sábado, 24 de enero de 2009

¿DE QUIÉN ES LA TIERRA PROMETIDA?



¿Quiénes son los palestinos?¿Son ellos los antiguos Filisteos?¿Son semitas?¿A quién pertenece Gaza?

Es interesante que todo el mundo esté tan enganchado en el debate sobre quién tiene el derecho oficial para La Tierra conocida históricamente como “La Tierra de Canaán.” El término «cananeo» se aplica al pueblo que vivió en las tierras al extremo este del mar Mediterráneo a partir del año 2000 a.C. En la época de la invasión israelita bajo Josué, Kenaán (Canaán, en hebreo: כְּנַעַן‎) estaba habitada por un gran número de estados independientes. Cada uno de estos estados era una ciudad amurallada, con su propia familia real y su propio palacio.

Los cananeos eran descendientes de Canaán, el hijo de Cam (Gn. 10:6, 15-20). Como los cananeos vivieron en Palestina, puente entre semitas y camitas, parece que tuvieron estrechos contactos con los semitas en su historia temprana. Una tradición fenicia ofrece evidencia adicional que apoya el origen camítico de los cananeos, según la cual el antepasado original de ellos fue Jna o Jnas.

Si retrocedemos lo suficientemente en la historia, descubriremos que el Cercano Oriente Medio fue ocupado por descendientes de Canaán, por eso la región fue llamada “la Tierra de Canaán”. Abraham no fue de la línea de Canaán. ¿Cómo fue entonces que Abraham recibió el pacto eterno de la Tierra?

¿Quién fue Abraham? ¿Fue él un árabe, o fue él un judío? ¡Realmente, Ninguno! Abraham provino del contexto étnico de los Caldeos, que se levantó de la antigua Sumeria, los descendientes de Sem.

Las naciones árabes se levantaron a través de las líneas de
a).- Lot, el sobrino de Abraham.
b).- Ismael, el hijo de Abraham.
c).- Esaú, el hermano gemelo de Jacob.

Los judíos descendieron de Abraham, directamente de la línea de su hijo prometido, Isaac, quien engendró a Jacob. En otras palabras, ambos, los judíos y los árabes, pueden llegar a ubicar sus raíces étnicas a través de Abraham a los Caldeos Semitas, los descendientes de Sem.

Abraham, quien trajo consigo a su sobrino Lot, entró en la Tierra de Canaán, en obediencia al Señor que los sacó de Ur de los Caldeos, a la Tierra de Promisión. Sin embargo, Abraham no reclamó esta Tierra del pacto durante la duración de su vida. Ambos Lot y Abraham residieron temporalmente como extranjeros entre los cananeos. Lo mismo fue verdadero para Isaac e Ismael, ninguno de los cuales hizo reclamo directo por Canaán durante la duración de sus vidas. De hecho, ni lo hicieron Esaú o Jacob. Todos residieron temporalmente como extranjeros en La Tierra.

No fue sino hasta cuarenta años después del éxodo de Egipto, que bajo el liderazgo de Josué, la Tierra del pacto fue inicialmente conquistada y poblada por los descendientes de Jacob. Hasta esa coyuntura, las tribus cananeas ocuparon Canaán, y el Señor les dijo a ellos que desterraran a todos los habitantes de la Tierra.

