miércoles, 5 de noviembre de 2008

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL PATRIARCA ABRAHAM

Tema:

La Herencia de la Tierra


Entrevistador:

Muchas gracias padre Abraham por haber aceptado esta entrevista, la cual será muy instructiva para todos los creyentes o fieles en Cristo. Sé que tu eres una figura prominente del Antiguo Testamento a quien se le ha llamado: “el padre de la fe” o “el padre de los creyentes”. Sé igualmente que tú fuiste muy amado por Dios, y merecidamente Dios te consideró Su amigo personal. Por tal motivo Dios te prometió grandes cosas para ti y para los que son tus hijos, las cuales beneficiarán muy positivamente al mundo entero. Por estas razones es que quiero hacerte algunas preguntas importantes.

Abraham:

Estoy a tus órdenes para responder a tus inquietudes con toda libertad y franqueza. Adelante, pues, con tus preguntas:
Pregunta # 1:

Entrevistador:

Abraham: ¿Me puedes decir quién eres tú y en dónde naciste?
Abraham:

Yo fui un hombre sincero pero idólatra, que nací y viví por mucho tiempo en la ciudad de Ur de Caldea con mi familia.

Pregunta # 2:

Entrevistador:

Abraham, sé que Dios te habló personalmente. ¿Me podrías decir qué te dijo Él?

Abraham:

Dios me dijo claramente: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:1-3).

Pregunta # 3:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿qué edad tenías cuando Dios te llamó para salir a la tierra prometida, una vez muerto tu padre Taré?

Abraham:

Yo tenía 75 años (Génesis 12:4).

Pregunta # 4:

Entrevistador:

Abraham, ¿con quién viajaste a la tierra prometida y hasta que lugar llegaste?

Abraham:

Viajé con mi esposa Sara, y mi sobrino Lot y las personas que nos servían(Génesis 12:5). Y llegamos hasta Siquem, hasta el encino de More (Génesis 12:6).

Pregunta # 5:

Entrevistador:

Abraham, ¿había alguna tribu o pueblo viviendo en la tierra prometida?

Abraham:

Cuando llegamos estaban los cananeos (Génesis 12:6b).

Pregunta # 6:

Entrevistador:
Abraham, cuando llegaste a la tierra prometida, ¿quién se te presentó?

Abraham:

Se me volvió a aparecer Dios, y me dijo: A tu descendencia daré esta tierra (Génesis 12:7).

Pregunta # 7:

Entrevistador:

Abraham, se que partiste de la tierra prometida porque hubo una hambruna en ese lugar. Dime:¿Hacia dónde te fuiste con tu familia?

Abraham:

Me fui para Egipto (Génesis 12:10).

Pregunta # 8:

Entrevistador:

Dime Abraham, Luego de estar en Egipto, ¿regresaste a tu tierra?

Abraham:

Sí, regresé a la tierra que Dios me prometió con Sara y Lot, y llegué al Neguev y de allí hacia Betel, entre Hai y Betel ( Génesis 13:3).

Pregunta # 9:

Entrevistador:
Dime Abraham, ¿regresaste pobre a la tierra prometida?:

Abraham:

Mi sobrino Lot y yo regresamos muy ricos con ganado, plata y oro (Génesis 13:2,5).

Pregunta # 10:

Entrevistador:

¿Qué pasó contigo y Lot, tu sobrino, una vez que regresaron a la tierra prometida?

Abraham:

Hubo una contienda entre mis pastores y los pastores de Lot debido a las tierras, pues había mucho ganado e insuficientes pasturas para ambos rebaños (Génesis 13:6,7).

Pregunta # 11:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿cómo solucionaste el problema?

Abraham:

Yo le dije a Lot, mi sobrino, que no peleásemos entre nosotros dos, entre sus pastores y los míos. De modo que le propuse separarnos, lo cual hicimos. Él se fue y tomó la llanura del Jordán, hacia el oriente, y yo acampé en la tierra de Canaán (Génesis 13:8,10,11,12).

