Por Wolfgang Streich
I – Mi Experiencia
Mi nombre es Wolfgang Streich. Nací en una familia Adventista del 7º día (IASD) bastante de la línea tradicional yo diría, aunque mis padres eran personas con mente muy abierta. Fui bautizado el año 1979 a la edad de 9 años. Nunca había pensado que nuestra iglesia podría no ser fiel a los principales postulados bíblicos del mensaje de Salvación.
Hasta que estudiando en el Seminario Teológico de la Universidad Adventista del Plata, en Argentina empezaron a ocurrir algunas cosas un poco raras para mi manera de pensar. Era el año 1990 cuando llegaron a mis manos diversas publicaciones, una de un movimiento Argentino separatista llamado \"El tercer ángel\", Traía temas bastante controvertidos sobre la Justificación por la fe. No comprendí mucho de los propósitos de aquella revista.
Otra publicación separatista que empezó a llegar a mis manos era \"Nuestro Firme Fundamento\" de Hope Internacional, la línea más conservadora de los que se autodenominaban “Adventístas Históricos”. También se empezaron a escuchar sobre la separación del ministerio de los pastores Desmond Ford por estar en contra de la doctrina de 1844 y Walter Rea por acusar de plagio a Elena de White.
El momento era propicio para la formación de distintas líneas de pensamiento dentro del Seminario. Precisamente en esa época, dos compañeros empezaron a lograr un fuerte liderazgo promoviendo ideas, citas y debates entre los compañeros. Ellos eran Andrés Sicca y Sergio Caseiro. Andrés había estudiado teología en EE.UU., y había sido formado por el grupo de \"Adventistas Históricos\". Sergio era un nuevo adventista, recién convertido, pero venía con un \"cierto aire de santidad\". Parecía un poco raro. Ellos seguían una vida de cumplimiento estricto a sus convicciones. Lo más notorio era su alimentación. No comían carne, queso ni huevos, cumpliendo hasta un extremo irrisible las normas de estilo de vida enseñadas por Elena de White en el siglo XIX. Sergio pasó por algo que a nosotros nos pareció un poco gracioso, el romper su noviazgo, por fuertes convicciones de que el beso era pecado durante el noviazgo.
El año 1991 para mi fue un año de mucha confusión en el campo de las ideas. Había pasado mucho tiempo leyendo “Nuestro Firme Fundamento”, y casi había llegado a la conclusión de que una de las verdades fundamentales del Adventismo era que existía la posibilidad “por la gracia de Dios” de vivir una vida sin pecado, antes de la venida de Cristo. Aunque yo intelectualmente aceptaba estaba posibilidad, en la práctica me parecía esto imposible. Todo esto fue creando un gran conflicto en mi mente Había cosas que no podía entender.
Para el año 1992, algunos cosas que ocurrieron aclararon mis ideas. En primer lugar Andrés y Sergio ya no estaban. Andrés había dejado la iglesia. Decían que se había vuelto alcohólico, que fumaba, y tenía varias mujeres. Creo que era verdad. A Sergio lo volvimos a ver luego de un tiempo. También había dejado la iglesia, y había intentado suicidarse en la ciudad de Mendoza. Milagrosamente fue salvado por la ayuda de una persona que habló con él.
Otro suceso que yo creo fue fundamental; fue el encontrar entre los casetes de sermones de la universidad un tema sobre Cristología que trajo paz a mi alma, y la seguridad de la Salvación. Rechacé y repudié totalmente las ideas perfeccionistas que durante más de un año habían confundido mis pensamientos y acciones. Tanto mis ideas como mi experiencia personal con el Señor tuvieron un cambio de 180º, diría yo. Tal vez, ese año podría decir yo fue el de mi nuevo nacimiento.
Terminé teología el año 1993, con mucho gozo y paz, especialmente luego de tomar la materia Romanos, con el pastor David Gullón. Era algo que ni yo podía explicar lo que estaba ocurriendo en mi vida.
Al salir al campo de trabajo, comencé mi ministerio para el programa Misión Global en la Misión Argentina del Sur, en una ciudad que se llama Tres Arroyos. Luego pasé por un tiempo en Mariano Roque Alonso, luego por Santa Rita, y finalmente en San Ignacio (Estas ciudades del Paraguay).
Mi sueño de ver a una iglesia que predicara más de Jesús, y de la justificación por la fe parecía estar haciéndose realidad. Trabaje ese tiempo en varios “Revives” tanto con el Pastor Homero Salazar, evangelista de la Misión Paraguaya, como con Alejandro Bullón, evangelista de la División Sudamericana. Aunque en las iglesias locales encontraba mucho legalismo, y un firme apego al Adventismo Histórico, me parecía que a nivel mundial, y a nivel de la Misión Paraguaya las cosas estaban cambiando. “Eso” era lo que yo creía.
Para 1998 mis sueños empezaron a resquebrajarse en mil pedazos. Luego de una serie de desacuerdos con el presidente de la Misión, el Pastor Tomás Recalde en esa época, fui despedido por desobedecer el orden jerárquico, (o más bien “las ordenes jerárquicas”).
A partir de allí comenzó mi replanteamiento buscando que era realmente lo que ocurría en la iglesia Adventista. ¿Eran errores de líderes humanos?, lo que sería comprensible, pues yo también soy un ser humano lleno de errores, o ¿eran problemas doctrinales teológicos?
El tiempo me dio las respuestas. Para Julio del año 2000 pedí mi renuncia a la Iglesia Adventista del 7º día. Actualmente soy miembro de la Iglesia Evangélica Raíces, de la denominación Hermanos Menonitas. Es una larga historia, pero para tratar de ser breve les voy a relatar por qué creo que la Iglesia Adventista del 7º día No es evangélica, No es bíblica, y No es Cristocéntrica.
II - Aspectos Doctrinales
Una de las grande preguntas que yo tenía era porque la IASD no tenía buenas relaciones con las demás iglesias evangélicas. Uno de los grandes problemas que tuve en mi ministerio pastoral fue cuando empecé a salir con una señorita, hija de un pastor de una iglesia evangélica. Además tenía un gran grupo de amigos pastores evangélicos. Solía asistir frecuentemente a campamentos y retiros espirituales de la comunidad evangélica tanto de la APEP (Asociación de pastores evangélicos) como de LIPPEN (Liga Paraguaya pro evangelización del niño).
Después de mi despido las preguntas iban y venían a mi mente. Gracias a Dios por Radio OBEDIRA, por Alfalit y por tantos amigos que me ayudaron en aquella época. Pero las respuestas no vinieron de ellos. Las respuestas vinieron sorpresivamente para mí, de grupos de personas que habían dejado la IASD y tenían páginas en Internet, contando sus razones por las cuales dejaron la iglesia. Algunos, claro abandonaron por rencillas y por conflictos, lo cual era comprensible para mí. Pero mucho me sorprendí de algunos que dejaron buscando simplemente la verdad Bíblica, El Verdadero Firme Fundamento de la Fe.
Tratando de sistematizar voy a empezar a numerar algunas cosas que fui descubriendo:
1- Aunque la teología sistemática de la IASD tiene tal vez un 80% de doctrinas bíblicas, evangélicas, (ellos tienen 28 doctrinas fundamentales), hay varias que no tienen ningún fundamento bíblico, y son de invento netamente humano. Aunque uno no lo crea, un poco de levadura leuda toda la masa, y un poco de teología humana, también leuda toda la masa.
2- Hay 2 doctrinas muy peculiares, que son las que van leudando las otras doctrinas, para hacer de la IASD una verdadera secta, apartada totalmente de los postulados de Solo Cristo, Sola Fe, Sola Scriptura. Esas dos doctrinas son:
a) La doctrina del Santuario Celestial, en que la IASD aseguran en base a un “estudio” de Daniel 8 y 9, y una serie de otros textos fuera de contexto, que Cristo pasó el 22 de Octubre de 1844, en el Santuario del Cielo, del Lugar Santo al Lugar Santísimo. Allí, supuestamente, Cristo ingresó para realizar un “Juicio investigador”, en el cual deben ser borrados los pecados confesados, y finalmente los que tienen los libros limpios son los que van a ser salvos. Según ellos, el “Juicio Investigador” va a concluir algunas semanas antes de que Cristo venga a la tierra por Segunda vez.
b) La doctrina de la inspiración profética de Elena de White: La IASD asegura en su teología sistemática, en una de sus creencias fundamentales, que el don profético para el tiempo del fin, fue dado a “la iglesia Remanente” por medio de Elena de White (una de las fundadoras del movimiento Adventista 1843 a 1915). Aunque podría asegurarse un buen papel en la formación y liderazgo de la iglesia (así como Wesley, Lutero, Calvino, Meno Simons y otros fueron líderes de sus denominaciones) la iglesia Adventista va mucho más allá dando a los escritos de Elena de White un valor canónico, cumpliendo el rol de intérprete de la Biblia, y fundamento para toda creencia y práctica de los miembros de la iglesia. Aseguran con algunos textos (totalmente agarrados de los pelos) que ella es el “espíritu de la profecía” prometida para los tiempos de tinieblas espirituales (“una luz menor para guiar a la luz mayor”).
Estas dos doctrinas hacen que todo lo demás esté leudado de un espíritu exclusivita, sectario, y legalista, lo que hace finalmente que las demás 26 doctrinas, que tienen base bíblica, estén saturadas de interpretaciones peculiares, en el marco de una escatología aberrante y disparatada, que guía ciegamente a la gran mayoría por caminos sinuosos y erráticos. Solo pocos se dan cuenta de cuanta influencia tienen estas doctrinas, y de las consecuencias prácticas e implicancias que tienen en el tema de la Salvación.
3- Como influyen estas doctrinas en todo lo demás:
a) Influye en la Doctrina de la Salvación: Aunque los adventistas aseguran creer en la salvación por fe, ellos en la práctica creen en la salvación por ser parte del “Remanente”, que tiene el “espíritu de profecía”, lo cual le da una guía segura para que sus nombres se mantengan puros y perfectos en los libros del Santuario Celestial. Fuera de que esto en resumen es puramente salvación por las obras, las doctrinas adventistas dan a sus miembros un falso sentido de seguridad, basados en su afiliación y la guía segura de su profetisa.
b) Principalmente influye en la escatología. Todo en la IASD gira en torno a la Escatología. Daniel y Apocalipsis, y los diagramas del “tiempo del fin” son pan de cada día, como diríamos. Por una parte la singular doctrina del Remanente, también sacada de textos fuera de contexto. Los “peculiares”, el “arca de Noe” del tiempo del fin, el “redil de la salvación”, o como quieran ellos llamarle.
c) La doctrina distintiva del Sábado: Aunque no creo que guardar el sábado sea no evangélico, creo que la peculiaridad de los adventistas de atribuirle al descanso sabático el rol de “sello de Dios” en contraste con “la marca de la bestia” a la que ellos denominan al domingo, hace que realmente la secta a la que pertenecí por mucho tiempo, tenga realmente una espantosa soteriología, basada en la “salvación por el sábado”, Aunque muchas veces ellos niegan esto, en la práctica, en la enseñanza de la IASD, y en sus libros de escuela sabática, aún de los niños, hay abundante evidencia de una salvación por las obras. Para fundamentar esto utilizan las dos doctrinas distintivas: En el Santuario Celestial, en el lugar santísimo, como elemento principal, no está la sangre de Jesús, sino la tabla de los 10 mandamientos con “una luz especial iluminando el cuarto mandamiento”.
En la práctica esto se lleva a verdaderas locuras de fanatismo, como que el Sábado (desde la puesta del sol del viernes) no hay que ir a la facultad, no hay que trabajar, no hay que comprar ni vender nada, no hay que jugar, no hay que bañarse en la piscina, no hay que cocinar, etc, etc. hasta lo verdaderamente problemático, es que ellos vean a todos los que no cumplen estos parámetros como pecadores, que están siendo juzgados como no dignos de entrar al reino celestial, en estos mismos momentos en el Santuario Celestial. Si ud, no lo cree, agarre y lea algunos de los libros de Elena de White, como El gran Conflicto, o alguno no tan conocido donde ella realmente es específica, como en Mensajes Selectos, o sus Testimonios para la iglesia. Más fácil aún, acérquese a un niño miembro de una familia Adventista a preguntarle que es lo que pasa si juegan a la pelota en sábado.
d) Para resumir, creo que las dos doctrinas distintivas afectan todo el Estilo de Vida del miembro Adventista del 7º día: desde la alimentación, la educación de los hijos, la predicación a los “que no tienen la verdad”, la música (desde luego solo la música autorizada por E. White es la correcta para escuchar), la recreación, la vestimenta (nada de joyas, ni de ropas seductoras), y la mayordomía. Tal vez donde más he notado que hace efecto la doctrina del Santuario y la del don de profecía es en la mayordomía. Es asombroso ver como los adventistas ponen sus diezmos fielmente en un sobre con nombre, para que vaya a la Central, a gente que ellos ni conocen casi, para que tengan lujosas casas y lujosos autos, y lujosas vacaciones en hoteles 5 estrellas. Todo sea por la fidelidad al Remanente, y porque sus nombres permanezcan limpios en los libros que están en el Santuario Celestial.
Y ere erea (en guaraní, demás yerbas), todo está estipulado, toda conducta, todo pensamiento, todo está regido por un código de ética Whitesista, reformulado y acrecentado por los intérpretes y exegetas de los escritos de Elena de White.
Por esto, firmemente creo yo que la Iglesia Adventista No es Evangélica. Se ha apartado fundamentalmente de los Principios de Solo Cristo, solamente la Salvación por la Fe en Jesús, a través de la Gracia de Dios, y Solamente la Biblia, como norma de Fe y Conducta. La iglesia Adventista del 7º día no es heredera en lo más mínimo de la Reforma Protestante. Es más, yo diría que es heredera de la Deforma Atrofiante.
III - Aspectos Importantes a tener en cuenta
Aunque catalogo rotundamente a la I Adventista SD como Sectaria y No evangélica, creo también definitivamente, que dentro de la iglesia existen personas individuales, que son evangélicos, bíblicos, incluso pastores, que están sufriendo y algunos de ellos orando y procurando un cambio en el rumbo caótico de esta denominación. Muchos no saben qué hacer, y están con mucho miedo a abandonar el barco, ya sea por cuestiones de fe, temor a las iglesias dominicales, y principalmente a perder a sus familias y amigos.
Para fundamentar esto puedo poner como ejemplo mi propia vida, la de pastores como Desmond Ford, Haroldo Camacho, Villy Vicente, Dirk Anderson, Pedro de Jesús Colón, y de miles de miembros que dejaron la iglesia Adventista y hoy en día son creyentes Evangélicos, convertidos y salvados por la gracia de Dios en base a las grandiosas y maravillosas promesas de Su Palabra, única y segura representante de la Voluntad de Dios. También tengo el testimonio de algunos amigos míos que continúan en la Iglesia adventista, que por ética, no daré sus nombres, ya que creo que la decisión que ellos tienen que dar la tienen que tomar a su tiempo. Más de esto pueden leer en:
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=14359 http://www.exadventista.com/ http://espanol.lifeassuranceministries.org/
IV – Aspectos de la Historia reciente de la Iglesia Adventista del 7º día y sus doctrinas distintivas.