Los filisteos no fueron descendientes directos de ambos, Abraham o Lot, ni de Ismael o Esaú, sino de las tribus que rodeaban el Mediterráneo. No fueron, por consiguiente, Semitas. De hecho, los filisteos eran de Caftor, una Isla en el Mediterráneo, así que estuvieron más estrechamente relacionados con los fenicios y Minoanos, y tuvieron conexiones con aquellos que poblaron Tiro y Sidón - el vínculo de Líbano. Los filisteos ocuparon mucho de la región de Gaza de la Tierra prometida, y en el tiempo de la conquista de la Tierra por los hijos de Israel, nunca fueron completamente desterrados, aun bajo el reinado de David, aunque él se las ingenió para incorporar a Gaza como parte de la región que es llamada Judá. Este fracaso para desterrar a los filisteos completamente de la Tierra estaba en violación de la Palabra del Señor a Israel. Por consiguiente, el Señor tuvo que tratar con los Filisteos por Sí Mismo. Jer 47:4. “A causa del día que viene para la destrucción de todos los filisteos, para destruir a Tiro y Sidón todo aliado que les queda todavía; porque Jehová destruirá a los filisteos, al resto de la costa de Caftor”. Esta Escritura es una profecía, y por consiguiente aún otra vez vendrá a fruición en el trato con los palestinos.

¿Pero, son los palestinos, los filisteos? ¡No!… Pero son considerados como los filisteos en lo referente a que utilizan a Gaza como su fortaleza terrorista, y usan métodos terroristas tipo guerrilla. Sin embargo, los palestinos tienen raíces étnicas árabes definidas, y ellos sostienen ser árabes, convirtiéndolos por esto en Semitas en el origen étnico. Arafat sostuvo ser un filisteo (en sus métodos,) pero él también reclamó la etnicidad árabe, aunque nació en Egipto.
Sin embargo, hay una conexión árabe cananea a través de Esaú, que los palestinos ahora reclaman que les da derecho a la tierra, porque los cananeos habitaron la Tierra antes de Abraham, Isaac, o Jacob llegaran. Génesis 26:34-35 dice “Y Esaú tuvo cuarenta años de edad cuando él tomó como esposa a Judith la hija de Beeri el hitita, y Basemat la hija de Elon el hitita: que fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.” Entonces, es verdad que el trasfondo étnico Abrahámico de los descendientes de Esaú fue enturbiado a través del matrimonio de Esaú con dos esposas cananeas.

Mantenga en mente que Esaú se casó mixtamente con las esposas hititas antes de que Isaac dejase en herencia la bendición de la herencia Abrahámica. Este hecho produjo una gran tristeza a sus padres, y como era de esperarse, motivó que Jacob, con ayuda de su madre Rebeca, persuadiera engañosamente a su padre para que lo bendijera, en vez de Esaú. Sin embargo, Esaú, en los ojos del Señor, ya se había descalificado a sí mismo casándose fuera de la línea del pacto Abrahámico. Así es que si bien engañosas artimañas estuvieron involucradas en el pacto, Dios honró la bendición otorgada en Jacob, quien hasta esa coyuntura no estaba aún casado. Sin embargo, Isaac y Rebeca buscaron escrupulosamente que Jacob escogiera esposas de entre la línea correcta Semítica Abrahámica, para así conservar el derecho para que sus descendientes recibieran la herencia del pacto Abrahámico.

Tales restricciones de matrimonio permanecieron estrictas a través de las generaciones. Los judíos fueron exhortados por el Señor, a través de la ley mosaica, a no casarse mixtamente con las naciones que ocupaban Canaán, o con las naciones que las rodeaban. Ellos debían deshacerse de los cananeos en la Tierra; ¡no mezclarse o casarse con ellos! El matrimonio mixto con cualquier cananeo, u otro grupo étnico, aun si fuera de la línea Abrahámica pero que no era de la línea de Promesa, obviamente descalificaría a sus descendientes de participar de las bendiciones del pacto Abrahámico. En cualquier momento en que hubo judíos que se casaron mixtamente, el Señor les ordenaba a ellos que apartaran a sus esposas extranjeras y sus hijos de entre ellos. Sólo los descendientes de Abraham a través de Isaac y Jacob, calificarían.

