sábado, 16 de mayo de 2009

UNA PREGUNTA INOCENTE DE UN HIJO A SU PADRE


Oye, papito, me han dicho por allí que tú y yo tenemos la misma edad, y que ambos nacimos el 3 de Enero de 1965, ¿es posible eso? Mi cabecita no lo entiende! …Bueno, hijo, quien te haya dicho eso es un retrasado mental, porque siempre un padre es mayor o antes que su hijo. Pero entonces papi, ¿por qué crees tú en la Trinidad?¿Acaso no enseña esa doctrina que el Padre Celestial y Su Hijo son eternos, es decir, de la misma edad?…Uyuyuy, hijo, me atrapaste…esteeeeee…bueno…los polllitos dicen, pío, pío, pío… ¡Me volveré unitario hoy mismo, hijo mío!…Bien hecho, papá, tú sí eres un nerd!

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Moraleja: No creáis a los “TRINITERCOS”

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apologista

PAPA DEJA TIERRA SANTA PIDIENDO QUE ESTADO PALESTINO SE HAGA UNA REALIDAD



Benedicto XVI concluyó hoy su peregrinaje a Tierra Santa con un llamamiento a que la creación de un Estado palestino deje de ser un "sueño" y se convierta en una "realidad".

"Permitidme hacer este llamamiento a toda la gente de estas tierras: ¡No más sangre derramada!. ¡No más luchas!. ¡No más terrorismo!. ¡No más guerra!. Dejadnos romper el círculo vicioso de la violencia. Dejad que haya paz duradera basada en la justicia y una genuina reconciliación", exclamó el Papa en el aeropuerto de Tel Aviv, justo antes de volar de regreso a Roma.

El Pontífice pidió tanto el "reconocimiento universal de que el Estado de Israel tiene derecho a existir, y a gozar de paz y seguridad en fronteras internacionalmente reconocidas" como el "derecho del pueblo palestino a un hogar nacional soberano e independiente, a vivir con dignidad y a viajar libremente".

"Dejad que la solución de dos Estados (israelí y palestino) se convierta en una realidad y no siga siendo un sueño", dijo frente al presidente de Israel, Shimon Peres, y al primer ministro, Benjamín Netanyahu. En su discurso en el aeropuerto, el Papa repasó la visita a Tierra Santa "fértil para el ecumenismo y el diálogo inter-religioso" que comenzó el pasado día 8 en Jordania.

"Una de las visiones más tristes para mí fue el muro (israelí en Cisjordania). Cuando pasé a su lado, recé por un futuro en el que los pueblos de Tierra Santa puedan vivir juntos en paz y armonía sin la necesidad de tales instrumentos de seguridad y separación, sino respetando y confiando uno en el otro y renunciando a toda forma de violencia y agresión", resaltó.

El Obispo de Roma también tuvo palabras para su visita al Yad Vashem de Jerusalén, "uno de los momentos más solemnes" de su estancia en Israel, en el que tuvo "conmovedores encuentros" con supervivientes del Holocausto.

Breve Comentario:

Es evidente que el “Santo Padre” no cree en las promesas de Dios para Su pueblo elegido de una Jerusalén indivisible y en poder de los Judíos. Se hace evidente que el Papado será un gran impulsador de la tan ansiada división de Jerusalén exigida por los árabes y la ONU, y apoyará al futuro dictador árabe (¿Abdullah II?) para que se haga realidad este sueño.

ALGUNAS BREVES REFLEXIONES PARA NUESTROS DETRACTORES CATÓLICOS


Estimado Católico:


La idea que tiene y difunde la iglesia Católica Romana de lo que significa la expresión ‘la Iglesia’ es totalmente desconocida y contraria a la Biblia.

Usted dirá, estimado amigo, que la Iglesia Católica es “la iglesia verdadera”. Pero usted no encontrará semejante término en la Biblia. La Biblia no dice nada acerca de alguna organización eclesiástica a escala nacional o mundial. La idea de una iglesia como una denominación es completamente extraña para la Biblia. Ninguna tal organización puede ser “la iglesia verdadera” porque nada de eso es descrito o prometido en la Biblia. No tuvieron nada como eso en los tiempos de la Biblia.

1. Las iglesias en el Nuevo Testamento fueron congregaciones locales de creyentes.
En la Biblia a menudo aparecen las expresiones “la iglesia de Dios que está en Corinto” (1 Cor. 1:2). “La iglesia que está en Jerusalén” (Hechos 8:1). Pero no piense que éstas fueron simplemente un segmento de la iglesia general. No, porque la Escritura mucho más a menudo usa la forma plural para las iglesias, como por ejemplo: ”Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria…” (Hechos 9:31). Cada congregación fue una iglesia separada, no parte de una iglesia general. “Las iglesias de Galacia” (1 Cor 16:1). “Las iglesias de Asia” (1 Cor. 16:19). “Las iglesias de Macedonia” (2 Cor. 8: 1). “Las iglesias de Galacia” (Gál 1:2). “Las siete iglesias que están en Asia” (Apo. 1:4).

Vemos entonces que en la práctica y en la terminología de la Biblia cada congregación local era una iglesia separada. Si hubiera más de una, ellas serían todavía “iglesias”, plural; No “una iglesia” o “la iglesia”.

Y así todos los oficiales de los tiempos del Nuevo Testamento, los ancianos, los pastores, o los obispos y los diáconos, fueron oficiales de congregaciones locales. No hubo obispos sobre un cierto territorio o cierta provincia, ni sobre un número de iglesias. Esa idea entera inventada por el catolicismo romano es modelada ante este mundo y no es sólo no encontrada en la Biblia sino que es contraria a las enseñanzas explícitas de la Biblia. Y muchas denominaciones han seguido a Roma en esta práctica falsa de las denominaciones anchas en área o “las iglesias” que no son iglesias en el sentido de la Biblia.

2. El término general “iglesia” es usado en lo referente al cuerpo entero de Cristo, todos los salvos, sin ninguna referencia a ninguna organización.

La palabra iglesia en el Nuevo Testamento es traducida de la palabra Griega ecclesia y ella siempre quiere decir una asamblea. Esa palabra Griega es traducida en todas partes del Nuevo Testamento como “iglesia,” excepto en tres casos en Hechos 19 donde en los versos 32, 39, y 41 es traducida “la asamblea,” en lo referente a la multitud en Efeso. Más de noventa veces la palabra iglesia o iglesias es usada acerca de congregaciones locales. Pocas veces, ocho o diez veces, son usadas en el mayor sentido del cuerpo entero de Cristo. En cada semejante caso se refiere a esa “iglesia y asamblea general de los primogénitos, que están inscritos en el cielo” (Heb. 12:22,23), aquellos que serán llamados en el arrebatamiento cuando Jesús venga, y entonces serán literalmente una asamblea. Es en ese sentido que “Cristo también amó a la iglesia, y se dio por ella” en Efe. 5:25. Se refiere a toda persona renacida y salvada por la sangre de Cristo. El Señor Jesús nunca dio a entender que él se daba para cualquier organización, cualquiera así llamada denominación o “iglesia verdadera”. La afirmación de la Iglesia de Roma de que es este único cuerpo para quien Cristo murió es blasfema, una perversión de la Sagrada Escritura con una idea totalmente desconocida en la Biblia.

3. La idea tonta de que la iglesia gira alrededor de Pedro es contraria a la Sagrada Escritura e históricamente falsa.

La Sagrada Escritura dice tan explícitamente como puede decirse que Jesucristo es el fundamento sobre el cual los cristianos son edificados, y que no hay ningún otro fundamento. En 1 Corintios 3:10, 11, Pablo estaba inspirado para escribir:

“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”.

Pablo como un maestro constructor sabio colocó el fundamento. Es decir, él salvó a las personas. Él los obligó a confiar en Cristo. Ellos están edificados en Cristo. Y luego él explícitamente dijo, “pues ningún otro fundamento puede el hombre colocar que aquel que está colocado, el cual es Jesucristo”. Y es sabio regresar y ver el contexto en el mismo capítulo. Hubo una división en Corinto sobre esta misma materia. Él dice en el verso 4, “Pues mientras uno dice, soy de Pablo; Y otro, yo soy de Apolos; ¿No son ustedes carnales”? Y luego él cierra el capítulo diciendo: “Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. (vss. 21-23).

“Cefas” aquí es Pedro. Así es que aquí la divina inspiración en la Biblia explícitamente dice que la iglesia y la salvación no se edifican en Pablo o Apolos o en Cefas, y que el hombre no debe gloriarse en hombres, es decir, ninguno de estos tres hombres ni cualquier otro.

Así es que Pedro no es el fundamento sobre el cual los cristianos son edificados. Él no es el fundamento de la iglesia. Cristo es el fundamento de la iglesia.

