martes, 4 de noviembre de 2008

OTRO EVANGELIO MUY DISTINTO DEL ORIGINAL


Ken Garrison

Y Este Evangelio Del Reino…

Hoy en día, si compara el mensaje tradicional difundido por los cristianos con el sencillo mensaje enseñado por Jesús aparecido en los evangelios, el creyente podrá concluir que se tienen dos distintos mensajes. Es evidente que el mensaje predicado por Jesús y el resto de los apóstoles fue echado a un lado, siendo sustituido por “otro evangelio” enfatizado sumamente por la Iglesia. Hoy este “otro evangelio” es recibido y aceptado a escala mundial como mensaje ortodoxo del cristianismo.

El Reino de Dios
El mensaje de Jesús es el mensaje del “Reino de Dios”. Jesús declaró que había sido enviado para predicar este mensaje: "Pero El (Jesús) les dijo: También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto yo he sido enviado" (Lucas 4:43). Al estudiar el relato contenido en los evangelios y sus bases bíblicas, estaremos en capacidad de definir puntos fundamentales contenidos en el mensaje. Estos puntos incluyen las siguientes enseñanzas:

Dios establecerá Su mandato o gobierno directo sobre la tierra, siendo la manifestación de este gobierno la presencia del Mesías (Salmo 2);

Dios instituirá paz y juzgará (regirá) en justicia (Salmos 98:9);
Dios responsabilizará a cada hombre por el cometimiento de sus actos en esta vida (Ezequiel 18:4);

Dios introducirá un período de “restitución de todas las cosas” (Hechos 3:21), que finalmente resultará en la remoción de la maldición que se encuentra en la humanidad (Apocalipsis 22:3); y

El Mesías retornará en la Gloria de Dios (Mateo 16:27). La Gloria de Dios se ubicará en Jerusalén, de manera similar a lo ocurrido en el desierto cuando Israel abandonó la nación de Egipto (Isaías 4:5).

De los anteriores puntos pueden desprenderse ciertas conclusiones referentes al establecimiento del Reino de Dios. Estas son:

Cualquier manifestación, sistema o forma gubernamental humana (sea internacional, nacional, estatal o local) será completamente abolida. Todo sistema legal, canon o código constitutivo de leyes será anulado y cancelado. El gobierno central “reposará sobre Sus hombros" (Isaías 9:6).

La autodeterminación del hombre llegará a su fin. "para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:10-11).

Toda falsa ilusión del ser humano se extinguirá. Dios es Dios verdadero-Dios de la realidad- y Dios vivo. (Jeremías 10:10) Israel será la entidad nacional única que sobreviva en el Reino de Dios. Como nación escogida, Israel será exaltada sobre el resto de las naciones para fama, loor y gloria (Deuteronomio 26:19).

Enseñando constantemente por medio de parábolas, Jesús transmitió fundamentalmente el mensaje del Reino de Dios. Antes de Jesús, el Reino era concebido como Dios reinando en Israel tal como aparece en la era del Primer Templo. Dios se manifestó con Su gloria en el Templo y por medio de Sus ungidos, los profetas, sacerdotes y reyes. Durante Su ministerio terrenal, Jesús introduce una nueva perspectiva del Reino de Dios y comienza a situar las bases para el establecimiento de este Reino. La completa realización y concreción del Reino de Dios tomará un milenio.

Jesús también incorpora el concepto del "Templo Vivo". Dios gobierna directamente el corazón de cada creyente por medio del Espíritu Santo. Lo anterior es el cumplimiento de la profecía dicha por Ezequiel donde Dios expresa: "Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas." (Ezequiel 36:26-27) Jesús también incorpora el concepto del "Templo Vivo". Durante Su ministerio Su cuerpo fue templo. Después de la ascensión de Jesús, la iglesia vendría a operar en esta nueva capacidad. Tal como ocurrió en el Primer Templo, este "Templo Viviente" será establecido finalmente en Jerusalén. Como "piedras vivas" del nuevo templo los creyentes se sitúan y posicionan delante de la presencia del Dios Vivo.

Jesús enseñó muchísimos aspectos sobre el Reino de Dios en sus parábolas. Estos aspectos del Reino comenzaron a tener realización en la primera iglesia y continúan cumpliéndose por casi 2000 años. La visión mostrada a través de estas parábolas no se concretará de forma definitiva hasta el regreso de Jesús a Jerusalén cuando reine en medio de Israel.

