Ingº Mario A Olcese (Apologista)
“Esta es una entrevista ficticia realizada en algún lugar del más allá, pero que trata un tema bíblico central y real que pocos conocen”.
e-mail: molceses@hotmail.com ó Olcesemario@latinmail.com
(TEMA TRATADO: EL REINO DE DIOS)
Pregunta # 1:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿me podrías decir para qué te envió Dios al mundo?
Jesucristo: Yo dije claramente que era necesario que yo anunciase el evangelio del reino de Dios; porque para esto fui enviado por mi Padre al mundo (Lucas 4:43). Esta verdad es ignorada hoy por millones de llamados cristianos, quienes sólo tienen ideas vagas acerca de la razón de mi venida al mundo hace dos milenios. La mayoría de ellos creen que yo vine a salvarlos, pero que en realidad no saben qué significa esa palabra exactamente.
Pregunta # 2:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Estás diciendo que el reino de Dios es tu evangelio?
Jesucristo: Claramente dije hace dos milenios que fui enviado a predicar el evangelio del reino de Dios (Lucas 4:43). Además, ¿no has leído el libro del evangelista San Marcos? Él escribió sobre mi ministerio, como sigue: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios...después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios” (Marcos 1:1,14). Es obvio que el reino de Dios es mi evangelio para el mundo. Ah, y entiéndase por “evangelio” como ‘buenas noticias’ o ‘buenas nuevas’. Esto quiere decir que yo fui enviado al mundo para predicar buenas noticias a todos los hombres de buena voluntad, y esas buenas noticias tienen que ver con mi reino mesiánico en la tierra en un futuro próximo. Además, el evangelio comprende mi obra redentora en la cruz y mi gloriosa resurrección, como claramente lo expresó mi apóstol Pablo en su carta a los corintios. Pero lo primero de mi evangelio, o buenas noticias, fue mi anuncio sobre el reino o gobierno venidero de Dios en la tierra.
Pregunta # 3:
Entrevistador: Señor Jesús, hay iglesias que predican otros evangelios supuestamente cristianos como el llamado “evangelio social” del catolicismo. ¿Qué nos puedes decir con respecto a estos evangelios, supuestamente bíblicos o cristianos?
Jesucristo: Ya lo dijo muy claramente mi apóstol Pablo, en su carta a los Gálatas. Sus palabras son como siguen: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”(Gálatas 1:6-9). Claramente te digo que los otros evangelios son falsos. Ah, y ‘anatema’ significa: ¡ “maldito”!.
Pregunta # 4:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué es eso que tú llamas “reino”?
Jesucristo: Yo dije en una ocasión: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino” (Lucas 21:10). Ahora bien: ¿Qué entiendes por reino en este caso? ¿Acaso no es una forma de gobierno llamada monarquía? Sí, un reino es una forma de gobierno o monarquía.
Pregunta # 5:
Entrevistador: ¿Qué decías sobre el reino de Dios básicamente?
Jesucristo: Yo dije: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentios, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). Nota que dije que el reino de Dios se había acercado por medio de mi ministerio entre mis paisanos. Además observa que creer en el evangelio es creer en la cercanía del reino de Dios.
Pregunta # 6:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿para quiénes es el reino de Dios?
Jesucristo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos...Bienaventurados los mansos, por ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo 5:3). “Y os digo que vendrán muchos del oriente, y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11). Como ven, mi reino es para la gente que ama la verdad y la justicia sin importar su raza o nacionalidad.
Pregunta # 7:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿qué les mandaste a predicar a tus discípulos?
Jesucristo: Los envié a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos (Lucas 9:2).
Pregunta # 8:
Entrevistador: Señor Jesús, un día un hombre vino a ti y te dijo que quería seguirte a todas partes, pero antes quería enterrar a su difunto padre: ¿Qué fue lo que le respondiste tú?