Después de la bendición de Isaac a su hijo Jacob, Esaú tomó a más esposas. En Génesis 36:2-3 dice. “Esaú tomó a sus esposas de las hijas de Canaán; Adah la hija de Elon el hitita, y Aolibama la hija de Anah la hija de Zibeón el Hivita; Y la hija del ismaelita Basemat, la hermana de Nebajot.” Él luego tomó a todas sus esposas y sus hijos y moró en Edom. Génesis 36:8 dice. “Así Esaú moró en monte Seir: Esaú es Edom.” ¿Entonces, dónde deberían ahora llamar como su hogar o patria todos los descendientes de Esaú, las doce tribus de Esaú? ¡Edom, es Jordania! ¡Alguien que dice ser un descendiente de uno de los hijos de Esaú debería estar deseando vivir en Jordania, no pretendiendo el control de cualquier porción de las tierras del pacto Abrahámico! ¡Es interesante notar que la mayor parte de la población de Jordania es palestina! ¡Entonces, un Estado Palestino efectivo ya existe! ¡Por consiguiente, no hay necesidad para otro Estado Palestino! ¡La doctrina islámica detrás del deseo musulmán para expulsar a los judíos de Israel y formar otro Estado Palestino, que saca a Israel del mapa, proviene de una variante de la comprensión de la herencia para los doce hijos de Esaú! ¡El Señor Mismo reprenderá a los musulmanes para este error!

Entonces, hay algunos palestinos que reclaman la descendencia de Esaú. Algunos de los filisteos. Algunos de los cananeos. Algunos de Ismael. ¿Quién sabe quiénes son ellos con toda seguridad? Los palestinos parecen definitivamente ser un grupo mixto de personas árabes, y algunos ciertamente pueden tener estas raíces. ¡Sin embargo, ninguno de estos hereda el pacto!
Ninguno de los cananeos recibió una bendición de la herencia de Dios por el Sagrado pacto. Entonces los palestinos que sostienen ser descendientes de ya sea los filisteos o los cananeos, definitivamente se excluyen a sí mismos de ser descendientes puros de Abraham, aun si tal descendencia podría ser probada, que ahora es muy difícil.

El Eterno Pacto Divino relacionado con la Tierra de Canaán fue prometido sólo para los descendientes de Abraham a través de Isaac y Jacob, no a través de Esaú o Ismael. Por consiguiente, los palestinos no tienen base sobre la cual reclamar la posesión de cualquier porción de la Tierra de Canaán.

¿Significa esto que no hay herencia para los descendientes árabes de Abraham? Realmente, los árabes de la línea de Esaú recibieron también una bendición por Isaac, la cual requiere mucha tierra con recursos y riquezas. Génesis 27:38-41. “Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró. Entonces Isaac su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba; Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; Y sucederá cuando te fortalezcas, Que descargarás su yugo de tu cerviz. Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.”

¿Y, qué de los descendientes de Lot? Lot por un corto tiempo tuvo su elección de residir temporalmente en la llanura, mientras Abraham moró en las montañas. ¿En dónde están las montañas donde Abraham moró? ¡Ellas están donde nosotros ahora llamamos el área del West Bank (cisjordania) de Judea y Samaria! Lot fue desterrado por el pecado abominable de la gente de las ciudades de la llanura. Lot y sus hijas se convirtieron en los progenitores de dos ramas de árabes. Estos árabes no pueden afirmar descendencia directa de Abraham, aunque son parientes. ¡Abraham no le fue dado la libertad para compartir el pacto, aun con su sobrino!
¿Entonces, qué de Ismael, el hijo de Abraham y Agar, la esclava? ¿Recibió Ismael una bendición? ¡Sí, él la recibió, si bien él fue el hijo de una mujer falto de fe! Génesis. “Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.”

Las naciones árabes ahora ocupan multiplicadas veces más tierra que los israelís! Ellas no tienen necesidad para expulsar a Israel de ninguna parte de la antes Tierra de Canaán! De hecho, Dios no está satisfecho con el deseo de ellos de tomar posesión de la herencia del Pacto hecho con Israel. ¡Los palestinos, aun si podrían probar su descendencia, no pueden usurpar el Pacto de Dios con Jacob de la Tierra prometida!

