Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Los "Testigos" también han escrito otro libro titulado: "Sobrevivientes que entran a una Nueva Tierra" (1984). En este libro los "teólogos" de la W.T han torcido la definición que da Cristo mismo en cuanto a quiénes son sus hermanos. En la página 114 aparece el subtítulo "El rey y sus Hermanos" y en la página siguiente, la 115, hablando de sobre los hermanos de Cristo, preguntan: "¿Quiénes son éstos? Aquellos a quienes Dios ha escogido de entre la humanidad para que hereden con Cristo el Reino celestial. Son 144,000, y sólo queda un resto de ellos todavía en la tierra (Revelación 14:1,4). Porque 'han nacido otra vez' mediante el funcionamiento del espíritu de Dios, son hijos de Dios, y por esta razón en las Escrituras se les llama "hermanos" de Jesucristo (Juan 3:3; Hebreos 2:10.11). Jesús cuenta lo que la gente hace a estos "hermanos", hasta el 'más pequeño' de ellos, como si se lo hicieran a él." En la página 118 del mismo libro, y en el segundo párrafo, afirman que los "hermanos" de Cristo son un rebaño pequeño de 144,000 personas.
Esta doctrina de los "T.J" es totalmente absurda y claramente antibíblica, pues si sólo los 144,000 "T.J" son los hermanos de Cristo, entonces la gran mayoría de "T.J" no los son. Es más, si sólo los 144,000 "Testigos" son hermanos de Cristo, entonces sólo ellos tienen a Dios como Padre. Recordemos que Dios es el Padre de Cristo, y por extensión, también de sus hermanos. ¿Se da cuenta de lo que esto significa? La gran mayoría de "Testigos" no tienen parte en la familia de Dios. Prácticamente se encuentran como parias y desposeídos de todos los derechos que tiene un hijo legítimo.
Pero desgraciadamente la gran mayoría de Testigos de Jehová no se dan cuenta del engaño, y sólo se limitan a propagar como tontos este craso error por todos lados a donde van con sus revistas Atalaya y Despertad. No se dan cuenta que ellos mismos se están excluyendo de la gran salvación que Dios ofrece a través de Jesucristo, su Hijo amado. Al decir que ellos no son de la clase “celestial” de la “manada pequeña”, lo que están diciendo es que ellos son meramente servidores y esclavos de esa clase “ungida” o “celestial”, y que no tienen los mismos derechos de un verdadero salvo, o de un hijo de Dios. De este modo ellos mismos se acomplejan y prácticamente se someten como corderos a los dictados de aquellos malos servidores de Dios que golpean a sus hermanos y que los humillan dejándolos como parias y sin un Padre verdadero que los quiere realmente cobijar dentro de su familia. Parece Increíble, pero sólo los "144,000 ungidos" son hijos de Dios, los únicos hermanos de Cristo, los únicos que tienen el Espíritu Santo, los únicos que pertenecen a la Iglesia Cristiana, los únicos que pueden participar de la cena tomando del pan y del vino, los únicos que reinarán en el reino de Cristo. En cambio, la gran mayoría de "Testigos" pasan a ser entes de cuarta categoría, desposeídos de casi todos los derechos de un hijo.
Pero la división que hacen los Testigos de Jehová de los hermanos de Jesús y las “otras ovejas” es diabólica, y por lo tanto, abominable. Jesús es muy claro al decirnos quiénes son sus hermanos, con estas solemnes palabras: "PORQUE TODO AQUEL QUE HACE LA VOLUNTAD DE MI PADRE QUE ESTA EN LOS CIELOS, ESE ES MI HERMANO, Y HERMANA, Y MADRE” (Mateo 12:50). Es decir, si alguien no está haciendo la voluntad de Dios, esa persona no es un hermano de Cristo. Esa persona definitivamente está haciendo, o su propia voluntad, o la de algún otro hombre, o bien de algún ser cósmico que la Biblia llama “Diablo” o “demonio”. Pero si una persona hace la voluntad de Dios, el apóstol Pablo dice que esa persona obtendrá la promesa.
