Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Febrero 20, 2010 – 5:45 pm
“Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: A ÉL OÍD“. Mateo 17:5
“Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” 1 Timoteo 6:3-6
Además de enseñarnos a nosotros quién en realidad era nuestro Dios, Jesús también nos enseñó a adorar y servir sólo al Dios que él adoraba y servía. Hoy en día, muchos cristianos adoran a Jesús en lugar del Dios que Jesús nos enseñó a adorar. La Iglesia Católica incluso prohibió el uso del nombre de Dios, Yahvé, el que representa el Tetragrámaton judío. Este es el YHWH encontrado en las escrituras hebreas que significa Dios Todopoderoso. Ergo, en el catolicismo se le pide arrodillarse ante una imagen en violación del segundo mandamiento de Dios y luego se le pide adorar a Jesús como su Dios en lugar de aquel que Jesús enseñó que era nuestro verdadero Dios. Los católicos y muchos otros cristianos también han sido enseñados a no leer la Palabra de Dios. Sin embargo, de cierto os digo que la Palabra de Dios será más importante para su vida eterna que las doctrinas de la Iglesia Católica o de cualquier otra iglesia. Considere a quién nuestro Señor Jesús nos enseñó a adorar y servir. Luego considere el primer mandamiento de Dios: “No tendrás otros dioses delante de mí.” Este mandato incluye no considerar a Jesús, el Hijo unigénito de Dios, como nuestro Dios.
¿Quién era para Jesús, el Dios verdadero:
Jesús dijo (y espero que usted lo escuche atentamente como manda el Padre): “Esta empero es la vida eterna: que te conozcan a ti (Padre), el único Dios verdadero y a Jesucristo, al cual has enviado” Juan 17:3. Aquí es claro que Jesús llama a Su Padre, “el único Dios verdadero”, y nótese que él no se incluye dentro de este único Dios verdadero, sino que se identifica y se distingue como el enviado del Dios verdadero, es decir, de Su Padre.
En Juan 14:28 Jesús dice que “El Padre (el único Dios verdadero) es mayor que yo”. Esto descarta toda posibilidad de igualdad con el Padre.
En Juan 4:24 Jesús dice claramente que “DIOS es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Con esto Jesús está diciendo que él no es Dios, salvo que creamos, como lo creían los gnósticos, que él no era humano, sino un espíritu con apariencia humana.
Pareciera que muchos cristianos no oyen a Jesús cuando nos habla de su inferioridad Y SUBORDINACIÓN frente a Su Padre, Dios; y los pocos que lo hacen, no toman sus palabras en serio y de manera literal.
Otro pasaje que no prestan atención los cristianos Trinitarios y Binitarios es el de Juan 5:44, donde Jesús dice: “¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del DIOS ÚNICO?” Sin duda, para Jesús, la gloria viene del Dios único, del Dios de gloria, es decir, del Padre. Al decir Jesús “Dios único“, él no estaba pensando en una Trinidad o en una Binidad, sino en su Padre, el “único Dios verdadero” (Jn 17:3).
En Juan 6:45 Jesús dice: “Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por DIOS. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí”. Nótese que Jesús se basa en lo que fue escrito por los profetas que dice que todos serán enseñados por Dios, y luego Jesús añade que todo aquel que oyó al Padre y aprendió de él, viene a él. En otras palabras, para Jesús, el maestro es Dios y es el Padre que enseña a través de él.
Jesús también dijo en Juan 9:31: “Y sabemos que DIOS no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de DIOS, y hace su voluntad, a ése oye”. Sin embargo, Jesús sí oía a los pecadores, e incluso conversaba con ellos (Marcos 2:15, Juan 8:24). Incluso en la cruz, él escuchó a los dos pecadores que le hablaban (Lucas 23:39-42). Esto demuestra que Jesús no es Dios.
