, el Señor conocía perfectamente las obras, tribulación y pobreza de su siervo/ángel de la iglesia esmirniana, pero hace la oportuna acotación, diciéndole: “pero tú eres rico”. Es decir, aunque un siervo de Dios pueda ser pobre por fuera, por dentro puede ser muy rico para Dios. A Dios le interesa sólo la riqueza interior de sus siervos…lo material será siempre un complemento o añadidura (Ver. Mateo 6:33).

20.- El Señor llama a los pobres de este mundo para hacerlos ricos, espiritualmente hablando. Dice Dios a través de Isaías, así: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura (Isaías 55:1,2).

Palabras finales:

En cierto sentido el Señor SÍ desea y espera que todos seamos ricos hoy, pero RICOS EN BUENAS OBRAS (1 Timoteo 6:18)

Y el sabio rey, dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas RIQUEZAS, y la buena fama más que la plata y el oro” (Proverbios 22:1).

domingo, 11 de julio de 2010

LAS FRASES IRREVERENTES “EL DE ARRIBA” y “AL DE ARRIBA”



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Hoy quiero reflexionar con ustedes sobre un par de frasecitas que no son poco comunes y pocos frecuentes oír entre personas cultas, y no muy cultas. Me refiero a: “el de arriba” o “al de arriba”.

Resulta que un conocido animador de televisión de mi país, enfermo de cirrosis por tanto beber alcohol, al ser entrevistado, dijo: “Seguramente “el de arriba” me quiere tener a su lado”, aludiendo a su inminente fallecimiento. Igualmente, en otra ocasión, cuando un músico famoso, también de mi país, falleció de problemas cardíacos, uno de sus fans, dijo: “Seguramente el difunto le estará cantando “al de arriba” con todos los ángeles”. Estás expresiones me resultaron, sinceramente, irónicas e irreverentes, porque se está aludiendo al Creador, a nuestro Dios y Padre celestial. Y es que esta gente cree que a Dios se le puede tratar como a un vecino de arriba, que parece solitario y excéntrico, de pocos amigos, y displicente.

Pero yo me pregunto, ¿por qué estas personas no son valientes, y dicen: “Dios” en lugar de “el de arriba” o “al de arriba”? ¿Es qué acaso creer y confesar a Dios les puede resultar embarazoso e impopular ante los demás? ¡Pues eso es exactamente lo que parece! Desgraciadamente, todavía a muchos les resulta incómodo confesar su creencia en Dios en este siglo XXI, donde la evolución y el ateísmo se han extendido entre las mentes más “lúcidas” e “iluminadas” de nuestra sociedad. Por eso, para no desentonar, prefieren mantener “en privado” su fe en Dios, y de paso, evitarse miradas suspicaces y muecas burlonas.

Si Dios, dice Pablo, no se avergüenza de llamarse “Dios de los fieles” (Heb. 11:16), ¿por qué tendríamos nosotros que avergonzarnos por tener que confesar a Yahweh como nuestro Dios ante la gente, salvo, claro, que seamos unos impíos irreverentes e impenitentes?

Si en verdad somos cristianos, entonces debemos enfrentar nuestros temores y confesar a Dios y a Su Hijo ante los demás. Si no lo hacemos, nosotros mismos seremos desconocidos por Dios, y terminaremos perdidos en una fatal condenación eterna (Apo. 3:5).

lunes, 28 de junio de 2010

¿CÓMO VE DIOS LA HOMOSEXUALIDAD?


Hermanos y amigos la inmoralidad y la perversión esta creciendo debido a que la gente esta perdiendo el temor de Dios. En estos esta la homosexualidad. Ahora veamos porque la homosexualidad es inmoral e inaceptable y vergonzosa ante Dios. Veamos lo que la palabra de Dios dice al respecto.

1. En Génesis 1:27-28 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. En Génesis 2:21-24 dice: “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del Varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Claramente se ve que Dios creo a Varón y Hembra no varón y varón o hembra y hembra. Eso claramente establece el orden natural creado por Dios.

2. Donde en la Biblia y en especifico habla en contra de esta conducta?

En Romanos 1:24-32 dice:”Por lo cuál también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando su uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.”

