Estimado TESTIGO DE JEHOVÁ,
Usted defiende como un buen escudero la creencia Watchtoweriana de las dos clases de cristianos, una celestial o superior, y una terrenal o inferior, carente ésta de muchos “privilegios” que sí goza la primera. Definitivamente ya no puedo decir otra cosa, salvo que esta enseñanza está “fuera de órbita” y es un engaño satánico sin nombre. Para mí, en lo personal, el Dios de la Biblia NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS, pero parece que el suyo, sí. En fin, ése es ya un problema suyo que le traerá graves consecuencias. Yo ya he dado mis razones en este blog por las cuales creo que soy un UNGIDO, uno que reinará con Cristo en su reino si persevero hasta el fin. Esta fe me impele a seguir adelante, trabajando para llamar a muchas más personas para que sean parte de la familia de Dios. Ahora, si usted no quiere ser parte de la familia de Dios, sino simplemente un esclavo sin derechos, ese es su problema, pero yo ya me siento un hijo de Dios y un hermano de Cristo…un miembro de su cuerpo místico. Usted se pierde esta magnífica oportunidad y acepta una posición para la cual Jesús nunca le llamó, como el de ser simplemente un súbdito de su reino, sin inmortalidad, sin poder, sin gloria y sin honra.
Alabo al Señor, quien ha hecho de todas las gentes un solo rebaño de creyentes con un solo pastor, el cual nos dará la vida eterna en su reino. Me siento feliz porque sé que los últimos de este mundo serán los primeros en la Era venidera, y los que son los primeros en este siglo serán los postreros en el venidero. Yo sé que recibí el Espíritu Santo desde el momento de mi conversión, y que ya soy parte del cuerpo de Cristo, el cuerpo que Cristo salvó de la condenación eterna con su sangre. Fuera del cuerpo de Cristo que es su iglesia no hay salvación, y si alguno dice no ser parte del cuerpo, lo que está diciendo es que está en el camino que conduce a la condenación eterna. Así pues, 97% de Testigos de Jehová están caminando hacia su destrucción porque se resisten a integrar el cuerpo o la iglesia de Cristo.
Cuando dejé de ser “Testigo de Jehová”, una de las primeras cosas que “mandé al diablo” fue la doctrina de las dos clases de cristianos: la clase celestial y la clase terrenal. Y creo que todo verdadero cristiano debe rechazar semejante blasfemia, pues si no lo hace, pagará muy caro por ello. Es curioso notar que ninguna iglesia enseña semejante barbaridad, salvo los mal llamados “Testigos de Jehová”, su organización. Es por eso que me llama mucho la atención de que usted haya aceptado una doctrina tan blasfema que es una seria gran afrenta a Dios y a su Hijo.
Lamentablemente usted está todavía perdido mientras se resista a ser un hijo de Dios, un hermano de Cristo, y miembro de su cuerpo, el cual él salvó con su sangre.
Lamentablemente usted está todavía perdido mientras se resista a ser un hijo de Dios, un hermano de Cristo, y miembro de su cuerpo, el cual él salvó con su sangre.
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