Aunque sería sumamente largo exponer toda la historia reciente sobre los conflictos internos de la IASD voy a tratar de narrarlos de manera amena y breve para que todos podamos entender.
Un punto histórico en la Iglesia Adventista del 7º día se da con sus primeras relaciones con las iglesias Protestantes en los Estados Unidos de Norteamérica, en la década de 1950. El total de las denominaciones Protestantes estaban seguras que la IASD no era evangélica, hasta que un estudioso de las Creencias de las denominaciones (Apologética), el Dr. Walter Martin, reconocido teólogo Protestante tuvo el deseo de realizar una evaluación de la Iglesia Adventista, en base a diálogos con los dirigentes, y estudios de los libros y documentos representativos de la denominación. Aunque con cierta cautela, algunos entusiastas teólogos Adventistas aceptaron el desafío, no plenamente concientes de lo que ocurriría en ese proceso. El doctor Martin, además de un estudioso cristiano, era realmente un cristiano evangélico comprometido con el Señor, y con muy sinceras intenciones de buscar la verdad en este proceso. Luego de numerosos encuentros, los representantes de la comisión de dialogo de la IASD, editaron un libro que se llamó: Los Adventistas responden a preguntas sobre doctrinas (Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine). En este libro el Dr. Martin formula preguntas, y los teólogos Adventistas responden. Fuera de que este libro no entra en detalles sobre el estilo de vida de los Adventistas, y de las prácticas de enseñanzas en los seminarios de Apocalipsis, se seleccionan las doctrinas Adventistas y se formulan declaraciones, con un lenguaje muy cordial y ameno, presentando textos bíblicos y declaraciones de Elena de White y de la Conferencia General, de una manera muy interesante y novedosa. Todas concuerdan con los postulados básicos de la Reforma Protestante (y si no encajaban las hacían encajar de alguna ingeniosa manera). No voy a cuestionar las intenciones de los autores del libro, y creo que ellos tenían muy buenas intenciones, de encaminar en un futuro al Adventismo hacia una línea más evangélica. Salió un libro maravilloso. Aunque su publicación trajo tremendas discusiones con los “ADVENTISTAS HISTÓRICOS” (los que se aferran firmemente a la teología Whitesista) un interesante proceso se inició.
A partir de allí numerosos autores empezaron a hablar y predicar de la Justicia por la Fe, y algunos incluso se predispusieron a practicar el principio de Sola Scriptura, iniciándose un aparente proceso de corrección doctrinal en la denominación.
De paso, veo muy saludable los procesos de corrección en toda iglesia, y más aún a nivel personal. No podemos estar creyendo lo mismo siempre. Admiro el proceso y lo catalogo de ejemplar al ocurrido en la iglesia de Dios Universal. La Iglesia de Dios Universal fue un culto de los más extremistas en su tiempo. Su fundador fue el norteamericano Herbert W. Armstrong que junto con sus hijos (Richard David y Garner Ted) y sus más allegados aliados (los Evangelistas y ministros ungidos) crearon un emporio que tenía el único objetivo de lavar las mentes de sus fieles, y sus \"bolsillos\" también. Ahora, esta iglesia ha sufrido muchos cambios doctrinales y ya es una más del cristianismo protestante de corriente principal.
Continuando con la historia, vamos a ver lo que ocurrió en la Iglesia Adventista luego del lanzamiento del libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine.
En primer lugar fue un impacto muy grande en el mundo Cristiano Evangélico. El Dr. Martin aseguró que los Adventistas eran Cristianos evangélicos realmente “tal vez un poco inmaduros en su teología y que se aferraban a conceptos y enseñanzas absurdas”, pero bueno, los aceptó como parte de los Evangélicos ya que sus doctrinas concordaban con los postulados de la Reforma Protestante.
Recién habían comenzado los problemas para los escritores del libro. Uno de los postulados básicos del Adventismo Histórico es que: “Es posible para el cristiano alcanzar un estado de vida sin pecado antes de la venida de Cristo”. Es más, es para los Adventistas históricos una de sus principales enseñanzas, ya que para esto existe el “Juicio Investigador”, para ver quienes realmente pueden vivir sin pecar.
Este postulado no apareció en el libro de Respuestas al Dr. Martin. Es más, se negó que la iglesia cree y predica esta enseñanza. Por un lado comenzaron feroces reacciones de los Adventistas Históricos, para sacar del control de la iglesia a los autores del libro, y sacar de circulación el libro.
Para inicios de 1970 el objetivo fue logrado, y pronto en la Asociación General estaban acaparando los lugares varios exponentes del Adventismo Histórico. Esto trajo una tremenda turbulencia tanto administrativa como doctrinal dentro de la denominación. Los teólogos de la postura evangélica fueron literalmente perseguidos. Para esta década empiezan a salir multitudes de teólogos de la denominación, encabezados por el Dr. Desmont Ford, (uno de los principales teólogos Australianos) quien el 27 de octubre de 1979, proclamó públicamente que hacía más de treinta años que no había creído la doctrina adventista del santuario. De igual manera puso en duda el concepto de Elena de White como profetisa inspirada por Dios. Ese día fue decisivo para muchos. No pocos aplaudieron exultantes las declaraciones del Dr. Ford.
Luego de esto el Dr. Ford fue llamado a un tribunal de sentencia, en Glaciar View (Estados Unidos) (abril de 1980) donde el Dr. Ford fue despojado de sus credenciales ministeriales. Luego comenzó una caza de cabezas, casi al estilo de la Inquisición tras los seguidores del Dr. Ford, o más bien los seguidores de la línea Adventista Evangélica.
Seguidamente presentamos algunos de los postulados del Dr. Desmond Ford:
“Lo que el sumo sacerdote hacía una vez al año al entrar en el Lugar Santísimo, Cristo lo hizo con su muerte y ascensión. La purificación del santuario celestial fue también su dedicación, y por lo tanto apuntó a un evento ocurrido al comienzo de la era cristiana principalmente, no a su final. La purificación del santuario y la entrada de Cristo en aquel lugar ya habían ocurrido en el tiempo cuando se escribió el libro de Hebreos”,
“El hecho de que 1844 se fundamente en varias suposiciones imposibles de demostrar no invalida que Dios haya hecho surgir un pueblo especial” (refiriéndose a la Iglesia Adventista).
“El cuerno pequeño, no los creyentes, es el objeto de la investigación en el juicio del libro de Daniel. Los santos jamás son el centro de la investigación divina”.
“Los temores respecto de la posición personal ante el juicio investigador han despojado a muchos miembros de la iglesia del valor del testimonio gozoso. Cuando se presenta el juicio en la forma tradicional, el resultado es el legalismo y la falta de confianza, porque generalmente se olvida la primacía de la gracia y de la justicia imputada”
“Dios no necesita 140 años para decidir el destino de los hombres y las mujeres” “Hebreos afirma claramente que en cumplimiento del simbolismo del Día de la Expiación, Cristo, por medio de la cruz – resurrección – ascensión, entró al ministerio prefigurado por el segundo compartimiento del santuario, el lugar santísimo. Hebreos 9 enseña que el Día de la Expiación fue cumplido por Cristo en el 31 DC”. Aquí Desmond Ford también cita a Elena de White que dice en Palabras de Vida del Gran Maestro 318: “Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios”.