En Levítico, 18:22 dice:” No te acostarás con varón como con mujer; es abominación”. En Levítico, 20:13 dice:” Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos”. En 1 Corintios 6:9-10 dice: “¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No herréis; ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredaran el reino de Dios”. Aquí vemos claramente como Dios aborrece la conducta homosexual y la cataloga como no aceptable y que los tal conducta practica son dignos de muerte. ¿Conoce la historia de Sodoma y Gomorra? Dios destruyó estas 2 ciudades a causa de la perversión homosexual que había en esos lugares; lea Génesis 18:16 al 19:1-30

Amigo(a) si tienes esta practica quiero decirte que hay esperanza para ti. Pues Dios aborrece el pecado pero no al pecador, de otra forma no hubiera muerto en cruz por ti y por mi. Quizás has tratado de dejar la homosexualidad y no has podido pero yo te digo que si puedes aunque no por ti mismo pero si con la ayuda de Dios.

Dios es poderoso para liberarte de esta conducta si tienes fe en el. Algunos dicen que es enfermedad, Jesucristo tiene el poder de sanarte de toda enfermedad y de liberarte de todo mal de ser así. La realidad es que es una atadura espiritual que solo Dios puede romper si aceptas a Cristo y renuncias a estas cosas.

Para ser libre del homosexualismo has lo siguiente:

Acepte a Cristo como Salvador personal. Haga una decisión informada sobre como aceptar a Cristo según la Biblia . Haga la oración de salvación que esta es la voluntad de él. Hágalo de corazón y regrese debe hacer la siguiente oración de renuncia al homosexualismo. Debe realmente desear buscar de Dios y debe estar realmente dispuesto(a) a renunciar a esta practica si desea ser libre.

Haga la siguiente oración en voz audible. Porque con el el corazón se cree para justicia; mas con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:10 )

Señor, renuncio a la mentira que se ha dado en mí o a otras personas para ser homosexual, y concuerdo en que en tu palabra prohíbes la conducta homosexual. reconozco que tu moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día para darme nueva vida por lo que te reconozco como mi Señor y Salvador. Te doy gracias por crearme con un sexo definido. Renuncio a todo pensamiento, estímulo, impulsos y actos homosexuales, y te pido que canceles todos los medios que Satanás ha utilizado para pervertir mis caminos y pensamientos. Anuncio que soy libre en Cristo para relacionarme con el sexo opuesto y con mi propio sexo de la manera que tú estableciste. En el nombre de Jesús, Amen.

Sera libre por la fe en Cristo. Esto no significa que no serás tentado en el futuro,pero ahora vas a tener el poder para decirle que no al pecado por medio del Espíritu Santo que Dios te dio cuando hiciste esta oración.

Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Ahora tiene todo el poder y dominio propio que necesita y recuerde que: (todo lo puedes en Cristo que le fortalece Filipenses 4:13)

Para mantener su libertad en Cristo es importante que sigas eligiendo la verdad y que te mantengas firme en la comunión con el Señor. Asista y congréguese a una iglesia.

5 Cosas importantes que debes hacer para que puedas perseverar hasta el fin.

1.Lee y medita en la Biblia diariamente.

2.Dedícate diariamente a la oración

3.Asiste regularmente a una Iglesia donde se predica el evangelio completo y a Cristo como único salvador.

4.No regreses a los viejos patrones de pensamiento, sentimientos y acciones.

5.Pide consejería pastoral si piensas que no lograras estar firme en libertad y en Cristo.

Que el Señor guarde sus mentes y sus corazones. Amen

Fuente:

http://www.blogdecristo.com/2010/05/como-ve-dios-la-homosexualidad.html

martes, 8 de junio de 2010

¿PERO POR QUÉ LA TRINIDAD ES FALSA?



