He estado rastreando los acontecimientos en Irán estrechamente a lo largo de los pocos días pasados. No hemos visto desde la Revolución Islámica del '79 tal fermento ideológico y tal pasión en las calles de Irán. Lo que me fascina es cuán deseoso está el pueblo iraní por derrocar su actual régimen. Ellos quieren el cambio. Ellos quieren la democracia. No es Mir Hossein Mousavi lo que ellos quieren (después de todo, el 70 % de iraníes es menor de 30 años y no recuerda que sangriento, despreciable y tiránico él estuvo en el poder durante los años 1980). Ellos sólo quieren que alguien — cualquiera — los conduzca de la oscuridad que Khomeini, Khamenei, y Ahmadinejad los han arrastrado. Ellos quieren a alguien que conduzca la lucha para su derecho dado por Dios a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. ¿Por qué la Casa Blanca está silenciosa? ¿Por qué no respalda el presidente Obama y apoya a los Reformadores en Irán, en vez de simpatizar con los Radicales que dirigieron el régimen?
Como describí en Dentro de la Revolución, decenas de millones de iraníes han abandonado el Islam. Los más son Reformadores en el fondo, buscando la liberación política. Millones son Renovadores que experimentan la liberación espiritual. Ambos grupos profundamente se oponen a los Radicales que estrangulan su país y destruyen las vidas de sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario