Juan 14:19 está delante de nosotros: “Todavía un poco y el mundo no me verá más”. Es sugerido por algunos estudiantes sinceros de la Biblia que este comentario por el nazareno prueba que la Parusía del Hijo del Hombre es invisible. Por supuesto, necesitamos comparar el contexto así como también otros versos relacionados que se ocupan del tema del Regreso o el arribo de Cristo. Primero, considere el contexto. Los versos previos establecen el caso en cuestión: Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. (Juan 14:18,16) ¿Es posible, y justo indicar, que Jesús puede referirse a su aparición después de su resurrección? Juan 14:21 infiere lo mismo: “Le amaré yo me manifestaré a él”.‘ Esta palabra “manifestaré” es el Griego EMPHANISO y es diversamente traducida: manifestar, aparecer, mostrar, revelar. Este mismo grupo de palabras ocurre en el Evangelio de Juan después de que el nazareno es resucitado. Note Juan 21:1, “Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera”. ¿No parecería esto confirmar que Juan 14:19 habla acerca de esa época después de la Resurrección y antes de la Ascensión?
Pedro revela esta verdad en Hechos 10:40, 41, “A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos”. Pablo está de acuerdo con esto, pues él le escribe a los Corintios: “Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez” (1 Cor. 15:6). Así, parece justo concluir que Juan 14:19 está hablando de las apariciones de Jesús entre su resurrección y la ascensión.
¿Se apareció el nazareno alguna vez ante incrédulos en el mundo siguiendo su resurrección? Pablo dice, sí. 1 Corintios 15:8 reporta: “Y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”. ¿Es justo preguntar en qué estado estaba Pablo cuando el Señor se le apareció a él? ¿Como parte del mundo? A juzgar por las tres cuentas de la experiencia de Pablo en la carretera de Damasco tendríamos que contestar que alguien en el mundo vio al Señor glorificado después de su ascensión. Referente a esto, Pablo le recuerda a los Corintios: “¿No he visto yo el Señor?‘(1 Cor. 9:1). Sin Embargo, le preguntamos al estudiante sincero de la Biblia: ¿Qué dijo Jesús, el nazareno, en otro sitio sobre su Parusía? ¿Sería visible o invisible?
¿Indicó Jesús claramente que su Parusía sería visible o invisible?
Lea lo siguiente y pregúntese cómo podría el nazareno haberlo dicho más claro que esto: Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis. Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. (Lucas 17:23, 24, 30, 34, 35; Mateo 24:27, 30).
¿Cómo lee usted esto? ¿Con toda justicia, leyendo la profecía como está presentada sin una severa manipulación? ¿Acaso no “verá” la humanidad en la tierra su regreso en el tiempo de la Parusía? ¿Acaso no se lamentarán simultáneamente en pena todas las tribus de la tierra porque ellas sí “ven” algo? El ejemplo de las dos clases de personas que estarán vivas en su venida, una durmiendo y otra trabajando, parecerían sostener que esta aparición ocurre dentro de un solo día cuando es día en un lado de la tierra y noche en el otro. Compare Marcos 13:35 dónde ese tiempo puede ser cualquiera de los cuatro periodos de tiempo: El atardecer, la medianoche, el gallo cacareando, o la salida del sol. ¡Esto estrecharía las posibilidades dentro de un período de doce horas!
Para estas razones no podemos mirar a Juan 14:19 como la prueba de un regreso invisible de Cristo.
Lo antedicho debería ofrecer una fuerte evidencia de que la Parusía de Cristo será visible para el mundo en general, y que Juan 14:19 no prueba un regreso invisible de Cristo sino sus apariciones privadas que siguieron a su resurrección y antes de su ascensión.
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