Pintura de La esposa de Potifar y José el maratonista
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7)
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7)
"Lejos esté de mí que os dé la razón; hasta que muera, no abandonaré mi integridad" (Job 27:5).
Una de las más grandes necesidades para aquellos en el ministerio de hoy día es que los ministros de Dios anden en la integridad. El nos a llamado ser diferente del mundo, no tanto en nuestra apariencia sino en nuestro carácter. Porque el mundo tanto falta la integridad, cuando la demostramos en nuestro camino diario, esto nos aparta del mundo y ayuda demostrar el carácter de Dios.
Pues surge la pregunta ¿qué es la integridad? Todos probablemente pueden dar una definición de la integridad y probablemente todas serán diferentes en una forma u otra.
Pues surge la pregunta ¿qué es la integridad? Todos probablemente pueden dar una definición de la integridad y probablemente todas serán diferentes en una forma u otra.
El diccionario dice que la integridad es "la calidad o el estado de tener un carácter de altas éticas; rectitud, honestidad, sinceridad." Pues, porque la integridad se trata de ser moral, tenemos que ver lo que significa moral. Otra vez, según el diccionario, moral significa "capaz de discernir entre el comportamiento bueno y malo." Esto es la definición humana, ¿pero qué opina Dios?
La integridad es hacer lo que Dios dice que es la cosa correcta, aún si haya un precio caro a pagar. Quiere decir obedecer la ley de Dios, hablar únicamente la verdad, y poner la otra persona sobre usted. Es desplegar el carácter de Dios en su caminar diario.
Un varón de integridad siempre dice la verdad, aún si le causa aparecer malo.
Un varón de integridad nunca toma algo que no le pertenece a él, aún si tenga permiso sobreententido tomarlo, o si "los otros se entiendan que no hay problema en tomarlo."
Un varón de integridad nunca toma algo que no le pertenece a él, aún si tenga permiso sobreententido tomarlo, o si "los otros se entiendan que no hay problema en tomarlo."
Un varón de integridad regresa a la tienda para devolver el cambio excesivo que recibió.
Un varón de integridad busca el dueño de dinero perdido en vez de ponerlo en su propio bolsillo.
Un varón de integridad prefiere ser estafado su mismo, en vez de permitir que otro sea estafado en un negocio.
Un varón de integridad hace lo que dice que hará, aún si le sea difícil hacerlo.
Un varón de integridad será al lugar donde dice que estará, aún si tenga dificultad en hacerlo. Si no puede estar allí, pues llamará de antemano para informarle a la otra persona.
Un varón de integridad será al lugar donde dice que estará, aún si tenga dificultad en hacerlo. Si no puede estar allí, pues llamará de antemano para informarle a la otra persona.
Un varón de integridad pone las necesidades de otros sobre las suyas.
Un varón de integridad "se volverá la otra mejilla" en lugar de lastimar la otra persona.
Un varón de integridad prefiere morir antes que negar o rechazar su integridad. Job dijo: "Lejos esté de mí que os dé la razón; hasta que muera, no abandonaré mi integridad" (Job 27:5). A través de toda su prueba, él fue dado muchas oportunidades y tentaciones para negar a Dios. Pero a pesar de esto, la biblia dice que "no pecó." ¿Por qué? Porque aún en media de grandes estorbos, Job conservó su integridad.
Dios fijó su integridad y le dijo a Satanás "Y él todavía conserva su integridad, aunque tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa" (Job 2:3).
Si alguien tiene integridad, se puede confiar en él en cualquier situación. ¿Por qué? No porque él hará lo que quiere que haga, sino que hará la cosa correcta, si es lo que quiere o no. Además, él hará la cosa correcta, no importa el costo a sí mismo.
Probablemente uno de los mejores ejemplos de un varón de integridad que tenemos en la biblia es José. A pesar de que sus hermanos lo trataron malo, y lo vendieron en esclavitud, él mantenía su relación con el Señor, y continuaba a andar en integridad.