Pero usted repite un dogma católico supuestamente fundamental y no una verdad que es fruto de un estudio independiente y serio de las Escrituras que usted haya realizado, y que dice que Cristo afirmó que él construiría una iglesia en Pedro. Usted se basa en Mateo 16:18, un texto que el dogma católico actualmente señala (pero que no siempre hizo así), para demostrar que Cristo fundó la iglesia sobre Pedro. Pero léalo: “Y les digo también a ustedes, que tú eres Pedro, y sobre esta roca construiré mi iglesia; Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Ahora le pregunto, ¿contradice Jesús aquí las otras Escrituras y dice ahora que la iglesia se funda en Pedro Mismo? De ninguna manera. Aquí hay una obra teatral griega en las palabras, “tú eres Pedro [La palabra Griega Petros, Literalmente una "roca pequeña"], y en esta roca [Petra, una roca fundamental, Cristo la Roca, no Pedro] construiré mi iglesia”. Literalmente lo que Jesús le dijo a Pedro es esto: “Tú eres una roca pequeña, pero en Mí Mismo, la gran Roca de la fundación, construiré Mi iglesia”.

Usted debería leer a los Padres Católicos y vería que ésta es la enseñanza que fue una vez corriente entre los mejores teólogos católicos. Pero cuando la iglesia se decidió a declarar al Papa infalible, entonces la iglesia decidió insistir en este dogma, que la iglesia se funda en Pedro, que esa autoridad está ahora en el Papa. Pero en ese Concilio en 1870, usted debe saber, si usted es un católico informado, que el entonces Obispo Strossmeyer públicamente dijo en un discurso brillante ante los Cardenales lo que le estoy diciendo a usted ahora, que la Biblia claramente enseña que Cristo Mismo es el fundamento de la iglesia, no Pedro. Usted no está permitido por supuesto a leer la Biblia y estudiar para encontrar lo que quiere decir, si eso difiere del dogma católico. Ahora la jerarquía católica ha determinado que Mateo 16:16-18 quiere decir alguna otra cosa y así, si usted es un buen católico, andará por la tradición y el dogma en lugar que por la Biblia.

Pedro mismo estaba inspirado para enseñar que Cristo era la Roca sobre la cual la iglesia y los cristianos son edificados. En 1 Pedro 2:3-5, leemos:

“Si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual…. “

Los conversos vienen a Cristo y así como las piedras vivas son edificados en la Piedra Viva en una casa espiritual. La misma Escritura procede a decir que Jesús no es sólo la primera piedra, sino la Cabeza de la Esquina, la Roca de Ofensa, la Piedra de Tropiezo. A todo lo largo de la Biblia, una y otra vez, Cristo es llamado la Piedra, la Roca. Él es ilustrado por la roca en el desierto que Moisés golpeó y de la cual vino agua para la multitud sedienta. En Daniel, capítulos 2, él es descrito como la piedra que llegará en Su Segunda venida y golpeará duramente a los reyes de la tierra y les destruirá.

No, la iglesia no se funda en Pedro. Incidentalmente, no hay prueba que Pedro estuvo alguna vez en Roma. Pablo escribió el libro de romanos por la inspiración divina y dio saludos a muchos, y Pedro no es incluso mencionado. Veintinueve personas son nombradas por nombre para quienes Pablo envía saludos, una iglesia completa y un número de grupos familiares. Y Pedro no es incluso mencionado. ¿Por qué? Él no estuvo en Roma, por supuesto.

En el libro de Hechos se nos dice cómo Pablo vino a Roma; Nos enteramos de aquellos que vinieron a saludarle. Nos enteramos que él moró dos años enteros en su casa alquilada y que líderes judíos vinieron a conocerle allí. Pedro no vino. Pedro no es mencionado. ¿Por qué? Pedro no estuvo en Roma. No hay una sola historia reputada en el mundo que aun mencione a Pedro en Roma. La Biblia no lo menciona. De hecho, cuando sus epístolas fueron escritas, Pedro estaba en la otra dirección, en Babilonia, y envía saludos de Babilonia (1 Pedro 5:13). La idea de que Pedro estaba en Roma es una de las ficciones como todos los “clavos de la cruz verdadera,” como literalmente miles de “reliquias” falsas honradas por las ficciones, la tradición, las supersticiones de la iglesia en Roma.

viernes, 15 de mayo de 2009

¡ES VERAZ LA DOCTRINA DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA?




Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

«Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente» (Gn. 2:7).
En otras traducciones de este verso, «un ser viviente» es sustituido por un «alma viviente» (nefesh hayyah, heb.). El término «alma» en la Biblia carece de toda relación o afinidad con el concepto griego filosófico-religioso y ancestral del «alma inmortal», y de su “meta psique” o trasmigración, doctrina pagana introducida en Grecia por los orfistas y los pitagóricos, la que concientizó además Platón, extendiéndola.


El hombre vino a transformarse en «un ser viviente», o «alma viviente», por medio del «aliento» de Dios soplado en el barro, en la arcilla orgánica. La palabra «aliento de vida» o «nefesh», tiene un significado variado: Significa «alma» en el sentido de la «psique» (gr.) o de la «mente» humana, también llamado «corazón»: la naturaleza emocional del hombre (Mt. 15:19). Significa «vida» y «persona». Se traduce además como «deseo», «apetito», «emoción» o «pasión». El barro recibió «vida» mediante un acto de Dios que lo convirtió en «un ser o alma viviente», «un ser pensante que no se puede dividir». Cristo dijo en el huerto del Gesemaní que su «alma estaba muy triste, hasta la muerte» (Mt. 26: 38). Sugiere aquí con exactitud que su carga emocional era terrible y muy pesada, trayéndole como consecuencia un fortísimo estado de ansiedad, al tener en cuenta en su mente el sacrifico vicario y salvífico que tenía pendiente en la imperturbable cruz de madera; a causa de tal motivo, pudo exclamar: «Padre mío, si es posible, pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú» (Mt. 26:39).

«Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1 Ts. 5:23).

Pablo no hace aquí ninguna distinción entre una cosa y otra (espíritu, alma y cuerpo), como si el hombre fuese una entidad que pudiera separarse por “esencias”: «Os santifique (hagiasai humäs, gr.) por completo» (holoteleis, gr. holos: entero; telos: fin, gr.). Esta referencia apunta más a cualidades que a cantidades, porque el hombre es una «inseparable totalidad»; ciertamente el hombre es un «agente indivisible». «Vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo» (humön to pneuma kai hë psuchë kai to söma, gr.), no es mencionado como aludiendo una trico o dicotomía objetiva y literal. Todos los seres humanos, conversos y no, buenos y malvados, poseen un «hombre interior»: «Alma» (psuchë; mente, nous, gr.), «corazón» (kardias); el «hombre interior» (ho esö anthröpos, gr.), y el «hombre exterior» (soma, ho exö antrhöpos), pero nosotros como creyentes, tenemos el «espíritu santo», y el «espíritu renovado» por el «paráclito» (véase 1 Co. 2:11; Ro. 8:9:11). El hombre, por lo visto, no es una «integridad compuesta» como se ha creído por muchos siglos. En la primera carta a los corintios, en el segundo capítulo, el apóstol Pablo hace una analogía entre el «espíritu de Dios» y el «espíritu del hombre». El «espíritu de Dios» (to pneuma tou tehou, gr.), no solamente escudriña nuestros «corazones», sino también «aun lo más profundo de Dios» (kai ta bathë tou tehou, gr.). «El espíritu de Dios», es por decir así, la conciencia de él mismo, su mente omnisciente. Dios conoce sus propósitos a través de su «santo espíritu». De forma semejante, el «espíritu del hombre que está en él» (to neuma tou anthröpou to en autöi, gr.), es su propia mente o conciencia auto analizadora:

«Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?» (1 Co. 2:11).

El «espíritu del hombre», es una condición inherente en cada individuo humano. “No es un agregado que se pueda desechar”. Cuando el cuerpo del hombre perece, su «espíritu» o «conciencia» también perece.

Tendrá que comprenderse, por los fundamentos ofrecidos, que el ser humano es «indiviso en su integridad»; es de ese modo como Pablo lo entendió siempre (Sea guardado entero, holoklëron terëthëië, gr.) El adjetivo «holoklëron» posee un significado «completo en todas sus partes» (holos, todo, klëros, parte, gr.). Es imposible, con esto, aún seguir admitiendo la doctrina del «alma inmortal» que elaboró el paganismo griego.

«Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (Mt. 10:28).