Jesucristo: Le dije: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el reino de Dios” (Lucas 9:60). Claramente di a entender que es más urgente e importante anunciar el reino de Dios que cualquier otra cosa que tengamos que hacer. Así de radical es la responsabilidad que tienen para con mi evangelio aquellos que son verdaderamente mis seguidores.
Pregunta # 9:
Entrevistador: Señor Jesús, un día cuando estabas predicando tu evangelio, se te acercó un escriba, a quien le dijiste: “No estás lejos del reino de Dios”. Pregunto: ¿Qué hizo o dijo el escriba para que tú le dijeras que estaba cerca para entrar en tu reino?
Jesucristo: Pues, el escriba me dio una respuesta sabia. Él reconoció que el primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel; el Señor nuestro Dios uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Luego admitió que el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:28-34). Como ves, el escriba tenía en su corazón los mandamientos de mi Padre.
Pregunta # 10:
Entrevistador: Señor Jesús, en esencia: ¿qué deben buscar y pedir tus seguidores?
Jesucristo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia...”(Mateo 6:33), y pedid: “Venga tu reino” (Mateo 6:10). Lamentablemente pocos de mis seguidores de este siglo están buscando mi reino primeramente. Sólo haz una encuesta entre los que dicen ser mis seguidores, y verás que la gran mayoría de ellos no esperan el reino de Dios. Pregúntaselo a cualquiera que dice creer en mi, y te sorprenderás de su respuesta. Millones incluso no saben qué es eso que llamé: El Reino de Dios.
Pregunta # 11:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿qué deberán predicar también tus seguidores en este siglo XXI?
Jesucristo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Sí, mis seguidores deberán proclamar a todo el mundo mi evangelio o buenas noticias de mi futuro reino o gobierno en la tierra. Ellos deberán promover mi gobernación mundial y ganar adeptos para mi causa.
Pregunta # 12:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿qué debemos hacer para entrar en tu reino?
Jesucristo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Como puedes ver, para entrar en mi reino uno debe ser puro como un niño, y hacer la voluntad de mi padre así como yo lo estoy haciendo siempre.
Pregunta # 13:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿quiénes no son aptos para tu reino?
Jesucristo: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62). Es decir, aquellos que aún aman el mundo y las cosas que en él hay, no son aptos para mi reino. Mis partidarios deben desligarse de los intereses temporales y abocarse a los intereses eternos. No pueden amar a este mundo pecador y al venidero de justicia al mismo tiempo. No pueden servir a dos señores.
Pregunta # 14:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Cuándo entrarán en tu reino tus seguidores leales?
Jesucristo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él...entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31,34). Mi respuesta es clara, mis seguidores entrarán en mi reino cuando yo regrese a este mundo desde los cielos en gloria. Aquí estoy hablando de mi segunda venida personal y visible a la tierra.
Pregunta # 15:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Por qué regresaste al cielo si tu reino será en la tierra?
Jesucristo: Soy el hombre noble que se fue a un país lejano (el cielo) para recibir un reino y volver (Lucas 19:12). Yo fui al cielo para ser coronado como rey, y más adelante regresar como tal para tomar mi trono en Jerusalén.
Pregunta # 16:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Por qué hablaste la ‘parábola de la diez minas’ de Lucas 19:11-27?
Jesucristo: Porque mis seguidores pensaban que mi reino se manifestaría inmediatamente, cuando yo estaba entrando en Jerusalén (Lucas 19:11). Yo quería enseñarles a mis discípulos que mi reinado demoraría en establecerse, y que ellos debían de cumplir antes mi tarea de captación de adherentes leales a mi causa. Ellos primero debían de dar frutos sembrando mi mensaje o evangelio de mi próximo gobierno mundial y ganar adeptos. Ellos debían de preparar primero a mis nuevos líderes mundiales por medio de convertirlos de sus pecados a la santidad. Yo deseo que mis partidarios sean hombres de honor, y de absoluta probidad para que puedan gobernar conmigo la nueva sociedad mundial que yo inauguraré en mi segunda venida personal con mis ángeles.