Fueron estas dos características que le causaron estar levantado al más grande puesto en Egipto, como primer ministro de Faraón (Gen 41:40). Faraón vio la mano de Dios sobre la vida de José, y también lo vio como alguien con ambos sabiduría y integridad, en quien podía confiar en hacer lo necesario.
Fueron estas dos características que le causaron estar levantado al más grande puesto en Egipto, como primer ministro de Faraón (Gen 41:40). Faraón vio la mano de Dios sobre la vida de José, y también lo vio como alguien con ambos sabiduría y integridad, en quien podía confiar en hacer lo necesario.
José no recibió la integridad súbitamente como un regalo de Dios cuando lo necesitó para servir a Faraón; él vivió en integridad a través de toda su vida. Vemos esto al mirar un surtido de cosas que nos raconta la Biblia que hizo.
Después de que los hermanos de José le vendieron en esclavitud, él se llegó a ser un esclavo de Potifar, el capitán de la guardia de Faraón (Gen 37:28, 36). Esto debería sido un grave golpe a José, yendo de ser el hijo favorito de Jacob, un varón rico, a ser esclavo. Pero, José era fiel en esta nueva posición. Tan fiel que Potifar le promovió y entregó en su mano todo lo que poseía (Gen 39:4). Tal alta era su integridad en aquel tiempo de su vida que su amo le confía hasta el punto de que "no se preocupaba de nada, excepto del pan que comía." (Gen 39:6).
Desafortunadamente, la esposa de Potifar también vio estas mismas características en José, y le fue atraído. Ella le pidió acostarse con ella (Gen 39:7). No solamente lo hizo una vez, sino la Biblia dice que lo hacía diariamente (Gen 39:10).
La primera repuesta de José demuestra su integridad.
Pero él rehusó, y dijo a la mujer de su amo: Mira, estando yo aquí, mi amo no se preocupa de nada en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que posee. No hay nadie más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado, excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios?
Gen 39:8-9
Gen 39:8-9
No solamente rehusó la esposa de Potifar la primera vez, pero dice en verso 10 que "no accedió a acostarse con ella, o a estar con ella" aunque ella le ofrecía a él día tras día. Por fin, probablemente muy frustrada, ella le puso una trampa y consiguió que estuvieran solos en el palacio. "Ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera" (Gen 39:12). El era tan implacable sobre proteger su integridad que no le dejó que su mano sobre su ropa le detuvo, y literalmente ella le rasgó su ropa en su escape.
A pesar de que José se comportó en integridad, hubo costo enorme a él. La esposa de Potifar mintió a su esposo, recontándole como José había venido para violarla. La biblia no nos dice como le contestó José a esta acusación, pero en este caso, me gusta como los videos retratan a José. Aunque supo que habría una costa personal muy grande, rehusó decir alguna cosa en contra de ella.
Aun en la prisión, José actuó en integridad. El tuvo favor con el jefe de la prisión, y por eso que le puso a José encargo de todo en la prisión. Su tiempo en la prisión y la integridad con la que actúa allá, finalmente le llevaron a llegar a ser el primer ministro de Faraón.
Nuestro Dios es un Dios de integridad, y él desea que la gente de integridad demuestre su carácter al mundo. Cuando Salomón dedicó el templo al Señor, Dios le dijo:
Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en rectitud de corazón y en integridad, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometí a tu padre David, diciendo: "No te faltará hombre sobre el trono de Israel." 1 Re 9:4-5
Dios promete las bendiciones a aquellos que viven conforme a sus deseos. Tal como las otras promesas de bendiciones, esta bendición es condicional. Esta bendición solamente iba a venir a Rey Salomón si vivía con corazón de integridad.
De hecho, las bendiciones no son limitadas solamente al rey. Nosotros también recibimos bendiciones por andar en integridad. El libro de Proverbios menciona en varios textos como la integridad nos trae bendiciones.
El que anda en integridad anda seguro, mas el que pervierte sus caminos será descubierto.
Pro 10:9
La integridad de los rectos los guiará, mas la perversidad de los pérfidos los destruirá.
La integridad de los rectos los guiará, mas la perversidad de los pérfidos los destruirá.