El «alma» y el «cuerpo» son tomados aquí como un todo: el hombre. El «alma» es la «mente» de donde nacen las emociones y los sentimientos; es donde reside la razón, la inteligencia y la locura; es de donde surgen el trémulo cavilar y las firmes decisiones. El «alma», es la vida del «cuerpo», la chispa o el «hálito de vida» que de Dios proviene, que insufló; él lo ha dado (Ec. 12:7). «Cuerpo, alma y espíritu»: Unidad indisoluble conocida como «ser humano», cuya propiedad no puede separarse sin que su esencia se destruya o altere. En este texto, el «cuerpo» y el «alma» son expresados como si constituyesen todo el hombre. «Destruir el alma y el cuerpo en el infierno» (kai psuchën kai söma apolesai en geennëi, gr.), no incita a pensar que la unidad posea la capacidad de disgregarse en «dos partes», sino que es, exclusivamente, «una sola cosa»: el hombre, de nuevo. La destrucción del «alma» y el «cuerpo» acontecerá cuando «los muertos grandes y pequeños» (tous nekrous tous megalous kai tous mikrous, gr.) sean despertados de su muerte prolongada en la segunda resurrección (La primera resurrección es la de los justos, véase Ap. 20:4-6, y deduzca), para ser juzgados en el Juicio del Gran Trono Blanco (Ap. 20: 11-13), y después lanzados, en «cuerpo entero», es decir, en «cuerpo y alma», en el Lago de Fuego que arde con azufre (Ap. 20:15). En 1R.17:21, la mujer suplica a Elías por el hijo que ha muerto prematuramente: «…te ruego que hagas volver el alma (la vida: nefesh, heb.) de este niño a él». Es decir, «…te ruego que hagas volverle la vida de este niño a él». No hay relación aquí con un cuerpo místico-espiritual, tal como lo concibió la religión pagana antiquísima. El «alma», definitivamente, es la «chispa vital» que hace del hombre un agente dinámico, animado, que lo trasforma en un «alma viviente».

Por ningún lado la Biblia explica que inmediatamente después de la muerte una supuesta «alma inmortal etérea» emprenda rápido “vuelo” al tercer cielo de Dios, por obras buenas, o que vaya al infierno, por obras malas. Mucho tienen que ver en esta falsa creencia, el no considerarse la parábola del «rico y Lázaro» como tal. En nuestros blogs existen estudios muy claros al respecto. Búsquelos amable lector. Estos sensatos y racionales estudios eliminan “limpiamente” la literalidad de dicha parábola. Su interpretación es alegórica, en forma figurada, sin la menor duda. No es hasta después de la resurrección de los muertos cuando se logrará definir qué persona irá en «cuerpo completo» a su lugar merecido, no antes: «Para vida eterna, o para condenación eterna». Veamos esta sólida realidad:

«No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación» (Jn. 5:28-29).

Prosigamos:

«Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos» (Ap. 6:9-11).

Esta imagen de la visión, no es literal, sino alegórica. El altar que aparece ubicado en el cielo es simbólico, el antitipo del altar del tabernáculo en la tierra ordenado a Moisés, de acuerdo a Heb. 8:2-5:

«… ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte» (Heb. 8:2-5).

La alegoría muestra que estas «almas» se encuentran debajo (hupokato, gr.) del altar. Recordaremos que la sangre de los sacrificios ofrecidos en el Antiguo Testamento, según el culto levítico, era derramada hacia el fondo del altar (véase Lv. 4:7). Las mártires mencionadas o «almas» que son «vidas humanas» y no en el sentido de ser «sustancias inmortales» que fueron parte una vez de un cuerpo palpable o «soma», imperceptibles para el ojo humano común, como los espíritus demoníacos (Las almas, tas psuchas, gr.). Estos «mártires» han dado sus «vidas» o «almas» como su Señor que ha sido «inmolado» (Porque fuiste inmolado, hoti esphagës, gr.) para la redención y el rescate de muchos (Mt. 20:28; Ap. 5:9). En Ap. 5:6 existe un simbolismo que señala el invaluable sacrificio de Cristo, representado como «un Cordero como inmolado». «Los siete cuernos y siete ojos del Cordero», revelan el magno poder y la plenitud perfecta de Dios en Cristo por medio del espíritu santo. Es obvio y evidente que en la humanidad de Cristo no aparece en realidad este número de «cuernos» y de «ojos». Este simbolismo tiene un propósito preciso: mostrar lo que Cristo hizo por los hombres pecadores en la cruz del Calvario y la unidad habida entre éste con el Padre (Jn. 17:11, 21-22). Los mártires que aparecen debajo del altar y que claman con voz potente y vocativa (¿Hasta cuándo…? heös pote, gr.) por justicia y venganza al Dios del cielo por sus sangrientas muertes (Vengas nuestra sangre de manos de los que moran en la tierra, ekdikeis to haima hëmön ek tön katoikountön epi tës gës, gr.), son al parecer en esta representación simbólica, porque no se especifica, los siervos de Dios que han sido muertos en todas las edades, desde la persecución de los cristianos que empezó con el cruel Domiciano, que continuó notablemente a lo largo de la edad media por el nefando y lóbrego catolicismo, y que continúa con odio desmedido en ciertos países del mundo hasta hoy en día, «a causa de la Palabra de Dios». Estos textos estudiados ahora, por desgracia y desventura, han sido mal comprendidos, al aplicar, en este caso, de modo incorrecto, el método de interpretación literal, muy «abusado y venerado» por los trinitarios dispensacionalistas. Si el método de interpretación literal es el correcto para comprender Ap. 5:6, no cabe duda entonces que Cristo es “un animal de la especie del género «Ovis», con una gran cantidad de «ojos» y «cuernos», semejante a un monstruoso error biológico”; tendríamos que aceptar rotundamente también como “almas inmortales separadas de los cuerpos de los mártires que murieron por causa de Jesucristo, y que están en estos momentos en el cielo, en la misma presencia santa de Dios”; “almas inmortales que yacen descarnadas en la base del altar de los sacrificios”. Esto, amigos míos, no puede ser nunca.

Pablo considera la «muerte» como el «dormir profundo y natural» (véase 1 Ts. 4:13-14). De los que murieron en Cristo en su época el apóstol dice: «Acerca de los que duermen» (peri tön koimömenön, del antiguo koimaö, poner a dormir, gr.). Los griegos y los romanos empleaban esta figura del sueño para la muerte; Cristo la usa en Jn.11:11. «El sueño de la muerte, es la inconciencia absoluta de la mente en ese estado». Es el «no saber nada de aquí, ni de ningún otro lado». Por lo tanto, el “más allá”, es inexistente.

Cuando Caín mató a su hermano, a Abel el justo (Mt. 23:35), en sentido figurado, metafóricamente, Dios le dijo que «la voz de la sangre de su hermano clamaba a él desde la tierra» (Gn. 4:10), entendiéndose que Dios no estaba muy contento con el acto homicida perpetrado por Caín, por lo que Dios habría de juzgarlo con enorme severidad. El texto jamás menciona que el “alma de Abel clamaba a Dios desde el cielo por el macabro asesinato hecho contra su persona”. ¿Seguiremos considerando aún con tan tangibles pruebas presentadas la existencia de un «alma inmortal»?

La Biblia no establece la enseñanza de la doctrina de la «inmortalidad del alma»; con remarcada notoriedad es incompatible con ella. El rey Salomón describe el «estado o condición inconsciente» de las personas después de la muerte, sin dejar huecos o pautas de oportunidad para pensar y admitir otra cosa:

«Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol» (Ec. 9:5-6).

El predicador pone de manifiesto que los individuos finados, «nada saben», «porque su memoria ha sido puesta en olvido». Es lógico suponer con semejante declaración, que nadie está consciente o despierto después del evento de la muerte, en un “equis” lugar, nómbrese «cielo», «limbo», o «infierno». Ninguna persona muerta puede «amar», «odiar» o «envidiar»; por este motivo, es imposible alabar a Dios inmediatamente después de morir:

«No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio…» (Sal. 115:17).

Termino diciendo, como recordatorio, que el hombre consiste en tres elementos indivisibles y diferentes, «cuerpo», «alma» y «espíritu». El «cuerpo» es la parte material que constituye físicamente al hombre; el «alma» es el principio de vida animal en el hombre; y el «espíritu» es el principio de la vida racional del hombre. Tomaremos en cuenta, por su importancia, que «vida» (alma) y «espíritu» se utilizan de forma intercambiable en la Biblia (véase por favor: Job. 27:3; 33:18), como también «alma» y «espíritu» (véase por favor: Sal. 42:6; Jn. 12:27; He. 12:23).

Al morir el hombre, el «cuerpo» vuelve a la tierra y el «alma» deja de existir. Pertenece la «imaginación», la «memoria», la «comprensión» al «alma» humana. El poder de «razonar», la «conciencia» y el «libre albedrío» al «espíritu» del hombre. El hombre es una unidad de «cuerpo y alma», inesperable en su sustancia que espera la resurrección, si ha muerto, o la trasformación en vida, para obtener un «cuerpo espiritual», si es fiel creyente, como el de Cristo en su resurrección, que no era un «espíritu incorpóreo», un «espectro», una «apariencia» humana, según la errada creencia de los gnósticos docetistas (véase por favor: 1 Co. 15:44; 1 Jn. 4: 2-3 «… porque un espíritu no tiene carne y huesos como yo tengo». Lc. 24:39).