Pregunta # 17:
Entrevistador: Pero Señor Jesús: ¿Qué les hizo pensar a tus seguidores que el reino vendría pronto cuando entrabas en Jerusalén?
Jesucristo: Es que Jerusalén es la ciudad del gran rey, la sede de mi trono (Mateo 5:33-35). No olvides que mi ancestro, el Rey David, reinó allí por 33 años, y también todos los que le sucedieron hasta Sedequías, el último rey davídico que fue depuesto por Nabuconodosor en 586 AC.
Pregunta # 18:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿tus apóstoles también se sentarán en tronos en tu reino?
Jesucristo: Mis apóstoles se sentarán en sus tronos Juzgando (gobernando) a las doce tribus de Israel (Lucas 22:30). Es decir, ellos y yo seremos los supremos gobernantes del estado de Israel, el cual ahora está convulsionado por la tenencia de la tierra con los árabes. Yo traeré por fin la paz a Jerusalén y mis paisanos poseerán toda la tierra prometida a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, los padres de los Hebreos.
Pregunta # 19:
Entrevistador: Señor Jesús: Los cristianos en general, ¿qué recibirán o ganarán?
Jesucristo: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi padre en su trono” (Apocalipsis 3:21). Recordemos que los de la fe---mis seguidores---son también hijos de Abraham, y por tanto, se constituyen en herederos de la tierra prometida (Ver Génesis 13:15;15:18; Gálatas 3:6-9,16,25,29). Mis seguidores, que son el verdadero Israel de Dios, poseerán la tierra de Israel, teniéndome a mi como el Rey mundial del reino davídico restaurado en Jerusalén.
Pregunta # 20:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿para qué nos sentaremos nosotros en el trono del reino de Dios?
Jesucristo: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones” (Apocalipsis 2:26). Observa que dije que mis discípulos tendrán autoridad sobre las naciones de la tierra. Es decir, el mundo entero estará regido por mi y mi iglesia. Entonces habrá un solo gobernante que decida el destino de los hombres, y yo tendré la tarea de restaurar todas las cosas como eran al comienzo de la creación (Ver Hechos 3:19-21).
Pregunta # 21:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿significa esto entonces que reinaremos en la tierra y no en el cielo?
Jesucristo: Ciertamente. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Recuerda que mi oración modelo dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Recordemos que Dios puso al hombre en la tierra para que la cuidara y la sembrara. Dios no lo puso en el cielo para tocar un arpa y volar como un angelito con alas hermosas por una eternidad; ni menos, que éste descendiera a la tierra desde otra dimensión. El hombre fue creado en la tierra para que la hiciera su habitat para siempre, y viviera feliz y en paz con Dios y sus congéneres. El diablo quiso destruir este propósito divino incitando a Adán y Eva a la rebelión y la desobediencia. Felizmente Cristo destruyó los planes del diablo, y el hombre tiene nuevamente la oportunidad de gozar del mundo tal como Dios se lo propuso en un comienzo, y vivir para siempre disfrutando de las buenas dádivas de esta hermosa tierra.
Pregunta # 22:
Entrevistador: Pero Señor Jesús: ¿Acaso no has prometido el cielo para tus seguidores fieles?
Jesucristo: Yo dije claramente: “A donde yo voy, vosotros no podéis ir” (Juan 13:33). Yo dije: “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Además hay otra razón adicional: Y es que Dios ha creado la tierra exclusivamente para los hombres (Salmos 115:16). Definitivamente no hay ningún texto bíblico que diga que los cristianos vivirán para siempre en el
Cielo o en algún otro lugar extramundano.
Pregunta # 23:
Entrevistador: ¿Qué fue, Señor Jesús, lo último que te preguntaron tus discípulos con respecto a tu reino?
Jesucristo: Mis discípulos me preguntaron: “Señor, restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Obviamente mis discípulos tenían un ardiente deseo de que mi reino mundial se inaugurara inmediatamente, lo más pronto posible en la tierra. Y es que ellos sabían que mi reino traería, no sólo su liberación de los romanos, sino la vida eterna al lado mío y de todos los fieles de antaño. También significaría la resurrección de todos los muertos, parientes y amigos que habían perdido, incluyendo a los profetas y otros siervos del Señor que ellos veneraban.
