Por Mike Brown
Traducido por Mario Olcese S (Apologista).
Esté seguro de ver las conclusiones al final de esta página.
¿Qué es el Evangelio? Yo les he hecho esta pregunta a muchas personas y yo he obtenido muchas respuestas diferentes: Vida eterna, el nacimiento de Jesús, Cristo muriendo en la cruz, Cristo que vivió con el hombre hace 2000, etc.
Yo creo que todas éstas son buenas respuestas. Todas ellas son una parte del Evangelio. Sin embargo, ¿son ellas el corazón del Evangelio? ¿Cuáles son realmente las buenas noticias que todos nosotros queremos oír?
Ésta es la pregunta que yo tenía, de modo que yo decidí estudiar la Biblia por mí mismo usando mi Biblia de la computadora. Yo busqué la palabra evangelio y encontré algunas cosas interesantes. Parece que la mayoría de nuestras ideas para el Evangelio vinieron de Pablo. Los teólogos tienden a tomar a Pablo como la autoridad del pensamiento Cristiano mientras al mismo tiempo ellos tienden a no tomar las palabras de Jesús. Yo he oído el dicho, Jesús vivió la experiencia Cristiana, mientras que Pablo la expresó. Así que parece que nuestra comprensión del Evangelio está basada en el punto de vista de nuestro teólogo de ambos, dónde ver en la Biblia, y también lo que la Biblia dice.
Una vez que comencé a comprender esta realidad, vi que Jesús parecía expresar el Evangelio en términos ligeramente diferentes. Veamos la evidencia Bíblica para que nosotros podamos determinar por nosotros lo que es el corazón del Evangelio.
Antes que nada, la mayor parte del tiempo los escritores del evangelio usan justamente la palabra evangelio, y no hay ninguna explicación real acerca de lo que quiere decir esta palabra. Sin embargo yo encontré que Jesús a menudo, al hablar del evangelio, usaría una frase más grande: "predicando el evangelio del reino."
"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo 4:23).
"Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies" (Mateo 9:35-38).
"Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:12-14).
"Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él" (Lucas 8:1).
¡De modo que el Evangelio es realmente sobre el evangelio del reino de Dios! Así que, ¿qué es el reino de Dios? Yo siempre he asumido que era cuando nosotros llegamos al cielo. Sin embargo yo sé que los Judíos en el tiempo de Cristo creyeron que Su charla del reino era sobre la restauración si Judá o Israel. Hoy, muchos Cristianos parecen pensar que la presencia de Cristo con el hombre, Su nacimiento, y muerte era el aspecto del reino del que habló.
Yo no lo sabía, así que pensé que buscaría el vocablo "Reino", y yo encontré algunos nuevos versículos interesantes:
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"En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas" (Mateo 3:1-3).
"Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14-15).
"La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él" (Lucas 16:16).
"A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento". Mateo 10:5-10
"Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
Y predicaba en las sinagogas de Galilea" (Lucas 4:42-44).
Yo encuentro estos versículos sumamente interesantes. ¡Muchas veces se le ve a Jesús yendo por allí predicando el reino de Dios! La palabra evangelio ni siquiera se menciona. No obstante nosotros sabemos que éste viene a ser las mismas buenas noticias (el evangelio) que se habla en los otros versículos. ¡El Reino de Dios es las buenas noticias!
No es sorprendente que los judíos se reunieran para escuchar a Jesús. ¡En su comprensión, él estaba hablando sobre un nuevo día para Israel, la restauración de Israel!
Además, nosotros vemos palabras que hablan de él (reino) como que pasará muy pronto. El mensaje que: el reino de los cielos está a la mano, el tiempo se ha cumplido, es central al Evangelio. No es ninguna maravilla que incluso los Cristianos de hoy piensen que la presencia de Cristo en la Tierra era de algún modo el Evangelio que él estaba hablando en Su día. ¿Pero lo era? Veamos, mirando otros versículos, y descubriremos las insinuaciones aquí y allí de que Jesús tenía algo más en mente.
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"Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:12-14).
"Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones" (Marcos 13:10).
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:15-16).
