martes, 16 de diciembre de 2008

UN PROBLEMÓN CON EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Tres manzanas distintas y una sola manzana verdadera…¿entendió alguno?

Estoy muy de acuerdo con lo que planteas (Apologista) sobre el problema de la Trinidad y quisiera agregar sobre las consecuencias de esta doctrina.

¿En qué posición o situación pone el creer en la Trinidad a los que se aferran a tal creencia? Los pone en una posición muy peligrosa. Es indisputable la prueba de que el dogma de la Trinidad no se halla en la Biblia, ni está en armonía con lo que la Biblia enseña. Es una flagrante representación falsa del Dios verdadero. No obstante, Jesucristo dijo: “Tiempo empero viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre a los tales busca como adoradores suyos. Dios es espíritu; y los que le adoran, es menester que le adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:23, 24, VM). Por consiguiente, Jesús dejó claramente establecido que aquellos cuya adoración no fuera ‘en verdad’, que no estuviera en conformidad con la verdad que se establece en la propia Palabra de Dios, no son “verdaderos adoradores”. A los líderes religiosos judíos del primer siglo Jesús dijo: “Habéis invalidado la palabra de Dios por vuestra tradición. ¡Hipócritas! ¡Admirablemente profetizó de vosotros Isaías, diciendo: Este pueblo con los labios me honra; pero su corazón lejos está de mí: mas en vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres!” (Mat. 15:6-9, VM). Esto aplica con igual fuerza a los de la cristiandad de hoy que se adhieren a tradiciones humanas y las prefieren a las verdades claras de la Biblia.

Con relación a la Trinidad, el Credo Atanasiano dice que sus componentes son “incomprensibles”. A menudo los maestros de la doctrina dicen que es un “misterio”. Obviamente tal Dios Trinitario no es el que Jesús tenía presente cuando dijo: “Nosotros adoramos lo que conocemos” (Juan 4:22, VM). ¿Conoce usted realmente al Dios a quien adora?

Cada uno de nosotros nos enfrentamos a preguntas de gran importancia: ¿Amamos sinceramente la verdad? ¿Verdaderamente queremos una relación aprobada con Dios? No toda persona ama genuinamente la verdad. Muchas han puesto el tener la aprobación de sus parientes y asociados por encima del amor a la verdad y a Dios (2 Tes. 2:9-12; Juan 5:39-44). Pero, como dijo Jesús en fervorosa oración a su Padre: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3, NM). Además, Salmo 144:15 dice verazmente: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” (NM).

Más sobre los errores de la Trinidad en:

www.apologista.blog.ca
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