Pregunta # 12:

Entrevistador:

Tengo entendido Abraham que Dios te habló nuevamente, al separarse de ti Lot. ¿Qué te dijo Dios en esa ocasión?

Abraham:

Me dijo Dios: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, vé por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré (Génesis 13:14-17).

Pregunta # 13:

Entrevistador:

Abraham, tú tuviste un hijo con tu doméstica Agar. ¿Por qué tuviste ese hijo?

Abraham:

Si, ese hijo se llamó Ismael, y lo tuve con el consentimiento de mi anciana esposa, pues ella no podía darme hijos.

Pregunta # 14:

Entrevistador:

Bueno, después de una serie de peripecias tuyas, ¿qué te prometió además Dios?

Abraham:

Dios me prometió, a través de su ángel, que tendría un hijo con mi esposa Sara siendo ya ambos ancianos (Génesis 15:4; 17:16).

Pregunta # 15:

Entrevistador:

Sé Abraham que tu mujer Sara también oyó la promesa del ángel, en el sentido de que ella y tú tendrían un hijo a la vejez. ¿Cómo reaccionó tu esposa?

Abraham:

Ella se rió, entre sí, pues se preguntó cómo dos ancianos podrían tener un hijo y disfrutar de su sexualidad teniendo ambos muchos años de edad (Génesis 18:12). Creo que cualquier anciano se hubiera reído de semejante promesa, si es que prescinde del poder de Dios. Recordemos que para Él nada es imposible.

Pregunta # 16:

Entrevistador:

Abraham, obviamente Dios cumplió su promesa al darles un hijo a la vejez. ¿Cómo se llamó tu hijo y qué edad tenías tú?

Abraham:
Nuestro hijo se llamó Isaac, y yo tenía cien años (Génesis 21:5).

Pregunta # 17:

Entrevistador:

Abraham, ya me imagino los celos que se habrán suscitado entre Sara y su hijo, y Agar y su hijo. Tengo entendido que Agar, tu doméstica, se puso celosa e insolente con tu esposa. ¿Qué te pidió Sara, y cómo respondiste tú?

Abraham:

Es obvio. Me pidió que despidiera a Ismael, porque no le pareció justo que Ismael heredara lo que era de Isaac (Génesis 21:10). Claro que para mi fue doloroso, pero Dios se me apareció nuevamente y me dijo que oyera la voz de mi esposa, pues la promesa fue pactada en mi hijo legítimo, y no con la que tuve con mi doméstica (Génesis 21:12).

Pregunta # 18:

Entrevistador:

Abraham, ¿No te preocupó que tu hijo Ismael muriera en el desierto, sin agua, y sin pan suficiente?

Abraham:

Yo sabía que Ismael estaba a salvo, pues Dios me había prometido que haría de mi hijo Ismael un hombre valiente y padre de multitudes (Génesis 16:11,12). Yo estaba seguro que Dios protegería a mi hijo Ismael sin importar a donde fuere (Génesis 21:20).

Pregunta # 19:
Entrevistador:

Dime Abraham, ¿Qué fue lo más duro que te pidió Dios que hicieras por él?

Abraham:

Dios me pidió que tomara a mi hijo Isaac y lo llevara a la tierra de Moriah, y lo sacrificara en un monte indicado por Él (Génesis 22:2).

Pregunta #20:

Entrevistador:

Abraham, ¿cuál fue tu reacción?¿Obedeciste a Dios?

Abraham:

Yo obedecí a Dios. Me levanté muy temprano, y preparé un asno, y tome dos siervos míos, y a mi hijo Isaac, y corté leña para el sacrificio. Cuando llegué al lugar indicado tomé la leña y lo coloqué encima de mi hijo, en su espalda, y luego tome en una mano el fuego y en el otro el cuchillo (Génesis 22:3,6).

Pregunta # 21:

Entrevistador:

Pero Abraham, ¿cómo reaccionó tu hijo?