En todo momento el Dr. Ford enfatizó que en Hebreos 9:9 y 10 el termino griego “Ta Hagia”, se refiere literalmente al Lugar Santísimo.
Con respecto al aspecto de la doctrina distintiva de la inspiración de Elena de White, el Dr. Ford señaló: “En toda disciplina nuestros eruditos se sienten paralizados por temor de que la expresión de sus conclusiones eruditas parezca contradecir a Elena G. de White. Esta es una posición deplorable, y la iglesia progresará muy poco hasta que se remedie esta situación. Nuestro mayor error ha sido hacer que los escritos de Elena G. de White tengan poder de veto sobre las Escrituras.”
Tenemos que señalar que aunque el Dr. Ford y su señora dejaron el ministerio no abandonaron la feligresía de la denominación. Ellos son muy queridos y apreciados por muchos miembros de la iglesia con quienes tienen una relación de amistad y hermandad. El Dr. Ford tiene actualmente un ministerio llamado Good News Unlimited. (Buenas Nuevas ilimitadas) en Napa, California. Más de 120 pastores y profesores Adventistas dejaron el ministerio siguiendo los postulados del Dr. Ford.
http://www.goodnewsunlimited.org/ Otros pastores son expulsados:
Otro pastor destacado por su expulsión del ministerio y de la iglesia fue Walter Rea quien acusó con abundante documentación comprobada a Elena de White de plagiar a autores de su época. Más información sobre esto se puede ver en:
http://www.ellenwhite.org/espanol/http://www.geocities.com/alfil2_1999/http://www.monografias.com/trabajos14/adventistas/adventistas.shtml
Aunque sería sumamente largo exponer toda la historia reciente sobre los conflictos internos de la IASD voy a tratar de narrarlos de manera amena y breve para que todos podamos entender.
Un punto histórico en la Iglesia Adventista del 7º día se da con sus primeras relaciones con las iglesias Protestantes en los Estados Unidos de Norteamérica, en la década de 1950. El total de las denominaciones Protestantes estaban seguras que la IASD no era evangélica, hasta que un estudioso de las Creencias de las denominaciones (Apologética), el Dr. Walter Martin, reconocido teólogo Protestante tuvo el deseo de realizar una evaluación de la Iglesia Adventista, en base a diálogos con los dirigentes, y estudios de los libros y documentos representativos de la denominación. Aunque con cierta cautela, algunos entusiastas teólogos Adventistas aceptaron el desafío, no plenamente concientes de lo que ocurriría en ese proceso. El doctor Martin, además de un estudioso cristiano, era realmente un cristiano evangélico comprometido con el Señor, y con muy sinceras intenciones de buscar la verdad en este proceso. Luego de numerosos encuentros, los representantes de la comisión de dialogo de la IASD, editaron un libro que se llamó: Los Adventistas responden a preguntas sobre doctrinas (Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine). En este libro el Dr. Martin formula preguntas, y los teólogos Adventistas responden. Fuera de que este libro no entra en detalles sobre el estilo de vida de los Adventistas, y de las prácticas de enseñanzas en los seminarios de Apocalipsis, se seleccionan las doctrinas Adventistas y se formulan declaraciones, con un lenguaje muy cordial y ameno, presentando textos bíblicos y declaraciones de Elena de White y de la Conferencia General, de una manera muy interesante y novedosa. Todas concuerdan con los postulados básicos de la Reforma Protestante (y si no encajaban las hacían encajar de alguna ingeniosa manera). No voy a cuestionar las intenciones de los autores del libro, y creo que ellos tenían muy buenas intenciones, de encaminar en un futuro al Adventismo hacia una línea más evangélica. Salió un libro maravilloso. Aunque su publicación trajo tremendas discusiones con los “ADVENTISTAS HISTÓRICOS” (los que se aferran firmemente a la teología Whitesista) un interesante proceso se inició.
A partir de allí numerosos autores empezaron a hablar y predicar de la Justicia por la Fe, y algunos incluso se predispusieron a practicar el principio de Sola Scriptura, iniciándose un aparente proceso de corrección doctrinal en la denominación.
De paso, veo muy saludable los procesos de corrección en toda iglesia, y más aún a nivel personal. No podemos estar creyendo lo mismo siempre. Admiro el proceso y lo catalogo de ejemplar al ocurrido en la iglesia de Dios Universal. La Iglesia de Dios Universal fue un culto de los más extremistas en su tiempo. Su fundador fue el norteamericano Herbert W. Armstrong que junto con sus hijos (Richard David y Garner Ted) y sus más allegados aliados (los Evangelistas y ministros ungidos) crearon un emporio que tenía el único objetivo de lavar las mentes de sus fieles, y sus \"bolsillos\" también. Ahora, esta iglesia ha sufrido muchos cambios doctrinales y ya es una más del cristianismo protestante de corriente principal.
Continuando con la historia, vamos a ver lo que ocurrió en la Iglesia Adventista luego del lanzamiento del libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine.
En primer lugar fue un impacto muy grande en el mundo Cristiano Evangélico. El Dr. Martin aseguró que los Adventistas eran Cristianos evangélicos realmente “tal vez un poco inmaduros en su teología y que se aferraban a conceptos y enseñanzas absurdas”, pero bueno, los aceptó como parte de los Evangélicos ya que sus doctrinas concordaban con los postulados de la Reforma Protestante.
Recién habían comenzado los problemas para los escritores del libro. Uno de los postulados básicos del Adventismo Histórico es que: “Es posible para el cristiano alcanzar un estado de vida sin pecado antes de la venida de Cristo”. Es más, es para los Adventistas históricos una de sus principales enseñanzas, ya que para esto existe el “Juicio Investigador”, para ver quienes realmente pueden vivir sin pecar.
Este postulado no apareció en el libro de Respuestas al Dr. Martin. Es más, se negó que la iglesia cree y predica esta enseñanza. Por un lado comenzaron feroces reacciones de los Adventistas Históricos, para sacar del control de la iglesia a los autores del libro, y sacar de circulación el libro.
Para inicios de 1970 el objetivo fue logrado, y pronto en la Asociación General estaban acaparando los lugares varios exponentes del Adventismo Histórico. Esto trajo una tremenda turbulencia tanto administrativa como doctrinal dentro de la denominación. Los teólogos de la postura evangélica fueron literalmente perseguidos. Para esta década empiezan a salir multitudes de teólogos de la denominación, encabezados por el Dr. Desmont Ford, (uno de los principales teólogos Australianos) quien el 27 de octubre de 1979, proclamó públicamente que hacía más de treinta años que no había creído la doctrina adventista del santuario. De igual manera puso en duda el concepto de Elena de White como profetisa inspirada por Dios. Ese día fue decisivo para muchos. No pocos aplaudieron exultantes las declaraciones del Dr. Ford.
Luego de esto el Dr. Ford fue llamado a un tribunal de sentencia, en Glaciar View (Estados Unidos) (abril de 1980) donde el Dr. Ford fue despojado de sus credenciales ministeriales. Luego comenzó una caza de cabezas, casi al estilo de la Inquisición tras los seguidores del Dr. Ford, o más bien los seguidores de la línea Adventista Evangélica.
Seguidamente presentamos algunos de los postulados del Dr. Desmond Ford:
“Lo que el sumo sacerdote hacía una vez al año al entrar en el Lugar Santísimo, Cristo lo hizo con su muerte y ascensión. La purificación del santuario celestial fue también su dedicación, y por lo tanto apuntó a un evento ocurrido al comienzo de la era cristiana principalmente, no a su final. La purificación del santuario y la entrada de Cristo en aquel lugar ya habían ocurrido en el tiempo cuando se escribió el libro de Hebreos”,
“El hecho de que 1844 se fundamente en varias suposiciones imposibles de demostrar no invalida que Dios haya hecho surgir un pueblo especial” (refiriéndose a la Iglesia Adventista).
