miércoles, 7 de octubre de 2009

EL EVANGELIO DE LA CODICIA



Por Luciano Morales Rubio

Durante un tiempo en mi vida, al empezar mi militancia como cristiano, asistí durante un año a una iglesia pentecostal, de la cual luego me aparté. Dentro de este medio pentecostal uno está constantemente escuchando palabras como “sueña”,” éxito”, “liderazgo”, etc.

Por ejemplo, si tú observas los títulos de los supuestos libros “cristianos” más vendidos, podrás encontrar algunos como:“Desarrollando el líder que está en usted”“Su mejor vida ahora”,“La pirámide del éxito”, “Atrévete a soñar”etc., etc., etc.

A priori parecen aspiraciones muy normales, y cualquier persona al escuchar tales mensajes se sentiría bien. Imagínate en una iglesia pentecostal, donde el pastor, en vez de predicar sobre el pecado y el arrepentimiento (cosas que hoy en día nadie quiere oír), te da un mensaje como: “atrévete a soñar”, “mira hacia el futuro”, “tú puedes ser un gran empresario”, “vive tu mejor vida”, etc, etc, y luego de invitarte a que seas “un gran empresario de Dios”, viene el profeta internacional que ha recorrido medio mundo como los de la llamada “TV cristiana” Enlace TV y TBN, y en el nombre del Señor él te dice:“Este será el año de tu súper prosperidad”… los sueños que viste derrotados, el Señor los volverá a activar, y cosas que nunca imaginaste ocurrirán. Verás venir el dinero y ya no pedirás prestado”, etc, etc.Entonces tú dices ¡WOW! Alabado sea el Señor, “¡que grande es mi Dios!”. Mi pregunta es ésta: ¿es este el mensaje del evangelio?

Luego, si tú deseas que tales profecías se hagan realidad, debes tener fe y sembrar en su ministerio, esto es “hacer un pacto con Dios”. En otras palabras, tú debes dar algo así como 200 pesos para que la profecía se haga realidad y si no se cumple es por que no tuviste suficiente fe, porque no activaste la “palabra profética”, o porque no te esforzaste por conseguir lo que Dios ya te había dado, pero “nunca pienses que el tal es un falso profeta”, pues es rebeldía dudar del “siervo de Dios”.

Un método eficaz para llenar la congregación y ganar más dinero es muy simple: Di lo que los feligreses quieren escuchar y lograrás que muchos te escuchen, y nunca se te ocurra predicar acerca de la santidad, o de apartarse del mundo… ¡NO! perderás la mitad de la congregación!

Como dice Jhon Maxwell: Tú tienes que transformarte en el “líder eficaz que todos quieran seguir de tu Iglesia. Di algo bien bonito, algo así como lo que escribió Joel Osteen en su libro “tu mejor vida”: “Puede ser que tú provenegas de una familia con muchísima riqueza, prestigio y posición. Aún con todo eso, tú puedes experimentar más que la generación que vino antes que tú. La vida de mi papá me ha inspirado, y he sido enseñado por su experiencia y sabiduría. Sin embargo, y lo digo con humildad, yo estoy convencido de que haré mucho más de lo que pudo lograr mi padre. Dios tiene más para tí. ¡Mucho más! Ten sueños más grandes. Ensancha tu visión. Vive una vida llena de expectativas” (”Tu mejor vida ahora” Joel Osteen).

NO HAY QUE SER UN GENIO PARA DARSE CUENTA QUE ESTE HOMBRE BUSCA LA GLORIA DE LOS HOMBRES Y NO DE DIOS, SIEMPRE SONRIENDO, NUNCA OFENDE, EL QUIERE AGRADAR EL OIDO DE TODOS, pero mira lo que escribió Pablo:“¿Busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, NO SERÍA SIERVO DE CRISTO” (Gal. 1:10).

¿Nadie lee las escrituras?No te das cuenta de que esto es una clara invitación a la codicia. La palabra es clara. Mira lo que dice:“Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y lazo, y en muchas codicias y perniciosas, que hunden a los hombres en ruina y perdición” “Por que el amor al dinero es la raíz de todos los males. Y alguno por esa codicia se desviaron de la fe, y fueron trasladados de muchos dolor” (Timoteo 6: 9,10).Pregúntate: ¿alguna vez escuchaste a tu pastor leer ese versículo?

Ya muchos creyentes de hoy se han alimentado de esa codicia y ya no le piden a Dios la provisión de cada día, sino que piden mucho más, como una empresa o algo así.La Biblia dice: “así, teniendo sustento y abrigo, estemos contento”(Timoteo 6: 8).En las escrituras Jesús nos llama a ser simples, humildes y mansos como él, y recordemos que Jesús dijo que “el siervo no es mayor que su amo”.

Y como podemos leer en las escrituras, Jesús no tenía ni dónde recostar su cabeza. Muchos se centran y van a las iglesias buscando lo que llaman la “bendición” pero la verdadera gran bendición es la ¡salvación!, y cuando Jesús se manifieste, allí veremos todas las promesas de Dios cumplidas.

Muchos dicen que este es el tiempo de recibir la heredad de Dios, pero eso no es cierto. Las promesas de Dios hacia su pueblo santo se cumplirán cuando él haya establecido su reino sobre la tierra, o sea, en su segunda venida.La Palabra es muy clara al respecto:“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11: 13).

En fin, voy a dejar que mediten sobre este versículo. El apóstol Pedro profetizó lo siguiente: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras…Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 Pedro 2: 1-3).

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