Los muertos serán despertados en el futuro del polvo de la tierra, cuando Cristo venga en gloria y visible al mundo para juzgarlo (Mt. caps. 24 y 25). La doctrina de la «inmortalidad del alma», es una mortal mentira pagana que no pocos deberán desalojar de sus mentes por ser herética y comprometedora para sus vidas espirituales. Su sinceridad personal, no los justificará en el día del juicio.

«Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua» (Dn. 12:2).

Tengan cuidado en lo que están creyendo.

Gracias hermanos y amigos míos que nos visitan con agrado y deseos de aprender.

LA VERDAD SOBRE LOS CÓDIGOS SECRETOS DE LA BIBLIA



Por Ing° Mario A Olcese (Apologista)

¿Códigos secretos en la Biblia?

En estas últimas décadas se ha venido pregonando que en la Biblia hay “códigos secretos” que podemos descubrir gracias al avance de la ciencia y la tecnología. Los estudiantes de la Biblia creen que justamente en los últimos tiempos—tal como lo profetizó Daniel—la ciencia, es decir, el conocimiento en general, incluyendo el bíblico sería aumentado. Creen que gracias a la invención de la computadora es posible por fin descubrir cosas secretas en la Biblia: Datos, hechos históricos, y fechas de eventos importantes que acaecerán en el mundo en los últimos tiempos. Pero, ¿fue eso exactamente lo que Daniel quiso decirnos en Daniel 12:4? Notemos que Daniel dijo que sería aumentada la ciencia, ¿pero acaso hasta el punto de revelarnos lo que nos depara el futuro en la forma de códigos secretos?

Secretos que siempre pertenecerán a Dios

Sin duda alguna Dios no tiene la intención de revelarnos todo lo que Él tiene planeado para el futuro. Hay muchas cosas secretas que permanecerán secretas en Dios. Dice Deuteronomio 29:29: “Las cosas secretas pertenecen á Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley (torah)”. Aquí vemos que a Moisés se le dijo que las cosas secretas de la Torah pertenecen a Yahweh, pero “las cosas ya reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre”. De modo que en la Torah está todo aquello que Dios quiso revelarlos. Algunos rabinos ultra conservadores y ortodoxos creen que aún permanecen cosas secretas que pueden ser reveladas por la Torah hoy con la ayuda de los avances tecnológicos. Pero esto no es lo que la Biblia dice. ¡Las cosas secretas que están escondidas en Dios no pueden ser descifradas por el hombre porque pertenecen a Yahweh!

Dios revelaba “su secreto” a los Profetas

Algunos maestros bíblicos tanto del judaísmo como del cristianismo creen que “Yahweh no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Sin embargo, acá tenemos dos puntos por aclarar. El profeta Amós está hablando de UN SECRETO en particular, y segundo, de “SUS PROFETAS”.

Hoy vemos que personas comunes y corrientes que son simples investigadores de la Biblia están descifrando supuestos “códigos secretos” en la Biblia (especialmente en la Torah) como si fueran verdades reveladas de Dios. Habría que preguntarse si aun hoy Dios sigue teniendo profetas y maestros dentro de su pueblo al estilo de Daniel y Ezequiel para anunciar eventos del futuro que han permanecido ocultos por milenios usando una computadora.

Pablo dijo que sólo conocemos en parte

El apóstol Pablo dijo “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos” (1 Cor. 13:9). Esto quiere decir que aún quedan muchas cosas por conocer. Pero, ¿cuándo se conocerían? ¿Acaso con el avance de la ciencia y del conocimiento? No! El mismo apóstol da una respuesta contundente en el siguiente versículo (10) cuando escribió lo siguiente: “Mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará”. Es decir, este conocimiento parcial que tenemos ya revelado del plan de Dios para el presente y el futuro del mundo se volverá perfecto o completo sólo cuando el Mesías se haga presente en este mundo.

Debemos seguir Escudriñando las Escrituras

En Juan 5:39 Jesús mandó a los suyos a que investigaran o escudriñaran las Escrituras existentes (el AT) “porque ellas dan testimonio de mí”. Es decir, debemos escudriñar las Escrituras para saber quién es Jesús y cómo es él el cumplimiento de lo revelado por los profetas de antaño. Jesús no tenía en mente que investigáramos las Escrituras para descifrar códigos ocultos o secretos que nos puedan revelar eventos cruciales catastróficos que acaecerían en el mundo poco antes de su venida. Repito, su intención al decirnos que escudriñáramos las Escrituras inspiradas no era para que supiéramos de antemano cuándo sería asesinado un primer ministro, o la fecha y hora exactas de la destrucción de un par de edificios enormes de una ciudad importante, o el lugar y fecha de un terrible Tsunami que arrasaría cientos de miles de vidas humanas. El propósito básico del escudriñamiento de las Escrituras era confirmar lo que ya se había revelado a través de los profetas sobre Jesús. En Hechos 17:11 tenemos a los bereanos escudriñando las Escrituras “para ver si estas cosas eran así”. Es decir, los nobles bereanos investigaban las Escrituras con un espíritu de confirmación, para saber si lo enseñado por el apóstol del Señor era cierto o falso. Sólo unas pocas profecías, como la de las 70 semanas de Daniel 9, podrían ser escudriñadas para saber la fecha en que se cumpliría un evento crucial en el futuro. En este caso, la fecha exacta de la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén y de su muerte en la cruz del calvario. ¡Esto fue algo claramente revelado por Dios para nosotros! ¡Y esto fue algo importante que Dios quiso que supiéramos de antemano para que creyésemos en su Hijo Unigénito!

Tiempos y Sazones

Una de las preguntas que le hicieron a Jesús sus discípulos era si en el tiempo en que estaban viviendo se restauraría el Reino de Dios, un evento muy importante y crucial que era anhelado por todo el pueblo Hebreo y la iglesia del Señor. Jesús pudo haber sabido que la fecha para el cumplimiento de ese evento crucial estaba escondido en forma de código en la Torah o en algún libro de los profetas y que en el futuro se podría conocer a través de los adelantos científicos predichos por Daniel. Pero no, Jesús no tuvo esa esperanza en mente. Al contrario, él les dijo a sus discípulos que “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:6). Así que la fecha para ese gran y crucial evento anhelado por todos los fieles sería conocida sólo por el Padre, pero desconocida por los hombres y aun por Su propio Hijo hasta el día de su cumplimiento (Marcos 13:32). Hoy, los falsos profetas modernos nos dicen que la Biblia nos puede revelar la fecha del fin del mundo, o lo que es lo mismo decir, la fecha de la venida de Cristo para inaugurar el milenio. ¡Cuán falsa es toda esta pretensión!

Eventos anunciados y revelados como antesala del fin del mundo

Jesús reveló eventos claros y terribles que ocurrirían en la tierra hasta su venida en gloria cuando él estuvo con sus discípulos en el Monte de los Olivos. En ningún momento—y eso es significativo—Jesús da indicios de fechas para cada uno de los eventos predichos y que ocurrirían antes de su venida y del fin de la era. En realidad, al no haber ningún indicio de fechas precisas en Mateo 24, Lucas 21, y Marcos 13, los cristianos de todas las épocas siempre pensaron que su generación sería la última, dado que “siempre” hubo guerras, terremotos, pestes, hambres, etc, etc. desde que Jesús dejó la tierra hace dos milenios. Jesús no reveló fechas, ni siquiera en clave o códigos secretos, porque él quiso mantener a sus discípulos siempre alertas y pendientes de su parusía en gloria. El haber dado fechas hubiera desalentado la fe y la esperanza de sus discípulos, y máxime, si éstas apuntaban a miles de años por delante. Ellos siempre pensaron que Cristo estaba “a las puertas”. De hecho, hay muchísimos tiempos y sazones que permanecerán guardados en Dios y nunca podrán ser conocidos por expertos en informática.

El Peligro de la Fechas

El peligro de dar fechas es que si no se cumple lo que se supone está claramente profetizado, va a desanimar a los creyentes y entonces éstos pensarán que la Palabra de Dios es falsa, o en el mejor de los casos, poco confiable. La intención de Jesucristo es que velemos porque “no sabemos cuándo vendrá vuestro Señor” (Mat.24:42; 25:13; Mar. 13:33,35). Sencillamente es imposible saberlo. Nadie puede con seguridad decir que Cristo vendrá mañana, dentro de un año, diez años, cien años o mil años…pero sospechamos que está muy próxima su venida. ¡Ojalá sea cierto!