Nosotros podríamos decir que el evangelio que será extendido a todo el mundo es las noticias buenas sobre Cristo. Sí, podríamos decir eso, pero es eso realmente las buenas noticias? ¿No es eso la promesa de un futuro sin muerte y destrucción? ¿No es la promesa de ser apto para vivir con Cristo para siempre en una atmósfera de amor?
En vez de sólo predicar a Jesús, debe ser el mensaje de Jesús, el Evangelio del Reino. Predicar sólo Su vida y muerte en la Tierra no es el centro del Evangelio. Es la promesa del Reino cuando nosotros viviremos con Jesús.
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Jesús habló a menudo en parábolas, cómo encaja el mensaje del evangelio del reino con las parábolas? Nosotros veremos en los ejemplos de abajo que el reino de Dios era central para la mayoría de las historias que él contó.
"Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena" (Lucas 14:15-24). Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir" (Mateo 25:1-13).
"Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis" (Mateo 25:14-35).
Jesús dio una profecía interesante acerca de Jerusalén. Cuando Jerusalén esté rodeada por ejércitos, entonces nosotros sabremos que la desolación (posiblemente de la ciudad) está cercana. Históricamente, los Cristianos sabían esto, de modo que cuando los ejércitos de Roma rodearon Jerusalén y luego se retiraron por un breve tiempo, todos los Cristianos huyeron. Entonces Roma rodeó de nuevo a Jerusalén y la destruyó con su gente. Pero si leemos más del texto, nosotros podemos ver que Jesús conecta la destrucción de Israel con Su futura venida en las nubes, la venida del Reino. Puede ser que ésta sea una profecía doble.
De nuevo, el Reino es central a la profecía, justo como las parábolas que vimos anteriormente. También, nosotros vemos que la venida del reino se conecta con tener nuestra redención en proceso. ¡Nosotros seremos redimidos de la Tierra por Jesús para vivir con él!
"Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.
Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.
Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Y cuando vos veré que Jerusalén rodeó con los ejércitos, entonces sabe que la desolación es de eso cerca" (Lucas 21:20-33).
En la historia de Saqueo, tenemos algo muy interesante. Porque Saqueo tomó la decisión correcta escogiendo a Cristo, Jesús dijo: "Este día la salvación ha venido a esta casa". Otros que estaban escuchando inmediatamente vieron esto como la prueba adicional de que el reino estaba viniendo en seguida, así que Jesús dio otra parábola:
Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Oyendo ellos estas cosas prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.
Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré
¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses? Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí (Lucas 19:1-27). Así en esta parábola, nosotros vemos que ese juicio se conecta con la venida del Reino de Dios.
Abajo comenzamos ver respuestas definidas acerca de lo que es el Reino de Dios y cuándo debe ocurrir. Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te hanentregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí; (Juan 18:33-36). ¡Mi reino no es de este mundo! Jesús, mientras estaba en la Tierra habló de las maravillas que habrá cuando Su pueblo viva con él para la eternidad.
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:39-43).
Está claro que Jesús habló por todas partes del reino, incluso uno de los ladrones había oído bastante de Jesús para saber sobre el Reino. Cuando tú vengas a este reino del que siempre estás hablando, ¡acuérdate de mí!
Abajo vemos que los discípulos tenían que preguntar esa pregunta todo importante. ¿Cuándo? Por supuesto que ellos todavía estaban pensando siempre sobre Israel en este momento también. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo (Hechos 1:6-11). Aquí nosotros vemos que a los discípulos les fue dado más de las señales que ocurrirían cuando el reino aparecería. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres" (Hechos 8:12).
Felipe también predicó el reino de Dios. Claro que Pablo también predicó el reino de Dios como vemos abajo. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro" (Hechos 20:24-25). Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían" (Hechos 28:23-24). Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento (Hechos 28:30-31).
A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio (Colosenses 1:5). ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:9-11). Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio (2 Timoteo 1:10). Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? (Santiago 2:5).
En Revelación, nosotros tenemos la profecía acerca de la ocurrencia del Reino de Dios: "¡Ahora ha venido la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo" ¡Ha sucedido finalmente! Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (Revelación 12:7-11).