Vamos ahora a revisar las Sagradas Escrituras, porque allí está escrito: “Examinadlo todo, aferraos a lo bueno“ 1 Tesalonicenses 5:21
.
Marcos 13:32, dice: “Nadie sabe sobre el día ni la hora, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre”. Si el Mesías era Dios (y Él es Omnisciente), él debería saber el día del fin, que es el fin de este era. Pero Jesús no sabe todo, pues desconoce el día de su retorno.
.
Juan 7:16, dice: “Jesús le respondió: Mi doctrina no es mía. Viene de Aquel que me envió”. Jesús Aquí se está refiriendo a otra persona, lo cual demuestra que Su Padre y él son dos seres distintas. Además, el que hace el envío es muy superior en rango con respecto al que porta el envío.
.
1 Corintios 11:3, dice: “Ahora quiero que te des cuenta de que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es YHWH [Jehová] Señor” - ¿Es el hombre y la mujer, la misma persona, literalmente hablando? No! Así tampoco lo es Cristo y Dios, porque ¿cómo puede Dios ser cabeza sobre Su propio yo. Más bien Dios es cabeza sobre todos sus servidores, incluyendo el Cristo, Su Hijo.
.
1 Corintios 15:28, dice: “Cuando Jesús entregue el reino a su Dios y Padre, el Hijo mismo estará sujeto a quien todo lo sometió a él, para que Dios sea todo en todos”. Dios no está sujeto a nadie y sería una blasfemia entender tal cosa, pero Cristo estará eternamente sujeto al Hacedor de todas las cosas.
.
Efesios 1:3, dice: “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en los lugares celestiales con toda bendición espiritual en Cristo”. En consecuencia, nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Efesios 1:17, dice: “Sigo pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé Espíritu de sabiduría y de revelación, para que puedan conocerlo mejor”. Una vez más, nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
1 Pedro 1:3, dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos”. Nuevamente nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Apocalipsis 1:6, dice: “Y nos hizo un reino y sacerdotes para servir a su Dios y Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos! Amén”. Otra vez nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Miqueas 5:4, dice: “Jesús se levantará y apacentará a sus ovejas en el poder de YHWH, con la majestad del nombre de YHWH su Dios. Y van a vivir con seguridad, porque entonces su grandeza llegará hasta los confines de la tierra”. Nuevamente nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Juan 20:17, lee: Jesús dijo: “No me toques porque aún no he subido al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre ya vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” Otra vez nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Apocalipsis 3:12, lee: “Jesús dijo: ‘Aquel que salga vencedor lo haré columna en el templo de mi Dios. Nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén“. Nuevamente nuestro Señor Jesucristo tiene un Dios sobre él.
.
Marcos 12: 28, dice: ”Uno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al darse cuenta de que Jesús les había dado una buena respuesta, le preguntó: “De todos los mandamientos, cuál es el más importante?” 29 “El más importante”, respondió Jesús, “es: ‘Oye, oh Israel, YHWH nuestro Dios, YHWH es Uno.30 Amarás a YHWH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” Bien dicho, Maestro “, contestó el hombre. En verdad has dicho que Dios es Uno y no hay otro fuera de él. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
.
Dejemos que Dios explique la posición del Hijo y su rango.
.
- Salmos 89:26-29: Mesías me llaman, “Tú eres mi Padre, mi Dios, mi Salvador la Roca. ’27 También voy a nombrar al Mesías como mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra. 28 Voy a mantener mi amor a él para siempre, y mi pacto con él nunca se fallará.29 yo afirmaré para siempre la línea del Mesías y su trono, entre tanto los cielos perduren. Está claro que Dios está hablando del Mesías como otro ser distinto de él, quien fue exaltado por su obediencia y devoción a nuestro Padre Celestial.
.
¿Está ahora claro el asunto? Espero que sí!

sábado, 29 de mayo de 2010

¿ENTIENDE USTED LO QUE ES RESTAURAR EL REINO DE DIOS?


Hechos 1:6: "Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿RESTAURARÁS el reino a Israel en este tiempo?"
.
Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Quiero reflexionar con ustedes acerca de lo crucial y trascendental que es creer y buscar primeramente el reino de Cristo, y lo nefasto que puede resultar para aquellos que lo rechazan o trastocan por completo. Y es que el reino de Cristo redundará en nuestra salvación eterna, o lo que es lo mismo decir, en nuestra vida eterna. Aún hoy, los más de los cristianos siguen relegando el reino de Dios a un segundo plano, como si fuera una enseñanza de poca importancia, o como si fuese una doctrina suplementaria que no corresponde a la salvación, cuando en realidad es diametralmente lo contrario.

El Señor Jesucristo dejó entrever que el reino de Dios es su mensaje vital, la meta o el fin de su iglesia, y la única esperanza real de salvación que debe ser buscada, pedida, y esperada por todo auténtico seguidor suyo. Es, en esencia, la razón de ser de toda nuestra carrera cristiana. Jesús dijo: “Buscad PRIMERAMENTE el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura.” (Mateo 6:33).

En una ocasión un joven rico se le acercó a Jesús para preguntarle qué es lo que debía hacer para ganar la vida eterna—un anhelo que seguramente es el de millones de hombres— y Jesús no tardó en responderle, con estas palabras: “Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?J Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

Pues bien, nótese las frases subrayadas del los versos de arriba, e inmediatamente usted concluirá que la vida eterna está asociada con el reino de Dios (= reino de los cielos)…¡y significa nuestra salvación! Así que el reino de Dios no es otra cosa que la salvación o la vida eterna que Jesús nos ofrece. De aquí la importancia de insistir en el mensaje del reino y darlo a conocer al mayor número de personas posible.