Pregunta # 24:
Entrevistador: Por lo visto, Señor Jesús, tus discípulos creyeron en un reino que se le restauraría a Israel. Pero, ¿estaban ellos errados?¿Qué les respondiste tú?
Jesucristo: No estaban errados, y esa pregunta era justa y correcta. Yo sólo les respondí con claridad: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que Dios puso en su sola potestad” (Hechos 1:7). Es decir, yo les dije claramente a mis discípulos que sólo Dios sabe el tiempo exacto de la restauración del reino davídico a los judíos.
Pregunta # 25:
Entrevistador: Entonces, Señor Jesús: ¿volverás entonces a la tierra para restaurar el reino de David a Israel?
Jesucristo: Si!, pues ya lo dijo mi apóstol Pedro, cuando habló de mí: “Es necesario que el cielo me reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). Nota que volveré cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas. ¡Y esta restauración general incluye el reino davídico en Jerusalén suspendido en 586AC! Hoy la ciudad de Jerusalén está convulsionada con los conflictos entre los judíos y árabes. Pero cuando yo regrese a mi tierra, y tome posesión de mi trono en Jerusalén, las cosas cambiarán, y habrá por fin paz en mi país Israel. Yo reinaré en Jerusalén con mis hermanos judíos naturales y adoptivos (mi iglesia), y con ellos, a todas las naciones del mundo.
Pregunta # 26:
Entrevistador: Señor Jesús, es obvio que si a Israel se le restaurará un reino, es porque antes existió en esa nación una monarquía, la cual desapareció por alguna causa, y finalmente volverá a existir en el futuro. ¿Nos puedes explicar este asunto con más precisión?¿Habrá nuevamente una monarquía en Israel como en los tiempos del rey David, Salomón, etc.?
Jesucristo: En primer lugar, debemos recordar que el reino de David, era el reino de Dios. Acuérdate bien que en 1 Crónicas 28:5 se dice que Salomón se sentó en el trono del reino de Dios. De modo que el reino de Dios, era el reino de mi padre David. También recuerda que el último rey de Israel fue Sedequías. Aproximadamente allá por el año 586 antes de mi nacimiento como hombre, Nabuconodosor invadió el reino del Sur (Judá y Benjamín) y se llevó preso a mi pueblo y a su rey Sedequías, y desde esa fecha Israel dejó de tener un rey, una monarquía o un reino de Dios.
Ahora bien, recuerda lo dicho por el profeta Ezequiel, en el capítulo 21, y versos 25 al 27. Allí leerás que Ezequiel profetiza que la suspensión del reino de David, o también llamado ‘El Reino de Dios’, sería temporal, hasta que viniera aquel que tiene el derecho legal y a él se lo dará mi Padre, y lo coronará. Lee pues cuidadosamente al profeta Ezequiel.
Pregunta # 27:
Entrevistador: Señor Jesús, tú dices que el profeta Ezequiel habló de un heredero del trono davídico a quien Dios le entregaría la corona de rey. ¿Nos puedes decir quién puede ser esa persona?
Jesucristo: Abre el libro de Mateo capítulo 1 y verso 1. ¿Qué dice allí? Yo te lo diré: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Es decir, yo soy el hijo de David, su descendiente, y por tanto, soy de linaje real. También lo dijo mi apóstol Pedro en su sermón apologético en Jerusalén, registrado en Hechos 2:29,30.
Pregunta # 28:
Entrevistador: ¿Me estás diciendo, Señor Jesús, que tú eres esa persona que cumplirá la profecía de Ezequiel, y por tanto serás tú quien restaurará el reino de David suspendido en el tiempo?