UNA PROFECÍA ALARMANTE DEL TIEMPO DEL FIN QUE ESTÁ COMENZANDO A CUMPLIRSE ANTE NUESTROS OJOS



Tdo. Ingª Mario A Olcese (Apologista)

JERUSALÉN DIVIDIDA Y LA BIBLIA

Zacarías escribió que la ciudad de Jerusalén se convertirá en un “botín” para los judíos. Leemos: “...tu botín estará dividido en medio de ti. Pues reuniré a todas las naciones en contra de Jerusalén… ”

Según Zacarías, Jerusalén sería el “botín” de los judíos cuando esté dividido. Un “botín” es algo tomado en la secuela de una guerra. Esto precisamente corresponde a la historia reciente. ¡Los judíos no poseyeron la ciudad entera de Jerusalén por casi 2,000 años hasta 1967 – cuando tomaron la ciudad como un botín de la Guerra de los Seis Días!

Un ejército multinacional dividirá Jerusalén.

Zacarías escribió: “... tu botín estará dividido en medio de ti. Pues recogeré todas las naciones en contra de Jerusalén...”

Jerusalén no fue nunca una ciudad dividida hasta el siglo veinte, después de que Israel declaró su independencia en 1947. A esta hora, Jordania poseía Jerusalén Este, y los israelís, Jerusalén Oeste. Después de la Guerra de los Seis Días de 1967, sin embargo, los israelís rescataron la ciudad entera por primera vez en casi 2,000 años. Desde ese tiempo, ha sido la posición de Las Naciones Unidas que la ciudad de Jerusalén esté dividida otra vez. Jerusalén Este se convertiría en el capital de un estado palestino. Sin embargo, la mayor parte de israelís se rehusaron a entregar cualquier parte de su Ciudad Santa.

Considere el lenguaje de la profecía de Zacarías: “tu botín estará dividido en medio de ti. Pues reuniré a todas las naciones en contra de Jerusalén… y la mitad de la ciudad será deportada… ” y compárelo con este artículo del Jerusalem Post:

El ejército que expulsa a los judíos de Jerusalén estará comprendido de “todas las naciones”

Un ejército multinacional nunca ha existido en ningún momento en la historia. Es decir, hasta el siglo 20, cuando una fuerza fue ensamblada para expulsar a Saddam Hussein fuera de Kuwait. A esta hora, sobre 30 naciones fueron unificadas juntas en un ejército. En los últimos días, un ejército similar sacará a los israelís a la fuerza de los territorios ocupados y del Este de Jerusalén, sólo el ejército que Joel visualizó sería comprendido de tropas de cada nación en la tierra.
Los judíos serán expulsados de “la mitad de la ciudad” escribió Zacarías: “... la mitad de la ciudad irá a la cautividad...”

El vocablo “cautividad” se origina de la palabra hebrea “bagowlaah” que significa, “deportar”, “expulsar” o “desterrar”. Por consiguiente, este pasaje es mejor traducido literalmente, así:

“Porque reuniré a todas las naciones en contra de Jerusalén para batallar, y la ciudad será capturada, las casas saqueadas, las mujeres raptadas y la mitad de la ciudad deportada, pero el resto de personas no serán aisladas de la ciudad”. (Nueva Versión Estándar Americana, Edición Actualizada).
Cualquiera familiarizado con la disputa Árabe/ Israelí actual en el Medio Oriente sabe cuál es la posición de Las Naciones Unidas, es decir, que los palestinos deberían poseer la parte Este de Jerusalén. ¡Compare esto con las palabras de Zacarías: “la mitad de ciudad será deportada!” Según la profecía Bíblica, el Señor regresará tres y medio año después de que la ciudad esté dividida, y derrotar a los ejércitos del mundo.

Sólo los judíos serán desterrados de la ciudad, el resto de los habitantes tendrán permiso de quedarse:

“... la mitad de ciudad irá hacia el exilio. Y el resto de personas no serán aisladas de la ciudad.”

Los profetas fueron judíos; por consiguiente, creyeron que los judíos deberían habitar toda Jerusalén. Por lo tanto, la locución “resto de la gente” debe referirse a las personas no judías. Otra vez, esto precisamente describe la historia actual. Las Naciones Unidas sólo quieren que Israel se retire de la parte Este de Jerusalén – los palestinos permanecerán.

LOS HECHOS INNEGABLES DE LA HISTORIA:

1. Desde 1967, Las Naciones Unidas han exigido que Israel se retire de Jerusalén del Este.
2. 2,400 años atrás, el Profeta Zacarías predijo que todas las naciones expulsarían a Israel de la mitad de la ciudad.
3. En 1967, los judíos tomaron Jerusalén como un botín de guerra.
4. 2,400 años atrás, Zacarías escribió que la Jerusalén del futuro sería un botín de guerra.

CONCLUSIÓN

Históricamente, cualquier ejército conquistaría una ciudad entera y la conservaría. No hubo precedente para que un ejército invasor divida una ciudad, hasta nuestros tiempos. El resultado de la política global en el presente, sin embargo, ha causado las circunstancias exactas que conducirán al cumplimiento de la profecía de Zacarías. La primera vez que Jerusalén fue dividida ocurrido en el siglo veinte, y es la posición de Las Naciones Unidas que la ciudad sea dividida otra vez. El hecho de que la historia reciente haya establecido que la profecía de Zacarías sea cumplida pronto debería revelar la realidad de Dios a alguien que está sinceramente buscando la prueba de la veracidad de la Biblia.

¡Preparémonos, que el Señor viene pronto!

jueves, 14 de mayo de 2009

EL REY ABDULLAH II DE JORDANIA LE DICE A NETANYAHU EN AQABA: ACEPTE EL ESTADO PALESTINO INMEDIATAMENTE



(IsraelNN com)

El rey Abdullah II de Jordania, recibiendo al Primer Ministro Binyamin Netanyahu en una visita no anunciada este jueves en la mañana, exigió que él “inmediatamente declare su compromiso para una aceptación de la solución de dos estados, declarando la aceptación de la iniciativa árabe de paz y para tomar los pasos necesarios para moverse hacia una solución”.

Él también dijo que Israel debe abrir todos los cruces en Gaza, que fueron capturadas por la organización terrorista Hamas dos años atrás. El palacio real soltó los comentarios del rey, y ninguna respuesta del Primer Ministro Netanyahu fue reportada. Su oficina más temprano manifestó que Jordania es un socio de paz con Israel y una llave para la paz regional.

La visita sorpresa del Primer Ministro Netanyahu se originó varios días antes de que él viaje para Washington para las conversaciones con el Presidente de E.U, Barack Obama. La oficina del Primer Ministro dijo que él viajó para Jordania para coordinar políticas en preparación para su viaje y añadió que la visita se había pospuesto por las presiones involucradas en dar paso al presupuesto propuesto en el Gabinete.

Después de las discusiones del rey Abdullah con el Presidente Obama en Washington el mes pasado, el monarca le advirtió que la guerra explotará dentro de los siguientes 18 meses si Israel no acepta el plan de paz árabe saudita del 2002, basado en encoger el tamaño de Israel para la que tenía en 1949. El plan también llama por el derecho de aproximadamente cinco millones de árabes extranjeros para inmigrar a Israel en razón de que sus familias una vez habían vivido allí, antes de escapar durante la Guerra de la Independencia en 1948.

Mientras el Primer Ministro Netanyahu estaba en Aqaba, el presidente de la autoridad Palestina Mahmoud Abbas estaba en camino hacia Damasco para hablar con el Presidente Sirio Bashar Assad en “la elaboración de la posición común árabe en las negociaciones con Israel después que un gobierno “de ultraderecha” tomó el poder en Israel,” según la autoridad Palestina.

Los medios de comunicación extranjeros informaron que Assad y Abbas sacarán de entre manos una propuesta para que las conversaciones sirios-israelís sean reanudadas como parte de un acuerdo regional de paz que incluiría el establecimiento de un nuevo estado Palestino.

La táctica calza bien con la estrategia de los consejeros para el Presidente Obama que desea un acuerdo de paquete que también incluya impedirle a Irán convertirse en una poder nuclear, que Washington ha sugerido como una condición para que Israel acceda a la iniciativa saudí.

LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES Y USTED



”Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:1-13)

Ahora mire a esta porción de Escritura con cuidado. El Señor no comparaba manzanas con naranjas aquí como algunos suponen; él no comparaba a creyentes con incrédulos. Ellas eran todas del mismo “género”; ¡ellas eran todas VÍRGENES! ¡En otras palabras, ellas eran todas CREYENTES! La diferencia entre estos dos grupos de vírgenes es que un grupo tenía el aceite para sus lámparas, y el otro grupo no. Además, no es como si el grupo cuyas lámparas salían al encuentro con el Señor no tuviesen ningún petróleo, o como más podrían ellas decir, “Nuestras lámparas han salido.” Obviamente, si sus lámparas habían salido, ellas habían estado encendidas en algún punto en el pasado; por otra parte, su declaración no tendría sentido.