Ahora bien, los predicadores contemporáneos enseñan que sólo basta con creer en Jesús para ser salvo, sin explicar puntualmente lo que significa “creer en Jesús”. Lastimosamente, la gran mayoría de potenciales conversos declaran haber aceptado a Cristo, pero siguen ignorando por completo que él vino a predicar el reino de Dios como el evangelio salvador. Estos supuestos conversos siguen perdidos porque no llegaron a aceptar el mensaje salvador que Cristo vino a anunciar y que él pidió que fuese creído y abrigado con mucha fe PARA LA SALVACIÓN (Lean Marcos 1:1,14,15; 16:15,16).

Cristo no es el evangelio

Ahora bien, muchos cristianos creen que Cristo es el evangelio (“el evangelio de Cristo” o “el evangelio sobre Cristo”), cuando en realidad Jesús vino, no a anunciarse a sí mismo, sino algo que él llamó “el reino de Dios”. Sin duda, ese reino involucra un rey, que es nuestro Señor Jesús. Pero Jesús, por sí sólo, NO ES EL EVANGELIO, Recordemos que él enseñó que SU MENSAJE era el evangelio del reino de Dios. San Pablo lo declaró muy bien cuando escribió lo siguiente: “Dios envió MENSAJE a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz (que trae el reino, Isa. 9:7) por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos” (Hechos 10:36).

Debemos entender que Jesús no nos mandó creer que él es el evangelio salvador, y menos aún, que él mismo es Dios encarnado. Sin embargo, lo que él sí buscó es que la gente creyera en SU PALABRA, enseñanza o evangelio. El sentido real de “creer EN Cristo” sería “creer A Cristo (Su Palabra)”, es decir, creer en Su Mensaje o evangelio, que es el reino de Dios. La prueba de lo que decimos está en Marcos 1:15, donde Jesús dijo: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y CREED en el evangelio”. A los judíos incrédulos, Jesús les dijo: “Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho”. Juan 10:26. Como vemos, Jesús estaba interesado en que la gente creyera en su mensaje del reino, porque este mensaje del cielo redundaría en la salvación de los potenciales conversos.

Creer en sus Palabras

He aquí una serie de pasajes en donde Jesús dice que debemos creer en su Palabra:
Marcos 4:20: Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la PALABRA y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Lucas 11:28: Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la PALABRA de Dios, y la guardan.
Juan 8:51: De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi PALABRA, nunca verá muerte.
Juan 14:23: Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi PALABRA guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Juan 15:7: Si permanecéis en mí, y mis PALABRAs permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 17:6: He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu PALABRA.
Juan 17:8: porque las PALABRAS que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

Sin duda alguna el Reino de Dios (el evangelio de Cristo) es la Palabra de Dios que debemos creer y guardar en nuestros corazones. Jesús llamó a “la palabra”, “la palabra DEL REINO”. Vean el siguiente texto:

Mateo 13:19: Cuando alguno oye la PALABRA del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Así que cuando le presentamos al potencial creyente “la palabra de Dios”, lo que estamos presentándole es precisamente el evangelio o palabra DEL REINO. Este evangelio del reino es poderoso, pues salva a todos aquellos que lo creen de todo corazón (Romanos 1:16). Pero muchos creen que predicar la Palabra es anunciar cualquier mensaje que nosotros creamos crucial de las Escrituras. Algunos podrán predicar el evangelio del perdón, el evangelio del amor de Dios, el “evangelio social”, el evangelio de la prosperidad”, el evangelio de la segunda venida, el evangelio de la justificación, etc, pero si ellos no se enfocan en el reino de Dios, de nada vale su predicación porque no están predicando el evangelio verdadero y único (Gál. 1:6-9). Estos predicadores simplemente han permutado el verdadero mensaje de Cristo, que es único e inamovible, por otros que parecen más “sonoros” y creíbles, justo al gusto del inquiridor. Aquí se trata de darle al potencial creyente lo que él quiere oír para atraerlo a la iglesia y hacerlo un miembro más del montón.

Lamentablemente, millones de “cristianos” han aceptado cualquier cosa como el evangelio salvador sin haberse tomado la molestia de averiguar si lo que han recibido como las Buenas Nuevas de salvación es la verdad o un craso error. Simplemente se confían del predicador y se dejan llevar por su carisma y locuacidad, o por su prestigio y reconocimiento “internacional”, y se olvidan de las Escrituras. Sin embargo, aunque sus “evangelios” se escuchen muy estimulantes y espirituales, éstos no tienen ninguna efectividad sanadora y salvadora a largo plazo.