Abraham:

Mi hijo estaba sorprendido, pues me preguntó dónde estaba el cordero para el sacrificio (Génesis 22:7).

Pregunta # 22:

Entrevistador:
Es claro que Isaac era el cordero para el sacrificio. Pues bien: ¿Qué ocurrió luego?

Abraham:

Cuando llegué al lugar, edifiqué un altar de sacrificio, para luego colocar la leña y atar a mi hijo sobre la leña. Luego extendí mi mano y tomé el cuchillo para degollar a mi hijo (Génesis 22:9,10).

Pregunta # 23:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿llegaste a matar a tu hijo?

Abraham:

Cuando ya estaba por degollar a Isaac, Dios me habló y me ordenó que no matara a mi hijo, pues ya había comprobado mi temor y fe en Él, y mi buena disposición para obedecerle aun en las circunstancias más difíciles y extremas (Génesis 22:11,12).

Pregunta # 24:

Entrevistador:

Abraham, tengo entendido que por tu fiel obediencia, Dios te hace una interesante confirmación. ¿Nos puedes decir en qué consistió esa confirmación?

Abraham:

Dios me dijo: “Por mi mismo he jurado, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar, y tu descendencia poseerá las puertas de tus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz” (Génesis 22:16-18).

Pregunta #25:

Entrevistador:

Dime Abraham, sé que tu esposa Sara murió primero que tú. ¿Qué edad tenía Sara cuando murió?

Abraham:

Mi esposa Sara tenía 120 años cuando murió (Génesis 23:1).

Pregunta #26:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿dónde sepultaste a tu esposa?

Abraham:

Sepulté a mi esposa en la cueva de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán (Génesis 23:19).

Pregunta # 27:

Entrevistador:

Abraham, sé que te preocupaste por Isaac y que le buscaste una esposa. Por favor, ¿podrías darme más detalles sobre este asunto?

Abraham:

Estando yo muy avanzado de edad quise buscarle una esposa para mi hijo Isaac. Creo que todo buen padre busca lo mejor para su hijo, ¿no es así? En principio, me rehusé buscar una nuera entre los paganos o extranjeros de Canaán, sino que creí mas sabio buscar de entre mis parientes en mi tierra (Génesis 24:3,4).

Pregunta # 28:

Entrevistador:

Abraham, sé que mandaste a tu caporal o siervo de más confianza ( tu segundo) a buscar a la que sería esposa de Isaac. Bueno, ¿Cómo la descubrió tu siervo?, ¿de quién era hija?, y ¿cómo era ella?

Abraham:

Cuando mi criado llegó a la ciudad de Nacor en Mesopotamia, reposó y dio descanso a mis animales cerca a un pozo de agua. Este era un pozo donde las doncellas de Nacor venían a sacar agua. Mi siervo, con buen juicio, pensó que la doncella que fuera gentil con él y sus animales sería la idónea. Entonces apareció Raquel, una virgen hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor hermano mío. Ella no sólo era joven y hermosa, sino que también se dio prisa para dar de beber a mi siervo, y a sus animales. Ella vino a ser la esposa de mi hijo, la cual era también mi pariente (Génesis 24:12-21).

Pregunta # 29:

Entrevistador:

Abraham, tengo entendido que tuviste una nueva esposa llamada Cetura, la cual te dio más hijos y también tus concubinas. ¿Es verdad eso?

Abraham:

Es verdad, yo tuve otra mujer llamada Cetura, la cual me dio 6 hijos.

Pregunta # 30:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿qué edad tuviste tú cuando falleciste?

Abraham:

Yo viví 165 años, y me sepultaron mis hijos Isaac e Ismael en la cueva de Macpela, enfrente de Mamre (Génesis 25:7-10).

Pregunta # 31:

Entrevistador:

Abraham, algunas personas aún creen que Dios te ofreció el cielo como tu herencia final y permanente---¿Qué me puedes decir al respecto?