Hay también otras dos cosas de las que deberíamos tomar nota aquí: Primero, aquellas que no tuvieron aceite para sus lámparas no lo podrían obtener de sus amigas; en otras palabras, esta clase de aceite no es algo que usted pueda obtener “gratis” o de otras personas. Usted tiene que comprárselo. En segundo lugar, una vez que la puerta para la fiesta matrimonial está cerrada para usted, no será reabierta. Si usted pierde su oportunidad para entrar con él, “usted se quedará fuera de la fiesta de matrimonio. Ahora, eso es lo que dice la Biblia. Por supuesto, hay aquellos que intentan MINIMIZAR esta porción de la Escritura y otras porciones de la Escritura muy análogas como ésta; por ejemplo, Mateo 25:14-30, donde el “siervo poco rentable”, que es análogo a las vírgenes sin aceite en sus lámparas, es expulsado para un lugar donde “… habrá llanto y rechinar de dientes”. (Mateo 25:30).

¡Bastante espeluznante! Obviamente, éste es un asunto muy serio – pero allí está, por escrito y en las páginas de la Biblia. Y recuerde, hablamos de un siervo del Señor aquí, no alguna clase de “persona ajena” al grupo familiar de Dios.

EL SEÑOR ESTÁ TRATANDO DE OBTENER SU ATENCIÓN

El Señor está desesperadamente tratando de transmitirle algo a usted, y aquello es esto: Si usted no tiene el valor de salir en defensa del Señor ahora, si usted no tiene el valor de obedecerle a Dios ahora, usted no tendrá el valor de obedecerle cuando AQUEL TIEMPO finalmente venga, y usted sea puesto a prueba”. Sobre esto es lo que estos versos tratan y MINIMIZARLOS acerca de su situación personal es una cosa muy peligrosa que usted pueda hacer. Lo digo nuevamente, la tribulación sola no produce carácter; sólo fortalece aquello que ya está allí.

Finalmente, usted debería tener por entendido que hay un “elemento de tiempo” implicado aquí: Si usted no compra aceite para su lámpara en el tiempo asignado para que usted lo haga, no le hará ningún bien tratar de comprarle aceite a su lámpara “después del hecho”. Mire los versos aquí: No es como si las vírgenes que no tuvieron aceite en sus lámparas no quisieran comprarlo después de que se habían enterado de su situación peligrosa. Ciertamente lo hicieron – y salieron rápidamente para hacer eso, aparentemente con algo de pánico. Pero fue en vano. FUE MUY TARDE. A los cristianos no les gusta oír esto, pero esto es explícitamente lo que le enseñan las Escrituras. HERMANOS Y LAS HERMANAS, USTEDES NECESITAN SABER QUE PUEDE VENIR EN UN TIEMPO EN SU VIDA CUANDO SERÁ MUY TARDE PARA QUE USTED RESPONDA A DIOS! Y usted debería comprender algo más: Todo esto se dijo en relación ESPECÍFICA para el “fin de los días” – EN RELACIÓN ESPECÍFICA PARA LA SITUACIÓN QUE USTED AFRONTA AHORA MISMO EN SU VIDA.

EL PRESIDENTE OBAMA EJERCE PRESIÓN SOBRE ISRAEL PARA LA SOLUCIÓN DE DOS ESTADOS ISRAELÍ-PALESTINO


Mike Evans


En una reunión reciente en Washington, D.C., el Jefe de Estado Mayor de la Casa Blanca Rahm Emanuel declaró que Israel estaba en una encrucijada y debe tomar algunas decisiones difíciles. Él reiteró que Estados Unidos estaba totalmente cometido a la perspectiva de una solución de dos estados entre Israel y las Autoridades palestinas. Emanuel dijo que este era un momento de verdad para Israel. Él acentuó que ambos lados deben consentir, no importa cuán dura sea la resolución. La Ministra de Asuntos Exteriores Hillary Clinton y el Consejero de Seguridad Nacional Gen James Jones han entregado mensajes similares.

El primer ministro Benjamín Netanyahu había sido informado que él necesita traer a su reunión con el presidente Obama más tarde este mes “un plan serio para la paz.” La intimación es que Sr. Netanyahu estaría gastando el precioso tiempo de Obama si él hiciera algo menos. Los Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas, Rusia, Arabia Saudí, y otras entidades han determinado que la única solución es el establecimiento de un estado palestino vecino.

Parece no importarle al mundo libre que Israel está rodeado por estados terroristas que viven para ver el fallecimiento de Israel. El Ministerio de Asuntos Exteriores parece poner contra la pared a Netanyahu al insistir que él muestre respeto al políticamente poderoso e internacionalmente aceptado, Sr. Obama.

Han pasado diez años desde que se realizó el Acuerdo de Oslo para una fecha límite para “un estado final Israelí-Palestino”. Netanyahu, el entonces primer ministro, está siendo impuesto para aprovechar una oportunidad perdida de apaciguar el mundo árabe y los Palestinos…esto es, si su único pensamiento es el aplacamiento, y no el bienestar de la gente judía y el Estado de Israel. El Sr. Netanyahu sin embargo podría estar preocupado sobre la amenaza creciente de un Irán nuclear-armado, cualquier ayuda de la parte de los E.U podría ser colgada como un chantaje para asegurar su cooperación con el plan de establecer un estado palestino y dividir Jerusalén.

miércoles, 13 de mayo de 2009

LAS PRINCIPALES FIESTAS DE LAS SANTAS ESCRITURAS



Habló el ETERNO a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes del ETERNO, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas…(Levítico 23:1-2)

La Pascua

La Pascua Passover, Pesach (Levítico 23: 25)] representa una de las más poderosas imágenes en todas las Escrituras. Esta simboliza un tiempo de gran liberación. En el Antiguo Testamento, este día conmemoraba la liberación de Israel de la esclavitud que sufrió mientras estaba en Egipto como esclavo. Pero también se enfoca hacia una mayor liberación.

En el Nuevo Testamento, la Pascua representa el sacrificio de Jesucristo (1 Corintios 5: 7). En la actualidad, cada año, el pueblo de Dios alrededor del mundo guarda la Pascua en su día señalado (Lucas 22: 14), para conmemorar la muerte del Salvador del mundo. Así como la sangre del cordero hizo posible para los israelitas escapar de la muerte (Éxodo 12: 12-13), la sangre de Jesucristo hace posible que el hombre se reconcilie con Dios (Romanos 5: 10), y escapar de la muerte eterna (Juan 3: 16; Efesios 1: 7; 1 Pedro 1: 19-20; 1 Juan 1: 7).

La Fiesta de los Panes sin Levadura

La Fiesta de los Panes sin Levadura (Levítico 23: 6-9), simboliza un tiempo cuando los hijos de Israel salieron de Egipto (Éxodo 12). En el Nuevo Testamento, estos días simbolizan al pueblo de Dios saliendo del pecado (1Corintios 5: 7-8). Egipto está simbolizando tipo del pecado, así como el pan leudado. Estos días conmemoran nuestra lucha en contra del pecado y la importancia de vencerlo (Apocalipsis 3: 21)

El Día de Pentecostés

El día de Pentecostés, el cuál toma lugar 50 días después del Sábado semanal que cae entre los días de Panes sin Levadura y la Pascua (Levítico 23: 10-23), señala un tiempo cuando Dios estableció Su pacto con la nación de Israel. Durante ese tiempo, Dios le dio a Israel Su gran código moral: Los Diez Mandamientos. Algunos eruditos creen que Dios le dio a Moisés y a los hijos de Israel los Diez Mandamientos en este mismo día de Pentecostés (Éxodo 19 y 20). Este día también se enfoca hacia un tiempo cuando Dios haría un nuevo pacto con Su pueblo (Jeremías 31: 31-34). En ese tiempo, Dios escribiría Su ley en los corazones de aquéllos que se arrepintieran y se alejaran del pecado. Este nuevo pacto fue establecido en el Día de Pentecostés del año 31 d. C. y está descrito en el capítulo dos del libro de los Hechos. Pentecostés, el cual toma lugar durante la cosecha de primavera (una cosecha pequeña), revela que Dios está llamando solamente a unos pocos en este tiempo. Estos pocos son llamados como los primeros frutos o las primicias (Santiago 1: 18). Aquéllos que guardan el día de Pentecostés dan honor a Dios y a Su llamamiento.

La Fiesta de Trompetas

La Fiesta de Trompetas (Levítico 23: 24-25) señala hacia un tiempo cuando Cristo va a regresar y reunirá a Sus santos. El apóstol Pablo habló de esto, como un tiempo cuando los muertos en Cristo serán resucitados incorruptibles y se reunirán con Jesucristo en el aire (1 Corintios 15: 51-52; 1 Tesalonicenses 4: 13-17). Este tiempo también señala hacia un tiempo de gran liberación, cuando Jesucristo y Sus siervos harán guerra con la tierra y sojuzgarán a todas las naciones (Judas 14, 15; Apocalipsis 19: 11-21).