Jesucristo: El que tiene oídos para oír, que oiga. Ya lo dijo bien mi apóstol Pedro, en su sermón apologético en Jerusalén: “que Dios levantaría al Cristo para que se sentase en el trono de David” (Hechos 2:30). También profetizó sobre mi, el ángel Gabriel, cuando le dijo a María, mi madre: “Y será llamado, Hijo del Altísimo, y el señor Dios le dará el trono de David su padre” (Lucas 1:32). Obviamente estas profecías conciernen a mi reinado, y las cumpliré en mi segunda venida. Nota que el anuncio del ángel Gabriel decía que recibiré el trono de David, mi padre. ¿Qué entiendes por esto? Sobran las palabras, ¿no te parece? Desgraciadamente muchos de los que se dicen ser mis seguidores no han prestado atención integral al anuncio del ángel, y no se han puesto a meditar sobre el significado de esa parte del anuncio que habla sobre mi herencia del trono de David, mi padre”.
Pregunta # 29:
Entrevistador: Señor Jesús, algunos cristianos hoy creen que tú estableciste un “reino espiritual” como rey de tu iglesia. Es decir, que tú eres el rey, y tu reino es la iglesia. ¿Es eso verdad?
Jesucristo: Yo dije claramente en Mateo 25:31: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria”. Nuevamente, el que tiene oídos para oír, que oiga. Fui claro al decir que cuando yo regrese a la tierra en gloria, entonces, y sólo entonces, me sentaré en mi trono de gloria. También fui claro al decir: “Mi reino no es de este mundo o edad maligna”(Juan 18:36). Por otro lado, yo les dije a mis discípulos que ellos recibirán el reino sólo en mi segunda venida, con estas palabras: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria... Entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:31,34). Además, yo les dije a mis discípulos claramente: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). Entonces, si a mi manada pequeña le daré el reino, ello quiere decir que el reino no es la misma manada pequeña de mis seguidores. El reino es un gobierno que mis seguidores (mi iglesia)recibirán.
Pregunta # 30:
Entrevistador: Señor Jesús, Pilatos te preguntó si tú eras rey. ¿Qué le respondiste?
Jesucristo: Yo le respondí: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37). Yo admití ser rey abiertamente.
Pregunta # 31:
Entrevistador: Señor Jesús, tú dices que de los pobres en espíritu es el reino de los cielos. Pregunto: ¿No significa eso que les estabas ofreciendo a los pobres--- el cielo--- como recompensa?¿No es el reino de los cielos un sinónimo del cielo mismo?¿Por qué decías: “ reino de los cielos”?
Jesucristo: Yo dije claramente: “El reino de los cielos”, y no: “El Reino en los cielos”. El reino es de los cielos porque es de Dios quien está en los cielos. Mi reino no se establecerá en la tierra por la voluntad de los hombres, sino por la decisión exclusiva de mi Padre celestial--- ¿Me comprendes ahora? Cuando dije que mi reino es de los cielos, yo quise decir que mi reino no es de inspiración humana sino divina. Es un reino que pertenece a Dios, y que será dirigido por Él a través de mi persona. Repito, yo dije: “Reino DE los cielos”, y no, “Reino EN los cielos”. ¿Ves la diferencia?
Pregunta # 32:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿No dijiste tú que nuestro “galardón es grande en los cielos”? (Mateo 5:12). ¿No le estabas ofreciendo el cielo a tus seguidores?
Jesucristo: ¿Acaso yo les dije a mis seguidores en Mateo 5:12 que irán al cielo para recibir su galardón? No. Lo que más bien dije después es: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12). Esto quiere decir que yo volveré a la tierra trayendo mi galardón del cielo, para recompensar a mis seguidores en la tierra. Por otro lado, no olvidemos lo que dijo Salomón sobre el destino de los justos: “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra” (Proverbios 10:30). Es lógico suponer que si algún hombre es removido de la tierra, es porque no es justo. De modo que si decimos que los creyentes irán a vivir eternamente en el cielo, lejos de la tierra, lo que estamos afirmando es que los cristianos no son justos...¡Y eso es imposible! Ah, ¡y Salomón se escandalizaría!