Otro Evangelio

En nuestros días, al considerar el mensaje presentado por la Iglesia, podemos observar un mensaje diferente del Reino de Dios al expresado por Jesús. El mensaje presentado por la Iglesia tiene su foco en la reconciliación individual con Dios. Pablo resume ese mensaje en su segunda carta a los creyentes de Corintio (ver 2 Corintios 5:18-20). En realidad, dicho mensaje tiene validez y es responsabilidad de la iglesia llevarlo a todas las naciones. Pero, al conocer las enseñanzas de Jesús resulta obvio que el mensaje de reconciliación individual de ninguna manera conlleva al mensaje del Reino. Lo que en realidad ha hecho la Iglesia, y muy bien, es espiritualizar el mensaje del Reino de Dios centrando su atención únicamente en el tema de la reconciliación. Cada denominación o agrupación eclesial concentra aspectos diferentes de este mensaje, sin embargo el tema de la reconciliación con Dios continúa siendo el tema fundamental de la Iglesia.

Es evidente que la Iglesia ha decidido no hacer énfasis en el mensaje de Jesús y en su lugar, sustituyó el mensaje del Reino de Dios por el de la reconciliación de los hombres.
Es evidente que la Iglesia ha decidido no hacer énfasis en el mensaje de Jesús y en su lugar, sustituyó el mensaje del Reino de Dios por el de la reconciliación de los hombres. Existen varias razones para esto. Una es que el mensaje de Dios reconciliándose con los hombres resulta algo “bien positivo” que produce ningún reproche. Por el contrario, la proclamación del mensaje del Reino de Dios representa una espada ardiente que produce división o polarización entre los que lo reciben (Mateo 10:34). De allí que aquellos que predican el mensaje del Reino de Dios deben estar siempre dispuestos a recibir afrenta.

La segunda razón por la que la Iglesia no enfatiza el Reino de Dios predicado por Jesús es que el tema se encuentra íntimamente asociado con Israel y Jerusalén. La Iglesia cedió a la tentación de apropiarse de un nombre e identidad universal propias, debiendo rechazar cualquier asociación, identificación o vínculo con la nación de Israel. Por consiguiente, el mensaje de Jesús para la iglesia se hace imposible. El mensaje de reconciliación divina, por otro lado, se molda perfectamente al concepto universal adoptado y aceptado por la iglesia.

Una última razón por la que el mensaje de reconciliación recibe un mayor énfasis por parte de la Iglesia es que se estaba gestando una nueva religión mundial, religión extremadamente distinta a lo profesado por los creyentes de la primera iglesia. Esta religión mundial es la Cristiandad y como toda religión lo que sabe hacer es señalar el camino o manera de acceder a Dios. La iglesia institucional se dio cuenta que el mensaje del Reino de Dios no traía beneficio alguno a la formación de la nueva religión y en definitiva, el mensaje de reconciliación individual con Dios sirvió muy bien para los propósitos de la Cristiandad.

Existen probablemente un sin número de otros factores que influyeron en el proceso de transición de la Iglesia. Los tres factores antes mencionados deberían ser suficientes para encontrar las razones por las que el mensaje de reconciliación se acentuó incluso a costa del mensaje del Reino. En la mente de cada cristiano la sucesión de estos eventos queda simplificada por la racionalización de que es la doctrina Paulina el nivel de revelación más alto disponible para el creyente. Los cristianos proclaman que Jesús llevó Su mensaje a Israel, y según ellos mismos aducen, Israel rechazó el mensaje. Por lo tanto, y de acuerdo a este criterio, Dios ahora unge a Pablo a fin de llevar el nuevo mensaje universal. De allí que la visión eclesial lógicamente se construya sobre la base de las enseñanzas de Pablo (epístolas y cartas) y no sobre la base del mensaje predicado por el mismo Señor Jesús.

Dios ha restablecido al pueblo de Israel en la Tierra de Israel y el mensaje del Reino de Dios es predicado con unción fresca nuevamente. Vemos cumplir con tremenda rapidez los acontecimientos de los tiempos finales y empezamos a poner nuestra atención en el Rey y en el mensaje del Reino. Lo anterior constituye en realidad una de las señales de la consumación de los tiempos. Jesús declaró, “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Es fácilmente observable que Jesús no hace referencia aquí al “evangelio de la reconciliación”, el cual por casi dos mil años la Iglesia ha logrado diseminar por el mundo. Jesús se refería al mensaje del Reino de Dios y es este mensaje del Reino que debemos proclamar. Se puede predicar el mensaje de reconciliación a cada alma y no estar aun así, necesariamente cerca de ver el establecimiento del Reino de Dios.

Más Información sobre el Reino en:
http://www.elevangeliodelreino.org/
http://www.apologista.wordpress.com/
http://www.yeshuahamashiaj.org/
http://www.restorationfellowship.org/

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