Ahora nosotros vemos uno de los tres ángeles de revelación 14 que tiene el evangelio eterno. ¿Cuál es ese evangelio? "Porque la hora de su juicio ha llegado. .. "
¿Cómo son esas buenas noticias? A aquellos que están esperando ver el reino de Dios, son grandes noticias. Ellos ya no tendrán que esforzarse en esta vida en la Tierra. ¡Jesús está tomando las cosas en sus manos, tomándonos para vivir con él!
Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas (Revelación 14:6-7).
A menudo, mientras veo los programas de Navidad, veo el nacimiento de Jesús promulgado, los hombres sabios, y claro, los pastores. Pero es lo que da todo el significado a la Navidad lo que es omitido. Nosotros, como Cristianos, parecemos estar viviendo en el pasado en lugar que en el futuro.
Sí, Jesús nació, él predicó el evangelio del reino de Dios, y él murió por nuestros pecados. Esto representa una profundidad de amor que ninguno de nosotros puede apreciar totalmente. ¡Sin embargo no nos olvidemos porqué él murió! ¡Él murió para que un día pronto él pueda tomarnos a todos para vivir con él en su reino!
Conclusiones
¿Por qué es tan importante comprender lo que es el Significado del Evangelio?
Debe estar claro a cualquier lector del Nuevo Testamento que los Santos estaban buscando la segunda venida de Cristo sobre todo. Su saludo entre ellos era: ¡Maranatha! El Señor está viniendo.
¿Cómo ocurrió esto?
Cuando Jesús empezó primero predicando el Evangelio del Reino venidero, los discípulos, y todos los demás que lo oyeron, pensaron que él estaba hablando de un asunto de un nuevo día cuando Israel sería de nuevo un país, ¡y pronto! Este pensamiento era, a pesar del lenguaje muy directo de Jesús, que Su reino no era de este mundo.
¡Finalmente, cuando Jesús fue matado y después resucitado de los muertos, los Discípulos, por primera vez estaban empezando a entender que Jesús estaba hablando sobre el Cielo y la Nueva Tierra!
Nosotros debemos recordar que casi todo lo que Jesús dijo en la vida estaba involucrando el Evangelio. Era Su tema central de opción. Así ahora que los Discípulos tenían un punto de vista correcto del Evangelio, el significado de los últimos tres y medio años tenía un nuevo significado. Un significado diferente.
Debido a esta nueva visión, la Cristiandad se extendió en medio mundo en un tiempo muy corto. Ellos estaban convencidos de que Jesús vendría durante su tiempo de vida. Así que ellos trabajaron duro para Dios para extender el mensaje. Además, ¡todos ellos compartieron lo que ellos tenían entre sí, ¡especialmente porque el Señor estaba muy pronto por venir!
¡El énfasis principal de la iglesia de Dios debe estar en que no debemos vivir en el pasado como parece que lo están todos hoy! Ella debe mirar hacia el futuro cuando nuestra redención será realizada. Eso es lo que nosotros tenemos que mirar hacia adelante. ¡Vivir con Cristo dónde él estará!
Éste es el pilar central de la fe Cristiana. La muerte de Cristo era importante en que hace posible nuestra redención. Claro, también nos muestra Su amor cuando nosotros vemos cuán caro fue redimirnos. Sin embargo, es la creencia de que Jesús está viniendo de nuevo que crea la esperanza en nosotros.
¡Maranatha! (El Señor está Viniendo!) Un día pronto, nosotros viviremos con él como Sus hijos e hijas.
Recuerde, el Señor nos ama de verdad hasta el punto de que él quiere que nosotros vivamos con él. Esto no es ninguna ilusión. Él aun ahora está trabajando en nuestro favor para salvarnos del pecado. Él ahora está preparando tomarnos para su casa con él. Así que planeemos estar entre los redimidos. Este será el regreso al recinto más grande que nosotros alguna vez experimentaremos. Yo estoy seguro que el universo entero de seres creados también está esperando este evento. ¡Nosotros no debemos perder nuestra oportunidad para dar testimonio de y sentir la felicidad de aquellos que aman al Señor por medio de vivir con él!
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