El evangelio del Reino es un mensaje simple y claro

Cuando Jesús apareció en este mundo hace dos milenios, él NO vino a predicar un evangelio ininteligible u oculto a sus paisanos que los metería en un laberinto de ideas contradictorias. En realidad es todo lo contrario, pues él les habló clara y directamente sobre un tema que ellos ya conocían perfectamente. Por otro lado, no tendría sentido que Jesús pretendiese que sus paisanos creyeran en su mensaje del reino, si por otro lado él les estaba anunciando un mensaje arcano, enigmático o velado.

Como cristianos sabemos que Jesús comenzó su ministerio predicando lo siguiente: “El reino de Dios se ha acercado, arrepentíos y creed en el evangelio” (Mateo 4:17). Es decir, Jesús anunciaba algo que sus paisanos esperaban y entendían perfectamente, por lo que él no vio necesario tomarse la molestia ni el tiempo para explicarles eso que él llamaba ‘el reino de Dios’.

De modo que resulta extraño que algo que Jesús no complicó con elucubraciones complejas, sus supuestos seguidores de los últimos 17 siglos lo hayan enrevesado con especulaciones pueriles que no han hecho sino confundir más a los millones de potenciales conversos.

Desafortunadamente, hombres como Orígenes y Agustín de Hipona, por citar dos insignes teólogos, cambiaron radicalmente el sentido del reino, y trastocaron su noción primigenia con especulaciones alegóricas que no tienen un sustento bíblico sólido en absoluto.

¿Pero qué era el Reino de Dios para los paisanos de Jesús?

Esta es una pregunta necesaria e inevitable que todos los estudiantes de la Biblia deben formularse si quieren saber cuál era el concepto original del reino de Dios. Y es que el reino de Dios como mensaje del Señor no era algo nuevo para los judíos, por tanto son ellos los que deben decirnos qué era lo que ellos creían sobre el reino, y eso se consigue leyendo fundamentalmente los Escritos del Antiguo Testamento. Para cualquier Judío devoto, el reino de Dios era el reino que representó en primera instancia el rey David. En 1 Crónicas 28:5 se dice claramente que el reino de David era el reino de Dios. Dice así el verso en cuestión: “Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel”. Nótese que David dice que su trono es el trono del reino de Jehová. Por tanto, el evangelio del reino de Dios es el evangelio del reino de David que será restaurado en la parusía por un notable heredero del trono. Recordemos que el reino de David quedó suspendido desde el 587 AC, cuando el último rey davídico, Sedequías, fue depuesto de su trono por el rey Nabucodonosor. Desde esa fecha los Judíos no han tenido un rey judío que los gobierne, aunque ellos sabían que llegaría un día en que dicho reino davídico sería restaurado nuevamente por la fuerza de un descendiente real de David, llamado: “El Deseado de todas las Naciones”, “Aquel varón”, “El Príncipe”, “El hombre noble”, etc. Dice Ezequiel 21:25-27, así: “Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad, así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré”. Esta es una sentencia divina contra el rey impío Sedequías, pero es también una promesa de restauración futura por medio de un varón designado por Dios que ya tiene el derecho de tomar el trono y el reino por sus justos méritos (
Hechos 2:36: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho SEÑOR y Cristo”), es decir, le ha hecho ‘Señor Mesías’, el varón ideal para restaurar Su reino.

Los discípulos sabían perfectamente qué era el reino de Dios

Cuando Jesús estaba ya a punto de partir al cielo, después de haber estado privadamente con sus discípulos por 40 días hablándoles exclusivamente del reino de Dios (Hechos 1:3), éstos le preguntaron si dicho reino buscado y esperado por ellos sería restaurado a Israel en ese momento o tendrían que esperar aún más tiempo (ver Hechos 1:6), y Jesús, que los estaba escuchando atentamente, no se sorprende por lo que oye, ni les reprende por semejante interrogante, porque la pregunta, aunque a muchos no les guste, fue inteligente, oportuna y correcta. Y es que sus discípulos habían entendido perfectamente que el reino davídico tendría que ser restaurado a Israel de todos modos, ¡y cuanto más antes, mejor!