“El cuerno pequeño, no los creyentes, es el objeto de la investigación en el juicio del libro de Daniel. Los santos jamás son el centro de la investigación divina”.
“Los temores respecto de la posición personal ante el juicio investigador han despojado a muchos miembros de la iglesia del valor del testimonio gozoso. Cuando se presenta el juicio en la forma tradicional, el resultado es el legalismo y la falta de confianza, porque generalmente se olvida la primacía de la gracia y de la justicia imputada”
“Dios no necesita 140 años para decidir el destino de los hombres y las mujeres” “Hebreos afirma claramente que en cumplimiento del simbolismo del Día de la Expiación, Cristo, por medio de la cruz – resurrección – ascensión, entró al ministerio prefigurado por el segundo compartimiento del santuario, el lugar santísimo. Hebreos 9 enseña que el Día de la Expiación fue cumplido por Cristo en el 31 DC”. Aquí Desmond Ford también cita a Elena de White que dice en Palabras de Vida del Gran Maestro 318: “Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios”.
En todo momento el Dr. Ford enfatizó que en Hebreos 9:9 y 10 el termino griego “Ta Hagia”, se refiere literalmente al Lugar Santísimo.
Con respecto al aspecto de la doctrina distintiva de la inspiración de Elena de White, el Dr. Ford señaló: “En toda disciplina nuestros eruditos se sienten paralizados por temor de que la expresión de sus conclusiones eruditas parezca contradecir a Elena G. de White. Esta es una posición deplorable, y la iglesia progresará muy poco hasta que se remedie esta situación. Nuestro mayor error ha sido hacer que los escritos de Elena G. de White tengan poder de veto sobre las Escrituras.”
Tenemos que señalar que aunque el Dr. Ford y su señora dejaron el ministerio no abandonaron la feligresía de la denominación. Ellos son muy queridos y apreciados por muchos miembros de la iglesia con quienes tienen una relación de amistad y hermandad. El Dr. Ford tiene actualmente un ministerio llamado Good News Unlimited. (Buenas Nuevas ilimitadas) en Napa, California. Más de 120 pastores y profesores Adventistas dejaron el ministerio siguiendo los postulados del Dr. Ford.
http://www.goodnewsunlimited.org/ Otros pastores son expulsados:
Otro pastor destacado por su expulsión del ministerio y de la iglesia fue Walter Rea quien acusó con abundante documentación comprobada a Elena de White de plagiar a autores de su época. Más información sobre esto se puede ver en:
http://www.ellenwhite.org/espanol/http://www.geocities.com/alfil2_1999/http://www.monografias.com/trabajos14/adventistas/adventistas.shtml
Continuemos con la Historia
El Dr. Walter Martín dijo a principios de 1980 lo siguiente:
“Debo, por la presente, permanecer tras mi evaluación original sobre los Adventistas del Séptimo Día, tal como presenté en mi primer libro sobre ese tema, y más tarde en la primera edición de este volumen. Sólo los eventos que todavía no se han desarrollado, pero que son conocidos por el Señor, determinarán si mi evaluación necesitará ser revisada en el futuro. Es mi oración que las corrientes desviadas dentro del adventismo contemporáneo no prevalezcan, y que el adventismo continúe siendo cristiano y evangélico, aunque singular como una denominación cristiana”.
El Dr. Martin tenía todavía esperanzas. En su libro, el Dr. Martin señaló lo siguiente: “Durante los últimos diez años la iglesia Adventista del Séptimo Día ha visto más turbulencia, tanto administrativa como doctrinal, que en cualquier otro tiempo en la historia de la organización. Administrativamente hablando, ha habido un número de líderes y pastores que han sido apartados de sus puestos a causa de sus supuestas o probadas actividades financieras irregulares, incluyendo la apropiación de fondos. A nivel del gobierno de los Estados Unidos, la IRS, SEC, FBI y el Departamento de Justicia, todos han iniciado investigaciones, y algunos administradores de la Asociación de los Adventistas del Séptimo Día podrían incluso enfrentar juicios de fraude. Doctrinalmente hablando, la iglesia ha desarrollado una gran división entre aquellos miembros y líderes que están sólidamente dentro del campo evangélico cristiano, y aquellos miembros y líderes que a causa de su énfasis en la justicia por las obras, legalismo y la posición profética otorgada a la fundadora Elena G. de White, muy bien pueden con el tiempo mover a la denominación fuera del campo cristiano evangélico y llevarla quizá a ser verdaderamente una secta”. Luego que ocurrió la crisis en la IASD con el Dr. Ford, el Dr. Walter Martin, quien había sido el primero en promover al adventismo entre los evangélicos tuvo que dar una frenada y reexaminar sus posturas. ¿Creían realmente los adventistas en la Salvación únicamente por la Fe, a través de Jesucristo y la Gracia de Dios, o no? ¿Y creían realmente en el principio Sola Scriptura, o no? Varias cuestiones llevaron a confirmar al Dr. Martin que el Adventismo había tenido un retroceso con respecto a Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine. ¿Hacía donde iría la IASD? Solo Dios lo sabría.
El caso de John Ankerberg Show
Pocos meses después, el Dr. Martin fue invitado a un programa de televisión evangélico muy popular, “John Ankerberg Show”, juntamente con el pastor Adventista Dr. William Johnson, director de la Revista Adventista (Reviw and Herald)
Hablando ante las cámaras sobre el tema de la expiación, el Dr. Martín aseguró que los adventistas habían dejado de creer en la expiación incompleta en la cruz del calvario. El aseguró que incluso esto se encontraba en los libros de Elena de White, señalando un párrafo que dice: “Cristo plantó la cruz entre el cielo y la tierra, y cuando el Padre contempló el sacrificio de su Hijo, se inclinó ante éste en reconocimiento a su perfección. ‘Es suficiente’ – dijo Dios. ‘La expiación está completada’ “. (Reviw and Herald, 24 de setiembre de 1901)
El Dr. Martin aseguró que aunque reconocía que algunos adventistas habían rechazado el libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine, esto no había sido hecho por los directivos de la iglesia.
Hablando ante las cámaras sobre el tema de la expiación, el Dr. Martín aseguró que los adventistas habían dejado de creer en la expiación incompleta en la cruz del calvario. El aseguró que incluso esto se encontraba en los libros de Elena de White, señalando un párrafo que dice: “Cristo plantó la cruz entre el cielo y la tierra, y cuando el Padre contempló el sacrificio de su Hijo, se inclinó ante éste en reconocimiento a su perfección. ‘Es suficiente’ – dijo Dios. ‘La expiación está completada’ “. (Reviw and Herald, 24 de setiembre de 1901)
El Dr. Martin aseguró que aunque reconocía que algunos adventistas habían rechazado el libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine, esto no había sido hecho por los directivos de la iglesia.
Luego el programa se dirigió hacia el papel que Elena G. de White desempeñaba en la iglesia. ¿Se la consideraba como a una intérprete infalible de las Escrituras? ¿Estaban los adventistas en libertad para descartar cualquier porción de sus consejos que eligieran?
