1.- Sobre Dios:
Creo en un solo Dios verdadero y Todopoderoso, que es el Padre Yahweh. Es el único Dios eterno que subsiste por sí mismo y a quien todos los hombres deben adorar con devoción (1 Cor. 8:4-6; Juan 17:3).
2.- Sobre Jesucristo:
Es el Hijo unigénito del Padre, engendrado, no creado (Apo. 5:13), el Mesías esperado, el dios de la era o mundo venidero, el que destronará a Satanás del dominio mundial (Apo. 20:1-5). El es el mediador entre los hombres y el único Dios (1 Tim. 2:5), y el enviado de Dios para salvar al mundo a través de su sacrificio vicario y el que nos introducirá al reino milenario, lo cual consolidará nuestra salvación eterna (este es el evangelio de Dios). Creo que Jesús se ganó una posición sumamente exaltada sólo después de haber sido obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil. 2:9). Antes de eso Jesús aún no gozaba de una posición sumamente exaltada.
3.- El evangelio:
Jesús mismo dijo que fue enviado por su Padre para anunciar el evangelio del reino de Dios (Lucas 4:43). De modo que el evangelio o buenas noticias tienen que ver con el reino de Dios. Jesús esperó que sus potenciales seguidores creyeran en su mensaje del reino para poder ser bautizados y ser parte de él en la parusía (Marcos 16:15,16; Mateo 25:31,34). Más adelante el apóstol Pablo sumaría al mensaje del reino, la muerte, sepultura y resurrección de Cristo como parte del evangelio que debía creerse para ser salvo (1 Cor. 15:1-50). Este mismo mensaje deberá ser anunciado al mundo entero antes de que Cristo pueda volver a la tierra en gloria (Mateo 24:14).
4.- El Reino de Dios:
El reino de Dios es el reino davídico en Jerusalén, el cual, momentáneamente, está suspendido hasta el regreso del heredero al trono y a la corona, el Mesías Jesús (Eze. 21:23-25). Jesús restaurará finalmente el reino de los judíos, y gobernará con sus santos el mundo entero por diez siglos (Hechos 1:3,6,7; Daniel 7:13,14,18; Isa. 32:1). Será una era de paz y rectitud nunca antes vistas (Isa. 9:6,7), y en dónde las guerras y las penurias serán cosas del pasado. Será una era de verdadera prosperidad para todos.
5.- La Segunda Venida de Cristo
La segunda venida de Cristo será post-tribulacional y pre milenaria. Jesús fue claro al decir que DESPUÉS de la gran tribulación de aquellos días finales, él vendría nuevamente a la tierra (Mateo 24:29,30). Así como la primera iglesia fue probada por una cruel persecución y tortura, así lo será la iglesia final. En realidad la iglesia de Cristo ha sufrido constantemente persecución y dolor durante los siglos, y en especial, en la Edad del Oscurantismo, la Edad Media, a manos del romanismo (Hechos 14:22). Y cuando Cristo aparezca visiblemente, la iglesia, su cuerpo místico (sus hermanos ‘cristos’), se unirá al novio en matrimonio, y heredará finalmente las promesas y reinará con él en su reino restaurado en Jerusalén. Los sobrevivientes de las naciones serán súbditas del reino de Cristo (Zac. 14.16).
7.- La iglesia:
La iglesia es el cuerpo de Cristo, la que reinará con Cristo en su reino milenario. En buena cuenta, son todos aquellos miembros bautizados que se reúnen en privado para adorar a Dios y a estudiar las Escrituras. No es un cuerpo donde puedan asistir los inconversos y blasfemadores, sino sólo los que están consagrados al Señor. Es un cuerpo santo que no admite mancha ni arruga de afuera, de aquellos que están en pecado y en rebelión. Esto no significa que la iglesia no acepte a los inconversos para convertirlos e introducirlos a la iglesia o cuerpo de Cristo. Lo importante es que los convertidos son los únicos que pueden asistir a los cultos, y los únicos que pueden participar de la cena del Señor.
8.- La comunión:
Todos los cristianos bautizados están llamados a comer del pan y beber del vino en la conmemoración de la cena del Señor. Esta celebración puede hacerse una vez al año o más, pero no todos los días para que no se convierta en una comida común. Es necesario celebrarla con dignidad y santidad, comprendiendo siempre su verdadero significado para nosotros.
9.- Sobre el Alma:
Creemos que nadie tiene la inmortalidad inherentemente, sino que estamos en la búsqueda de ella (Rom. 2:6,7). Si esto es lo que la Biblia dice, sería imposible que alguno posea la inmortalidad ahora. En tal sentido, la inmortalidad del alma ahora es una imposibilidad. La inmortalidad es un regalo de Dios para los justos, no para los injustos. Así los injustos tampoco tienen un alma inmortal inherentemente en ellos.
10.- El Castigo de los impíos:
Siendo que los impíos y píos no tienen inmortalidad, pues ésta es un regalo de Dios sólo para los justos en la era venidera (Rom 2:6,7; 1 Cor. 15:53), creemos que los impíos no podrían ser atormentados eternamente en el infierno de tormento simplemente porque no lograron obtener la tan anhelada inmortalidad. En todo caso, el castigo eterno de los impíos es un castigo cuyas consecuencias son eternas, es decir, que una vez castigados y destruidos (los impíos), nadie podrá revocar la condenada…pues será eterna.
11.- La importancia de las profecías bíblicas:
Estamos convencidos de que las profecías bíblicas iluminan el andar del creyente, dándole un entendimiento cabal de lo que sucede en el mundo, y relacionando los eventos mundiales más trascendentales y dramáticos del momento con la inminente venida de Cristo y el consiguiente establecimiento de su reino milenario de justicia (Prov. 29:18; 1 Tes. 5:20; 2 Pedro 1:19).
12.- Llamar a la gente al arrepentimiento para que se dejen de boberías pensando que esta vida es todo cuanto hay y que nada ni nadie la cambiará. Nuestro interés es desperar las conciencias dormidas de muchos de nuestros visitantes para que examinen las Escrituras y comprueben que efectivamente pueden encontrar esperanza en ellas.
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