Así que el Reino de Dios es algo que deberá ser restaurado a Israel en algún momento en el futuro. Y cuando se habla de un reino restaurado, lo que se quiere decir es que ese reino existió en un lugar y pueblo definidos, que desapareció por la impiedad del último rey y su pueblo, y que debe volver a aparecer en el futuro exactamente en el mismo lugar y pueblo con un rey legítimo. Así pues, si el reino fue terrenal y político, entonces deberá ser restaurado como un reino terrenal y político, porque cualquier otra forma de presentación no sería igual al original, y por tanto, no podría hablarse de una verdadera restauración del reino original. Si restauro un jarrón resquebrajado de barro y de color negro, y termino presentando un jarrón de cristal amarillo trasparente, ¿podríamos decir que dicho jarrón ha sido restaurado fielmente? Si cualquier cosa restaurada no se parece al original, entonces no se ha hecho una verdadera restauración de esa cosa. Eso es obvio para cualquiera con dos dedos de frente. Pero esto es precisamente lo que muchos teólogos cristianos han hecho con el reino original. Sencillamente lo han cambiado por otro que no tiene las mismas características que el original. Ahora el reino es presentado en las iglesias como uno que es por naturaleza espiritual y celestial, y no teocrático y terreno como lo fue originalmente. Ahora los más de los cristianos creen que Cristo reina y reinará desde los cielos, o que Jesús gobierna en el corazón de los creyentes. Otros creen que el reino es la iglesia misma que reina en el mundo y ejerce su poder y autoridad sobre los pueblos a través de sus “ungidos”. Pero toda esta gama de creencias no se parecen en nada al reino original.

Un llamado urgente

Es hora de que todos los cristianos tomen conciencia del evangelio salvador que es el reino de Dios y lo acepten de todo corazón como el mensaje salvador que Cristo trajo por orden del Padre. Recuerden lo que Jesús dijo: “Es necesario que también a otras ciudades ANUNCIE EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS, porque PARA ESTO HE SIDO ENVIADO” (Lc. 4:43). Y también debemos predicar y bautizar a las personas sobre la base del reino de Dios ( ver Mateo 24:14; Hechos 8:12).

Es necesario conservar el significado original del reino de Dios tal como los Judíos lo creen aún hoy día. Para ellos, cualquier cosa que se predique como el reino que no se ajusta a sus expectativas mesiánicas, no es el auténtico evangelio. Recordemos que Jesús no vino a cambiar o a trastocar las prístinas promesas hechas a los padres Hebreos por Dios mismo, sino a CONFIRMARLAS (Ver Romanos 15:8). Y confirmar no es cambiar o mutar la promesa original.

En este blog encontrará todos mis escritos sobre el Reino que le podrán ayudar entender mejor el evangelio original no trastocado. Simplemente busque la palabra REINO en la columna de la izquierda…¡y listo!

Gracias por leer…. ¡y estaré a la espera de sus comentarios!