Pro 11:3
La justicia guarda al íntegro en su camino, mas la maldad trastorna al pecador.
La justicia guarda al íntegro en su camino, mas la maldad trastorna al pecador.
Pro 13:6
Algunas de las bendiciones que recibimos cuando andamos en integridad son la seguridad, la sabiduría para guiarnos, y una protección en el sentido de no perder nuestra rectitud sobre nuestras vidas. Pero mire a la segunda parte de cada uno de aquellos versos. Aquellos que no andan en integridad son destruidos, derrocados por maldad, y su falsedad está descubierta. Como siempre hay bendiciones por obedecer a Dios, siempre hay consecuencias costosas por desobedecerle.
Las bendiciones de andar en integridad van más allá del individuo y son entregadas también a sus hijos. Proverbios 20:7 dice: "El justo anda en su integridad; ¡cuán dichosos son sus hijos después de él!" No sé lo que usted desea, pero uno de mis fuertes deseos es ver que mis hijos sean bendecidos. Este texto contiene una promesa de Dios concerniente como pueden ser bendecidos.
Pues, ¿cómo se puede andar en integridad? Más que nada, andar en integridad significa que nuestras palabras y nuestras acciones están de acuerdo. No basta decir que hará algo, si no lo lleva a cabo y no se comporta según sus palabras.
En tiempos anteriores en los Estados Unidos, había un dicho que "la palabra de un varón era su garantía." Si un varón dijo que haría algo, así lo fue. Se pudo llevar aquellas palabras al banco y ser asegurado que él llevará a cabo el necesario. Los negocios que valieron miles de dólares fueron sellados con una palabra y un apretón de mano.
Ser un varón fiel a su palabra era considerado ser una señal de ser varón. Si no se podía confiar en la palabra de alguien, la gente rechazará hacer negocios con él. La gente no quiso que viva en su comunidad tampoco. El sería esquivado por la sociedad.
Esta actitud era tan fuerte que decir que un hombre era mentiroso era razón común para iniciar un desafío con pistolas. Si sucedió que uno mató al otro que le había llamado mentiroso en un desafío justo, él fue libre. La ley no le procesó por haber protegido su nombre. La gente en su comunidad le vieron con favor porque él conservó su integridad.
En Mateo 5:37, Jesús dijo, "Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal." En otras palabras, Jesús dijo que debemos ser tan honestos con nuestras palabras que no haya ninguna duda cuando decimos sí o no, de que se trata nuestra conversación. No debemos tener que amplificar sobre aquellas palabras, porque son seguras, y en los ojos de aquellos alrededor de nosotros, el hecho de que declaramos algo necesita ser seguro, verdadero, y contener una promesa fija.
Mejor es el pobre que anda en su integridad que el de labios perversos y necio.
Pro 19:1
Pro 19:1
Otra manera para decir "labios perversos" es "labios mentirosos." Aquí, en Proverbios, el Rey Salomón, el ungido por Dios, declara que la prosperidad financiera no es tan importante que es la integridad. Esto es 100 porciento opuesto a la perspectiva de nuestra cultura moderna. Mucho se base en recibir la seguridad y prosperidad financiera, que se considera aceptable ser deshonesto en la búsqueda de las riquezas. Es bastante malo que el mundo opina así, pero ¡es fácil encontrar a muchas personas en la Iglesia que tienen la opinión exacta como lo demás en el mundo!
Integridad implica ser honesto con cada palabra que usa. ¡Me recuerdo una estadística hace unos pocos años de que la persona promedia miente más de 800 veces por día! Pues, no estoy seguro de que fueron estas mentiras, ni tampoco como sería posible mentir tanto, pero dejamos el ejemplo con decir que la persona típica miente muchísimo. Esto ha llegado a ser una parte muy común de nuestra sociedad que aún no lo hacemos caso.
Otra parte importante de andar en integridad es no permitir que los hombres afecten lo que decimos y hacemos. Tan pronto como permitimos que las opiniones de otros cambien nuestras acciones, nosotros cambiamos quien somos. Aún si aquellas personas son creyentes, hacer lo que quieren que hagamos, nos cambia en una manera u otra.