Pregunta # 33:
Entrevistador: Señor Jesús, regresemos al tema el reino: ¿Cuánto tiempo durará tu reino? ¿Seguiremos siendo aún mortales en tu reino en la tierra?
Jesucristo: Ya escribió Juan de mi y mi reino diciendo: “...y reinaron con Cristo mil años” (Apocalipsis 20:4). La segunda pregunta ya la respondió mi apóstol Pablo, cuando dijo con toda verdad: “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción...porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15:50,53). Mi respuesta, entonces, es que mis seguidores serán inmortales en mi reino. Imagínate que reinarán conmigo mil años, lo cual supone una longevidad increíble.
Pregunta # 34:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿tu gobierno será sólo para los israelitas?¿Qué hay de los otros pueblos?
Jesucristo: En mi parábola de las “Diez Minas”, de Lucas 19:11-27, claramente expliqué que a mis fieles discípulos les daré autoridad sobre ciudades enteras del mundo (versos 17 y 19). Además, yo quiero recordarte lo dicho por el profeta David sobre mi futuro reino, cuando dijo: “Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Salmo 72: 7,8). Como puede verse, mi reino tendrá un efecto beneficioso para el mundo entero. Y finalmente, Pablo dijo con verdad también que yo soy “el heredero del mundo” (Romanos 4:13). También Isaías habló de mi, y mi gobierno, con estas palabras: “Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos” (Isaías 2:4).
Pregunta # 35:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué diferenciará tu reino o gobierno de los demás gobiernos del mundo del pasado y del presente?
Jesucristo: Primero, habrá justicia (Isaías 9:7). Como consecuencia de la justicia, habrá paz duradera (Isaías 9:6,7). También las armas de guerra serán convertidas en herramientas agrícolas (Isaías 2:4, Miqueas 4:3). No habrá explotación del hombre por el hombre, ni maldad alguna (Salmo 37:9,20,34). Los cojos, mancos, ciegos, paralíticos, etc, serán curados (Isaías 35:6). Habrá longevidad, y las fieras salvajes serán mansas (Isaías 11:6). En definitiva, mi reino estará inspirado por Dios. También dijo Isaías: “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación” (Isaías 33:6).
Pregunta # 36:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Con qué clase de gente estará conformado tu reino?
Jesucristo: Mi discípulo Santiago ya lo dijo muy claramente, al escribir: “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha preparado a los que le aman?” (Santiago 2:5). Entonces mi reino no es para los ricos de este mundo malo, sino para los desposeídos mayormente, pero que son ricos en fe. Claro que habrá ricos materialmente en mi reino, pero serán la minoría.
Pregunta # 37:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué es lo que se debe hacer primero para ver y entrar en tu reino?
Jesucristo: “El que no naciere de nuevo--- de agua y del espíritu--- no puede ver ni entrar en mi reino” (Juan 3:3,5). Aquí yo hablo de un nuevo nacimiento espiritual llamado bautismo, previa fe en mi reino (Ver Hechos 8:12).
Pregunta # 38:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Puede alguno saber cuándo se establecerá tu reino en la tierra?
Jesucristo: “En cuanto a aquel día y a aquella hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Marcos 13:32). Yo vendré como ladrón en la noche, es decir, sin aviso y de sorpresa. Entonces, los que no estén apercibidos pagarán por su descuido y perderán todo.
Pregunta # 39:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿es fácil entrar en tu reino?
Jesucristo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto es el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13,14). Y como dijo también mi apóstol Pablo: “...Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22).
Pregunta # 40:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué quisiste decir cuando dijiste: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo”? (Juan 14:3). Pregunto además: ¿Has prometido tomarnos--- cuando vuelvas--- para llevarnos a la casa de tu Padre en el cielo, según el verso dos?
Jesucristo: Textualmente dije: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Tome nota que dije: “para que donde yo estoy” (tiempo presente) vosotros también estéis”. Cuando dije eso, todavía yo no había subido al cielo, pues aún no había muerto, y menos aún, resucitado. De modo que cuando dije: “para que donde yo estoy, vosotros también estéis” en verdad quise decir: “para que en la tierra, donde estoy, vosotros también estéis”.