Luego de tomar algunos ejemplos en donde Elena de White cambió su posición original sobre algún aspecto, el presentador del programa volvió a preguntar sobre la infalibilidad de Elena de White. El Dr. Jonson reaccionó así: “Le daré mi respuesta: No es una intérprete infalible de las Escrituras”. La atención se dirigía ocasionalmente durante el programa a la doctrina del santuario. El Dr. Martin, expresó sus puntos de vista sobre los errores del adventismo en la interpretación de Hebreos 9. Entonces el Dr. Matin aseguró que bueno, los adventistas ahora creían que ese “juicio investigador” en realidad no tenía nada que ver con la salvación del creyente, sino más bien con las “recompensas”. Dijo: “Puede tener algo que ver con cuántas estrellas llevará en su corona, o con cuantas habitaciones tendrá en su mansión, pero de todas maneras va a llegar al cielo”. A lo que el Dr. Johnson respondió: “Bueno, yo no creo en absoluto que el juicio sea para nuestra salvación”.
No conocemos el lío que debe haberse armado en ese momento entre los pastores de la Asociación General, si es que estaban viendo el programa.
No conocemos el lío que debe haberse armado en ese momento entre los pastores de la Asociación General, si es que estaban viendo el programa.
Para volver más interesante y emocionante el programa de TV, un personaje de la tribuna de oyentes que estaban en el canal se para y dice lo siguiente:
“Yo soy pastor Adventista. Me pregunto si el Dr. Johnson podría decirnos: ¿Qué aplicación cristiana tiene para nosotros el mensaje de 1844? Nos trae vergüenza y malentendidos con el mundo cristiano y con los cristianos evangélicos. ¿Por qué no abandonamos el asunto? ¿Qué valor tiene? Como pastor nunca he podido encontrarle a esa doctrina valor cristiano alguno”. No hubo una respuesta clara a esta pregunta. Rápidamente el conductor desvió el tema, dado que presintió que Johnson estaba por tener un paro cardíaco.
Al cerrar el programa el Sr. Ankerberg le preguntó al Dr. Martin si el Adventismo estaba por convertirse en una secta. La respuesta fue la siguiente:“Todavía no, pero se está acercando a ese punto”
¿Hay dos tipos de Adventismo?
La gran pregunta es: ¿Hay dos tipos de Adventismo dentro de la Iglesia Adventista del 7º día? al vez sí, tal vez no. Desmond Ford fue destituido, y tras el nadie se anima a hablar sobre el tema. Los que más se acercan a una postura Evangélica, simplemente no hablan de los conflictos que tienen ellos con las doctrinas adventistas históricas, y menos aún cuando tienen que tomar el voto bautismal a un nuevo miembro. Algunos pastores han optado por formular un resumen del voto bautismal, pero cuidan mucho que los de la Asociación no se enteren.
Aparentemente hay un gran número de miembros adventistas de tendencia evangélica, pero ciertamente no lo expresan luego de Glaciar View.
Lo que sí me atrevo a decir categóricamente es que el Adventismo Histórico, el que gobierna la Asociación General, y todas sus secretarías, las distintas Divisiones, Asociaciones y Misiones, representan a una secta no cristiana, con una doctrina extraviada, confusa, y que compromete la verdad bíblica. Sus puntos de vista sobre el Santuario y 1844, no tienen ningún fundamento bíblico. También aceptan sin reparo la autoridad suprema de Elena de White para la interpretación de cualquier pasaje bíblico o doctrina de la iglesia.
Podrán aparentar ante los evangélicos ser bíblicos. Podrán aparentar ante sus propios miembros de iglesia. Pero al final y al cabo, las apariencias engañan. Si los hay, yo creo que no podrán continuar por mucho tiempo siendo leales a su conciencia y a la Palabra de Dios, perteneciendo a una secta no bíblica. El Espíritu Santo del Dios de la Biblia señala categóricamente que Él guía a la Verdad, y a toda la Verdad. Y si Él es el que guía, no creo que ninguna persona sincera pueda resistirse. Lo he visto en la vida de Lutero, lo he experimentado en mi vida, y creo que esto es una realidad en todo ser humano que es conducido por la voluntad de Dios. Tal vez haya en la IASD personas sinceras, que están en un proceso, pero es simplemente un proceso. Tarde o temprano tendrán que pasar a la luz, si están en búsqueda de la luz. El deseo del Dr. Martin fue siempre ver a una iglesia Adventista Evangélica. En 1989 expresó lo siguiente: “La mayor alegría de mi vida en el adventismo, y en mis diálogos con ellos, es haber estado en la ciudad de Jerusalén con Roy A. Anderson, en el año 1970 y ver a Roy Anderson servir la Santa Cena a pastores evangélicos, a hombres que veinte años atrás ni siquiera habrían mirado en su dirección, y quiénes ahora lo estaban llamando amado hermano y lo abrazaban, presentándolo como el hombre que es la cabeza de los pastores Adventistas del Séptimo Día alrededor del mundo, un hermano en Cristo. Eso sí valió la pena. Volvería a repetirlo de nuevo, con tal de volver a experimentar ese glorioso momento”. Lastimosamente hoy en día el Adventismo volvió a su rumbo original. No es más que llanamente una secta. Esto lo confirmaron ellos mismos hace muy corto tiempo, entre el 6 y el 9 de Agosto de 2007, en un encuentro teológico con la Alianza Mundial Evangélica.
Seguidamente el reporte de Protestante digital:
http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=194&n=7246
http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=194&n=7246
Miembros representativos de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM) se reunieron del pasado 5 al 10 de agosto en la Andrews University, Berrien Springs, Michigan. Las dos organizaciones realizaron unas conclusiones del encuentro que se han plasmado en una declaración conjunta que reconoce aspectos teológicos en común, pero también diferencias manifiestas que impiden por parte de la AEM el reconocimiento de la Iglesia adventista como evangélica o protestante. Las conversaciones representan el seguimiento de una ronda inicial de discusiones entre las dos organizaciones llevada a cabo en Praga, República Checa, en agosto de 2006. Se aguardaba que la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM, por las siglas en inglés, o AEM en castellano) realizasen una declaración conjunta en los meses siguientes donde identificasen los objetivos comunes y los resultados de las discusiones teológicas entre las dos organizaciones.
Rolf Hille, presidente de la Comisión teológica de la AEM, y Juan Graz, secretario del Consejo para relaciones interreligiosas de la iglesia Adventista del Séptimo día, organizaron las conversaciones. Las discusiones teológicas fueron presididas por Hille y Guillermo G. Johnsson, ayudante al presidente de la conferencia general de los Adventistas del Séptimo día para las relaciones Interreligiosas. La AEM también fue representada por J. Buchegger, Bonn Clayton, James Kautt, Herberto Klement, Sven Wagschal, y Reinhard Hempelmann.
\"Pudimos compartir con el mundo evangélico la compresión que tiene la Iglesia adventista de sí misma, en un esfuerzo para eliminar los prejuicios y clarificar las preguntas respecto de nuestro mensaje\", dijo John Graz, organizador de la reunión y secretario del Concilio de Relaciones Interreligiosas de la Iglesia Adventista. La AEM representa a unos 420 millones de cristianos evangélicos de diversas denominaciones en todo el mundo. La Iglesia Adventista cuenta con 15 millones de miembros en más de 200 países.
COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS
Las dos instituciones compartieron una \"gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.
Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha concreta con respecto al segundo advenimiento.
Y LAS DIVERGENCIAS
Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los cristianos.
Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.
CONCLUSIONES
Sin embargo, los participantes concluyeron que los temas en común permiten que los adventistas y la AEM cooperen en temas comunes, tales como Sociedades Bíblicas, la libertad religiosa o la ayuda social.