Otra parte importante de andar en integridad es no permitir que los hombres afecten lo que decimos y hacemos. Tan pronto como permitimos que las opiniones de otros cambien nuestras acciones, nosotros cambiamos quien somos. Aún si aquellas personas son creyentes, hacer lo que quieren que hagamos, nos cambia en una manera u otra.
Bien, algunas veces aquellos cambios pueden ser por lo bueno, pero el hecho de que nos cambiamos para estar de acuerdo con las esperanzas o expectativas de otra persona, no es bueno. Decimos por ejemplo que un ministro ministra en otra iglesia en otra ciudad. Para parecer más "espiritual" él pasa mucho más tiempo en leer su biblia que lo haría de costumbre en casa. Esto tiempo extra en la Palabra de Dios es bueno. Pero, la falsedad de hacerlo únicamente para aparecer más espiritual en los ojos de los demás, no es bueno. Por consiguiente, la acción de aquel ministro llega a ser una mentira.
Aún los enemigos de Jesús le reconocieron como varón de integridad. De hecho, su vida era en peligro a causa de su integridad, pero esto no cambió ni sus palabras ni sus hechos.
Y le enviaron sus discípulos (a Jesús) junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz (un varón de integridad) y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial.
Mat 22:16 (paréntesis mía de la traducción de inglés)
Mat 22:16 (paréntesis mía de la traducción de inglés)
Necesitamos andar en el mismo tipo de integridad que hizo Jesús. ¿Por qué? Porque si no, nunca llegaremos ser testigos por él. En vez de dar testimonio a un incrédulo, hablaremos de los deportes. En vez de detener alguien de tratar mal a otro, pretenderemos de no hacer caso de ellos. En vez de confrontar el malo en la vida de alguien, nos callaremos. No se puede ser una herramienta eficaz en las manos de Dios si dejamos que el hombre efectúe nuestras acciones.
Jesús dijo, "Pero él que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios" (Luc 12:9). Pienso que esto es muy claro. Jesús no nos reconocerá como el suyo delante de nuestro Padre Celestial si nosotros no le reconocemos como lo nuestro aquí en la tierra. Esto requiere que andemos en integridad.
Muchos ministros dicen a sí mismos, "Definitivamente estoy viviendo como Dios quiere que vivo, porque su unción está sobre mi vida. Simplemente fíjese de las sanidades, milagros, salvaciones, y más que el Señor hace a través de mí." Pero necesito fuertemente decirle que pensar de esta manera es muy erróneo. La unción de Dios es el suyo a dar o retener. No es dependiente de nosotros, sino es dependiente del Espíritu Santo.
Sí, Dios está usándonos, pero esto no es un sello de su aprobación sobre nuestras vidas. A pesar de que tanto Dios nos usa, siempre puede usarnos más. No importa que tan ungido es nuestro ministerio, siempre puede ser más ungido. No importa que tantos son sanados en nuestras reuniones, siempre hay unos que se van a casa con sus enfermedades. No importa que tantos corazones son tocados ni que tantas vidas son cambiadas, siempre hay aquellas personas que continúan en sus pecados.
El problema es que estamos usando la medida errónea. En vez de comparar nuestras "obras" a la Palabra de Dios y las obras de su Hijo Jesús, nos comparamos a otros ministerios, y decidimos que estamos haciendo el correcto. La Biblia nos avisa de esto:
Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos y comparándose consigo mismos, carecen de entendimiento. 2 Co 10:12
En los ojos de Dios, cuando nos comparamos a otros, en vez de compararnos a su Palabra, somos insensatos. El nos ha dado una medida de comparación, y no hay otra.
Al compararnos a otros, o a lo que pensamos que deberíamos hacer, en realidad estamos negando el plan y el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. En vez de" todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Col 3:23), hacemos cosas para nuestras mismas, o para parecer buenos delante de lo demás. Esto es una actitud peligrosa, y Dios no premiará a aquellos que continúan así.