Pregunta # 41:
Entrevistador: Señor Jesús, es obvio que tú estás hablando del lugar desde donde estás pronunciando la promesa, y ése es la tierra, y no el cielo---¿Estoy en lo correcto?
Jesucristo: Correcto. Recordemos lo que dice Salmos 37:22 dice: “Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos”.
Pregunta # 42:
Entrevistador: Señor Jesús. ¿Estarás tú mismo en la tierra en persona como el Rey de reyes, o regirás desde los cielos?
Jesucristo: ¿No has leído lo que Dios le dijo a mi padre David, muchos siglos antes que yo naciera? Pues está escrito: “El Dios de Israel ha dicho, me habló la roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios” (2 Samuel 23:3). Ciertamente ese justo soy yo, el Hijo de Dios, quien gobernará ENTRE (no “sobre”)los hombres. En el Salmo 67:4 leemos algo similar sobre mi reinado mundial: “Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones EN la tierra”.
Pregunta # 43:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué es lo primero que se hará inmediatamente antes de que tú rijas el mundo?
Jesucristo: ¿No has leído en Apocalipsis 20:2, que primero se apresará al dragón (Satanás) por mil años, para que no engañe más a las naciones, a fin de dar paso a mi reino? Además, “no os maravilléis de esto; porque vendrá a hora cuando todos os que están en los sepulcros oirán mi voz, y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida...” (Juan 5:28,29) Definitivamente comenzaré mi reino también con mis santos seguidores resucitados y glorificados.
Pregunta # 44:
Entrevistador: Dime: ¿Quiénes te verán venir por segunda vez? y ¿Será secreta tu venida?
Jesucristo: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta en occidente, así también será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). Y Juan escribió de mi retorno, así: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él” (Apocalipsis 1:7). ¿He contestado a tus dos preguntas?
Pregunta # 45:
Entrevistador: ¡Por cierto que sí! Pero tengo más preguntas aún, Señor Jesús. Si tu reino está bien explicado y revelado en los evangelios, ¿por qué millones de cristianos lo ignoran o no lo entienden como tú lo enseñaste?
Jesucristo: ¿Recuerdas mi Parábola del Buen Sembrador de Lucas 8:4-12? En el verso 12 dije: “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven”. Aquí hay, pues, un enemigo del evangelio y de los hombres, el diablo. Por otro lado, ¿Acaso no nos acordamos lo dicho por mi apóstol Pablo? El escribió: “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que nos les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Nota que es el diablo el responsable de cegar el entendimiento de los incrédulos para que no crean en mi reino glorioso. Además, mi apóstol Pablo predijo que poco después de su muerte entraría la apostasía en la iglesia, con doctrinas de demonios. Esta profecía se cumplió, y ahora vemos que mi verdadero evangelio ha sido olvidado y sustituido por otros falsos evangelios. Eso lo puedes leer en Hechos 20:29.
Pregunta # 46:
Entrevistador: ¿Qué les ocurrirá a aquellos que no han creído en ti y en tu promesa de un reino universal de paz y justicia bajo tu mando?
Jesucristo: Yo les dije a mis discípulos lo siguiente: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15,16).
Pregunta # 47:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿será fácil para los ricos entrar en tu reino?
Jesucristo: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” (Lucas 18:24). Y es que los afanes, las riquezas, y los placeres de la vida les impiden a la mayoría de los ricos a rendirse a Cristo y vivir para él y su causa.
Pregunta # 48:
Entrevistador: Señor Jesús, ¿Qué te pidió el llamado “buen ladrón” que estuvo crucificado contigo en el Gólgata?
Jesucristo: El llamado “buen ladrón” me pidió lo siguiente: “Señor, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). Toma nota que él me dijo “vengas”, y no: “estés”.