La Tierra no debe ser poseída por quien “estuvo allí primero”. Aquellos que son descendientes del matrimonio de Esaú con esposas cananeas, que fueron los primeros en la Tierra, ya no pueden ser de verdad identificados, porque los cananeos fueron expulsados permanentemente en conformidad con el decreto de Dios cuándo los hijos de Israel entraron a Canaán. ¡Entonces, aun si los palestinos podrían demostrar realmente descender de los cananeos, todavía no habría disputa!

No importa cómo lo miramos, la Tierra de Canaán fue dada por Pacto Eterno a Abraham, Isaac, y Jacob. Creer y actuar de otra manera sólo conducirá a más animosidad, guerras, y más desasosiego. ¡Pero esto no necesita ser! ¡Los palestinos deben reconocer que sus celos contra Jacob son fútiles!

¡La herencia de Jacob es diminuta! Déjenle tener su herencia. La ocupación árabe incluye todas las tierras que rodean la Tierra de Canaán, pero no Canaán misma. ¿Entonces, es posible que la paz sea lograda en Oriente Medio? ¡Sólo si los árabes dejaran de altercar sobre Canaán, y si todos ellos renunciaran a su deseo de matar a Jacob! ¿Ocurrirá esto a cualquier hora pronto? ¡Desafortunadamente, ni por ensueños, si los palestinos persisten en su derrotero iluso, y las naciones insisten en aplacar a los enemigos declarados de Israel!

¿Quién tiene el control en la Tierra de Promisión? Dios lo tiene, y él ya ha proporcionado Canaán a los descendientes de Abraham a través de Isaac y Jacob. ¡Esaú, Ismael, y Lot tienen todo lo demás del Oriente Medio, lo cual es geográficamente mucho, mucho mayor! ¡Los palestinos necesitan dejar de intentar arrancar la herencia diminuta de Jacob, y, si tienen un indicio de cualquier conexión a Esaú o Ismael, que reclamen su propia bendición!

¡También Israel debe dejar de satisfacer las demandas a los palestinos! ¡Permanezcan en Gaza, Samaria, y toda Judea! ¡Éstas son las Tierras del Pacto de Israel! ¡Qué dejen de tratar con ellos!
Pero parece de la Profecía Bíblica, los palestinos van a tener que ser expulsados por el Mesías, debido a la división de la Tierra de pacto. ¡El Mesías está pronto para venir en combate victorioso! ¿Quiere él venir en combate? ¡Él no lo haría, pero lo hará si es que lo tiene que hacer! Entonces, y sólo entonces, habrá honesta y reposada paz asegurada en el Oriente Medio. Jacob entonces morará confiadamente en toda la Tierra del Pacto, y los descendientes de Esaú, quienes serán positivamente identificados por el Mesías, también se les quitará el yugo de Jacob según la bendición que Isaac le otorgó a Esaú.

Gén 27:26-29: “Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren”.

Génesis 28:1-8 “Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán. Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham. Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú”.

Salmo 105:7-15: “El es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra están sus juicios. Se acordó para siempre de su pacto; De la palabra que mandó para mil generaciones, La cual concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac. La estableció a Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno, Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad. Cuando ellos eran pocos en número, Y forasteros en ella, Y andaban de nación en nación, De un reino a otro pueblo, No consintió que nadie los agraviase, Y por causa de ellos castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas”.

¿De quién es la tierra? ¡La Tierra del Pacto le pertenece a los hijos escogidos y ungidos de Israel! No los toque. ¡No les cause adversidad, tenga miedo, o de lo contrario pague las consecuencias! ¡Escuche a sus profetas (Aquellos que hablaron la Palabra profética de la Sagrada Escritura! ¿Es esta mi evaluación? ¡No!! ¡ES LA PALABRA DEL SEÑOR!




No hay comentarios:

LA VERDAD DE LA PANDEMIA