El Día de Expiación

El día de Expiación (Levítico 23: 26-32) señala hacia un tiempo cuando todos los pecados que Satanás ha perpetrado, serán transmitidos de regreso a él (Levítico 16) y será atado y arrojado al abismo por mil años (Apocalipsis 20: 1-3). Este día también enfoca el sacrificio de expiación de Jesucristo y señala hacia un tiempo cuando el hombre será reconciliado con Dios (Romanos 10: 5) y finalmente ser “uno” con Él. Una vez que esto sea cumplido, Jesucristo presidirá sobre el gran reino milenial de Dios.

La Fiesta de Tabernáculos

La Fiesta de Tabernáculos (Levítico 23: 34) refleja el reino de Dios sobre la tierra, cuando Jesucristo morará con el hombre y hará Su tabernáculo con él. Este es un tiempo cuando la tierra será llena de paz y prosperidad (Isaías 2: 4; 32: 18). En ese tiempo, Jesucristo y Sus santos gobernarán desde Jerusalén (Daniel 7: 22) y el conocimiento de Dios cubrirá la tierra como las aguas cubren el mar (Isaías 11: 9).

El Último Gran Día

Al finalizar la Fiesta de Tabernáculos está la séptima y última Fiesta Santa anual (Levítico 23: 36). El Último Gran Día de la Fiesta (Juan 7: 37), toma lugar durante la cosecha de otoño (una gran cosecha) y simboliza un tiempo cuando los billones de personas que nunca fueron llamados, serán resucitados y aprenderán acerca del verdadero Dios. La Biblia indica que esta resurrección tomará lugar después del milenio (Apocalipsis 20: 5), y es una resurrección física (Ezequiel 37). Este día también señala el tiempo del juicio final de Dios sobre la humanidad. Durante ese tiempo, los libros (de la Biblia) serán abiertos y cada uno será juzgado de acuerdo con sus obras (Apocalipsis 20: 11-15). Cuando el pueblo de Dios guarda este día, muestra honor a Su soberanía sobre el destino del universo. Es un tiempo que señala la culminación de un maravilloso plan y el principio de un destino eterno que Dios tiene para Sus hijos.

domingo, 10 de mayo de 2009

CONFUNDIENDO EL MENSAJE CON EL MENSAJERO



Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una seria confusión reinante


Una de las cosas que me preocupa mucho es que la mayoría de los cristianos confunden el mensaje que Cristo proclamó con su misma persona, es decir, que el mensaje es Cristo mismo y no lo que él anunció por mandato de Su Padre. Tenemos que distinguir que hay dos cosas distintas y fundamentales en las Escrituras:


a) Hay un personaje central que es Jesucristo.
b) Hay un mensaje central que es el evangelio del Reino.

Así que mientras se confunda al personaje clave con el mensaje central estaremos perpetuando un error que puede costarnos la salvación.

En Hechos 10:36 Pedro dice: “Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos”. Este pasaje es más que contundente para demostrar que el mensaje de Dios no es Cristo mismo sino el evangelio de la paz que fue dado a conocer POR MEDIO de Jesucristo. Sí, Jesucristo vino a predicar el mensaje o evangelio de la paz a los suyos, pero no a sí mismo. Sin embargo, como veremos más adelante, el mensaje de Dios lo involucrará a él mismo como el PERSONAJE CENTRAL de todo el anuncio.

El mismo Señor Jesús revela que Su Padre lo envió precisamente para anunciar el evangelio del reino, que es el evangelio de la paz venidera para todos los pueblos. En Lucas 4:43 Jesús revela el propósito central de su venida: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios PORQUE PARA ESTO FUI ENVIADO”. Sí, Jesús fue enviado a predicar el evangelio del reino de Dios, para que todos aquellos que lo crean puedan salvarse. Pablo dirá luego: “No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que lo cree, al Judío primeramente y también al Griego” (Romanos 1:16). Así pues, el mensaje de Cristo, su evangelio del reino, tiene poder para salvar a los que lo abrigan con fe. Pero,

¿Es que acaso no es necesario tener fe en Jesucristo?

Claro que es necesario tener fe en Jesucristo, puesto que el evangelio del reino involucra a su rey Jesucristo, el Soberano que lo hará realidad cuando vuelva a la tierra muy pronto.

Definitivamente uno no puede entrar en el reino sin creen en Jesucristo, el rey designado, el ungido de Dios. Si uno no cree en Jesucristo como el enviado del Padre, como el rey de ese reino que proclamaba, no puede ser salvo. En Juan 2:23 se nos dice que muchos creyeron en SU NOMBRE (Jesucristo), es decir, que creyeron que él es el Cristo, El Mesías, el rey del reino que proclamaba en reino venidero de justicia.
A la pregunta de Jesús acerca de quién era él, Pedro responde iluminadamente: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios” (Mateo 16:15,16), y Jesús le responde que él es bienaventurado por su confesión de fe. El había reconocido y creído que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios, el verdadero Cristo—Cristo Jesús!

¿Podemos decir que Cristo es parte del anuncio o Evangelio de Dios?

Definitivamente. El evangelio completo es el reino de Dios y su rey, Jesucristo. En Marcos 1:1,14,15 Jesús llama a su anuncio del reino—El evangelio— ¿pero dónde dice Jesús aquí que él es parte de su evangelio? La respuesta la encontramos en 1 Corintios 15, donde Pablo declara que el evangelio es PRIMERAMENTE (no exclusivamente) Jesús crucificado, muerto, sepultado y finalmente resucitado al tercer día. Pero Pablo no estaba ignorando el Reino de Dios como parte del evangelio único que El Señor había estado anunciando desde el mismo comienzo de su ministerio, pues en los versos 45-50 de la misma carta a los Corintios, él vuelve a hablar del reino como la meta del cristiano una vez que sean transformados.

El Reino y el nombre de Jesucristo

No es de extrañarse que la predicación del evangelio de los discípulos de Jesús se circunscribiera a Jesús mismo y su reino glorioso venidero. Vemos unos pasajes:
Hechos 8:12: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”.
Hechos 19:4, “Diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo… habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios”.

Hechos 20:21,25: “Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo… Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro”.

Hechos 28:23: “Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas”.

Hechos 28:31: “predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento”.

Nótese que en todos estos textos, el reino de Dios no estaba ausente de la predicación apostólica. El reino de Dios era anunciado de la mano con la persona y obra de Jesucristo, pues la única forma de entrar por la puerta principal del reino es a través de la única puerta presentada en las Escrituras que es Cristo, nuestro Señor. Y es que si él no hubiera vencido y resucitado den entre los muertos vana hubiera sido nuestra fe, y aún estaríamos condenados a la perdición eterna. Así lo explica Pablo en 1 Corintios 15:17: “Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados”.

Creer en el Reino de Dios es un prerrequisito para ser bautizado

Las Escrituras nos dicen que el reino y en el nombre de Jesucristo son los dos asuntos fundamentales que el cristiano potencial debe creer para poder ser bautizado y así ser salvo (Ver Hechos 8:12). Recuérdese que los que fueron bautizados serían salvados (Véase Hechos 2:38-47). Así que es importante que usted crea en el nombre de Jesucristo, ¡pero también en el reino de Dios para que usted sea salvo y parte del cuerpo de Cristo! ¿Pero cuántos de los que se bautizan hoy dentro del catolicismo y del protestantismo hay creído en el reino original de Cristo antes de ser bautizados? Casi nadie! Los más de los que se han bautizado no tienen ni la más mínima idea de lo que es el reino de Dios, y si hay algunos que la tienen, muchas veces dista mucho en parecerse al reino que Cristo proclamó desde el inicio y hasta el final de su ministerio (Marcos 1:1,14,15-Hechos 1:3,6,7). Este es un asunto muy serio en verdad y no es una cosa de juego o un capricho de alguno que aparece por allí en internet bajo el nombre de “Apologista”.

¿Cuán a menudo escucha y predica usted algo sobre el Reino de Cristo?

Ahora es oportuno preguntarle, ¿cuándo fue la última vez que usted escuchó a su pastor o evangelista predicar un sermón completo sobre esta parte importante del evangelio salvador llamado ‘el evangelio del reino de Dios’? ¿Y cuándo fue la última vez que usted predicó el evangelio del reino de Dios a un amigo, conocido o pariente? Las preguntas son de suma importancia, puesto el reino de Dios debe ser creído junto con la persona de Jesús para ser salvo. La dosis curativa o salvadora es una cuchara completa de remedio, ¡no una cucharita! Si el Doctor nos manda una dosis completa para la salud total, ¿seremos tan irresponsables como para darle al enfermo sólo la mitad de la dosis? ¡Usted puede ser finalmente el corresponsable de la muerte de esa persona por su descuido o negligencia y terminar sentenciado a cadena perpetua!
Este blog cumple con predicar el Evangelio del Reino

Incontables horas de estudio y meditación han sido dedicadas por vuestro servidor para “acelerar” un poco la venida del Señor, quien dijo que primero debía anunciarse su evangelio del reino antes de que él pudiera volver en poder gloria a este mundo caótico y enfermo (Mateo 24:14). Sí amigos, este blog está orientado a proclamar la cercanía del reino de Dios, el gobierno divino en la tierra en la persona de Jesucristo; un nuevo orden ideal para todos los hombres de buena voluntad, sin importar raza, edad, clase social, o sexo.