Pregunta # 49:
Entrevistador: Señor Jesús, según tengo entendido, un día se te acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos. Pues bien, ¿me podrías decir que te pidió ella?
Jesucristo: Bueno, ella me dijo lo siguiente: “Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda” (Mateo 20:21). Ella definitivamente quería los mejores puestos de autoridad en mi reino para sus hijos. Pero ella, como toda buena madre, quería lo mejor para sus hijos. No obstante, ella no sabía lo que estaba pidiendo, pues no dependía de mi el darle lugares de honor para sus hijos, sino de mi Padre.
Pregunta # 50:
Entrevistador: Señor Jesús, José de Arimatea, quien fuera el discípulo que pidió tu cuerpo para sepultarlo en una de sus tumbas, ¿qué esperaba él para el futuro como creyente tuyo?
Jesucristo: El esperaba el Reino de Dios (Marcos 15:43).
Pregunta # 51:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Tu gobierno será suave, sin rigor, sin mano fuerte?
Jesucristo: Ya está escrito de mí en el Salmo 2:9: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás”. También en Apocalipsis 12:5 donde se lee: “Y ella dio a luz un hijo varón que regirá con vara de hierro a todas las naciones...” Creo que los comentarios son innecesarios, pues es claro que regiré con mano firme al mundo entero.
Pregunta # 52:
Entrevistador: Señor Jesús: ¿Entonces qué les pasará a las naciones que se rehúsen a alabarte?
Jesucristo: Ya está señalado en el libro del profeta Zacarías 14:17, donde se lee: “Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia”.
Pregunta # 53:
Entrevistador: Señor Jesús, siendo que tu reino o gobierno en la tierra durará mil años o diez siglos. Te pregunto: ¿Qué sucederá después de ese tiempo?
Jesucristo: Ya lo dijo mi apóstol Pablo, cuando habló y escribió sobre mi reino a los creyentes de Corinto. Él les dijo: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies” (1 Corintios 15:24,25). Resumiendo: Después de los mil años de mi reinado universal será mi Padre quien reine por la eternidad sobre todos sus hijos, y por cierto, yo estoy incluido dentro de ellos como el mayor de todos.
Pregunta # 54:
Entrevistador: Señor Jesús, según el libro de Apocalipsis, se revela que justo al final de tu reino milenario, el diablo, que había sido atado al comienzo de tu reino, será desatado por un breve tiempo en la tierra. Te pregunto: ¿Cuál es el propósito de esta peligrosa liberación satánica?
Jesucristo: Ya lo dijo mi apóstol Juan, cuando escribió en su libro de Apocalipsis: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla” (20:7,8)
Pregunta # 55:
Entrevistador: Si este es el caso, Señor Jesús, dinos: ¿De qué se trata esta batalla final, y contra quién o quiénes será?
Jesucristo: Esto lo respondió también mi siervo San Juan, cuando escribió en el libro de Apocalipsis 20:9: “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Es claro, entonces, que habrá una batalla final, o una sublevación de las naciones engañadas por el diablo contra mi autoridad y mi reino situado en Jerusalén.
Pregunta # 56:
Entrevistador: Finalmente Señor Jesús, ¿Qué pasará con el diablo y los combatientes engañados por él?
Jesucristo: Esto también ya lo dijo mi siervo Juan. Los combatientes que fueron a combatir contra mi, “fueron consumidos por el fuego que cayó del cielo. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre...” (Apocalipsis 20:9b,10).
Entrevistador: Gracias Señor Jesús por haberme permitido interrogarte desde este lugar tan sublime y hermoso, nunca antes visto. Espero poder verte nuevamente con toda tu gloria y autoridad, cuando regreses a la tierra para estar con tu pueblo. “Ciertamente vengo en breve” (Apocalipsis 22:20). “Velad y orad para que no entréis en tentación” (Marcos 14:38). “Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10). Nuevamente les recuerdo a todos mis discípulos que: “el que creyere en éste, mi evangelio, y fuere bautizado, será salvo”(Marcos 16:15,16).
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