Esta doctrina de los "T.J" es totalmente absurda y claramente antibíblica, pues si sólo los 144,000 "T.J" son los hermanos de Cristo, entonces la gran mayoría de "T.J" no los son. Es más, si sólo los 144,000 "Testigos" son hermanos de Cristo, entonces sólo ellos tienen a Dios como Padre. Recordemos que Dios es el Padre de Cristo, y por extensión, también de sus hermanos. ¿Se da cuenta de lo que esto significa? La gran mayoría de "Testigos" no tienen parte en la familia de Dios. Prácticamente se encuentran como parias y desposeídos de todos los derechos que tiene un hijo legítimo.
Pero desgraciadamente la gran mayoría de Testigos de Jehová no se dan cuenta del engaño, y sólo se limitan a propagar como tontos este craso error por todos lados a donde van con sus revistas Atalaya y Despertad. No se dan cuenta que ellos mismos se están excluyendo de la gran salvación que Dios ofrece a través de Jesucristo, su Hijo amado. Al decir que ellos no son de la clase “celestial” de la “manada pequeña”, lo que están diciendo es que ellos son meramente servidores y esclavos de esa clase “ungida” o “celestial”, y que no tienen los mismos derechos de un verdadero salvo, o de un hijo de Dios. De este modo ellos mismos se acomplejan y prácticamente se someten como corderos a los dictados de aquellos malos servidores de Dios que golpean a sus hermanos y que los humillan dejándolos como parias y sin un Padre verdadero que los quiere realmente cobijar dentro de su familia. Parece Increíble, pero sólo los "144,000 ungidos" son hijos de Dios, los únicos hermanos de Cristo, los únicos que tienen el Espíritu Santo, los únicos que pertenecen a la Iglesia Cristiana, los únicos que pueden participar de la cena tomando del pan y del vino, los únicos que reinarán en el reino de Cristo. En cambio, la gran mayoría de "Testigos" pasan a ser entes de cuarta categoría, desposeídos de casi todos los derechos de un hijo.
Pero la división que hacen los Testigos de Jehová de los hermanos de Jesús y las “otras ovejas” es diabólica, y por lo tanto, abominable. Jesús es muy claro al decirnos quiénes son sus hermanos, con estas solemnes palabras: "PORQUE TODO AQUEL QUE HACE LA VOLUNTAD DE MI PADRE QUE ESTA EN LOS CIELOS, ESE ES MI HERMANO, Y HERMANA, Y MADRE” (Mateo 12:50). Es decir, si alguien no está haciendo la voluntad de Dios, esa persona no es un hermano de Cristo. Esa persona definitivamente está haciendo, o su propia voluntad, o la de algún otro hombre, o bien de algún ser cósmico que la Biblia llama “Diablo” o “demonio”. Pero si una persona hace la voluntad de Dios, el apóstol Pablo dice que esa persona obtendrá la promesa.
Pues bien, ahora tome nota lo que dice Hebreos 10:36, un verso pasado por alto por los Testigos de Jehová: “Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, OBTENGÁIS LA PROMESA”, ¿cuál promesa? El verso 34 dice: “UNA MEJOR PROMESA Y PERDURABLE HERENCIA EN LOS CIELOS…” Así que si tú haces la voluntad de Dios, tú ciertamente tendrás una herencia celestial asegurada. ¿Y cuál es la voluntad de Dios para nosotros? “Pues la voluntad de Dios es vuestra SANTIFICACIÓN” (1 Tes. 4:3). Es decir, Dios quiere nuestra vida santa, sin la cual nadie verá a Dios (Heb. 12:14). Y esta santidad no es otra cosa que vivir sin mancha del mundo, en rectitud y en pureza. ¿Acaso la grande muchedumbre puede estar exenta del requisito de la santidad y entrar en el reino? No, claro que no! Todos los que son cristianos auténticos, y hacen la voluntad de Dios a través de una vida devota y santa entrarán en el reino para recibir una herencia mejor y perdurable en el cielo. Estos serán vestidos de ropas blancas que corearán su victoria sobre el mundo y sus deleites pasajeros. Repito nuevamente: Si usted no es un hermano de Jesús es porque simplemente usted no hizo la voluntad de Dios, la cual es vivir una vida santa. Y si no usted no vive una vida santa, entonces usted definitivamente está viviendo una vida de pecado y de condenación eterna. No hay salida, o usted hace la voluntad de Dios, o no la hace. Si la hace recibirá la promesa de una mejor herencia que está guardada en los cielos.
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