Fijamos un momento a un varón en la biblia que fue tremendamente ungido, pero no tuvo ninguna integridad. Esta persona es Sansón, el juez. El fue ungido de Dios para tener tremenda fuerza y habilidad para ser un juez y libertador de Israel. Pero, si examinamos su vida, tuvo muy poca integridad. De hecho, casi toda detalle de su vida grita concerniente una falta de integridad.
La primera mención concerniente Sansón es su nacimiento en Jueces, capítulo 13. Un ángel del Señor vino a los padres de Sansón y les mandó criarle como nazareo; enteramente dedicado al Señor. Los padres obedecieron la instrucción del Señor, y la mujer se dio a luz a un varón, que se llamaron Sansón.
Ahora, veamos lo que dice la biblia sobre la vida de Sansón:
Sansón les pidió a sus padres que le consigan una esposa de los filisteos, que claramente era en contra de los mandamientos de Dios. - Jueces14:1-2
El mató un león - esto no era ni moral ni inmoral - Jueces 14:5-6
El mató a 30 filisteos, para robar sus vestiduras en pago de la deuda del juego por dinero. - Jueces 14:19
El capturó trescientas zorras y les soltó con antorchas atadas a sus colas en los sembrados de los filisteos, porque estuvo enojado. - Jueces 15:4-5
El "hirió" a muchos filisteos (no se menciona que tantos) porque habían matado a su esposa en venganza por haber dejado que las zorras destruyeron sus mies. - Jueces 15:8 Cuando los filisteos se fueron a batalla en contra de Israel, llevando aquel desafío al próximo nivel, él dijo, "Como ellos me hicieron, así les he hecho." - Hacer cosas con este tipo de actitud y razonamiento es claramente malo. - Jueces 15:11
El mató a 1,000 filisteos con la quijada de asno. Esto es una continuación del desafío que está mencionada en el punto anterior. - Jueces 15:15
El arrancó las puertas de la ciudad de Gaza con los dos postes junto con las trancas, y las llevó hasta la cumbre del monte que estaba frente a Hebrón. Pero, lo hizo porque los filisteos iban a capturarle mientras que estaba visitando a una prostituta. - Jueces 16:1-3
Tres veces, él se soltó de su cautividad cuando los príncipes de los filisteos estaban tratando de usar a Delila para capturarle. Sin embargo, si no hubiera estado envolucrado en un amorío con Delila, ellos no hubieran tenido la oportunidad para atarle. Finalmente, Delila le presionaba y apremiaba tanto que él le dijo la verdad, y fue capturado. - Jueces 16:4-21
Durante su cautividad a los filisteos, él destruyó su templo, matando unos 3,000 de ellos, y murió al mismo tiempo. Bien que pidió al Señor darle la fuerza para hacer este hecho como un hecho de venganza hacia los filisteos por le haber atado, también era dispuesto sacrificar su vida para destruir a los enemigos y opresores de su gente. Esto fue el único hecho de integridad que nota la Biblia concerniente su vida. - Jueces 16:30
En el único hecho de integridad en la vida de Sansón, durante el cuál murió, él logró más para el Señor que lo hizo durante los 20 años anteriores de su ministerio. Aún entonces, el hecho no fue totalmente uno de integridad, porque tenía motivos egoístas al hacerlo.
Sí, Dios usó a Sansón. Dios aún usó la falta de integridad de Sansón para cumplir su volundad divina. Estoy seguro que Dios orquestó los eventos en la vida de Sansón para usar su mal genio y egoísmo por los propósitos de Dios. Pero, cuando veo una tal historia, debo preguntarme, "¿Si Sansón hubiera actuado con integridad por toda su vida, que tanto más hubiera podido lograr por el Señor?"
Es el mismo hoy día para aquellos de nosotros en el ministerio. Usted y yo acaso estamos haciendo grandes obras para el Señor, no a causa de nuestra integridad, sino a pesar de ella. Mirando a nosotros, debo preguntar la misma pregunta, "¿Qué tanto más pudiéramos lograr para el Señor, si hiciéramos todo con integridad?"
Asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes; muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra sana e irreprochable, a fin de que el adversario sea avergonzado al no tener nada malo que decir de nosotros.
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