Al mismo tiempo, se reconoce el derecho e incluso la responsabilidad de todas las iglesias de cooperar y mantener sus propias enseñanzas doctrinales distintivas; entendiendo siempre que los principios de la libertad, de la tolerancia, de la voluntad, y del respeto religiosos prevalecen en todos los casos.
MÁS INFORMACIÓN
Pueden leer aquí (en inglés) el Comunicado completo conjunto de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial al que hace relación esta noticia. No sé si hay mucho más que decir. Algunas expresiones más del Dr. Martin sobre sus encuentros con los Adventistas a un grupo de jóvenes pastores adventistas (Febrero de 1989) (El doctor Martin falleció el 26 de junio de ese año).Se planteó la pregunta sobre la postura del Dr Martin sobre la doctrina del santuario en los encuentros con los líderes adventistas, en 1957. El Dr Martin contestó: “Es bueno relatar cuando Gerge Cannon me acompañaba en estas ocasiones (en las reuniones con los teólogos adventistas). El es profesor de griego en el Seminario de Bethel. En aquel entonces era profesor de griego y de teología en el Colegio Misionero de Nyack. Tiene un doctorado en griego del Unión Seminary y es un brillante erudito. Geroge, tal como recuerdo, se fue mano a mano con el Dr. Heppenstall y el Dr. Murdoch (adventistas). Tomando un Nuevo Testamento en Griego, iba línea sobre línea a través del texto, y cuando llegaron al punto crucial todo el mundo prestó cuidadosa atención a lo que decían. El profesor Cannon los miró y dijo: ‘No tiene sentido que continuemos debatiendo sobre el tema. El texto está claro. En su resurrección Jesucristo entró en el segundo departamento del santuario, dentro del lugar Santísimo, con su propia sangre, habiendo obtenido eterna redención a nuestro favor. Eso no podía haber ocurrido, ni ocurrió, en el año 1844’. Los caballeros continuaron examinando el texto, y el profesor Cannon dijo: ‘El texto dice que entró dentro del segundo departamento, ¿no es así?’ y el Dr. Heppensall dijo: ‘Sí, Dentro del segundo departamento, en el lugar Santísimo, con su propia sangre, en la resurrección. El texto lo dice así”. Murdoch estuvo de acuerdo. Ahora ustedes pueden leer esto de Desmond Ford detalladamente. Probablemente sea uno de los hombres más instruidos y ciertamente uno de los más brillantes que he encontrado en el adventismo y en la teología en general. Yo creo que encontrarán en él a un hombre que ha hecho una obra meritoria y recomendada de exégesis aun en esto; pero eso fue admitido en ese entonces, en los años 50. Ahora, si leemos la obra Questions on Doctrine sobre este tema, encontraremos que explicaron clara y profundamente lo que Cristo hizo desde su perspectiva de clarificación. A mí realmente no me importa si lo quieren llamar ‘clarificar’ o ‘retroceder’: lo importante es que ustedes vuelvan a la verdad de lo que dice el texto. El punto fundamental es: ¿qué es lo que dice el texto? No es lo que alguien diga que dice el texto. Ya hemos tenido suficiente de romanismo. Ya he tenido suficiente de esto cuando me educaba en la iglesia. A mí no me importa lo que alguien opine acerca del texto. Para eso fue que aprendí lenguas, para enterarme de lo que dice el texto. Y yo sé lo que dice el texto, y dice que eso no sucedió en el año 1844. ¡De ninguna manera! Ustedes pueden creerlo si así lo desean, pero en el texto no dice eso. Llamen a eso como quieran, clarificación o retroceso, pero ciertamente es verdad”.
Un joven pastor adventista le preguntó entonces al Dr. Martin lo siguiente:
¿Cómo es que la iglesia puede cambiar? Desmond Ford todavía está predicando pero sin las credenciales. Muchos creen que ha enunciado las verdades de una manera exacta. ¿Será suficiente para nosotros, predicar la verdad por nosotros mismos, y seguir oficiando entierros, siendo que los jóvenes predicadores Adventistas del Séptimo Día tienden a inclinarse hacia las posiciones evangélicas, o deberíamos hacer algo más?
(Aclaración mía: Creo que tal vez le temblaban las rodillas al pastor al hacer una pregunta como esta)
El Dr. Martin respondió: “Tú estás en una situación difícil si eres adventista y te encuentras entre la espada y la pared en relación con la Sra. White y algunas creencias ortodoxas que han sido aceptadas por la denominación. Posees tus credenciales, tienes tu iglesia, tienes tu ministerio de enseñanza, fuere lo que fuere o cualquiera que fuere tu función en la iglesia; y la tentación es permanecer dentro de la iglesia y obrar por un cambio en la iglesia. Esta filosofía ha estado en pie desde el año 1957 hasta el año 1960 cuando por primera vez comenzó Questions on Doctrine y The Truth About Seventh-Day Advenstism y ha logrado generar una considerable controversia. Sin embargo tiene que haber, por parte de cada individuo, un momento de verdad, un instante de sometimiento de una manera o de otra. Esto envuelve a veces grandes pérdidas en perspectivas de tiempo y espacio. Yo admiro a los pastores Adventistas del Séptimo Día, a aquellos que están en posiciones de autoridad, a pastores y maestros que han pensado que en buena conciencia no podían aceptar algunas cosas que previamente habían creído y levantaron la bandera para que todos la pudieran ver. Personalmente diría que esa decisión fue la correcta. Pero yo no puedo jugar el papel de Espíritu Santo y de conciencia para los demás. Esa es mi convicción en el asunto. Creo que Ford hizo exactamente lo que tenía que hacer. Creo que fue algo así como un moderno Martín Lutero”.
V- Conclusión Final.
Yo, Wolfgang Streich, luego de haber nacido en una familia Adventista de 3º generación, y haber sido miembro por 21 años, y pastor de Misión Global por casi 5 años, creo firmemente, luego de varios años de haber dejado la denominación, que la Iglesia Adventista nunca va a cambiar. Seguirá siendo un 80 % evangélica y cristiana, pero un punto teológico afectará siempre a otros puntos, como la levadura leuda la masa, y eso siempre traerá problemas más serios.
La escatología adventista es ultra recalcitrantemente sectaria, gracias a los dos aspectos sectarios que yo considero, la doctrina de que Cristo entró en el lugar Santísimo en el cielo el 22 de octubre de 1844 para realizar un “Juicio Investigador”, y todo lo demás fundamentan en la infalibilidad papal de la profetiza Elena de White. Todo lo demás, la justificación, la santificación y la glorificación está llena de un Adventismocentrismo aberrante que contradice la verdad fundamental del Evangelio: Solo Cristo – Cristo es el centro del todo.
Esto va a continuar así por siempre, hasta que Cristo venga en Gloria y Majestad. El último año de mi ministerio en la iglesia Adventista (1998) llegó a nuestro campo con bombos y platillos el libro del Dr. Samuel Koranteng Pipim, “Recibiendo la Palabra”. Ese fue el toque final para que yo decidiera salir del Adventismo. Allí se presenta la postura de que los que dejamos de creer en Elena de White, y en la doctrina del Santuario, que somos unos “liberales” de la escuela de la “alta crítica” y que así como dejamos de creer en las “doctrinas distintivas” tampoco creemos en la fidelidad de la Biblia. ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia! Al dejar la iglesia Adventista, fue cuando mejor pude estudiar la Biblia, con una lupa, sí, con una lupa para ver a profundidad lo que dice el texto, y con un borrador, para borrar las estupideces que me enseñaron, y con auriculares, para no escuchar la voz de las teorías humanas, sino solo la voz de Dios. Por eso, no soy Adventista del 7º día. No creo en la dirigencia de los Adventistas del 7º día. Aseguro categóricamente que los colegios Adventistas y la escuela sabática de niños son una máquinaria de lavado de cerebro, escondida bajo una máscara de eficiencia y calidad.