www.apologista.wordpress.com

viernes, 21 de mayo de 2010

LOS DISTINTOS PUNTOS DE VISTA DEL REINO DE DIOS



Los eruditos de la Biblia están de acuerdo en que “el Reino de Dios fue el mensaje central de Jesús.” La evidencia bíblica para esto es bastante claro. Por ejemplo, el evangelio de Marcos presenta a Jesús y su misión con estas palabras: “Y después de que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio de Dios, y diciendo:« El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio “(Marcos 1:13-14).
.
El Resumen de Mateo del “ministerio de Jesús es similar:” Y Jesús andaba en toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo “(Mateo 4:23). (Lucas 4:43).
.
Lucas sigue en la misma nota con este comentario: “Pero Él [Jesús] les dijo:” Es preciso que anuncie el reino de Dios a las otras ciudades también, porque fue enviado para este fin “(Lucas 4:43). Estos tres versículos son unánimes: el Reino está en el centro del propósito de Jesús en la tierra.
.
Lamentablemente, sin embargo, el acuerdo académico termina aquí. Hay poco o ningún acuerdo acerca de lo que el Reino es o cómo debe ser definido. No hay mucha comprensión acerca de su identidad entre las bases en nuestras iglesias. Algunos creen que el Reino de Dios es lo mismo que el cielo. Los católicos (y algunos protestantes) tienden a igualarlo con la iglesia institucional (por lo que la frase ” la obra del Reino” significa ” la obra de la iglesia”). Los Pietistas localizan el Reino de Dios en el corazón y lo conectan con la vida espiritual. Los cristianos liberales asocian el Reino de Dios con la reforma social (como en el evangelio social). Otros todavía creen que el Reino está aún en el futuro y se establecerá por los Judios durante el reinado de 1000 años de Jesús en la tierra.
.
Obviamente no hay mucho acuerdo o claridad en estos días sobre el concepto bíblico del Reino. Con el fin de arrojar algo de luz sobre este tema, vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo para ver cómo la Biblia responde a varias preguntas importantes acerca de la definición, el momento y la naturaleza de este tema crucial.
.
¿Qué es el Reino de Dios?
.
La palabra hebrea para el reino es malkut y su homólogo griego basileia. Ambos términos significan fundamentalmente “gobierno” o “reino”. Sólo secundariamente es lo que denotan un reino, esfera, o territorio sobre el cual se ejerce el reinado o un gobierno. Ambos términos tienen un significado dinámico o activo, y se refieren al ejercicio del poder de Dios, el dominio o soberanía.
.
Esto es claro en el Antiguo Testamento, sobre todo en la poesía de los Salmos, donde las líneas paralelas aclaran lo que el término “reino” significa. Por ejemplo, el Salmo 22:28 dice: “Porque el reino del Señor, y Él gobierna sobre todo.” Del mismo modo, Salmo 103:19 dice: “El Señor ha establecido su trono (reino) en los cielos, y Su soberanía gobierna sobre todos. “Salmo 145:11 declara:” Ellos hablarán de la gloria de tu reino, y hablarán de tu poder. “Aquí reino está asociado con las ideas del gobierno de Dios, la soberanía y el poder.
.
El término del Nuevo Testamento significa lo mismo.
.
Cuando oramos, “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra, como se hace en los cielos (Mateo 6:10),” estamos pidiendo a Dios para que ejerza su autoridad en el mundo para que sus propósitos se logren. En la parábola de Jesús sobre “Un hombre noble que fue a un país lejano para recibir un reino”, aquellos sobre los cuales él gobernaría, dijeron: “No queremos que éste reine sobre nosotros” (Lucas 19:12, 14). En Colosenses 1:13, Pablo enseña que la redención es un intercambio de gobernantes sobre nuestras vidas. Ahora Dios nos ha liberado a nosotros, los creyentes, “de la autoridad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo.”
.
Así, pues, de este breve estudio vemos que la expresión “Reino de Dios” no hace referencia al cielo, o a la iglesia, o al corazón del converso, o a la reforma moral. Más bien se refiere al ejercicio activo y dinámico del gobierno de Dios, autoridad, dominio y poder en el mundo!
.
Así que cuando Juan el Bautista anunció que el Reino de Dios estaba a la mano, quería decir que el gobierno de Dios estaba a punto de entrar en el mundo a través del Mesías. Cuando Jesús el Cristo predicó y proclamó el Evangelio del Reino de Dios, Él quiso decir que en y por sí mismo, Dios estaba manifestando su poder y autoridad de una manera redentora contra todo el mal en el mundo!
.
En resumen, el Reino de Dios es el gobierno de Dios manifestado en Cristo para traer la redención a la tierra. No es de extrañar que el Reino sea el tema central del Nuevo Testamento!
.
La gran visión del “reino”
.
Esto tiene sentido cuando damos un paso atrás y echamos un vistazo al panorama general. Como hemos visto, Dios estableció su reino en la creación. Él era el rey sobre su mundo y la gente que había hecho. Pero su reino fue atacado y tomado por la autoridad de Satanás y así la humanidad cayó en pecado. Desde entonces, Dios ha estado trabajando para reafirmar su reinado sobre la tierra que le corresponde y llevar de vuelta a su pueblo de los poderes del pecado, de la muerte y de Satanás. En cumplimiento de los pactos de la redención establecidos por Dios en el Antiguo Testamento, el momento decisivo en esta guerra de todas las guerras tuvo lugar cuando el Reino de Dios se acercó a través de la persona y obra de Jesucristo, delatando a los enemigos de Dios. Los que ahora se someten a la autoridad redentora de Cristo por la fe son restaurados y son nuevas criaturas en él. Prevén la realización completa de su obra redentora en Su segunda venida, cuando toda la creación se restablezca en el Reino de Dios y sea hecho nueva.