Abraham:

Ya lo dije al comienzo de esta entrevista, en la pregunta # 2 me parece, que Dios me ofreció la tierra de Canaán. Además me dijo que miraba al norte, y al sur, y al este, y a oeste, pues toda esa tierra que podía ver me la daría a mi y a mi prole para siempre. Dios Jamás me dijo que miraba hacia el cielo o hacia arriba, sino hacia los cuatro puntos cardinales (Génesis 13:14,15).

Pregunta # 35:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿Me puedes decir algo de tu descendencia, la cual también heredará contigo la tierra prometida?

Abraham:

Dios me anunció la buena nueva de antemano, en el sentido que mi descendencia también heredaría las promesas (Gálatas 3:8). Y esa descendencia son todos aquellas que tienen mi misma fe en la tierra y son creyentes en el Mesías (Gálatas 3:16,29). Sé que vendrá un día en que un descendiente mío sería un hombre importante, y el heredero del mundo como rey y Señor (Juan 8:56). Este Mesías o Cristo sería un hijo mío (Mateo 1:1), y cuando él aparezca en gloria: Jacob, Isaac y yo, estaremos sentados en su glorioso reino en la tierra (Lucas 13:28). En ese momento heredaremos todos la tierra prometida.

Pregunta # 36:

Entrevistador:

Pero Abraham, ¿acaso no heredaste la tierra cuando viviste en ella?¿Por qué esperar hasta la venida de Cristo?

Abraham:

Mi familia y yo vivimos como extranjeros en la tierra, en tiendas de campaña con mis hijos y nietos. En realidad nunca tomamos el control definitivo y absoluto de toda la tierra (Hebreos 11:9,39). Primero tenía que estar presente mi descendencia prometida, es decir, el Cristo y los creyentes. No olvidemos que el Mesías es antes o primero que yo (Juan 8:58).

Pregunta # 37:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿Qué otra cosa esperabas tú y que aún no se cumplió en tu vida?

Abraham:

Yo esperaba que viniera la ciudad que tiene fundamentos cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10). Observa que dije: “esperaba la ciudad”, y no: “esperaba ir a la ciudad” que es muy distinto.

Pregunta # 38:
Entrevistador:

Abraham, ¿me estás diciendo que bajará una ciudad celestial a la tierra?

Abraham:

Ya lo dijo Pablo con estas palabras: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14).

Pregunta # 39:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿creías tú en la resurrección de los muertos, incluyéndote a ti mismo?

Abraham:

Yo siempre creí que Dios es poderoso para levantar a los muertos, incluyéndome a mi mismo (Hebreos 11:19).

Pregunta # 40:

Entrevistador:

Dime Abraham, ¿qué específicamente heredarás con tu hijo Jesús y los fieles?

Abraham:

Ya lo dijo mi hijo Jesucristo en cuanto a la carne: “...cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios...” (Lucas 13:28). La respuesta es, pues, el reino de Dios en la tierra.

Pregunta # 41:

Entrevistador:

Ya que me hablas de que estarás en el reino de Dios, te pregunto: ¿Qué es el reino de Dios?

Abraham:

Me parece que la persona indicada para responder a esa pregunta es mi descendiente, el rey David. Sería bueno que le hagas a él una entrevista personal para que te responda esa pregunta con mayores detalles. Y la razón es simple: El fue un rey del reino de Dios en Israel que recibió también una gloriosa promesa que involucraba la tierra que se me prometió a mi.

Entrevistador:

Bueno Abraham, voy a hacer caso a tu sugerencia y ya entrevistaré en su momento al rey David para que me hable del reino de Dios. Yo te agradezco por la oportunidad que me has dado de entrevistarte desde este bello lugar. Dios te tenga en si memoria siempre, y nos vemos en la resurrección.

Abraham:

Como el padre de la fe, te digo: No desmayes y sigue fiel al Señor para que puedas tener parte en su reino de gloria en la tierra.

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