Sin embargo, muchos no oyen a Jesús, y no le creen cuando dice que Su Padre es el único Dios verdadero. ¿Es usted uno de ellos, estimado “Trinoterco” o “Uniciterco”?
www.apologista.blogdiario.com
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www.elevangeliodelreino.org
Febrero 20, 2010 – 5:45 pm
“Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: A ÉL OÍD“. Mateo 17:5
“Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” 1 Timoteo 6:3-6
Además de enseñarnos a nosotros quién en realidad era nuestro Dios, Jesús también nos enseñó a adorar y servir sólo al Dios que él adoraba y servía. Hoy en día, muchos cristianos adoran a Jesús en lugar del Dios que Jesús nos enseñó a adorar. La Iglesia Católica incluso prohibió el uso del nombre de Dios, Yahvé, el que representa el Tetragrámaton judío. Este es el YHWH encontrado en las escrituras hebreas que significa Dios Todopoderoso. Ergo, en el catolicismo se le pide arrodillarse ante una imagen en violación del segundo mandamiento de Dios y luego se le pide adorar a Jesús como su Dios en lugar de aquel que Jesús enseñó que era nuestro verdadero Dios. Los católicos y muchos otros cristianos también han sido enseñados a no leer la Palabra de Dios. Sin embargo, de cierto os digo que la Palabra de Dios será más importante para su vida eterna que las doctrinas de la Iglesia Católica o de cualquier otra iglesia. Considere a quién nuestro Señor Jesús nos enseñó a adorar y servir. Luego considere el primer mandamiento de Dios: “No tendrás otros dioses delante de mí.” Este mandato incluye no considerar a Jesús, el Hijo unigénito de Dios, como nuestro Dios.
¿Quién era para Jesús, el Dios verdadero:
Jesús dijo (y espero que usted lo escuche atentamente como manda el Padre): “Esta empero es la vida eterna: que te conozcan a ti (Padre), el único Dios verdadero y a Jesucristo, al cual has enviado” Juan 17:3. Aquí es claro que Jesús llama a Su Padre, “el único Dios verdadero”, y nótese que él no se incluye dentro de este único Dios verdadero, sino que se identifica y se distingue como el enviado del Dios verdadero, es decir, de Su Padre.
En Juan 14:28 Jesús dice que “El Padre (el único Dios verdadero) es mayor que yo”. Esto descarta toda posibilidad de igualdad con el Padre.
En Juan 4:24 Jesús dice claramente que “DIOS es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Con esto Jesús está diciendo que él no es Dios, salvo que creamos, como lo creían los gnósticos, que él no era humano, sino un espíritu con apariencia humana.
Pareciera que muchos cristianos no oyen a Jesús cuando nos habla de su inferioridad Y SUBORDINACIÓN frente a Su Padre, Dios; y los pocos que lo hacen, no toman sus palabras en serio y de manera literal.
Otro pasaje que no prestan atención los cristianos Trinitarios y Binitarios es el de Juan 5:44, donde Jesús dice: “¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del DIOS ÚNICO?” Sin duda, para Jesús, la gloria viene del Dios único, del Dios de gloria, es decir, del Padre. Al decir Jesús “Dios único“, él no estaba pensando en una Trinidad o en una Binidad, sino en su Padre, el “único Dios verdadero” (Jn 17:3).
En Juan 6:45 Jesús dice: “Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por DIOS. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí”. Nótese que Jesús se basa en lo que fue escrito por los profetas que dice que todos serán enseñados por Dios, y luego Jesús añade que todo aquel que oyó al Padre y aprendió de él, viene a él. En otras palabras, para Jesús, el maestro es Dios y es el Padre que enseña a través de él.
Jesús también dijo en Juan 9:31: “Y sabemos que DIOS no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de DIOS, y hace su voluntad, a ése oye”. Sin embargo, Jesús sí oía a los pecadores, e incluso conversaba con ellos (Marcos 2:15, Juan 8:24). Incluso en la cruz, él escuchó a los dos pecadores que le hablaban (Lucas 23:39-42). Esto demuestra que Jesús no es Dios.
Sin embargo, muchos no oyen a Jesús, y no le creen cuando dice que Su Padre es el único Dios verdadero. ¿Es usted uno de ellos, estimado “Trinoterco” o “Uniciterco”?
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