.
¿Cuándo es el Reino de Dios?
.
¿Ha estado real de Dios y la autoridad ya ha entrado en el mundo? ¿O hay algún sentido en el que es a la vez presente y futuro? La enseñanza del Nuevo Testamento es clara: El Reino es a la vez “ya”, pero “todavía no”. Ha llegado, y sin embargo está por venir. Es a la vez presente y futuro. Vamos a examinar la evidencia bíblica para este punto de vista.
.
La presencia del Reino de Dios
.
Varios versículos en el Nuevo Testamento enseñan que el Nueva gobierno de Dios ha irrumpido en la historia humana para librar a los hombres y mujeres del poder del pecado, de la muerte y de Satanás. Mateo 12:28-29 es un ejemplo de ello:
”Pero si yo echo fuera los demonios por el Espíritu de Dios, lea a continuación el reino [:] o gobierno de Dios ha llegado a ustedes. ¿O cómo puede alguien entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si no ata primero al hombre fuerte? Y entonces podrá saquear su casa. “
.
En el contexto de estos versículos, Jesús había sido acusado por los fariseos de echar fuera los demonios por Belcebú, el príncipe de los demonios. Tonterías, dijo Jesús.Todo reino dividido contra sí mismo no puede sostenerse.
.
Por el contrario, el hecho de que Él exorciza los demonios por el poder del Espíritu de Dios era prueba positiva de que el poder y dominio de Dios había venido sobre ellos! En Cristo, Dios estaba actuando con poder real para liberar a los poseídos por los demonios. Esta era una clara señal de la victoria del gobierno de Dios en el mundo sobre Satanás y sus secuaces. De hecho, como el versículo 29 de Mateo 12 señala, esto es lo que se trata el ministerio de Jesús: “atar al hombre fuerte” Satanás a través del ejercicio de su poder soberano (ver también 1 Juan 3:8). Una vez que Satanás es atado, Jesús “se lleva su propiedad” y “saquea su casa”, es decir, hacerse cargo de la gente que legítimamente le pertenece. En resumen, los exorcismos de Jesús demuestran la poderosa presencia del Reino de Dios salvando a la gente desde el poder del mal! Sin embargo, la atadura permanente del diablo y sus demonios se dará cuando Jesús vuelva por segunda vez en gloria para establecer su reino y reinado en la tierra. Los exorcismos de Jesús fueron como anticipos o simples bocados de algo mayor que acontecería cuando llegara el tiempo para la restauración de todas las cosas.
.
Por lo tanto, en el libro de los Hechos, cuando los apóstoles predican a Jesús, predican su reino, y cuando se anuncia su reino, se predica a Jesús (el rey del reino)! Compruébelo usted mismo:
.
Pero cuando ellos [la gente de Samaria] creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres por igual.
.
Y se quedó dos años enteros en su propia residencia alquilada, y recibía a todos los que acudían a él, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo con toda franqueza, sin obstáculos. , Hechos 28: 23, 30, 31
.
Así llegamos a la conclusión de que el Nuevo Testamento enseña que el Reino de .
Dios ya ha venido en cierto modo, también afirma que no ha llegado todavía. El Reino de Dios ha venido y vendrá! ¿Cómo puede ser esto? En realidad esto es bastante fácil de corroborar.
.
El futuro del Reino de Dios.
.
Pruebas en el Nuevo Testamento para una futura manifestación del Reino son abrumadoras. Los discursos apocalípticos en los evangelios sinópticos no dejan ninguna duda acerca de una segunda venida de Cristo corporal, y el establecimiento final del reino de Dios en el mundo (ver Mateo. 24-25, Marcos 13, Lucas 21). Considere este pasaje como un ejemplo (Mateo 25:31-34):
.
“Pero cuando venga el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en su trono glorioso. Y todas las naciones serán reunidas delante de Él, y Él los separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras, y él pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. ‘”
.
El evangelio de Juan también contiene referencias a la venida de Cristo (Juan 14:3; 21:22; 1 Juan 2:28;) 3:2, al igual que su libro de Revelación (2:26-28; 3:12; 11: 15; 19:11-16; 21:1-5; 22 7). Apocalipsis 19:11-16 muestra el Rey de Reyes y Señor de Señores que vuelve para traer juicio sobre las naciones, y Apocalipsis 21:1-5 transmite la gloria de nuestra vida futura de forma muy esperanzadora.
.
Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y ya no hay ningún mar. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del trono, diciendo: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos, y Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá más que cualquier muerte, no dejará de ser llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas nuevas. ” Y Él dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.”
.
Por supuesto, las epístolas de Pablo y Pedro están llenas de referencias a la venida de Cristo y futura manifestación del Reino de Dios (Rom. 8:18-25; 13:11-12; 1 Cor. 15, 16:22, 2 Cor . 5:1-10; Ef. 1:9-10; Fil. 3:20-21; 1 Tes. 4:13-18; 5:1-11; 2 Tes. 2:1-12; Tito 2: 13-14; Heb. 11:13-16; 12: 13:14; 05:08 James; 1 Ped. 2 Ped. 3:8-13). El último texto citado, resume la esperanza cristiana sobre el regreso de Cristo y el futuro de la tierra.
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón, en la cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y sus obras serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¿qué clase de persona que debería ser en santa y piadosa, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, por lo cual los cielos serán destruidos por incineración, y los elementos se fundirán! Sin embargo, según sus promesas, buscamos nuevos cielos y una tierra nueva, en la que mora la justicia.

LA VERDAD DE LA PANDEMIA