Es hora de que despertemos todos del letargo espiritual, del sopor satánico que ha causado que el evangelio de la gloria de Cristo no brille en su real dimensión, y en muchos casos, ni siquiera brille aunque sea un poquito en la predicación contemporánea. Es hora de que retomemos el mensaje de Cristo que es el Reino de Dios tal como lo presentan las Escrituras, y no trucada por la maniobra de teólogos apóstatas que todo lo alegorizan o espiritualizan para su propia conveniencia. Responsable de este letargo generalizado es sin duda la iglesia Caótica, Apostatólica, y Romana a través de los escritos de Agustín de Hipona y otros llamados “Santos” de la iglesia Universal.

Venga Tu Reino…Buscad el Reino de Dios… (Mateo 6:10,33)

LA WATCHTOWER Y SUS MENSAJES SUBLIMINALES OCULTISTAS












A.- Dibujo Superior: cabeza de una cabra (símbolo satánico)
B.- Segundo dibujo: Respaldar de una silla con el Hexagrama.
C.- Tercer dibujo: Cara de una cabra en un adorno.
D.- Cuarto dibujo: Vestido de una mujer con la cara de una cabra.
E.- Dibujo inferior: El rey Saúl con una "S" en su mano derecha: ¿Sául o Satanás?

LAS LENGUAS GENUINAS Y LA FALSA JERIGONZA



Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Este escrito va dirigido a las personas que pertenecen a las iglesias carismáticas y que hablan, entre otras erradas cosas, “lenguas”, y que al fin de cuentas no deja de ser una horrible estereotipia emergida por estímulo del lóbulo temporal del cerebro, impulsada por un acondicionamiento psicológico y de falsa religiosidad. Es una distorsionada expresión de las emociones, originada en un ámbito místico metódicamente antí-bíblico.

«Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen» (Hech. 2:4).

«En otras lenguas» (heterais glössais, gr.).

Las diferentes lenguas habladas por los discípulos del Señor en el día del Pentecostés, fueron lenguas que nunca fueron aprendidas por ellos durante lo largo de sus vidas, muy familiares, por otro lado, para quienes estaba en ese entorno oyéndolas. No eran las lenguas nativas de los discípulos, sino de las personas de alrededor que las oían y las comprendían pasmados. A diferencia de las lenguas terrenas de las naciones del mundo antiguo de ese entonces y que fueron habladas por los discípulos de Cristo, la jerigonza es un lenguaje completamente incomprensible, un balbuceo que nada dice, una oscura “disartria” histérica que carece de relación con algún idioma oficial hablado o conocido en el mundo, en cualquiera de sus épocas.

Las lenguas del día del Pentecostés fue un acto de Dios que señala, como las lenguas de fuego repartidas sobre las cabezas de los que estaban unánimes juntos en Jerusalén (Hech.2:1-3), la venida sobrenatural del espíritu santo en la nueva dispensación, la de «Gracia», para la salvación de los hombres por medio de Jesucristo, extendida, sin distinción, para judíos y gentiles. Es por eso que los discípulos glorificaban a Dios en los diferentes idiomas extranjeros o en las lenguas vernáculas de los hombres que los escuchaban maravillados:

«Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios» (Hech. 2:5-11).

La Biblia esclarece en 1 de Co. 14:22 que «las lenguas eran una señal para los incrédulos». Aquí existe una premisa irrevocable y de gran importancia para poder hablarlas: Al menos que alguien tuviese la capacidad para entenderlas y traducirlas, no debería ejercitarse el don de lenguas por ningún motivo en las congregaciones:

«Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación» (1Co. 14:5).

Más adelante, en 1 Co. 14:9, Pablo nos advierte de lo vano que sería el hablar en lenguas si éstas no fuesen interpretadas. Sería como hablar al “aire”, porque nadie las entendería. Por lo tanto, el entendimiento quedaría sin fruto (1 Co. 14:14). Pablo tenía el don de lenguas pero no lo practicaba, al menos que se entendieran:

«Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida» (1 Co. 14:18-19).

En el día del Pentecostés había judíos y gentiles piadosos de todas partes, así que no hubo la necesidad de que las lenguas foráneas habladas por los discípulos tuvieran que ser interpretadas para su preciso entendimiento. No resultaron incomprensibles para los judíos extranjeros ni para los gentiles de las distintas naciones. Estas personas estaban familiarizadas con dichas lenguas. Para los hermanos de Corinto, la situación no fue del todo igual. Ellos, por norma obligada, requirieron de un intérprete para lograr comprenderlas. El apóstol Pablo anima a los corintios a orar para la interpretación de lenguas.

« Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete» (1 Co.14:27).

« Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla» (1 Co. 14:13).

El hablar en lenguas, tan importante es mencionarlo, jamás se cristalizó en una algarabía simultánea de muchos. Fue un acto consecutivo y ordenado, de pocos, en el que había siempre, sin falta, un intérprete. De no haberlo, era imposible hablarlas, según la regla paulina. La Biblia no acierta en admitir que “todos hablasen lenguas a la vez”:

«Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete» (1 Co. 14:26).

«Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios» (1 Co. 14:28).

Ante estas ortodoxas y justificadas formalidades presentadas, no cabe duda que podemos sustraer con enorme facilidad, desbaratando toda especulación sustentada en la ignorancia y necedad, la supuesta o pretendida autenticidad de las lenguas emitidas hoy en las iglesias carismáticas que se declaran como católicas o cristianas protestantes. Estas lenguas irreconocibles por la Biblia son el producto de un acentuado y disfuncional histerismo provocado. Para esto deprimente efecto, están “pintados de mil colores” los maestros de teología de la prosperidad material como Benny Hinn y Cash Luna, dos falsos profetas bien conocidos y expertos en el arte carnal y demoníaco de manipular a su antojo a personas psicológicamente aprensivas, pusilánimes en sus decisiones.

El “ardiente” ámbito del carismatismo neo-pentecostalista, aseguramos sin temor, es el factor principal influyente para la conjugación de una notable diversidad de manifestaciones somático-emotivas que han sido confundidas con regularidad con el poder de Dios, y las lenguas habladas, son parte de esta abominable y florida variedad.

Las lenguas descritas en la Biblia siempre fueron unas nacionales o terrenas de aquel pasado tiempo. No hay ninguna relación con la jerigonza o farfulleo ininteligible de las iglesias carismáticas modernas.

En antaño hubo siempre la imperiosa necesidad de interpretar estas lenguas que constituyeron una parte del don celestial para el conocimiento de los misterios de Dios en la nueva dispensación. Recodemos que en esa época el Nuevo Testamento no estaba conformado aún como tal y muchas cosas eran enseñadas verbalmente. Por lo contario, en las iglesias de corte carismático, regularmente no son interpretadas por una persona de modo que lo indica «el divino protocolo», pero cuando emerge “de por allí” un osado y temerario “intérprete”, es tan sólo para proclamar gigantescas falsedades, para proferir tamañas y condenables blasfemias, haciendo de Dios un “excelso y sublime” mentiroso, repitiendo en arraigado y regular hábito lo que la Biblia pregona. Me pregunto: ¿Cuál es la razón qué Dios tiene para estar repitiendo lo qué en su Palabra ya se encuentra? ¿No nos instiga Dios para dejar de leerla, siendo de tal manera? ¿Si sus “profetas” se están encargando de repetirnos siempre lo que la Biblia dice, entonces, para qué leerla? ¿Es posible qué Dios tenga qué molestarse con tan pueril y absurdo mover?

La Biblia nos muestra con clara objetividad que el hablar en lenguas fue un acto de ordenada sucesión, contrariamente a lo que muestra el carismatismo religioso católico-protestante: Todo un desastre teatral.

El brutal y espantoso sonido consolidado de muchas voces huecas y escalofriantes, oídas en molesta potencia en los cultos de tendencia carismática, es una mortal falsificación del don de lenguas genuino. Esta fábula mística vino a salir del corazón del hombre finamente persuadido por el diablo, el agente creado más peligroso y religioso que hay, padre de la imitación gloriosa, el gran mago de los sincretismos que conducen por el ancho camino de la perdición a los necios e ignorantes politeístas de todas las iglesias neo-pentecostales y católicas carismáticas, reacios para abrir los ojos ante la mentira que les ha empañado el “cristalino de los ojos espirituales”, cual severa catarata metabólica bilateral.

Dios les bendiga siempre.

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LA VERDAD DE LA PANDEMIA