Mi anhelo y mi oración es por los Adventistas Evangélicos que están adentro. Solo un milagro puede abrir sus mentes. Un milagro como el que ocurrió en mi vida. Oro también por los pastores. Oro por los niños que están siendo adiestrados en esa ideología.
Muchos me dirán. Pero ¿No tiene acaso la iglesia Adventista las mejores universidades del mundo? ¿No es la iglesia una de las de mayor crecimiento? ¿No ve nuestros sanatorios? ¿Y nuestras casas editoras? ¿No es eso señal de que Dios nos está bendiciendo? Yo solo respondo: ¿No tienen los testigos de Jehová un crecimiento similar, y casas editoras similares? ¿No tienen los mormones templos suntuosos en cada barrio del planeta tierra? ¿No tiene el consumismo catedrales para sus millares de fieles en cada ciudad (shopings, discotecas, y supermercados)? Acaso ¿Dios no los está bendiciendo a ellos también?
El hace llover sobre justos y sobre injustos. El da el sol a buenos y malos. Pero al final no contará ante el Trono de Dios el tener tantos colegios, tantos sanatorios, tantas universidades, o tantos seguidores. La pregunta será “¿Qué has hecho de Jesús el Cristo?” Y “¿Qué has hecho con mi Palabra?”
Un joven pastor adventista le preguntó entonces al Dr. Martin lo siguiente:
¿Cómo es que la iglesia puede cambiar? Desmond Ford todavía está predicando pero sin las credenciales. Muchos creen que ha enunciado las verdades de una manera exacta. ¿Será suficiente para nosotros, predicar la verdad por nosotros mismos, y seguir oficiando entierros, siendo que los jóvenes predicadores Adventistas del Séptimo Día tienden a inclinarse hacia las posiciones evangélicas, o deberíamos hacer algo más?
(Aclaración mía: Creo que tal vez le temblaban las rodillas al pastor al hacer una pregunta como esta)
El Dr. Martin respondió: “Tú estás en una situación difícil si eres adventista y te encuentras entre la espada y la pared en relación con la Sra. White y algunas creencias ortodoxas que han sido aceptadas por la denominación. Posees tus credenciales, tienes tu iglesia, tienes tu ministerio de enseñanza, fuere lo que fuere o cualquiera que fuere tu función en la iglesia; y la tentación es permanecer dentro de la iglesia y obrar por un cambio en la iglesia. Esta filosofía ha estado en pie desde el año 1957 hasta el año 1960 cuando por primera vez comenzó Questions on Doctrine y The Truth About Seventh-Day Advenstism y ha logrado generar una considerable controversia. Sin embargo tiene que haber, por parte de cada individuo, un momento de verdad, un instante de sometimiento de una manera o de otra. Esto envuelve a veces grandes pérdidas en perspectivas de tiempo y espacio. Yo admiro a los pastores Adventistas del Séptimo Día, a aquellos que están en posiciones de autoridad, a pastores y maestros que han pensado que en buena conciencia no podían aceptar algunas cosas que previamente habían creído y levantaron la bandera para que todos la pudieran ver. Personalmente diría que esa decisión fue la correcta. Pero yo no puedo jugar el papel de Espíritu Santo y de conciencia para los demás. Esa es mi convicción en el asunto. Creo que Ford hizo exactamente lo que tenía que hacer. Creo que fue algo así como un moderno Martín Lutero”.
V- Conclusión Final.
Yo, Wolfgang Streich, luego de haber nacido en una familia Adventista de 3º generación, y haber sido miembro por 21 años, y pastor de Misión Global por casi 5 años, creo firmemente, luego de varios años de haber dejado la denominación, que la Iglesia Adventista nunca va a cambiar. Seguirá siendo un 80 % evangélica y cristiana, pero un punto teológico afectará siempre a otros puntos, como la levadura leuda la masa, y eso siempre traerá problemas más serios.
La escatología adventista es ultra recalcitrantemente sectaria, gracias a los dos aspectos sectarios que yo considero, la doctrina de que Cristo entró en el lugar Santísimo en el cielo el 22 de octubre de 1844 para realizar un “Juicio Investigador”, y todo lo demás fundamentan en la infalibilidad papal de la profetiza Elena de White. Todo lo demás, la justificación, la santificación y la glorificación está llena de un Adventismocentrismo aberrante que contradice la verdad fundamental del Evangelio: Solo Cristo – Cristo es el centro del todo.
Esto va a continuar así por siempre, hasta que Cristo venga en Gloria y Majestad. El último año de mi ministerio en la iglesia Adventista (1998) llegó a nuestro campo con bombos y platillos el libro del Dr. Samuel Koranteng Pipim, “Recibiendo la Palabra”. Ese fue el toque final para que yo decidiera salir del Adventismo. Allí se presenta la postura de que los que dejamos de creer en Elena de White, y en la doctrina del Santuario, que somos unos “liberales” de la escuela de la “alta crítica” y que así como dejamos de creer en las “doctrinas distintivas” tampoco creemos en la fidelidad de la Biblia. ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia!... ¡Eso es una falacia! Al dejar la iglesia Adventista, fue cuando mejor pude estudiar la Biblia, con una lupa, sí, con una lupa para ver a profundidad lo que dice el texto, y con un borrador, para borrar las estupideces que me enseñaron, y con auriculares, para no escuchar la voz de las teorías humanas, sino solo la voz de Dios. Por eso, no soy Adventista del 7º día. No creo en la dirigencia de los Adventistas del 7º día. Aseguro categóricamente que los colegios Adventistas y la escuela sabática de niños son una máquinaria de lavado de cerebro, escondida bajo una máscara de eficiencia y calidad.
Mi anhelo y mi oración es por los Adventistas Evangélicos que están adentro. Solo un milagro puede abrir sus mentes. Un milagro como el que ocurrió en mi vida. Oro también por los pastores. Oro por los niños que están siendo adiestrados en esa ideología.
Muchos me dirán. Pero ¿No tiene acaso la iglesia Adventista las mejores universidades del mundo? ¿No es la iglesia una de las de mayor crecimiento? ¿No ve nuestros sanatorios? ¿Y nuestras casas editoras? ¿No es eso señal de que Dios nos está bendiciendo? Yo solo respondo: ¿No tienen los testigos de Jehová un crecimiento similar, y casas editoras similares? ¿No tienen los mormones templos suntuosos en cada barrio del planeta tierra? ¿No tiene el consumismo catedrales para sus millares de fieles en cada ciudad (shopings, discotecas, y supermercados)? Acaso ¿Dios no los está bendiciendo a ellos también?
El hace llover sobre justos y sobre injustos. El da el sol a buenos y malos. Pero al final no contará ante el Trono de Dios el tener tantos colegios, tantos sanatorios, tantas universidades, o tantos seguidores. La pregunta será “¿Qué has hecho de Jesús el Cristo?” Y “¿Qué has hecho con mi Palabra?”
“Si alguno le añade algo, Dios le añadirá las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de éste libro de la profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro” Ap 22:18 19 (Aclaración: éste libro de la profecía es nada y nada menos que la Biblia, como también el Espíritu de la profecía, es nada más y nada menos que el Espíritu Santo. Se imaginan que alguien quiera tomar el lugar del Espíritu Santo….)
No hay comentarios:
Publicar un comentario